'Las' en la Biblia
¿Por qué se amotinan las gentes, y los pueblos piensan vanidad?
Pídeme, y te daré por heredad las naciones, y por posesión tuya los confines de la tierra.
«Sigaión de David, que cantó a Jehová sobre las palabras de Cus, hijo de Benjamín.» Jehová Dios mío, en ti he confiado: Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame;
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste:
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies;
las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Oh enemigo, acabados son para siempre los asolamientos, y las ciudades que derribaste; su memoria pereció con ellas.
Ten misericordia de mí, oh Jehová; mira mi aflicción que padezco de los que me aborrecen, tú que me levantas de las puertas de la muerte;
Para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sión, y me goce en tu salvación.
Se hundieron las naciones en la fosa que hicieron; en la red que escondieron fue atrapado su pie.
Los malos serán trasladados al infierno, y todas las naciones que se olvidan de Dios.
Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; sean juzgadas las gentes delante de ti.
Pon, oh Jehová, temor en ellos; conozcan las naciones que no son sino hombres. (Selah)
Se sienta al acecho en las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.
Jehová es Rey eternamente y para siempre; de su tierra han perecido las naciones.
Las palabras de Jehová son palabras puras; como plata refinada en horno de tierra, purificada siete veces.
Tú, Jehová, las guardarás; las preservarás de esta generación para siempre.
Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos, y es hermosa la heredad que me ha tocado.
Bendeciré a Jehová que me aconseja; aun en las noches me enseñan mis riñones.
En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos.
«Al Músico principal: Salmo de David, siervo de Jehová, el cual dijo a Jehová las palabras de este cántico el día que le libró Jehová de mano de todos sus enemigos, y de mano de Saúl. Entonces dijo:» Te amaré, oh Jehová, fortaleza mía.
Y cabalgó sobre un querubín, y voló: Voló sobre las alas del viento.
Hizo de las tinieblas su escondedero, su pabellón en derredor de sí; oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Entonces aparecieron los senderos de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo, a tu reprensión, oh Jehová, por el soplo del aliento de tu nariz.
Envió desde lo alto; me tomó, me sacó de las muchas aguas.
Y los molí como polvo delante del viento; los eché fuera como lodo de las calles.
Me libraste de las contiendas del pueblo; me pusiste por cabeza de gentes; pueblo que yo no conocía, me servirá.
Por tanto yo te confesaré entre las gentes, oh Jehová, y cantaré salmos a tu nombre.
Pues tú los pondrás en fuga, cuando aprestares en tus cuerdas las saetas contra sus rostros.
«Al Músico principal, sobre Ajelet-sahar. Salmo de David» Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación, y de las palabras de mi clamor?
Pero tú eres santo, tú que habitas entre las alabanzas de Israel.
Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los términos de la tierra; y adorarán delante de ti todas las familias de las naciones.
Porque de Jehová es el reino; y Él señorea sobre las naciones.
Todas las sendas de Jehová son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
Mi pie ha estado en rectitud; en las congregaciones bendeciré a Jehová.
La voz de Jehová sobre las aguas; truena el Dios de gloria; Jehová sobre las muchas aguas.
La voz de Jehová hace parir a las ciervas, y desnuda los bosques: En su templo todos los suyos proclaman su gloria.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias:
Los esconderás en el secreto de tu rostro de las arrogancias del hombre; los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
Él junta como en un montón las aguas del mar: Él pone en depósitos los abismos.
Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y frustra las maquinaciones de los pueblos.
El consejo de Jehová permanece para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones.
Muchas son las aflicciones del justo; pero de todas ellas lo librará Jehová.
Las palabras de su boca son iniquidad y fraude; dejó de ser sensato, y de hacer el bien.
Jehová, hasta los cielos es tu misericordia; tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Deléitate asimismo en Jehová, y Él te concederá las peticiones de tu corazón.
Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores.
«Al Músico principal: Masquil para los hijos de Coré» Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Tú con tu mano echaste a las naciones, y los plantaste a ellos; afligiste a los pueblos, y los arrojaste.
Nos pusiste como a ovejas para comida, y nos esparciste entre las naciones.
Nos pusiste por proverbio entre las naciones, por movimiento de cabeza en los pueblos.
Haré que tu nombre sea recordado en todas las generaciones; por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre.
«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Salmo sobre Alamot» Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.
Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio Él su voz, se derritió la tierra.
Venid, ved las obras de Jehová, que ha puesto asolamientos en la tierra.
Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra; que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego.
Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; enaltecido seré entre las naciones, exaltado seré en la tierra.
«Al Músico principal: De los hijos de Coré: Salmo» Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo.
Él sujetará a los pueblos debajo de nosotros, y a las naciones debajo de nuestros pies.
Dios reina sobre las naciones; Sentado está Dios sobre su santo trono.
Con viento solano quiebras tú las naves de Tarsis.
Se alegrará el monte de Sión; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios.
Mas el hombre no permanecerá en honra; es semejante a las bestias que perecen.
El hombre que está en honra y no entiende, semejante es a las bestias que perecen.
Conozco todas las aves de los montes, y mías son las fieras del campo.
Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas que de cierto sería yo como tú; pero yo te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos.
Las palabras de su boca fueron más blandas que mantequilla, pero guerra había en su corazón: Suavizó sus palabras más que el aceite, mas ellas fueron espadas desenvainadas.
Te alabaré entre los pueblos, oh Señor; cantaré de ti entre las naciones.
Porque grande es hasta los cielos tu misericordia, y hasta las nubes tu verdad.
Oh Dios, quiebra sus dientes en sus bocas; quiebra, oh Jehová, las muelas de los leoncillos.
Antes que vuestras ollas sientan las espinas, así vivos, así airados, los arrebatará Él con tempestad.
Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah)
Mas tú, oh Jehová, te reirás de ellos, te burlarás de todas las gentes.
No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.
cuando me acuerdo de ti en mi lecho, y medito en ti en las vigilias de la noche.
El que calma el estruendo de los mares, el estruendo de sus ondas, y el alboroto de las naciones.
Por tanto, los moradores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces que se alegren las salidas de la mañana y de la tarde.
Venid, y ved las obras de Dios, temible en sus hechos para con los hijos de los hombres.
Él señorea con su poder para siempre; sus ojos atalayan sobre las naciones; los rebeldes no serán exaltados. (Selah)
Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación.
Alégrense y gócense las naciones; porque juzgarás los pueblos con equidad, y pastorearás las naciones en la tierra. (Selah)
Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; y las que se quedaban en casa repartían el despojo.
El Señor dijo: De Basán los haré volver, haré volver a mi pueblo de las profundidades del mar:
Los cantores iban delante, los tañedores detrás; en medio, las doncellas con panderos.
Bendecid a Dios en las congregaciones; al Señor, vosotros de la estirpe de Israel.
«Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David» Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
Sácame del lodo, y no sea yo sumergido; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.
No me anegue la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.
Porque Dios salvará a Sión, y reedificará las ciudades de Judá; y habitarán allí, y la poseerán.
Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
Los reyes de Tarsis y de las islas traerán presentes; los reyes de Seba y de Sabá ofrecerán dones,
y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres.
Será echado un puño de grano en tierra, en las cumbres de los montes; su fruto hará ruido como el Líbano, y los de la ciudad florecerán como la hierba de la tierra.