'Sea' en la Biblia

No sea que arrebate mi alma, cual león Que despedaza, sin que haya quien libre.

Viva Jehová, y sea bendita mi roca; Y ensalzado sea el Dios de mi salud:

Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado, No se alegren de mí mis enemigos.

Guarda mi alma, y líbrame: No sea yo avergonzado, porque en ti confié.

Salmo de David. A TI clamaré, oh Jehová, Fortaleza mía: no te desentiendas de mí; Porque no sea yo, dejándome tú, Semejante á los que descienden al sepulcro.

Al Músico principal: Salmo de David. EN ti, oh Jehová, he esperado; no sea yo confundido para siempre: Líbrame en tu justicia.

No sea yo confundido, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean corridos los impíos, estén mudos en el profundo.

Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros, Como esperamos en ti.

Sea su camino oscuridad y resbaladeros; Y el ángel de Jehová los persiga.

Canten y alégrense los que están á favor de mi justa causa, Y digan siempre: Sea ensalzado Jehová, Que ama la paz de su siervo.

Lisonjéase, por tanto, en sus propios ojos, Hasta que su iniquidad sea hallada aborrecible.

Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; Y digan siempre los que aman tu salud: Jehová sea ensalzado.

Jehová lo guardé, y le dé vida: sea bienaventurado en la tierra, Y no lo entregues á la voluntad de sus enemigos.

Bendito sea Jehová, el Dios de Israel, Por siglos de siglos. Amén y Amén.

Por tanto no temeremos aunque la tierra sea removida; Aunque se traspasen los montes al corazón de la mar.

Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios; No sea que arrebate, sin que nadie libre.

Que no oye la voz de los que encantan, Por más hábil que el encantador sea.

Para que sea conocido en la tierra tu camino, En todas las gentes tu salud.

Sácame del lodo, y no sea yo sumergido: Sea yo libertado de los que me aborrecen, y del profundo de las aguas.

Sea su mesa delante de ellos por lazo, Y lo que es para bien por tropiezo.

Sea su palacio asolado: En sus tiendas no haya morador.

Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; Y digan siempre los que aman tu salud: Engrandecido sea Dios.

EN ti, oh Jehová, he esperado; No sea yo confuso para siempre.

Séme por peña de estancia, adonde recurra yo continuamente: Mandado has que yo sea salvo; Porque tú eres mi roca, y mi fortaleza.

Sea llena mi boca de tu alabanza, De tu gloria todo el día.

Y bendito su nombre glorioso para siempre: Y toda la tierra sea llena de su gloria. Amén y Amén.

Porque dirán las gentes: ¿Dónde está su Dios? Sea notoria en las gentes, delante de nuestros ojos, La venganza de la sangre de tus siervos, que fué derramada.

Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, Sobre el hijo del hombre que para ti corroboraste.

Acuérdate de cuán corto sea mi tiempo: ¿Por qué habrás criado en vano á todos los hijos del hombre?

Y sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros: Y ordena en nosotros la obra de nuestras manos, La obra de nuestras manos confirma.

Sea la gloria de Jehová para siempre; Alégrese Jehová en sus obras;

Cuando fuere juzgado, salga impío; Y su oración sea para pecado.

Su posteridad sea talada; En segunda generación sea raído su nombre.

Venga en memoria cerca de Jehová la maldad de sus padres, Y el pecado de su madre no sea borrado.

Este sea el pago de parte de Jehová de los que me calumnian, Y de los que hablan mal contra mi alma.

Sea el nombre de Jehová bendito, Desde ahora y para siempre.

Desde el nacimiento del sol hasta donde se pone, Sea alabado el nombre de Jehová.

Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme á lo que has dicho á tu siervo.

Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; Porque no sea yo avergonzado.

Sea tu mano en mi socorro; Porque tus mandamientos he escogido.

Mas á los que se apartan tras sus perversidades, Jehová los llevará con los que obran iniquidad: Y paz sea sobre Israel.

Ni dijeron los que pasaban: Bendición de Jehová sea sobre vosotros; Os bendecimos en el nombre de Jehová.

Si me olvidare de ti, oh Jerusalem, Mi diestra sea olvidada.

Sea enderezada mi oración delante de ti como un perfume, El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.

Salmo de David. BENDITO sea Jehová, mi roca, Que enseña mis manos á la batalla, Y mis dedos á la guerra:

Aleluya. CANTAD á Jehová canción nueva: Su alabanza sea en la congregación de los santos.