'Ojos' en la Biblia
Si he hallado gracia en los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi petición y hacer mi demanda, que venga el rey con Amán al banquete que les dispondré; y mañana haré conforme a lo que el rey ha mandado.
Entonces la reina Ester respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si la cosa es recta delante del rey, y si yo soy buena en sus ojos, sea escrito para revocar las cartas del designio de Amán hijo de Hamedata agagueo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
Los cuales alzando los ojos desde lejos, no lo conocieron, y lloraron a voz en grito; y cada uno de ellos rasgó su manto, y esparcieron polvo sobre sus cabezas hacia el cielo.
por cuanto no cerró las puertas del vientre donde yo estaba, ni escondió de mis ojos la miseria.
Se paró un fantasma delante de mis ojos, cuyo rostro yo no conocí, y quedo, oí que decía:
Acuérdate que mi vida es un viento, y que mis ojos no volverán para ver el bien.
Los ojos de los que ahora me ven, no me verán más; tus ojos serán sobre mí, y dejaré de ser.
¿Tienes tú ojos de carne? ¿Ves tú como ve el hombre?
¿Por qué me sacaste del vientre? Habría yo muerto, y no me vieran ojos.
Tú dices: Mi doctrina es pura, y yo soy limpio delante de tus ojos.
Mas los ojos de los malos se consumirán, y no tendrán refugio; y su esperanza será agonía del alma.
He aquí que todas estas cosas han visto mis ojos, y oído y entendido mis oídos.
¿Por qué te enajena tu corazón, y por qué guiñan tus ojos,
He aquí que en sus santos no confía, y ni los cielos son limpios delante de sus ojos,
Su furor me arrebató, y me ha sido contrario; crujió sus dientes contra mí; contra mí aguzó sus ojos mi enemigo.
Ya no hay conmigo sino escarnecedores, en cuyas amarguras se detienen mis ojos.
El que denuncia lisonjas a su prójimo, los ojos de sus hijos desfallezcan.
Y mis ojos se oscurecieron de desabrimiento, y todos mis pensamientos han sido como sombra.
¿Por qué somos tenidos por bestias? ¿En vuestros ojos somos viles?
Los moradores de mi casa y mis criadas me tuvieron por extraño; forastero fui yo en sus ojos.
Al cual yo tengo que ver por mí, y mis ojos lo han de ver, y no otro, aunque mis riñones se consuman dentro de mí.
Su simiente con ellos, compuesta delante de ellos; y sus renuevos delante de sus ojos.
Verán sus ojos su quebranto, y beberá de la ira del Todopoderoso.
Cuando los otros fueren abatidos, dirás tú: Ensalzamiento habrá; y él salvará al humilde de ojos.
Si algunos le dieron a crédito, y se afirmó en ellos; sus ojos tuvo puestos sobre los caminos de ellos.
He aquí que ni aun la misma luna será resplandeciente, ni las estrellas son limpias delante de sus ojos.
El rico dormirá, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y no verá a nadie.
De los peñascos cortó ríos, y sus ojos vieron todo lo preciado.
Porque encubierta está a los ojos de todo viviente, y a toda ave del cielo es oculta.
cuando los oídos que me oían, me llamaban bienaventurado, y los ojos que me veían, me daban testimonio.
Hice pacto con mis ojos; ¿cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
Si mis pasos se apartaron del camino, y si mi corazón se fue tras mis ojos, y si alguna mancha se apegó a mis manos,
Si estorbé el contento de los pobres, e hice desfallecer los ojos de la viuda;
Y cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo en sus ojos.
Porque sus ojos están puestos sobre los caminos del hombre, y ve todos sus pasos.
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en silla para siempre, y serán ensalzados.
Su hacedor lo tomará por sus ojos en tropezaderos, y horadará su nariz.
Con sus estornudos encienden lumbre, y sus ojos son como los párpados del alba.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
No estarán los locos que se gobiernan por afecto o consejo de la carne delante de tus ojos; aborreces a todos los que obran iniquidad.
Mis ojos están carcomidos de descontento; se han envejecido a causa de todos mis angustiadores.
Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.
El SEÑOR está en el templo de su santidad; la silla del SEÑOR está en el cielo; sus ojos ven, sus párpados prueban a los hijos de los hombres.
Mira, óyeme, SEÑOR Dios mío: Alumbra mis ojos, para que no duerma en muerte;
Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen al SEÑOR; juró en daño suyo, y no mudó.
De delante de tu rostro salga mi juicio; vean tus ojos la rectitud.
Nuestros pasos nos han cercado ahora; puestos tienen sus ojos para echarnos por tierra.
Y me pagó el SEÑOR conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos delante de sus ojos.
Por tanto al pueblo humilde salvarás, y los ojos altivos humillarás.
Los mandamientos del SEÑOR son rectos, que alegran el corazón; el precepto del SEÑOR es puro, que alumbra los ojos.
Sámec Mis ojos están siempre hacia el SEÑOR; porque él sacará mis pies de la red.
Porque tu misericordia está delante de mis ojos, y en tu verdad ando.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.
Te haré entender, y te enseñaré el camino en que andarás; sobre ti fijaré mis ojos.
Sámec Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
La rebelión del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos, hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.
Mi corazón está acongojado, me ha dejado mi vigor; y aun la misma luz de mis ojos no está conmigo.
Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas por eso que de cierto sería yo como tú; yo te argüiré, y las pondré delante de tus ojos.
Contra ti, contra ti solo he pecado, y he hecho lo malo delante de tus ojos; para que seas reconocido justo en tu palabra, y puro en tu juicio.
Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.
El se enseñorea con su fortaleza para siempre; sus ojos atalayan sobre los gentiles; los rebeldes no serán ensalzados. (Selah.)
He trabajado llamando, mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.
Sean oscurecidos sus ojos para ver, y haz siempre titubear sus lomos.
De engaño y de fraude redimirá sus almas; y la sangre de ellos será preciosa en sus ojos.
Sus ojos están salidos de gruesos; logran con creces los antojos del corazón.
Pensaré pues para entender esto; es a mis ojos duro trabajo.
Tenías los párpados de mis ojos abiertos; estaba yo quebrantado, y no hablaba.
Porque dirán los gentiles: ¿Dónde está su Dios? Sea notorio en los gentiles, delante de nuestros ojos, la venganza de la sangre de tus siervos, que se ha derramado.
Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.
Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos.
Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.
Ciertamente con tus ojos mirarás, y verás la recompensa de los impíos.
Y miraron mis ojos mi deseo sobre mis enemigos; oyeron mis oídos mi deseo de los que se levantaron contra mí, de los malignos.
El SEÑOR ha hecho notoria su salud; en ojos de los gentiles ha descubierto su justicia.
No pondré cosa de Belial delante de mis ojos; hacer traiciones aborrecí; no se allegarán a mí.
Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir.
Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que asienten conmigo; el que anduviere en el camino de la perfección, éste me servirá.
No habitará en medio de mi casa el que hace engaño; el que habla mentiras no se afirmará delante de mis ojos.
Tienen boca, mas no hablarán; tienen ojos, mas no verán;
Porque has librado mi alma de la muerte, mis ojos de lágrimas, y mis pies de resbalar.
Estimada es en los ojos del SEÑOR la muerte de sus misericordiosos.
De parte del SEÑOR es esto, es maravilla en nuestros ojos.
Destapa mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.
Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; avívame en tu camino.
Desfallecieron mis ojos por tu dicho, diciendo: ¿Cuándo me consolarás?
Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
Ríos de agua descendieron de mis ojos, porque no guardaban tu ley.
Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus dichos.
Alzaré mis ojos a los montes, de donde vendrá mi socorro.
A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.
SEÑOR, mi corazón no se ha envanecido, ni mis ojos se enaltecieron; ni anduve en grandezas, ni en cosas maravillosas más de lo que me pertenecía.