'Para' en la Biblia
E iban sus hijos y hacían banquetes en sus casas, cada uno en su día; y enviaban a llamar a sus tres hermanas, para que comiesen y bebiesen con ellos.
y acometieron los sabeos y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para traerte la noticia.
Aún estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Fuego de Dios cayó del cielo, que quemó las ovejas y los criados, y los consumió; solamente escapé yo para traerte la noticia.
Todavía estaba éste hablando, y vino otro que dijo: Los caldeos hicieron tres escuadrones, y dieron sobre los camellos, y los tomaron, y mataron a los criados a filo de espada; solamente escapé yo para traerte la noticia.
y he aquí un gran viento que vino del lado del desierto, y azotó las cuatro esquinas de la casa, y cayó sobre los jóvenes, y murieron; solamente escapé yo para traerte la noticia.
Y otro día aconteció que vinieron los hijos de Dios para presentarse delante de Jehová, y Satanás vino también entre ellos para presentarse delante de Jehová.
Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, y que aún retiene su integridad, a pesar de que tú me incitaste contra él para que lo arruinara sin causa?
Y tomó Job un tiesto para rascarse con él, y se sentó en medio de ceniza.
Y tres amigos de Job, Elifaz temanita, Bildad suhita, y Zofar naamatita, luego que oyeron todo este mal que le había sobrevenido, vinieron cada uno de su lugar; porque habían concertado de venir juntos para condolerse de él y para consolarle.
Maldíganla los que maldicen el día, los que se aprestan para levantar su llanto.
¿Por qué me recibieron las rodillas? ¿Y para qué los pechos para que mamase?
con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí lugares desolados;
¿Para qué se da luz al trabajado, y vida al amargado de alma,
¿Para qué se da luz al hombre que no sabe por dónde va, y al cual Dios ha acorralado?
De la mañana a la tarde son destruidos, y se pierden para siempre, sin haber quien lo considere.
Pero como las chispas se levantan para volar por el aire, así el hombre nace para la aflicción.
que frustra los pensamientos de los astutos, para que sus manos no hagan nada;
He aquí lo que hemos inquirido, lo cual es así: Óyelo, y conócelo tú para tu bien.
¿Cuál es mi fuerza para esperar aún? ¿Y cuál mi fin para prolongar mi vida?
También os arrojáis sobre el huérfano, y caváis un hoyo para vuestro amigo.
¿Acaso no hay un tiempo determinado para el hombre sobre la tierra? ¿No son sus días como los días del jornalero?
¿Soy yo el mar, o ballena, para que me pongas guarda?
Desvanezco; no he de vivir para siempre; déjame, pues mis días son vanidad.
¿Qué es el hombre, para que lo engrandezcas, y para que pongas sobre él tu corazón,
¿Hasta cuándo no te apartarás de mí, y no me soltarás ni siquiera para que trague mi saliva?
Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo?
Si soy impío, ¿Para qué, pues, trabajaré en vano?
Porque Él no es hombre igual que yo, para que yo le responda, y vengamos juntamente a juicio.
para que inquieras mi iniquidad, y busques mi pecado?
¿No son pocos mis días? Cesa, pues, y déjame, para que me conforte un poco.
Antes que vaya para no volver, a la tierra de tinieblas y de sombra de muerte;
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo despedirás.
para que vuelvas tu espíritu contra Dios, y saques tales palabras de tu boca?
¿Qué es el hombre para que sea limpio, y el nacido de mujer, para que sea justo?
Él no creerá que ha de volver de las tinieblas, y descubierto está para la espada.
Tribulación y angustia le aterrarán, y se esforzarán contra él como un rey dispuesto para la batalla.
Tú me has llenado de arrugas; testigo es mi flacura, que se levanta contra mí para testificar en mi rostro.
Determina ahora, dame fianza para contigo: ¿Quién es aquél que querría ser mi fiador?
Su cuerda está escondida en la tierra, y hay una trampa para él en la senda.
También encendió contra mí su furor, y me contó para sí entre sus enemigos.
¡Que con cincel de hierro y con plomo fuesen en piedra esculpidas para siempre!
Temed vosotros delante de la espada; porque la ira trae el castigo de la espada, para que sepáis que hay un juicio.
como su estiércol perecerá para siempre; los que le hubieren visto, dirán: ¿Qué es de él?
Ésta es la porción de Dios para el hombre impío, y la herencia que Dios le ha señalado.
¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a Él?
Dios guardará la iniquidad para los hijos de ellos: Él le dará su pago, para que conozca.
que el malo es reservado para el día de la destrucción? Presentados serán en el día de la ira.
o tinieblas, para que no veas; y abundancia de agua te cubre.
Allí el justo razonaría con Él, y yo sería liberado para siempre de mi Juez.
He aquí, como asnos monteses en el desierto, salen a su obra madrugando para robar; el desierto es mantenimiento de sus hijos.
En las tinieblas minan las casas, que de día para sí señalaron; no conocen la luz.
Porque la mañana es para todos ellos como sombra de muerte; si son conocidos, terrores de sombra de muerte los toman.
¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios? ¿O cómo será limpio el que nace de mujer?
Yo os enseñaré por la mano de Dios; no esconderé lo que hay para con el Omnipotente.
Ésta es para con Dios la porción del impío, y la herencia que los violentos han de recibir del Omnipotente.
Si sus hijos fueren multiplicados, lo serán para la espada, y sus pequeños no se saciarán de pan;
Recogían malvas entre los arbustos, y raíces de enebro para calentarse.
Te has vuelto cruel para mí; con el poder de tu mano me persigues.
¿No hay quebrantamiento para el impío, y calamidad inesperada para los que obran iniquidad?
Muela para otro mi esposa, y sobre ella otros se encorven.
(Ni aun permití que mi lengua pecase, pidiendo maldición para su alma);
Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría: Lo derriba Dios, no el hombre.
Para quitar al hombre de su obra, y apartar del varón la soberbia.
Para apartar su alma del sepulcro, y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
Escojamos para nosotros el juicio, conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno;
No carga, pues, Él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.
Haciendo que no reine el hombre hipócrita para vejaciones del pueblo.
No quitará sus ojos del justo; antes bien con los reyes los pondrá en trono para siempre, y serán exaltados.
Despierta además el oído de ellos para la corrección, y les dice que se conviertan de la iniquidad.
Él sella la mano de todo hombre, para que los hombres todos reconozcan su obra.
Asimismo por sus designios se revuelven las nubes en derredor, para hacer sobre la faz del mundo, en la tierra, lo que Él les mande.
para que ocupe los fines de la tierra, y que sean sacudidos de ella los impíos?
lo cual tengo reservado para el tiempo de angustia, para el día de la guerra y de la batalla?
para saciar la tierra desierta e inculta, y para hacer brotar la tierna hierba?
¿Enviarás tú los relámpagos, para que ellos vayan? ¿Y te dirán ellos: Henos aquí?
¿Cazarás tú la presa para el león? ¿Y saciarás el hambre de los leoncillos,
cuando están echados en sus cuevas, o se están en sus guaridas para acechar?
¿Atarás tú al unicornio con coyunda para el surco? ¿Labrará los valles en pos de ti?
¿Fiarás de él para que recoja tu semilla y la junte en tu era?
Se endurece para con sus crías, como si no fuesen suyas, no temiendo que su trabajo haya sido en vano;
¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás a mí, para justificarte tú?
Ciertamente los montes producen hierba para él; y toda bestia del campo retoza allá.
¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Te hablará él lisonjas?
¿Hará pacto contigo? ¿Le tomarás por siervo para siempre?
¿Jugarás tú con él como con pájaro, o lo atarás para tus niñas?
¿Quién me ha dado a mí primero, para que yo se lo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
¿Quién es el que oscurece el consejo sin conocimiento? Por tanto yo hablaba lo que no entendía; cosas muy maravillosas para mí, que yo no sabía.
Ahora pues, tomaos siete becerros y siete carneros, e id a mi siervo Job, y ofreced holocausto por vosotros, y mi siervo Job orará por vosotros; porque de cierto a él atenderé para no trataros con afrenta, por cuanto no habéis hablado de mí con rectitud, como mi siervo Job.