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Y El SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé; ¿soy yo guarda de mi hermano?
Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo.
Y lo tuvieron bajo guarda, hasta que les fuera declarado por palabra del SEÑOR.
mas los levitas acamparán las suyas alrededor del tabernáculo del testimonio, para que no haya ira sobre la congregación de los hijos de Israel; y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio.
y guarden todos los utensilios del tabernáculo del testimonio, y la guarda de los hijos de Israel, y ministren en el servicio del tabernáculo.
La guarda de los hijos de Gersón, en el tabernáculo del testimonio, será el tabernáculo, y la tienda, y su cubierta, y el pabellón de la puerta del tabernáculo del testimonio,
Por la cuenta de todos los varones de un mes arriba, eran ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
Y el principal de los príncipes de los levitas será Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, prepósito de los que tienen la guarda del santuario.
Y los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo del testimonio al levante, serán Moisés, y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario por la guarda de los hijos de Israel; y el extraño que se acercare, morirá.
Conforme al dicho de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todas sus cargas, y en todo su servicio; y les encomendaréis en guarda todas sus cargas.
Este es el servicio de las familias de los hijos de Gersón en el tabernáculo del testimonio; y la guarda de ellos será por mano de Itamar, hijo de Aarón sacerdote.
Y ésta será la guarda de su cargo para todo su servicio en el tabernáculo del testimonio: las tablas del tabernáculo, y sus barras, y sus columnas, y sus basas,
y las columnas del atrio alrededor, y sus basas, y sus estacas, y sus cuerdas con todos sus instrumentos, y todo su servicio; y contaréis por sus nombres todos los vasos de la guarda de su cargo.
pero servirán con sus hermanos en el tabernáculo del testimonio, para hacer la guardia. Así harás de los levitas en cuanto a su guarda.
y lo pusieron bajo guarda, porque no estaba declarado qué se le había de hacer.
Y tendrán tú guarda, y la guarda de todo el tabernáculo; mas no llegarán a los vasos santos ni al altar, para que no mueran ellos y vosotros.
Se juntarán, pues, contigo, y tendrán la guarda del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo; y ningún extraño se acercará a vosotros.
Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no venga más la ira sobre los hijos de Israel.
Dijo más el SEÑOR a Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.
Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo del SEÑOR.
De la mitad, pues, para los hijos de Israel, Moisés tomó uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo del SEÑOR; como el SEÑOR lo había mandado a Moisés.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; y las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Y guarda sus estatutos y sus mandamientos, que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y tengas muchos días sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da para siempre.
Oye, pues, oh Israel, y guarda que los hagas, para que te vaya bien, y seáis muy multiplicados, (como te ha dicho el SEÑOR el Dios de tus padres) en la tierra que destila leche y miel.
Para que sepas que el SEÑOR tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones;
Guarda, por tanto, los mandamientos, y estatutos, y derechos que yo te mando hoy que hagas.
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hiciereis lo bueno y lo recto ante los ojos del SEÑOR tu Dios.
El guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie será valiente por su propia fuerza.
Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Jessé le había mandado; y llegó al atrincheramiento del ejército, el cual había salido en ordenanza, y ya tocaban alarma en batalla.
Y David respondió a Aquis: Sabrás pues lo que hará tu siervo. Y Aquis dijo a David: Por tanto, te haré guarda de mi cabeza todos los días.
Guarda la ordenanza del SEÑOR tu Dios, andando en sus caminos, y guardando sus estatutos y mandamientos, y sus derechos, y sus testimonios de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que tengas entendimiento en todo lo que hicieres, y en todo aquello que emprendieres;
Así se completó toda la obra que dispuso hacer el rey Salomón para la Casa del SEÑOR. Y trajo Salomón lo que David su padre había dedicado (Heb. las santidades de David), es a saber, plata, oro, y vasos, y lo puso todo en guarda en las tesorerías de la Casa del SEÑOR.
Y cuando el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Entonces fue Hilcías el sacerdote, y Ahicam y Acbor y Safán y Asaías, a Hulda la profetisa, mujer de Salum hijo de Ticva hijo de Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la casa de la doctrina, y hablaron con ella.
Y para que tuvieran la guarda del tabernáculo del testimonio, y la guarda del santuario, y la guarda de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la Casa del SEÑOR.
Asimismo echaron suertes guarda contra guarda, el chico con el grande, el sabio con el discípulo.
Ahora, pues, SEÑOR Dios de Israel, guarda a David mi padre lo que le has prometido, diciendo: No faltará de ti varón delante de mí, que se siente en el trono de Israel, a condición que tus hijos guarden su camino, andando en mi ley, como tú delante de mí has andado.
Y constituyó los repartimientos de los sacerdotes en sus oficios, conforme a la ordenación de David su padre: los levitas por sus guardas, para que alabaran y ministraran delante de los sacerdotes, cada cosa en su día; y los porteros por su guarda a cada puerta; porque así lo había mandado David, varón de Dios.
Entonces Hilcías y los del rey fueron a Hulda, la profetisa, mujer de Salum, hijo de Ticva, hijo de Harhas, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalén en la Casa de la doctrina; y le dijeron las palabras dichas.
y carta para Asaf, guarda de la huerta del rey, a fin que me dé madera para enmaderar los portales del palacio de la Casa, y para el muro de la ciudad, y la casa donde entraré. Y me lo otorgó el rey, según la benéfica mano del SEÑOR sobre mí.
Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa; y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta oriental.
Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda de día y de noche sobre los que edificaban.
y desde la puerta de Efraín hasta la puerta vieja, y a la puerta de los Peces, y la torre de Hananeel, y la torre de Hamea, hasta la puerta de las Ovejas; y pararon en la puerta de la Guarda.
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en Susa, el palacio, en la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de las mujeres, dándoles lo que necesitan para su purificación;
Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento del rey y su ley, y siendo reunidas muchas jóvenes en Susa, el palacio, a cargo de Hegai, fue tomada también Ester para casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres.
Ella venía a la tarde, y a la mañana se volvía a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas; no venía más al rey, salvo si el rey la quería, y era llamada por nombre.
Y cuando le llegó el tiempo de Ester, hija de Abihail tío de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Ester la gracia de todos los que la veían.
Y se halló escrito que Mardoqueo había denunciado de Bigtán y de Teres, dos eunucos del rey, de la guarda de la puerta, que habían procurado meter mano en el rey Asuero.
Y el SEÑOR dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
¿Soy yo un mar, o dragón, que me pongas guarda?
Si he pecado, ¿qué te haré, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto contrario a ti, y que a mí mismo sea pesado?
Edificó su casa como la polilla, y como cabaña que el guarda hizo.
Sin Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.
Amad al SEÑOR todos vosotros sus misericordiosos; a los fieles guarda el SEÑOR, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
Mem Guarda tu lengua de mal, y tus labios de hablar engaño.
Cof Espera al SEÑOR, y guarda su camino, y él te ensalzará para heredar la tierra; cuando los pecadores sean talados, lo verás.
Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Guarda mi alma, porque soy misericordioso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
mira en mí, y ten misericordia de mí; da fortaleza tuya a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.
Los que amáis al SEÑOR, aborreced el mal; él guarda las almas de sus misericordiosos; de mano de los impíos los libra.
El SEÑOR guarda a los simples; estaba debilitado, y me salvó.
No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
Pon, oh SEÑOR, guarda a mi boca; guarda la puerta de mis labios.
Sin El SEÑOR guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los impíos.
el cual hizo los cielos y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; el que guarda verdad para siempre;
El SEÑOR, el que guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda levanta; y el camino de los impíos trastorna.
El guarda el ser a los rectos; es escudo a los que caminan perfectamente,
Hijo mío, no se aparten de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;
Y él me enseñaba, y me decía: Sustente tu corazón mis razones, guarda mis mandamientos, y vivirás.
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre;
Hijo mío, guarda mis razones, y encierra contigo mis mandamientos.
Guarda mis mandamientos, y vivirás; y mi ley como las niñas de tus ojos.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
La justicia guarda al de perfecto camino; mas la impiedad trastornará al pecador.
Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el castigo; mas el que guarda la corrección, será honrado.
El loco menosprecia el castigo de su padre; mas el que guarda la corrección, saldrá prudente.
El camino de los rectos es apartarse del mal; el que guarda su camino guarda su alma.
El que posee entendimiento, ama su alma; guarda la inteligencia, para hallar el bien.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma; mas el que menos-preciare sus caminos, morirá.
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
Espinas y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos.
El que guarda la higuera, comerá su fruto; y el que guarda a su señor, será honrado.
El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
Sin visión profética el pueblo perecerá; mas el que guarda la ley es bienaventurado.
Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los locos; porque no saben hacer lo que Dios quiere.
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio conoce el tiempo y el juicio.
El fin de todo el sermón es oído: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es toda la felicidad del hombre.
No miréis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de viñas; y mi viña, que era mía, no guardé.
y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni se enternezca tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y del sirio, y del hijo de Remalías.
Y gritó: León sobre atalaya. Señor, estoy yo continuamente todo el día, y las noches enteras sobre mi guarda.
Carga de Duma. Me dan voces: De Seir. ¿Guarda qué hay esta noche? ¿Guarda, qué hay esta noche?
El que guarda respondió: La mañana viene, y después la noche. Si preguntareis, preguntad; volved, y venid.
Bienaventurado el hombre, que esto hiciere; y el hijo del hombre, que esto abrazare; que guarda el sábado de contaminarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
Y entonces el ejército del rey de Babilonia tenía cercada a Jerusalén; y el profeta Jeremías estaba preso en el patio de la guarda que estaba en la casa del rey de Judá.
Y vino a mí Hanameel, hijo de mi tío, conforme a la palabra del SEÑOR, al patio de la guarda, y me dijo: Compra ahora mi heredad que está en Anatot, en tierra de Benjamín, porque tuyo es el derecho de la herencia, y a ti compete la redención; cómprala para ti. Entonces conocí que era palabra del SEÑOR.
Y di la carta de venta a Baruc hijo de Nerías, hijo de Maasías, delante de Hanameel el hijo de mi tío, y delante de los testigos que habían suscrito en la carta de venta, delante de todos los judíos que estaban en el patio de la guarda.
Y vino palabra del SEÑOR a Jeremías la segunda vez, estando él aún preso en el patio de la guarda, diciendo:
y los metí en la Casa del SEÑOR, en la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, la cual estaba junto a la cámara de los príncipes, que estaba sobre la cámara de Maasías hijo de Salum, guarda de los vasos.
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