'Pablo' en la Biblia
Al día siguiente, queriendo el comandante saber con certeza la causa por la cual los Judíos lo acusaban a Pablo, lo soltó, y ordenó a los principales sacerdotes y a todo el Concilio (Sanedrín) que se reunieran. Después llevó a Pablo y lo puso ante ellos.
Entonces Pablo, mirando fijamente al Concilio (al Sanedrín), dijo: ``Hermanos, hasta este día yo he vivido delante de Dios con una conciencia perfectamente limpia."
Entonces Pablo le dijo: `` ¡Dios lo golpeará a usted, pared blanqueada! ¿Se sienta usted para juzgarme conforme a la Ley, y viola la Ley ordenando que me golpeen?"
Y Pablo dijo: ``No sabía, hermanos, que él era el sumo sacerdote; porque escrito está: `NO HABLARAS MAL DE UNA DE LAS AUTORIDADES DE TU PUEBLO.'"
Entonces Pablo, dándose cuenta de que una parte eran Saduceos y otra Fariseos, alzó la voz en el Concilio: ``Hermanos, yo soy Fariseo, hijo de Fariseos. Se me juzga a causa de la esperanza de la resurrección de los muertos."
Al surgir un gran altercado, el comandante tuvo temor de que Pablo fuera despedazado por ellos, y ordenó que las tropas descendieran, lo sacaran de entre ellos a la fuerza y lo llevaran al cuartel.
A la noche siguiente el Señor se le apareció a Pablo y le dijo: ``Ten ánimo, porque como has testificado fielmente de Mi causa en Jerusalén, así has de testificar también en Roma."
Cuando se hizo de día, los Judíos tramaron una conspiración y se comprometieron bajo juramento, diciendo que no comerían ni beberían hasta que hubieran matado a Pablo.
los cuales fueron a los principales sacerdotes y a los ancianos y dijeron: ``Nos hemos comprometido bajo solemne juramento a no probar nada hasta que hayamos matado a Pablo.
Pero el hijo de la hermana de Pablo se enteró de la emboscada, y fue y entró al cuartel y dio aviso a Pablo.
Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: ``Lleva a este joven al comandante, porque tiene algo que informarle."
El entonces, tomándolo {consigo,} lo condujo al comandante, y {le} dijo: ``Pablo, el preso, me llamó y me pidió que te trajera a este joven, pues tiene algo que decirte."
Y el joven respondió: ``Los Judíos se han puesto de acuerdo en pedirle que mañana lleve a Pablo al Concilio con el pretexto de hacer una indagación más a fondo sobre él.
{Debían} preparar también cabalgaduras para Pablo y llevarlo a salvo al gobernador Félix.
Así que los soldados, de acuerdo con las órdenes {que tenían,} tomaron a Pablo y lo llevaron de noche a (la ciudad de) Antípatris.
los cuales, después de llegar a Cesarea y de entregar la carta al gobernador, le presentaron también a Pablo.
Cuando el gobernador leyó la carta, preguntó de qué provincia era Pablo. Y al enterarse de que era de Cilicia,
Cinco días más tarde el sumo sacerdote Ananías descendió a Cesarea con algunos ancianos {y} con un abogado {llamado} Tértulo; y presentaron al gobernador sus cargos contra Pablo.
Después que llamaron a Pablo, Tértulo comenzó a acusarlo, diciendo {al gobernador:} ``Ya que por usted hemos obtenido mucha paz, y que por providencia suya se están llevando a cabo reformas en favor de esta nación,
Después que el gobernador le hizo una señal para que hablara, Pablo respondió: ``Sabiendo que por muchos años usted ha sido juez de esta nación, con gusto presento mi defensa,
Y dio órdenes al centurión de que tuviera a Pablo bajo custodia, pero con {alguna medida} de libertad, y que no impidiera a ninguno de sus amigos que lo sirvieran.
Pero pocos días más tarde, llegó Félix con Drusila su mujer, que era Judía, y mandó traer a Pablo y lo oyó {hablar} acerca de la fe en Cristo Jesús.
Al disertar Pablo sobre la justicia, el dominio propio y el juicio venidero, Félix, atemorizado dijo: ``Vete por ahora, pero cuando tenga tiempo te mandaré llamar."
Al mismo tiempo, tenía esperanza de que Pablo le diera dinero. Por eso acostumbraba llamarlo con frecuencia y conversar con él.
Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los Judíos, Félix dejó preso a Pablo.
Y los principales sacerdotes y los Judíos más influyentes le presentaron acusaciones contra Pablo, e insistían con Festo,
pidiéndole, el favor de que hiciera traer a Pablo a Jerusalén, preparando ellos, {al mismo tiempo,} una emboscada para matarlo en el camino.
Pero Festo respondió que Pablo estaba bajo custodia en Cesarea, y que en breve él mismo saldría {para allá.}
Después de haberse quedado no más de ocho o diez días entre ellos, descendió a Cesarea, y al día siguiente se sentó en el tribunal y ordenó que trajeran a Pablo.
mientras Pablo decía en defensa propia: ``No he cometido ningún delito, ni contra la Ley de los Judíos, ni contra el templo, ni contra el César (Nerón)."
Pero Festo, queriendo hacer un favor a los Judíos, respondió a Pablo, y dijo: `` ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas {acusaciones}?"
Entonces Pablo respondió: ``Ante el tribunal del César estoy, que es donde debo ser juzgado. Ningún agravio he hecho a {los} Judíos, como también usted muy bien sabe.
Como estuvieron allí muchos días, Festo presentó el caso de Pablo ante el rey, diciendo: ``Hay un hombre que Félix dejó preso,
sino que {simplemente} tenían contra él ciertas cuestiones sobre su propia religión, y sobre cierto Jesús, {ya} muerto, de quien Pablo afirmaba que estaba vivo.
"Pero como Pablo apeló que se le tuviera bajo custodia para que el emperador Nerón {diera} el fallo, ordené que continuara bajo custodia hasta que yo lo enviara al César."
Así que al día siguiente, cuando Agripa II y Berenice entraron al auditorio en medio de gran pompa, acompañados por los comandantes y los hombres importantes de la ciudad, por orden de Festo, fue traído Pablo.
Agripa II dijo a Pablo: ``Se te permite hablar en tu favor." Entonces Pablo, extendiendo la mano, comenzó su defensa:
Mientras {Pablo} decía esto en su defensa, Festo dijo a gran voz: `` ¡Pablo, estás loco! ¡{Tu} mucho saber te está haciendo perder la cabeza!"
Pero Pablo le respondió: ``No estoy loco, excelentísimo Festo, sino que hablo palabras de verdad y de cordura.
Entonces Agripa II {le dijo} a Pablo: ``En poco tiempo me persuadirás a que me haga Cristiano."
Y Pablo {contestó: ``}Quisiera Dios que, ya fuera en poco tiempo o en mucho, no sólo usted, sino también todos los que hoy me oyen, llegaran a ser tal como yo soy, a excepción de estas cadenas."
Cuando se decidió que deberíamos embarcarnos para Italia, fueron entregados Pablo y algunos otros presos a un centurión de la compañía (tropa) Augusta, llamado Julio.
Al {día} siguiente llegamos a Sidón. Julio trató con benevolencia a Pablo, permitiéndole ir a sus amigos y ser atendido {por ellos}.
Cuando ya había pasado mucho tiempo y la navegación se había vuelto peligrosa, pues hasta el Ayuno (el Día de Expiación) había pasado ya, Pablo los amonestaba,
Pero el centurión se persuadió más {por lo que fue dicho} por el piloto y el capitán del barco, que por lo que Pablo decía.
Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: ``Amigos, debían haberme hecho caso y no haber salido de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida.
diciendo: `No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; pero ahora, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.'
Pablo dijo al centurión y a los soldados: ``Si éstos no permanecen en la nave, ustedes no podrán salvarse."
Cuando estaba a punto de amanecer, Pablo exhortaba a todos a que tomaran alimento, diciendo: ``Hace ya catorce días que, velando continuamente, {están} en ayunas, sin tomar ningún {alimento.}
Habiendo dicho esto, Pablo tomó pan y dio gracias a Dios en presencia de todos; y partiéndo{lo}, comenzó a comer.
Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, impidió su propósito, y ordenó que los que pudieran nadar se arrojaran primero por la borda y llegaran a tierra,
Pero cuando Pablo recogió una brazada de leña y la echó al fuego, una víbora salió huyendo del calor y se le prendió en la mano.
{Pablo,} sin embargo, sacudiendo {la mano,} arrojó el animal al fuego y no sufrió ningún daño.
Ellos esperaban que comenzara a hincharse, o que súbitamente cayera muerto. Pero después de esperar por largo rato, y de no observar nada anormal en él, cambiaron de parecer y decían que Pablo era un dios.
Como el padre de Publio estaba {en cama,} enfermo con fiebre y disentería, Pablo entró a {ver}lo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.
Al tener noticia de nuestra llegada, los hermanos vinieron desde allá a recibirnos hasta el Foro de Apio y Las Tres Tabernas; y cuando Pablo los vio, dio gracias a Dios y cobró ánimo.
Cuando entramos en Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con el soldado que lo custodiaba.
Tres días después Pablo convocó a los principales de los Judíos, y cuando se reunieron, les dijo: ``Hermanos, sin haber hecho yo nada contra nuestro pueblo ni contra las tradiciones de nuestros padres (de los antepasados), desde Jerusalén fui entregado preso en manos de los Romanos,
Al no estar de acuerdo entre sí, comenzaron a marcharse después de que Pablo dijo una {última} palabra: ``Bien habló el Espíritu Santo a sus padres por medio de Isaías el profeta,
{Pablo} se quedó por dos años enteros en la habitación que alquilaba, y recibía a todos los que iban a verlo,
Pablo, siervo de Cristo Jesús (el Mesías Redentor), llamado {a ser} apóstol, apartado para el evangelio (las buenas nuevas) de Dios,
Pablo, llamado {a ser} apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Sóstenes, nuestro hermano,
Me refiero a que cada uno de ustedes dice: ``Yo soy de Pablo," otro: ``yo de Apolos," otro: ``yo de Cefas," y otro: ``yo de Cristo."
¿Está dividido Cristo? ¿Acaso fue Pablo crucificado por ustedes? ¿O fueron bautizados en el nombre de Pablo?
Porque cuando uno dice: ``Yo soy de Pablo," y otro: ``Yo soy de Apolos," ¿no son {como} hombres {del mundo}?
¿Qué es, pues, Apolos? ¿Y qué es Pablo? Servidores mediante los cuales ustedes han creído, según el Señor dio {oportunidad} a cada uno.
ya sea Pablo, o Apolos, o Cefas (Pedro), o el mundo, o la vida, o la muerte, o lo presente, o lo por venir, todo es suyo,
Este saludo es de mi puño y letra. Pablo.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo, A la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están en toda Acaya:
Yo mismo, Pablo, les ruego por la mansedumbre y la benignidad de Cristo, yo, que soy humilde cuando {estoy} delante de ustedes, pero osado para con ustedes cuando {estoy} ausente,
Pablo, apóstol, no de parte de hombres ni mediante hombre {alguno,} sino por medio de Jesucristo y de Dios el Padre que Lo resucitó de entre los muertos,
Miren, yo, Pablo, les digo que si se dejan circuncidar, Cristo de nada les aprovechará.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por (mediante) la voluntad de Dios: A los santos que están en Efeso y {que son} fieles en Cristo Jesús:
Por esta causa yo, Pablo, prisionero de Cristo Jesús por amor de ustedes los Gentiles
Pablo y Timoteo, siervos de Cristo Jesús: A todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, incluyendo a los obispos (supervisores) y diáconos:
Pablo, apóstol de Jesucristo por (mediante) la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
Esto El hará si en verdad permanecen en la fe bien cimentados y constantes, sin moverse de la esperanza del evangelio que han oído, que fue proclamado a toda la creación debajo del cielo, y del cual yo, Pablo, fui hecho ministro (servidor).
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano. Acuérdense de mis cadenas (de mis prisiones). La gracia (El favor del Señor) sea con ustedes.
Pablo, Silvano y Timoteo, a la iglesia de los Tesalonicenses en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia a ustedes y paz.
Ya que queríamos ir a ustedes, al menos yo, Pablo, más de una vez; pero Satanás nos lo ha impedido.
Pablo, Silvano y Timoteo: A la iglesia de los Tesalonicenses en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
Yo, Pablo, escribo este saludo con mi propia mano, y ésta es una señal distintiva en todas {mis} cartas; así escribo yo.
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios nuestro Salvador, y de Cristo Jesús nuestra esperanza,
Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, según la promesa de vida que hay en Cristo Jesús,
Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al pleno conocimiento de la verdad que es según la piedad,
Pablo, prisionero de Cristo Jesús, y el hermano Timoteo: A Filemón nuestro amado {hermano} y colaborador,
no obstante, por causa del amor {que te tengo, te hago un} ruego, siendo como soy, Pablo, anciano, y ahora también prisionero de Cristo Jesús:
Yo, Pablo, escribo {esto} con mi propia mano. Yo {lo} pagaré (por no decirte que aun tú mismo te me debes a mí).
Consideren la paciencia de nuestro Señor {como} salvación, tal como les escribió también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le fue dada.