'Habéis' en la Biblia
Y dándole de ello aviso á Saúl, dijéronle: El pueblo peca contra Jehová comiendo con sangre. Y él dijo: Vosotros habéis prevaricado; rodadme ahora acá una grande piedra.
Y cada uno de los de Israel decía: ¿No habéis visto aquel hombre que ha salido? él se adelanta para provocar á Israel. Al que le venciere, el rey le enriquecerá con grandes riquezas, y le dará su hija, y hará franca la casa de su padre en Israel.
Y dijo Achîs á sus siervos: He aquí estáis viendo un hombre demente; ¿por qué lo habéis traído á mí?
Que todos vosotros habéis conspirado contra mí, y no hay quien me descubra al oído como mi hijo ha hecho alianza con el hijo de Isaí, ni alguno de vosotros que se duela de mí, y me descubra como mi hijo ha levantado á mi siervo contra mí, para que me acec
Y díjole Saúl: ¿Por qué habéis conspirado contra mí, tú y el hijo de Isaí, cuando tú le diste pan y espada, y consultaste por él á Dios, para que se levantase contra mí y me acechase, como lo hace hoy día?
Y Saúl dijo: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis tenido compasión de mí:
Esto que has hecho, no está bien. Vive Jehová, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado á vuestro señor, al ungido de Jehová. Mira pues ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba á su cabecera.
Y decía Achîs: ¿Dónde habéis corrido hoy? Y David decía: Al mediodía de Judá, y al mediodía de Jerameel, ó contra el mediodía de Ceni.
Y envió David mensajeros á los de Jabes de Galaad, diciéndoles: Benditos seáis vosotros de Jehová, que habéis hecho esta misericordia con vuestro señor Saúl en haberle dado sepultura.
Ahora pues, Jehová haga con vosotros misericordia y verdad; y yo también os haré bien por esto que habéis hecho.
Y en todo cuanto he andado con todos los hijos de Israel, ¿he hablado palabra en alguna de las tribus de Israel, á quien haya mandado que apaciente mi pueblo de Israel, para decir: ¿Por qué no me habéis edificado casa de cedros?
David entonces dijo: ¿Qué tenéis vosotros conmigo, hijos de Sarvia, que me habéis de ser hoy adversarios? ¿ha de morir hoy alguno en Israel? ¿no conozco yo que hoy soy rey sobre Israel?
Entonces respondieron los varones de Israel, y dijeron á los de Judá: Nosotros tenemos en el rey diez partes, y en el mismo David más que vosotros: ¿por qué pues nos habéis tenido en poco? ¿no hablamos nosotros primero en volver á nuestro rey? Y el razona
Y Sadoc sacerdote y Nathán profeta lo han ungido en Gihón por rey: y de allá han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído.
Y habido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Harto habéis subido á Jerusalem: he aquí tus dioses, oh Israel, que te hicieron subir de la tierra de Egipto.
Y como los mensajeros se volvieron al rey, él les dijo: ¿Por qué pues os habéis vuelto?
Estaba á la sazón Eliseo sentado en su casa, y con él estaban sentados los ancianos: y el rey envió á él un hombre. Mas antes que el mensajero viniese á él, dijo él á los ancianos: ¿No habéis visto como este hijo del homicida me envía á quitar la cabeza?
Y mandóles, diciendo: Esto es lo que habéis de hacer: la tercera parte de vosotros, los que entrarán el sábado, tendrán la guardia de la casa del rey;
Y estaréis alrededor del rey de todas partes, teniendo cada uno sus armas en las manos, y cualquiera que entrare dentro de estos órdenes, sea muerto. Y habéis de estar con el rey cuando saliere, y cuando entrare.
Pues servían á los ídolos, de los cuales Jehová les había dicho: Vosotros no habéis de hacer esto;
Y David salió á ellos, y hablóles diciendo: Si habéis venido á mí para paz y para ayudarme, mi corazón será unido con vosotros; mas si para engañarme en pro de mis enemigos, siendo mis manos sin iniquidad, véalo el Dios de nuestros padres, y demándelo.
Entonces vino Semeías profeta á Roboam y á los príncipes de Judá, que estaban reunidos en Jerusalem por causa de Sisac, y díjoles: Así ha dicho Jehová: Vosotros me habéis dejado, y yo también os he dejado en manos de Sisac.
¿No echasteis vosotros á los sacerdotes de Jehová, á los hijos de Aarón, y á los Levitas, y os habéis hecho sacerdotes á la manera de los pueblos de otras tierras, para que cualquiera venga á consagrarse con un becerro y siete carneros, y así sea sacerdot
En cualquier causa que viniere á vosotros de vuestros hermanos que habitan en las ciudades, entre sangre y sangre, entre ley y precepto, estatutos y derechos, habéis de amonestarles que no pequen contra Jehová, porque no venga ira sobre vosotros y sobre v
Lo que habéis de hacer es: la tercera parte de vosotros, los que entran de semana, estarán de porteros con los sacerdotes y los Levitas;
Y ahora habéis determinado sujetar á vosotros á Judá y á Jerusalem por siervos y siervas: mas ¿no habéis vosotros pecado contra Jehová vuestro Dios?
Oidme pues ahora, y volved á enviar los cautivos que habéis tomado de vuestros hermanos: porque Jehová está airado contra vosotros.
Y respondiendo Ezechîas dijo: Vosotros os habéis consagrado ahora á Jehová; llegaos pues, y presentad sacrificios y alabanzas en la casa de Jehová. Y la multitud presentó sacrificios y alabanzas; y todo liberal de corazón, holocaustos.
¿No habéis sabido lo que yo y mis padres hemos hecho á todos los pueblos de la tierra? ¿Pudieron los dioses de las gentes de las tierras librar su tierra de mi mano?
Y por mí es dado mandamiento de lo que habéis de hacer con los ancianos de estos Judíos, para edificar la casa de este Dios: que de la hacienda del rey, que tiene del tributo de la parte allá del río, los gastos sean dados luego á aquellos varones, para q
Y levantóse Esdras el sacerdote, y díjoles: Vosotros habéis prevaricado, por cuanto tomasteis mujeres extrañas, añadiendo así sobre el pecado de Israel.
Ahora ciertamente como ellas sois vosotros: Que habéis visto el tormento, y teméis.
¿Habéis de hablar iniquidad por Dios? ¿Habéis de hablar por él engaño?
¿Habéis de hacer acepción de su persona? ¿Habéis de pleitear vosotros por Dios?
Ya me habéis vituperado diez veces: ¿No os avergonzáis de descomediros delante de mí?
¿No habéis preguntado á los que pasan por los caminos, Por cuyas señas no negaréis,
He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿Por qué pues os desvanecéis con fantasía?
Y aconteció que después que habló Jehová estas palabras á Job, Jehová dijo á Eliphaz Temanita: Mi ira se encendió contra ti y tus dos compañeros: porque no habéis hablado por mí lo recto, como mi siervo Job.
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, y andad á mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto á él atenderé para no trataros afrentosamente, por cuanto no habéis hablado por mí con rec
El consejo del pobre habéis escarnecido, Por cuanto Jehová es su esperanza.
Halláronme los guardas que rondan la ciudad, Y díjeles: ¿Habéis visto al que ama mi alma?
¿Para qué habéis de ser castigados aún? todavía os rebelaréis. Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
Jehová vendrá á juicio contra los ancianos de su pueblo y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.
Porque habéis dicho: Concierto tenemos hecho con la muerte, é hicimos acuerdo con la sepultura; cuando pasare el turbión del azote, no llegará á nosotros, pues que hemos puesto nuestra acogida en la mentira, y en la falsedad nos esconderemos:
Por tanto el Santo de Israel dice así: Porque desechasteis esta palabra, y confiasteis en violencia y en iniquidad, y en ello os habéis apoyado;
¿No sabéis? ¿no habéis oído? ¿nunca os lo han dicho desde el principio? ¿no habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó?
¿De quién os habéis mofado? ¿contra quién ensanchasteis la boca, y alargasteis la lengua? ¿No sois vosotros hijos rebeldes, simiente mentirosa,
Ahora pues, por cuanto habéis vosotros hecho todas estas obras, dice Jehová, y bien que os hablé, madrugando para hablar, no oísteis, y os llamé, y no respondisteis;
Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome á mí.
Por tanto, yo os haré echar de esta tierra á tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis á dioses ajenos de día y de noche; porque no os mostraré clemencia.
Y habrá en ti cesación de tu heredad, la cual yo te dí, y te haré servir á tus enemigos en tierra que no conociste; porque fuego habéis encendido en mi furor, para siempre arderá.
Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de Israel á los pastores que apacientan mi pueblo: Vosotros derramasteis mis ovejas, y las espantasteis, y no las habéis visitado: he aquí yo visito sobre vosotros la maldad de vuestras obras, dice Jehová.
Empero no me habéis oído, dice Jehová, para provocarme á ira con la obra de vuestras manos para mal vuestro.
Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos: Por cuanto no habéis oído mis palabras,
Y será que, si no quieren tomar el vaso de tu mano para beber, les dirás tú: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Habéis de beber.
Para atender á las palabras de mis siervos los profetas que yo os envío, madrugando en enviarlos, á los cuales no habéis oído;
Entonces hablaron los sacerdotes y los profetas á los príncipes y á todo el pueblo, diciendo: En pena de muerte ha incurrido este hombre; porque profetizó contra esta ciudad, como vosotros habéis oído con vuestros oídos.
Y habló Jeremías á todos los príncipes y á todo el pueblo, diciendo: Jehová me envió á que profetizase contra esta casa y contra esta ciudad, todas las palabras que habéis oído.
Y les mandarás que digan á sus señores: Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Así habéis de decir á vuestros señores:
Mas habéis dicho: Jehová nos ha suscitado profetas en Babilonia.
Porque no oyeron mis palabras, dice Jehová, que les envié por mis siervos los profetas, madrugando en enviarlos; y no habéis escuchado, dice Jehová.
Pero os habéis vuelto y profanado mi nombre, y habéis tornado á tomar cada uno su siervo y cada uno su sierva, que habíais dejado libres á su voluntad; y los habéis sujetado á seros siervos y siervas.
Por tanto, así ha dicho Jehová: Vosotros no me habéis oído en promulgar cada uno libertad á su hermano, y cada uno á su compañero: he aquí que yo os promulgo libertad, dice Jehová, á cuchillo y á pestilencia, y á hambre; y os pondré en remoción á todos lo
Fué firme la palabra de Jonadab hijo de Rechâb, el cual mandó á sus hijos que no bebiesen vino, y no lo han bebido hasta hoy, por obedecer al mandamiento de su padre; y yo os he hablado á vosotros, madrugando, y hablando, y no me habéis oído.
Y he aquí que yo habito en Mizpa, para estar delante de los Caldeos que vendrán á nosotros; mas vosotros, coged el vino, y el pan, y el aceite, y ponedlo en vuestros almacenes, y quedaos en vuestras ciudades que habéis tomado.
Y Jeremías profeta les dijo: Ya he oído. He aquí que voy á orar á Jehová vuestro Dios, como habéis dicho; y será que todo lo que Jehová os respondiere, os enseñaré: no os reservaré palabra.
Y os lo he denunciado hoy, y no habéis obedecido á la voz de Jehová vuestro Dios, ni á todas las cosas por las cuales me envió á vosotros.
Así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Vosotros habéis visto todo el mal que traje sobre Jerusalem y sobre todas las ciudades de Judá: y he aquí que ellas están el día de hoy asoladas, y ni hay en ellas morador;
Haciéndome enojar con las obras de vuestras manos, ofreciendo sahumerios á dioses ajenos en la tierra de Egipto, adonde habéis entrado para morar, de suerte que os acabéis, y seáis por maldición y por oprobio á todas las gentes de la tierra?
¿Os habéis olvidado de las maldades de vuestros padres, y de las maldades de los reyes de Judá, y de las maldades de sus mujeres, y de vuestras maldades, y de las maldades de vuestras mujeres, que hicieron en tierra de Judá y en las calles de Jerusalem?
Por tanto, así ha dicho Jehová: ¿Por haberos multiplicado más que á las gentes que están alrededor de vosotros, no habéis andado en mis mandamientos, ni habéis guardado mis leyes? Ni aun según las leyes de las gentes que están alrededor de vosotros habéis
Matad viejos, mozos y vírgenes, niños y mujeres, hasta que no quede ninguno: mas á todo aquel sobre el cual hubiere señal, no llegaréis; y habéis de comenzar desde mi santuario. Comenzaron pues desde los varones ancianos que estaban delante del templo.
Y cayó sobre mí el espíritu de Jehová, y díjome: Di: Así ha dicho Jehová: Así habéis hablado, oh casa de Israel, y las cosas que suben á vuestro espíritu, yo las he entendido.
Habéis multiplicado vuestros muertos en esta ciudad, y habéis henchido de muertos sus calles.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Vuestros muertos que habéis puesto en medio de ella, ellos son la carne, y ella es la caldera; mas yo os sacaré á vosotros de en medio de ella.
Cuchillo habéis temido, y cuchillo traeré sobre vosotros, dice el Señor Jehová.
Y sabréis que yo soy Jehová: porque no habéis andado en mis ordenanzas, ni habéis hecho mis juicios, sino según los juicios de las gentes que están en vuestros alrededores habéis hecho.
No habéis subido á los portillos, ni echasteis vallado en la casa de Israel, estando en la batalla en el día de Jehová.
¿No habéis visto visión vana, y no habéis dicho adivinación de mentira, por cuanto decís, Dijo Jehová; no habiendo yo hablado?
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: por cuanto vosotros habéis hablado vanidad, y habéis visto mentira, por tanto, he aquí yo contra vosotros, dice el Señor Jehová.
Y di: Así ha dicho el Señor Jehová: Ay de aquellas que cosen almohadillas á todos codos de manos, y hacen veletes sobre la cabeza de toda edad para cazar las almas! ¿Habéis de cazar las almas de mi pueblo, para mantener así vuestra propia vida?
¿Y habéis de profanarme entre mi pueblo por puñados de cebada y por pedazos de pan, matando las almas que no mueren, y dando vida á las almas que no vivirán, mintiendo á mi pueblo que escucha la mentira?
Di ahora á la casa rebelde: ¿No habéis entendido qué significan estas cosas? Diles: He aquí que el rey de Babilonia vino á Jerusalem, y tomó tu rey y sus príncipes, y llevólos consigo á Babilonia.
Echad de vosotros todas vuestras iniquidades con que habéis prevaricado, y haceos corazón nuevo y espíritu nuevo. ¿Y por qué moriréis, casa de Israel?
Porque ofreciendo vuestras ofrendas, haciendo pasar vuestros hijos por el fuego, os habéis contaminado con todos vuestros ídolos hasta hoy: ¿y he de responderos yo, casa de Israel? Vivo yo, dice el Señor Jehová, que no os responderé.
Y no ha de ser lo que habéis pensado. Porque vosotros decís: Seamos como las gentes, como las familias de las naciones, sirviendo á la madera y á la piedra.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto habéis hecho venir en memoria vuestras maldades, manifestando vuestras traiciones, y descubriendo vuestros pecados en todas vuestras obras; por cuanto habéis venido en memoria, seréis tomados á mano.
Por tanto, así ha dicho el Señor Jehová: Por cuanto todos vosotros os habéis tornado en escorias, por tanto, he aquí que yo os junto en medio de Jerusalem.
Tú pues, hijo del hombre, di á la casa de Israel: Vosotros habéis hablado así, diciendo: Nuestras rebeliones y nuestros pecados están sobre nosotros, y á causa de ellos somos consumidos: ¿cómo pues viviremos?
No corroborasteis las flacas, ni curasteis la enferma: no ligasteis la perniquebrada, ni tornasteis la amontada, ni buscasteis la perdida; sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia;
Y mis ovejas comen lo hollado de vuestros pies, y beben lo que con vuestros pies habéis hollado.
Por tanto, profetiza sobre la tierra de Israel, y di á los montes y á los collados, y á los arroyos y á los valles: Así ha dicho el Señor Jehová: He aquí, en mi celo y en mi furor he hablado, por cuanto habéis llevado el oprobio de las gentes.
Por tanto, di á la casa de Israel: Así ha dicho el Señor Jehová: No lo hago por vosotros, oh casa de Israel, sino por causa de mi santo nombre, el cual profanasteis vosotros entre las gentes á donde habéis llegado.
SACERDOTES, oid esto, y estad atentos, casa de Israel; y casa del rey, escuchad: porque á vosotros es el juicio, pues habéis sido lazo en Mizpa, y red extendida sobre Tabor.
Habéis arado impiedad, segasteis iniquidad: comeréis fruto de mentira: porque confiaste en tu camino, en la multitud de tus fuertes.
Porque habéis llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas metisteis en vuestros templos:
¿Correrán los caballos por las peñas? ¿ararán en ellas con vacas? ¿por qué habéis vosotros tornado el juicio en veneno, y el fruto de justicia en ajeno?
Habla á todo el pueblo del país, y á los sacerdotes, diciendo: Cuando ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta años, ¿habéis ayunado para mí?
Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su prójimo; juzgad en vuestras puertas verdad y juicio de paz:
Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová; y cuando hablan que su alimento es despreciable.
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