'Mismo' en la Biblia
Porque si amáis a los que os aman, ¿qué recompensa tenéis? ¿No hacen también lo mismo los recaudadores de impuestos?
Y si saludáis solamente a vuestros hermanos, ¿qué hacéis más {que otros?} ¿No hacen también lo mismo los gentiles?
Por tanto, no os preocupéis por el {día de} mañana; porque el {día de} mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta Isaías cuando dijo: EL MISMO TOMO NUESTRAS FLAQUEZAS Y LLEVO NUESTRAS ENFERMEDADES.
Y conociendo {Jesús} sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado, y toda ciudad o casa dividida contra sí misma no se mantendrá en pie.
Y si Satanás expulsa a Satanás, está dividido contra sí mismo; ¿cómo puede entonces mantenerse en pie su reino?
Ese mismo día salió Jesús de la casa y se sentó a la orilla del mar.
pero no tiene raíz {profunda} en sí mismo, sino que {sólo} es temporal, y cuando por causa de la palabra viene la aflicción o la persecución, enseguida tropieza {y cae}.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame.
HONRA A {tu} PADRE Y A {tu} MADRE; y AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Volvió a salir como a la hora sexta y a la novena, e hizo lo mismo.
``Toma lo que es tuyo, y vete; pero yo quiero darle a este último lo mismo que a ti.
Y llegándose al otro, le dijo lo mismo; pero él respondió y dijo: ``Yo {iré,} señor"; y no fue.
Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo.
Y el segundo es semejante a éste: AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Pedro le dijo*: Aunque tenga que morir contigo, jamás te negaré. Todos los discípulos dijeron también lo mismo.
¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y El pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles?
Jesús le dijo*: Tú {mismo} lo has dicho; sin embargo, os digo que desde ahora veréis AL HIJO DEL HOMBRE SENTADO A LA DIESTRA DEL PODER, y VINIENDO SOBRE LAS NUBES DEL CIELO.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué necesidad tenemos de más testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído la blasfemia;
y diciendo: Tú que destruyes el templo y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo, si eres el Hijo de Dios, y desciende de la cruz.
A otros salvó; a sí mismo no puede salvarse. Rey de Israel es; que baje ahora de la cruz, y creeremos en El.
Y si un reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede perdurar.
Y si Satanás se ha levantado contra sí mismo y está dividido, no puede permanecer, sino que ha llegado su fin.
Y vinieron* a Jesús, y vieron* al que había estado endemoniado, sentado, vestido y en su cabal juicio, el {mismo} que había tenido la legión; y tuvieron miedo.
Porque Herodes mismo había enviado a prender a Juan y lo había encadenado en la cárcel por causa de Herodías, mujer de su hermano Felipe, pues {Herodes} se había casado con ella.
Enseguida ella se presentó apresuradamente ante el rey con su petición, diciendo: Quiero que me des ahora mismo la cabeza de Juan el Bautista en una bandeja.
Y llamando a la multitud y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz, y sígame.
El segundo es éste: ``AMARAS A TU PROJIMO COMO A TI MISMO." No hay otro mandamiento mayor que éstos.
Y QUE AMARLE CON TODO EL CORAZON Y CON TODO EL ENTENDIMIENTO Y CON TODAS LAS FUERZAS, Y AMAR AL PROJIMO COMO A UNO MISMO, es más que todos los holocaustos y los sacrificios.
David mismo dijo por el Espíritu Santo: ``EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: `SIENTATE A MI DIESTRA, HASTA QUE PONGA A TUS ENEMIGOS DEBAJO DE TUS PIES.'"
David mismo le llama ``Señor." ¿En qué sentido es, pues, su hijo? Y la gran multitud le escuchaba con gusto.
Pero {Pedro} con insistencia repetía: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y todos decían también lo mismo.
¿sálvate a ti mismo descendiendo de la cruz!
De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose {de El} entre ellos, decían: A otros salvó, a sí mismo no puede salvarse.
Y ellos salieron y predicaron por todas partes, colaborando el Señor con ellos, y confirmando la palabra por medio de las señales que la seguían. {Ellas comunicaron inmediatamente a Pedro y a sus compañeros todas estas instrucciones. Y después de esto, Jesús mismo envió por medio de ellos, desde el oriente hasta el occidente, el mensaje sacrosanto e incorruptible de la salvación eterna.}
Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.
Y cuando comenzó {su ministerio}, Jesús mismo tenía unos treinta años, siendo, como se suponía, hijo de José, {quien era hijo} de Elí,
Entonces El les dijo: Sin duda me citaréis este refrán: ``Médico, cúrate a ti mismo"; {esto es,} todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en tu tierra.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Y ellos le dijeron: Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los fariseos también hacen lo mismo, pero los tuyos comen y beben.
Si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
¿O cómo puedes decir a tu hermano: ``Hermano, déjame sacarte la mota que está en tu ojo", cuando tú mismo no ves la viga que está en tu ojo? ¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu ojo y entonces verás con claridad para sacar la mota que está en el ojo de tu hermano.
Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.
Pues, ¿de qué le sirve a un hombre haber ganado el mundo entero, si él mismo se destruye o se pierde?
Respondiendo él, dijo: AMARAS AL SEÑOR TU DIOS CON TODO TU CORAZON, Y CON TODA TU ALMA, Y CON TODA TU FUERZA, Y CON TODA TU MENTE; Y A TU PROJIMO COMO A TI MISMO.
Pero queriendo él justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo?
Del mismo modo, también un levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado {del camino.}
Y él dijo: El que tuvo misericordia de él. Y Jesús le dijo: Ve y haz tú lo mismo.
Pero conociendo El sus pensamientos, les dijo: Todo reino dividido contra sí mismo es asolado; y una casa dividida contra sí misma, se derrumba.
Y si también Satanás está dividido contra sí mismo, ¿cómo permanecerá en pie su reino? Porque vosotros decís que yo echo fuera demonios por Beelzebú.
Y el mayordomo se dijo a sí mismo: `` ¿Qué haré? Pues mi señor me quita la administración. No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza mendigar.
Fue lo mismo que ocurrió en los días de Lot: comían, bebían, compraban, vendían, plantaban, construían;
Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado.
Estarán dos {mujeres} moliendo en el mismo lugar; una será tomada y la otra será dejada.
Pues David mismo dice en el libro de los Salmos: EL SEÑOR DIJO A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,
Y comenzaron a acusarle, diciendo: Hemos hallado que éste pervierte a nuestra nación, prohibiendo pagar impuesto al César, y diciendo que El mismo es Cristo, un Rey.
Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes habían estado enemistados el uno con el otro.
Y el pueblo estaba {allí} mirando; y aun los gobernantes se mofaban de El, diciendo: A otros salvó; que se salve a sí mismo si este es el Cristo de Dios, su Escogido.
y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo.
Y uno de los malhechores que estaban colgados {allí} le lanzaba insultos, diciendo: ¿No eres tú el Cristo? ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros!
Y he aquí que aquel mismo día dos de ellos iban a una aldea llamada Emaús, que estaba como a once kilómetros de Jerusalén.
Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos.
Mirad mis manos y mis pies, que soy yo mismo; palpadme y ved, porque un espíritu no tiene carne ni huesos como veis que yo tengo.
Entonces le dijeron: ¿Quién eres?, para que podamos dar respuesta a los que nos enviaron. ¿Qué dices de ti mismo?
(aunque Jesús mismo no bautizaba, sino sus discípulos),
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo del cual bebió él mismo, y sus hijos, y sus ganados?
Porque Jesús mismo dio testimonio de que a un profeta no se le honra en su propia tierra.
Pero él les respondió: El mismo que me sanó, me dijo: ``Toma tu camilla y anda."
Pues el Padre ama al Hijo, y le muestra todo lo que El mismo hace; y obras mayores que éstas le mostrará, para que os admiréis.
Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo;
Si yo {solo} doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.
Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, {los} repartió a {los} que estaban recostados; y lo mismo {hizo} con los pescados, {dándoles} todo lo que querían.
Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final.
Si alguien quiere hacer su voluntad, sabrá si mi enseñanza es de Dios o {si} hablo de mí mismo.
El que habla de sí mismo busca su propia gloria; pero el que busca la gloria del que le envió, éste es verdadero y no hay injusticia en El.
le dijeron*: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo del adulterio.
Entonces los fariseos le dijeron: Tú das testimonio de ti mismo; tu testimonio no es verdadero.
Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque yo sé de dónde he venido y adónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni adónde voy.
Yo soy el que doy testimonio de mí mismo, y el Padre que me envió da testimonio de mí.
Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: ``El es nuestro Dios."
pero cómo es que ahora ve, no lo sabemos; o quién le abrió los ojos, nosotros no lo sabemos. Preguntadle a él; edad tiene, él hablará por sí mismo.
Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo.
Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento {sobre} lo que he de decir y lo que he de hablar.
Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida.
Pedro le dijo*: Señor, ¿por qué no te puedo seguir ahora mismo? ¡Yo daré mi vida por ti!
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
pues el Padre mismo os ama, porque vosotros me habéis amado y habéis creído que yo salí del Padre.
Jesús vino*, tomó* el pan y se lo dio*; y lo mismo {hizo con} el pescado.
Y hay también muchas otras cosas que Jesús hizo, que si se escribieran* en detalle, pienso que ni aun el mundo mismo podría* contener los libros que se escribirían*.
que {les} dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este {mismo} Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo.
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en un mismo lugar.
Porque David no ascendió a los cielos, pero él {mismo} dice: DIJO EL SEÑOR A MI SEÑOR: ``SIENTATE A MI DIESTRA,
y reconocieron que era el mismo que se sentaba a la puerta del templo, la Hermosa, a {pedir} limosna, y se llenaron de asombro y admiración por lo que le había sucedido.
Y ahora, hermanos, yo sé que obrasteis por ignorancia, lo mismo que vuestros gobernantes.
``PERO YO MISMO JUZGARE A CUALQUIER NACION DE LA CUAL SEAN ESCLAVOS" --dijo Dios-- ``Y DESPUES DE ESO SALDRAN Y ME SERVIRAN EN ESTE LUGAR."
Este Moisés, a quien ellos rechazaron, diciendo: `` ¿QUIEN TE HA PUESTO POR GOBERNANTE Y JUEZ?" es el {mismo} que Dios envió {para ser} gobernante y libertador con la ayuda del ángel que se le apareció en la zarza.
Este es el {mismo} Moisés que dijo a los hijos de Israel: ``DIOS OS LEVANTARA UN PROFETA COMO YO DE ENTRE VUESTROS HERMANOS."
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían.
El eunuco respondió a Felipe y dijo: Te ruego {que me digas,} ¿de quién dice esto el profeta? ¿De sí mismo, o de algún otro?
¿Puede acaso alguien negar el agua para que sean bautizados éstos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- A juzgar nosotros mismos
- Abnegación
- Aceptación del otro
- Actuando por sí mismo
- Afán
- Al mismo tiempo
- Amor fraterno
- Auto respeto
- Confiar en ti mismo
- Cristo es Señor.
- Cristo sabiendo sobre sí mismo
- Cristo se humilló a sí mismo
- Cristo y el cielo
- Dar de Sí Mismo
- Dañar a uno mismo
- Destruir uno mismo
- Dios Mismo
- Dios es el que existe en sí mismo
- El altruismo
- El amor, el uno para el otro
- El animismo
- El discipulado, costo de
- El mismo Dios
- El pecado, Dios remedio para
- El sufrimiento, ánimos en
- Encomendándoos a sí mismo
- Engañando a sí mismo
- Examen de sí mismo
- Expiación
- Expiación
- Haciendo varias veces
- La Unción de uno mismo
- La gente ellos mismos contaminantes
- La participación, en Cristo
- La unidad, del pueblo de Dios
- La voz de Dios
- Las personas son el mismo
- Los desacuerdos
- Los discípulos de Cristo sufrirán
- Los fallos
- Mismo hueso y carne
- Mismo tamaño
- Objetivos
- Optimismo
- Pablo, enseñanza de
- Paliza a sí mismo
- Pensamiento
- Pesimismo
- Reventado de uno mismo
- Ropa de uno mismo
- Se llamó a sí mismo el Cristo
- Ser humildes!
- Sustitución
- Testimonio contra sí mismo
- Amar a vuestra esposa
- Amar al prójimo
- Amarse a uno mismo
- Amarse unos a otros
- Amarte a uno mismo
- Compartir en Cristo
- Creer en uno mismo
- El amor del matrimonio
- El amor y las relaciones
- El mañana
- El propósito de la vida
- El prójimo
- El respeto por el cuerpo de uno
- El testimonio
- Estar de acuerdo unos con otros
- Juzgar las acciones ajenas
- La Iglesia
- La actividad del padre en relación a Dios
- La autoestima
- La autoestima
- La benevolencia
- La confianza en uno mismo
- La confianza en uno mismo y el autoestima
- La cruz
- La forma de tratar a los demás
- La mente
- La negación
- La paz y el consuelo
- La reconciliación
- La revelación de las cosas de Dios
- La testificación
- La unidad
- Las luchas
- Las señales y maravillas del Evangelio
- Los dones espirituales
- Los ríos
- Perdonarse a uno mismo
- Preocuparse por el futuro
- Salvarse a uno mismo
- Ser diferente
- Ser uno mismo
- Ser único
- Uno mismo
- Últimas cosas