'Entonces' en la Biblia
- 1.Gé 2:21-Gé 38:18
- 2.Gé 38:22-Éx 18:17
- 3.Éx 19:7-Números 16:30
- 4.Números 16:36-Josué 8:7
- 5.Josué 8:9-Rut 4:5
- 6.Rut 4:8-2 Samuel 3:31
- 7.2 Samuel 4:3-1 Reyes 3:26
- 8.1 Reyes 3:27-2 Reyes 8:2
- 9.2 Reyes 8:5-2 Crónicas 18:8
- 10.2 Crónicas 18:16-Job 40:6
- 11.Salmos 2:5-Jeremías 44:15
- 12.Jeremías 52:9-Mateo 11:20
- 13.Mateo 12:13-Marcos 2:3
- 14.Marcos 2:12-Lucas 16:16
- 15.Lucas 16:24-Juan 11:33
- 16.Juan 11:36-Hechos 12:3
- 17.Hechos 12:11-Apocalipsis 16:18
Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel, y me ha librado de la mano de Herodes, y de todo el pueblo de los Judíos que me esperaba.
Y ellos le dijeron: Estás loca. Mas ella afirmaba que así era. Entonces ellos decían: Su ángel es.
HABIA entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y doctores: Bernabé, y Simón el que se llamaba Niger, y Lucio Cireneo, y Manahén, que había sido criado con Herodes el tetrarca, y Saulo.
Entonces habiendo ayunado y orado, y puesto las manos encima de ellos, despidiéronlos.
Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos,
Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.
Y partidos de Papho, Pablo y sus compañeros arribaron á Perge de Pamphylia: entonces Juan, apartándose de ellos, se volvió á Jerusalem.
Entonces Pablo, levantándose, hecha señal de silencio con la mano, dice: Varones Israelitas, y los que teméis á Dios, oid:
Y entonces demandaron rey; y les dió Dios á Saúl, hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín, por cuarenta años.
Entonces Pablo y Bernabé, usando de libertad, dijeron: A vosotros á la verdad era menester que se os hablase la palabra de Dios; mas pues que la desecháis, y os juzgáis indignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos á los Gentiles.
Ellos entonces sacudiendo en ellos el polvo de sus pies, vinieron á Iconio.
Entonces las gentes, visto lo que Pablo había hecho, alzaron la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses semejantes á hombres han descendido á nosotros.
Entonces sobrevinieron unos Judíos de Antioquía y de Iconio, que persuadieron á la multitud, y habiendo apedreado á Pablo, le sacaron fuera de la ciudad, pensando que estaba muerto.
ENTONCES algunos que venían de Judea enseñaban á los hermanos: Que si no os circuncidáis conforme al rito de Moisés, no podéis ser salvos.
Entonces toda la multitud calló, y oyeron á Bernabé y á Pablo, que contaban cuán grandes maravillas y señales Dios había hecho por ellos entre los Gentiles.
Entonces pareció bien á los apóstoles y á los ancianos, con toda la iglesia, elegir varones de ellos, y enviarlos á Antioquía con Pablo y Bernabé: á Judas que tenía por sobrenombre Barsabas, y á Silas, varones principales entre los hermanos;
Ellos entonces enviados, descendieron á Antioquía; y juntando la multitud, dieron la carta.
Entonces una mujer llamada Lidia, que vendía púrpura en la ciudad de Tiatira, temerosa de Dios, estaba oyendo; el corazón de la cual abrió el Señor para que estuviese atenta á lo que Pablo decía.
Entonces fué hecho de repente un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se movían; y luego todas las puertas se abrieron, y las prisiones de todos soltaron.
El entonces pidiendo luz, entró dentro, y temblando, derribóse á los pies de Pablo y de Silas;
Entonces Pablo les dijo: Azotados públicamente sin ser condenados, siendo hombres Romanos, nos echaron en la cárcel; y ¿ahora nos echan encubiertamente? No, de cierto, sino vengan ellos y sáquennos.
Entonces salidos de la cárcel, entraron en casa de Lidia; y habiendo visto á los hermanos, los consolaron, y se salieron.
Entonces los Judíos que eran incrédulos, teniendo celos, tomaron consigo á algunos ociosos, malos hombres, y juntando compañía, alborotaron la ciudad; y acometiendo á la casa de Jasón, procuraban sacarlos al pueblo.
Entonces los hermanos, luego de noche, enviaron á Pablo y á Silas á Berea; los cuales habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los Judíos.
(Entonces todos los Atenienses y los huéspedes extranjeros, en ningun otra cosa entendían, sino ó en decir ó en oir alguna cosa nueva.)
Entonces él Señor dijo de noche en visión á Pablo: No temas, sino habla, y no calles:
Entonces todos los Griegos tomando á Sóstenes, prepósito de la sinagoga, le herían delante del tribunal: y á Galión nada se le daba de ello.
Llegó entonces á Efeso un Judío, llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente, poderoso en las Escrituras.
Entonces dijo: ¿En qué pues sois bautizados? Y ellos dijeron: En el bautismo de Juan.
Entonces hubo un alboroto no pequeño acerca del Camino.
Y sacaron de entre la multitud á Alejandro, empujándole los Judíos. Entonces Alejandro, pedido silencio con la mano, quería dar razón al pueblo.
Entonces el escribano, apaciguado que hubo la gente, dijo: Varones Efesios ¿y quién hay de los hombres que no sepa que la ciudad de los Efesios es honradora de la gran diosa Diana, y de la imagen venida de Júpiter?
Entonces descendió Pablo, y derribóse sobre él, y abrazándole, dijo: No os alborotéis, que su alma está en él.
Entonces hubo un gran lloro de todos: y echándose en el cuello de Pablo, le besaban,
Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis llorando y afligiéndome el corazón? porque yo no sólo estoy presto á ser atado, mas aun á morir en Jerusalem por el nombre del Señor Jesús.
Entonces Pablo tomó consigo aquellos hombres, y al día siguiente, habiéndose purificado con ellos, entró en el templo, para anunciar el cumplimiento de los días de la purificación, hasta ser ofrecida ofrenda por cada uno de ellos.
Entonces llegando el tribuno, le prendió, y le mandó atar con dos cadenas; y preguntó quién era, y qué había hecho.
Entonces dijo Pablo: Yo de cierto soy hombre Judío, ciudadano de Tarso, ciudad no obscura de Cilicia: empero ruégote que me permitas que hable al pueblo.
Yo entonces respondí: ¿Quién eres, Señor? Y me dijo: Yo soy Jesús de Nazaret, á quién tú persigues.
Entonces un Ananías, varón pío conforme á la ley, que tenía buen testimonio de todos los Judíos que allí moraban,
Y le oyeron hasta esta palabra: entonces alzaron la voz, diciendo: Quita de la tierra á un tal hombre, porque no conviene que viva.
Y respondió el tribuno: Yo con grande suma alcancé esta ciudadanía. Entonces Pablo dijo: Pero yo lo soy de nacimiento.
ENTONCES Pablo, poniendo los ojos en el concilio, dice: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he conversado delante de Dios hasta el día de hoy.
El príncipe de los sacerdotes, Ananías, mandó entonces á los que estaban delante de él, que le hiriesen en la boca.
Entonces Pablo le dijo: Herirte ha Dios, pared blanqueada: ¿y estás tú sentado para juzgarme conforme á la ley, y contra la ley me mandas herir?
Entonces Pablo, sabiendo que la una parte era de Saduceos, y la otra de Fariseos, clamó en el concilio: Varones hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseo: de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy yo juzgado.
Entonces un hijo de la hermana de Pablo, oyendo las asechanzas, fué, y entró en la fortaleza, y dió aviso á Pablo.
El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo, llamándome, me rogó que trajese á ti este mancebo, que tiene algo que hablarte.
Entonces el tribuno despidió al mancebo, mandándole que á nadie dijese que le había dado aviso de esto.
Entonces Pablo, haciéndole el gobernador señal que hablase, respondió: Porque sé que muchos años ha eres gobernador de esta nación, con buen ánimo satisfaré por mí.
Entonces Félix, oídas estas cosas, estando bien informado de esta secta, les puso dilación, diciendo: Cuando descendiere el tribuno Lisias acabaré de conocer de vuestro negocio.
Entonces Festo, habiendo hablado con el consejo, respondió: ¿A César has apelado? á César irás.
Entonces Agripa dijo á Festo: Yo también quisiera oir á ese hombre. Y él dijo: Mañana le oirás.
Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones que estáis aquí juntos con nosotros: veis á éste, por el cual toda la multitud de los Judíos me ha demandado en Jerusalem y aquí, dando voces que no conviene que viva más;
ENTONCES Agripa dijo á Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó á responder por sí, diciendo:
Yo entonces dije: ¿Quién eres, Señor? Y el Señor dijo: Yo soy Jesús, á quien tú persigues.
Entonces Agripa dijo á Pablo: Por poco me persuades á ser Cristiano.
Entonces Pablo, habiendo ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño.
Entonces procurando los marineros huir de la nave, echado que hubieron el esquife á la mar, aparentando como que querían largar las anclas de proa,
Entonces los soldados cortaron los cabos del esquife, y dejáronlo perder.
Entonces todos teniendo ya mejor ánimo, comieron ellos también.
Entonces el acuerdo de los soldados era que matasen los presos, porque ninguno se fugase nadando.
Y CUANDO escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita.
Entonces habiendo Pablo recogido algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió á la mano.
Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante á tí de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado ó hablado algún mal de ti.
Así que, no juzguéis nada antes de tiempo, hasta que venga el Señor, el cual también aclarará lo oculto de las tinieblas, y manifestará los intentos de los corazones: y entonces cada uno tendrá de Dios la alabanza.
Mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte será quitado.
Ahora vemos por espejo, en obscuridad; mas entonces veremos cara á cara: ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
Entonces también los que durmieron en Cristo son perdidos.
Mas luego que todas las cosas le fueren sujetas, entonces también el mismo Hijo se sujetará al que le sujetó á él todas las cosas, para que Dios sea todas las cosas en todos.
Y cuando esto corruptible fuere vestido de incorrupción, y esto mortal fuere vestido de inmortalidad, entonces se efectuará la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte con victoria.
Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas.
Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco, entonces soy poderoso.
No desecho la gracia de Dios: porque si por la ley fuese la justicia, entonces por demás murió Cristo.
Empero como entonces el que era engendrado según la carne, perseguía al que había nacido según el Espíritu, así también ahora.
Así que cada uno examine su obra, y entonces tendrá gloria sólo respecto de sí mismo, y no en otro.
Mas si el vivir en la carne, esto me será para fruto de la obra, no sé entonces qué escoger;
Cuando Cristo, vuestra vida, se manifestare, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria.
Que cuando dirán, Paz y seguridad, entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente, como los dolores á la mujer preñada; y no escaparán.
Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
Entonces dije: Heme aquí (En la cabecera del libro está escrito de mí) Para que haga, oh Dios, tu voluntad.
Entonces dijo: Heme aquí para que haga, oh Dios, tu voluntad. Quita lo primero, para establecer lo postrero.
La voz del cual entonces conmovió la tierra; mas ahora ha denunciado, diciendo: Aun una vez, y yo conmoveré no solamente la tierra, mas aun el cielo.
Por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en agua:
Entonces el dragón fué airado contra la mujer; y se fué á hacer guerra contra los otros de la simiente de ella, los cuales guardan los mandamientos de Dios, y tienen el testimonio de Jesucristo.
Entonces fueron hechos relámpagos y voces y truenos; y hubo un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no fué jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra.
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