'Huesos' en la Biblia
Y el hombre dijo: ``Esta es ahora hueso de mis huesos, Y carne de mi carne. Ella será llamada mujer, Porque del hombre fue tomada."
Luego José hizo jurar a los hijos de Israel, diciendo: ``Dios ciertamente los cuidará, y ustedes se llevarán mis huesos de aquí."
"Se ha de comer {cada cordero} en una misma casa. No sacarán nada de la carne fuera de la casa, ni quebrarán ninguno de sus huesos.
Moisés tomó consigo los huesos de José, pues éste había hecho jurar solemnemente a los Israelitas y dijo: ``Ciertamente Dios los visitará, y {entonces} se llevarán de aquí mis huesos con ustedes."
Dios lo saca de Egipto; Es para Israel como los cuernos del búfalo. Devorará a las naciones {que son} sus adversarios, Y desmenuzará sus huesos, Y {los} traspasará con sus flechas.
Los huesos de José, que los Israelitas habían traído de Egipto, fueron sepultados en Siquem, en la parcela de campo que Jacob había comprado a los hijos de Hamor, padre de Siquem, por 100 monedas de plata. Y pasaron a ser posesión de los hijos de José.
Y tomando sus huesos, los enterraron debajo del tamarisco en Jabes, y ayunaron siete días.
David fue y recogió los huesos de Saúl y los huesos de Jonatán su hijo, {que estaban en posesión} de los hombres de Jabes de Galaad, quienes los habían robado de la plaza de Bet Sán, donde los Filisteos los habían colgado el día que los Filisteos mataron a Saúl en Gilboa.
David trajo de allí los huesos de Saúl y los huesos de su hijo Jonatán, y recogieron también los huesos de los ahorcados.
Entonces sepultaron los huesos de Saúl y de su hijo Jonatán en tierra de Benjamín, en Zela, en el sepulcro de su padre Cis, e hicieron todo lo que el rey había ordenado. Después de esto Dios fue movido a misericordia para con la tierra.
Y el hombre de Dios clamó contra el altar por palabra del SEÑOR, y dijo: ``Oh altar, altar, así dice el SEÑOR: `A la casa de David le nacerá un hijo, que se llamará Josías; y él sacrificará sobre ti a los sacerdotes de los lugares altos que queman incienso sobre ti, y sobre ti serán quemados huesos humanos.'"
Y después de haberlo enterrado, dijo a sus hijos: ``Cuando yo muera, entiérrenme en el sepulcro donde está enterrado el hombre de Dios; pongan mis huesos junto a sus huesos.
Y {una vez} cuando estaban sepultando a un hombre, {vieron que} una banda de merodeadores se les acercaba; así que arrojaron al hombre en la tumba de Eliseo. Cuando el hombre cayó y tocó los huesos de Eliseo, revivió, y se puso en pie.
Asimismo hizo pedazos los pilares {sagrados}, derribó las Aseras y llenó sus lugares con huesos humanos.
Al regresar, Josías vio los sepulcros que {estaban} allí en el monte, y envió a recoger los huesos de los sepulcros y {los} quemó sobre el altar, profanándolo, conforme a la palabra del SEÑOR que había proclamado el hombre de Dios que había anunciado estas cosas.
Y él dijo: ``Déjenlo en paz; que nadie moleste sus huesos." Así dejaron sus huesos intactos con los huesos del profeta que vino de Samaria.
Y mató sobre los altares a todos los sacerdotes de los lugares altos que {estaban} allí, y quemó huesos humanos sobre ellos. Y regresó a Jerusalén.
se levantaron todos los hombres valientes y se llevaron el cuerpo de Saúl y los cuerpos de sus hijos, los trajeron a Jabes y enterraron sus huesos bajo la encina en Jabes, y ayunaron siete días.
Entonces quemó los huesos de los sacerdotes sobre sus altares y purificó a Judá y a Jerusalén.
Me sobrevino un espanto, un temblor Que hizo estremecer todos mis huesos.
¿No me vestiste de piel y de carne, Y me entretejiste con huesos y tendones?
Mis huesos se pegan a mi piel y a mi carne, {Sólo} he escapado con la piel de mis dientes.
Sus huesos están llenos de vigor juvenil, {Pero} yacen con él en el polvo.
Sus costados están repletos de grasa, Húmeda está la médula de sus huesos,
De noche El traspasa mis huesos dentro de mí, Y los {dolores} que me corroen no descansan.
Mi piel se ennegrece sobre mí, Y mis huesos se queman por la fiebre.
{El hombre} es castigado también con dolor en su lecho, Y con queja continua en sus huesos,
Su carne desaparece a la vista, Y sus huesos que no se veían, aparecen.
Sus huesos son tubos de bronce; Sus miembros como barras de hierro.
Ten piedad de mí, SEÑOR, porque estoy sin fuerza; Sáname, SEÑOR, porque mis huesos se estremecen.
Soy derramado como agua, Y todos mis huesos están descoyuntados; Mi corazón es como cera; Se derrite en medio de mis entrañas.
Puedo contar todos mis huesos; Ellos me miran, me observan.
El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos es quebrantado.
Dirán todos mis huesos: ``SEÑOR, ¿quién como Tú, Que libras al afligido de aquél que es más fuerte que él, Sí, al afligido y al necesitado de aquél que lo despoja?"
Nada hay sano en mi carne a causa de Tu indignación; En mis huesos no hay salud a causa de mi pecado.
Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, Mientras me dicen todo el día: `` ¿Dónde está tu Dios?"
Hazme oír gozo y alegría, Haz que se regocijen los huesos que has quebrantado.
{Donde antes} no había terror, allí tiemblan de espanto, Porque Dios esparció los huesos del que acampaba contra ti; Tú {los} avergonzaste, porque Dios los había rechazado.
Porque mis días han sido consumidos en humo, Y como brasero han sido quemados mis huesos.
A causa de la intensidad de mi gemido Mis huesos se pegan a la piel.
Se vistió de maldición como {si fuera} su manto, Y entró como agua en su cuerpo Y como aceite en sus huesos.
Como cuando se ara y se rompe la tierra, Nuestros huesos han sido esparcidos a la boca del Seol.
Será medicina para tu cuerpo Y alivio para tus huesos.
La mujer virtuosa es corona de su marido, Pero la que {lo} avergüenza es como podredumbre en sus huesos.
Un corazón apacible es vida para el cuerpo, Pero las pasiones son podredumbre de los huesos.
La luz de los ojos alegra el corazón, {Y} las buenas noticias fortalecen los huesos.
Panal de miel son las palabras agradables, Dulces al alma y salud para los huesos.
El corazón alegre es buena medicina, Pero el espíritu quebrantado seca los huesos.
Con la mucha paciencia se persuade al príncipe, Y la lengua suave quebranta los huesos.
Como no sabes cuál es el camino del viento, {O} cómo {se forman} los huesos en el vientre de la mujer encinta, Tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas.
Por lo cual la palabra del SEÑOR para ellos será: ``Mandato sobre mandato, mandato sobre mandato, Línea sobre línea, línea sobre línea, Un poco aquí, un poco allá, Para que vayan y caigan de espaldas, Se quiebren {los huesos,} Y sean enlazados y apresados."
Sosegué {mi alma} hasta la mañana. Como león, El rompe todos mis huesos; Del día a la noche, acabas conmigo.
El SEÑOR te guiará continuamente, Saciará tu deseo en los lugares áridos Y dará vigor a tus huesos. Serás como huerto regado Y como manantial cuyas aguas nunca faltan.
Cuando {lo} vean, se llenará de gozo su corazón, Y sus huesos florecerán como hierba tierna. La mano del SEÑOR se dará a conocer a Sus siervos, Y {Su} indignación a Sus enemigos.
``En aquel tiempo," declara el SEÑOR, ``sacarán de sus tumbas los huesos de los reyes de Judá, los huesos de sus príncipes, los huesos de los sacerdotes, los huesos de los profetas y los huesos de los habitantes de Jerusalén;
Pero si digo: ``No Lo recordaré Ni hablaré más en Su nombre," Esto se convierte dentro de mí como fuego ardiente Encerrado en mis huesos. Hago esfuerzos por contener{lo}, Y no puedo.
En cuanto a los profetas: Quebrantado está mi corazón dentro de mí, Tiemblan todos mis huesos; Estoy como un ebrio, Como un hombre a quien domina el vino, Por causa del SEÑOR Y por causa de Sus santas palabras.
``Rebaño descarriado es Israel; los leones {lo} han ahuyentado. Primero lo devoró el rey de Asiria, y después Nabucodonosor, rey de Babilonia, quebró sus huesos.
Desde lo alto El envió fuego Que penetró en mis huesos. Ha tendido una red a mis pies, Me ha hecho volver atrás; Me ha dejado desolada, Desfallecida todo el día.
Ha hecho que se consuman mi carne y mi piel, Ha quebrado mis huesos.
Más negro que el hollín es su aspecto, No se les reconoce por las calles; Se les ha pegado la piel a sus huesos, Se ha marchitado, se ha vuelto como madera.
"También pondré los cadáveres de los Israelitas delante de sus ídolos, y esparciré sus huesos alrededor de sus altares.
Pon en ella los trozos, Todo trozo bueno, pierna y espalda; Lléna{la} de huesos escogidos.
Toma lo mejor del rebaño, Y apila también la leña debajo de ella; Hazla hervir a borbotones, Cuece también sus huesos en ella."
Aumenta la leña, enciende el fuego, Hierve bien la carne, Mézcla{le} las especias, Y que se quemen los huesos.
"Y no yacen junto a los héroes caídos de entre los incircuncisos que descendieron al Seol con sus armas de guerra, cuyas espadas estaban colocadas debajo de sus cabezas; pero el castigo de su iniquidad cayó sobre sus huesos, porque el terror de {estos} héroes {prevalecía} en la tierra de los vivientes.
La mano del SEÑOR vino sobre mí, y me sacó en el Espíritu del SEÑOR, y me puso en medio del valle que estaba lleno de huesos.
Y me preguntó: ``Hijo de hombre, ¿vivirán estos huesos?" Y yo respondí: ``Señor DIOS, Tú lo sabes."
Entonces me dijo: ``Profetiza sobre estos huesos, y diles: `Huesos secos, oigan la palabra del SEÑOR.'
``Así dice el Señor DIOS a estos huesos: `Voy a hacer que en ustedes entre espíritu, y vivirán.
Profeticé, pues, como me fue mandado; y mientras yo profetizaba hubo un ruido, y luego un estremecimiento, y los huesos se juntaron cada hueso con su hueso.
Entonces El me dijo: ``Hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel. Ellos dicen: `Nuestros huesos se han secado, y nuestra esperanza ha perecido. Estamos completamente destruidos.'
El rey dio órdenes que trajeran a aquellos hombres que habían acusado falsamente a Daniel, y que los echaran, a ellos, a sus hijos y a sus mujeres en el foso de los leones. No habían llegado aún al fondo del foso, cuando ya los leones se habían apoderado de ellos y triturado todos sus huesos.
Así dice el SEÑOR: ``Por tres transgresiones de Moab, y por cuatro, No revocaré su {castigo}, Porque quemó los huesos del rey de Edom hasta calcinarlos.
Entonces su tío o su incinerador, levantará a cada uno para sacar {sus} huesos de la casa, y dirá al que está en el fondo de la casa: `` ¿Hay {alguien} más contigo?" Y {éste} responderá: ``Nadie." Entonces {aquél} dirá: `` ¡Guarda silencio!, porque no se debe hacer mención del nombre del SEÑOR."
Ustedes que aborrecen lo bueno y aman lo malo, Que le arrancan {al pueblo} la piel de encima Y la carne de sobre sus huesos;
Ustedes que comen la carne de mi pueblo, Les quitan su piel, Quiebran sus huesos, Y {los} hacen pedazos como para la olla, Como carne dentro de la caldera."
Oí, y se estremecieron mis entrañas; A {Tu} voz temblaron mis labios. Entra podredumbre en mis huesos, Y tiemblo donde estoy. Tranquilo espero el día de la angustia, Al pueblo que se levantará para invadirnos.