'Si' en la Biblia
Rogando, si al fin algún tiempo haya de tener, por la voluntad de Dios, próspero viaje para ir á vosotros.
Por lo cual también Dios los entregó á inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de suerte que contaminaron sus cuerpos entre sí mismos:
Y del mismo modo también los hombres, dejando el uso natural de las mujeres, se encendieron en sus concupiscencias los unos con los otros, cometiendo cosas nefandas hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la recompensa que convino á su extravío.
Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos:
Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión.
De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión?
¿Pues qué si algunos de ellos han sido incrédulos? ¿la incredulidad de ellos habrá hecho vana la verdad de Dios?
Y si nuestra iniquidad encarece la justicia de Dios, ¿qué diremos? ¿Será injusto Dios que da castigo?(ablo como hombre.)
Empero si la verdad de Dios por mi mentira creció á gloria suya, ¿por qué aun así yo soy juzgado como pecador?
Que si Abraham fué justificado por la obras, tiene de qué gloriarse; mas no para con Dios.
Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliado con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.
Mas no como el delito, tal fué el don: porque si por el delito de aquel uno murieron los muchos, mucho más abundó la gracia de Dios á los muchos, y el don por la gracia de un hombre, Jesucristo.
Porque, si por un delito reinó la muerte por uno, mucho más reinarán en vida por un Jesucristo los que reciben la abundancia de gracia, y del don de la justicia.
Porque si fuimos plantados juntamente en él á la semejanza de su muerte, así también lo seremos á la de su resurrección:
Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
Así que, viviendo el marido, se llamará adúltera si fuere de otro varón; mas si su marido muriere, es libre de la ley; de tal manera que no será adúltera si fuere de otro marido.
¿Qué pues diremos? ¿La ley es pecado? En ninguna manera. Empero yo no conocí el pecado sino por la ley: porque tampoco conociera la concupiscencia, si la ley no dijera: No codiciarás.
Y si lo que no quiero, esto hago, apruebo que la ley es buena.
Y si hago lo que no quiero, ya no obro yo, sino el mal que mora en mí.
Mas vosotros no estáis en la carne, sino en el espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, el tal no es de él.
Empero si Cristo está en vosotros, el cuerpo á la verdad está muerto á causa del pecado; mas el espíritu vive á causa de la justicia.
Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos á Jesús mora en vosotros, el que levantó á Cristo Jesús de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Porque si viviereis conforme á la carne, moriréis; mas si por el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis.
Y si hijos, también herederos; herederos de Dios, y coherederos de Cristo; si empero padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
Empero si lo que no vemos esperamos, por paciencia esperamos.
¿Pues qué diremos á esto? Si Dios por nosotros, ¿quién contra nosotros?
¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar la ira y hacer notoria su potencia, soportó con mucha mansedumbre los vasos de ira preparados para muerte,
También Isaías clama tocante á Israel: Si fuere el número de los hijos de Israel como la arena de la mar, las reliquias serán salvas:
Y como antes dijo Isaías: Si el Señor de los ejércitos no nos hubiera dejado simiente, Como Sodoma habríamos venido á ser, y á Gomorra fuéramos semejantes.
Que si confesares con tu boca al Señor Jesús, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio de la paz, de los que anuncian el evangelio de los bienes!
Y si por gracia, luego no por las obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por las obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra.
Y si la falta de ellos es la riqueza del mundo, y el menoscabo de ellos la riqueza de los Gentiles, ¿cuánto más el henchimiento de ellos?
Por si en alguna manera provocase á celos á mi carne, e hiciese salvos á algunos de ellos.
Porque si el extrañamiento de ellos es la reconciliación del mundo, ¿qué será el recibimiento de ellos, sino vida de los muertos?
Y si el primer fruto es santo, también lo es el todo, y si la raíz es santa, también lo son las ramas.
Que si algunas de las ramas fueron quebradas, y tú, siendo acebuche, has sido ingerido en lugar de ellas, y has sido hecho participante de la raíz y de la grosura de la oliva;
No te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú á la raíz, sino la raíz á ti.
Que si Dios no perdonó á las ramas naturales, á ti tampoco no perdone.
Mira, pues, la bondad y la severidad de Dios: la severidad ciertamente en los que cayeron; mas la bondad para contigo, si permanecieres en la bondad; pues de otra manera tú también serás cortado.
Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán ingeridos; que poderoso es Dios para volverlos á ingerir.
Porque si tú eres cortado del natural acebuche, y contra natura fuiste ingerido en la buena oliva, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán ingeridos en su oliva?
Digo pues por la gracia que me es dada, á cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con templanza, conforme á la medida de la fe que Dios repartió á cada uno.
De manera que, teniendo diferentes dones según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme á la medida de la fe;
si ministerio, en servir; ó el que enseña, en doctrina;
Si se puede hacer, cuanto está en vosotros, tened paz con todos los hombres.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber: que haciendo esto, ascuas de fuego amontonas sobre su cabeza.
Asi que, el que se opone á la potestad, á la ordenación de Dios resiste: y los que resisten, ellos mismos ganan condenación para sí.
Porque es ministro de Dios para tu bien. Mas si hicieres lo malo, teme: porque no en vano lleva el cuchillo; porque es ministro de Dios, vengador para castigo al que hace lo malo.
Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.
Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.
Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos.
De manera que, cada uno de nosotros dará á Dios razón de sí.
Empero si por causa de la comida tu hermano es contristado, ya no andas conforme á la caridad. No arruines con tu comida á aquél por el cual Cristo murió.
¿Tienes tú fe? Tenla para contigo delante de Dios. Bienaventurado el que no se condena á sí mismo con lo que aprueba.
Mas el que hace diferencia, si comiere, es condenado, porque no comió por fe: y todo lo que no es de fe, es pecado.
Porque Cristo no se agradó á sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperan, cayeron sobre mí.
Cuando partiere para España, iré á vosotros; porque espero que pasando os veré, y que seré llevado de vosotros allá, si empero antes hubiere gozado de vosotros.
Porque les pareció bueno, y son deudores á ellos: porque si los Gentiles han sido hechos participantes de sus bienes espirituales, deben también ellos servirles en los carnales.
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (59)
- LBDA (64)
- NBLH (63)
- RV (63)
- SEV (59)
- RV1909 (60)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (83)
- Éxodo (72)
- Levítico (129)
- Números (66)
- Deuteronomio (47)
- Josué (18)
- Jueces (41)
- Rut (4)
- 1 Samuel (54)
- 2 Samuel (34)
- 1 Reyes (35)
- 2 Reyes (26)
- 1 Crónicas (11)
- 2 Crónicas (28)
- Esdras (6)
- Nehemías (12)
- Ester (16)
- Job (95)
- Salmos (60)
- Proverbios (33)
- Eclesiastés (13)
- Cantares (7)
- Isaías (38)
- Jeremías (60)
- Lamentaciones (6)
- Ezequiel (38)
- Daniel (8)
- Oseas (8)
- Joel (2)
- Amós (10)
- Abdías (3)
- Jonás (2)
- Miqueas (2)
- Nahúm (1)
- Habacuc (3)
- Hageo (2)
- Zacarías (12)
- Malaquías (3)
- Mateo (89)
- Marcos (63)
- Lucas (83)
- Juan (103)
- Hechos (53)
- Romanos (60)
- 1 Corintios (85)
- 2 Corintios (41)
- Gálatas (24)
- Efesios (11)
- Filipenses (11)
- Colosenses (7)
- 1 Tesalonicenses (2)
- 2 Tesalonicenses (2)
- 1 Timoteo (16)
- 2 Timoteo (7)
- Tito (1)
- Filemón (3)
- Hebreos (33)
- Santiago (18)
- 1 Pedro (15)
- 2 Pedro (7)
- 1 Juan (26)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (2)
- Judas (1)
- Apocalipsis (12)