'Ti' en la Biblia
- 1.Gé 3:15-Éx 20:24
- 2.Éx 23:20-Deuteronomio 18:14
- 3.Deuteronomio 18:15-1 Samuel 17:45
- 4.1 Samuel 17:46-2 Reyes 2:10
- 5.2 Reyes 3:14-Salmos 5:4
- 6.Salmos 5:10-Salmos 85:6
- 7.Salmos 86:2-Isaías 45:14
- 8.Isaías 47:9-Jeremías 48:27
- 9.Jeremías 48:32-Ezequiel 28:15
- 10.Ezequiel 28:17-Zacarías 2:11
- 11.Zacarías 3:4-Hechos 13:11
- 12.Hechos 21:21-Apocalipsis 18:23
Guarda mi alma, porque soy misericordioso; salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR; porque a ti clamo cada día.
Alegra el alma de tu siervo; porque a ti, oh Señor, levanto mi alma.
Todos los gentiles que hiciste vendrán y se humillarán delante de ti, Señor; y glorificarán tu Nombre.
Cosas ilustres son dichas de ti, ciudad de Dios. (Selah.)
Y cantores y músicos con flautas en ella dirán: Todas mis fuentes están en ti.
Oh SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti.
Mis ojos enfermaron a causa de mi aflicción; te he llamado, oh SEÑOR, cada día he extendido a ti mis manos.
Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.
Pusiste nuestras iniquidades delante de ti, nuestros yerros a la lumbre de tu rostro.
Caerán a tu lado millares, y diez millares a tu diestra; pero a ti no llegará.
no se ordenará para ti mal, ni plaga tocará tu morada.
Porque a sus ángeles mandará acerca de ti, que te guarden en todos tus caminos.
Misericordia y juicio cantaré; a ti, SEÑOR, diré salmos.
SEÑOR, oye mi oración, y venga mi clamor a ti.
Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.
Todos ellos esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo.
diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán por cordel de vuestra heredad.
Te alabaré, oh SEÑOR, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones.
en los atrios de la Casa del SEÑOR, en medio de ti, oh Jerusalén. Alelu-JAH.
Mi Dios eres tú, y a ti alabaré; Dios mío, a ti ensalzaré.
En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti.
Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo.
Clamé a ti; sálvame, y guardaré tus testimonios.
He guardado tus mandamientos, y tus testimonios; porque todos mis caminos están delante de ti.
TAU Acérquese mi clamor delante de ti, oh SEÑOR; dame entendimiento conforme a tu palabra.
Venga mi oración delante de ti; líbrame conforme a tu dicho.
¿Qué te dará a ti, o qué te añadirá la lengua engañosa?
A causa de mis hermanos y mis compañeros hablaré ahora paz de ti.
A causa de la Casa del SEÑOR nuestro Dios, buscaré bien para ti.
A ti alcé mis ojos, a ti que habitas en los cielos.
Por lo cual hay perdón cerca de ti, para que seas temido.
Envió señales y prodigios en medio de ti, oh Egipto, sobre el Faraón, y sobre todos sus siervos.
Si me olvidare de ti, oh Jerusalén, mi diestra sea olvidada.
Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.
Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.
No fue encubierto mi cuerpo de ti, aunque yo fui hecho en secreto, y entretejido en lo profundo de la tierra.
SEÑOR, a ti he llamado; apresúrate a mí; escucha mi voz, cuando te llamare.
Sea enderezada mi oración delante de ti como incienso, el don de mis manos como el sacrificio de la tarde.
Por tanto a ti, oh DIOS el Señor, miran mis ojos; en ti he confiado, no desampares mi alma.
Clamé a ti, oh SEÑOR, Dije: Tú eres mi esperanza, y mi porción en la tierra de los vivientes.
Y no entres en juicio con tu siervo; porque no se justificará delante de ti ningún viviente.
Extendí mis manos a ti; mi alma a ti como la tierra sedienta. (Selah.)
Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado; hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he alzado mi alma.
Líbrame de mis enemigos, oh SEÑOR; a ti me acojo.
Oh Dios, a ti cantaré canción nueva; con salterio, con decacordio cantaré a ti.
Ayin Los ojos de todas las cosas esperan a ti, y tú les das su comida en su tiempo.
Porque fortificó los cerrojos de tus puertas; bendijo a tus hijos dentro de ti.
Hijo mío, si tomares mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti,
No pienses mal contra tu prójimo, estando él confiado de ti.
Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la desviación de los labios.
Tus ojos miren lo recto, y tus párpados enderecen tu camino delante de ti.
Sean para ti solo, y no para los extraños contigo.
Si fueres sabio, para ti lo serás; mas si fueres burlador, pagarás tú solo.
Para que tu confianza sea en el SEÑOR, te las he hecho saber hoy a ti también.
para hacerte saber la certidumbre de las razones verdaderas, para que puedas responder razones de verdad a los que a ti enviaren?
Si no tuvieres para pagar, ¿por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
Cuando te sentares a comer con algún señor, considera bien lo que estuviere delante de ti;
porque el redentor de ellos es el Fuerte, el cual juzgará la causa de ellos contra ti.
Detén tu pie de la casa de tu prójimo, no sea que hastiado de ti te aborrezca.
Tampoco apliques tu corazón a todas las cosas que se hablaren, para que no oigas a tu siervo que dice mal de ti;
Si el espíritu del señor se exaltare contra ti, no dejes tu lugar; porque la mansedumbre hará reposar grandes pecados.
¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es niño, y tus príncipes banquetean de mañana!
Atráeme en pos de ti, correremos. El rey me ha metido en sus cámaras; nos gozaremos y alegraremos en ti; acordarémonos de tus amores más que del vino. Los rectos te aman.
Toda tú eres hermosa, oh compañera mía y en ti no hay mancha.
Tu cabeza sobre ti, es como la grana; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores.
Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.
y volveré mi mano sobre ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré todo tu estaño;
Por haber acordado maligno consejo contra ti el sirio, con Efraín y con el hijo de Remalías, diciendo:
Pide para ti señal del SEÑOR tu Dios, demandándola en lo profundo, o arriba en lo alto.
El SEÑOR hará venir sobre ti, y sobre tu pueblo, y sobre la casa de tu padre, días cuales nunca vinieron desde el día que Efraín se apartó de Judá, es a saber, al rey de Asiria.
Aumentando la gente, no aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos.
Por tanto, el Señor DIOS de los ejércitos, dice así: Pueblo mío, morador de Sion, no temas de Assur. Con vara te herirá, y contra ti alzará su palo, por la vía de Egipto;
Y dirás en aquel día: Cantaré a ti, oh SEÑOR; pues aunque te enojaste contra mí, tu furor se apartó, y me has consolado.
Regocíjate y canta, oh Moradora de Sion; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Aun las hayas se regocijaron a causa de ti, y los cedros del Líbano, diciendo: Desde que tú pereciste, no ha subido cortador contra nosotros.
El Seol abajo se espantó de ti; te despertó muertos que en tu venida salieran a recibirte, hizo levantar de sus tronos a todos los príncipes de la tierra, a todos los reyes de los gentiles.
Se han de inclinar hacia ti los que te vieren y te considerarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos.
Todos tus Príncipes juntos huyeron del arco, fueron atados. Todos los que en ti se hallaron, fueron atados juntamente; los otros huyeron lejos.
¿Qué tienes tú aquí, o a quién tienes tú aquí, que labraste aquí sepulcro para ti, como el que en lugar alto labra su sepultura, o el que esculpe para sí morada en una peña?
Terror, sima y lazo sobre ti, oh morador de la tierra.
Tú le guardarás en completa paz, cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado.
SEÑOR Dios nuestro, señores se han enseñoreado de nosotros sin ti; mas en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.
Como la mujer encinta cuando se acerca el parto, gime, y da gritos con sus dolores, así hemos sido delante de ti, oh SEÑOR.
Anda pues, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras ti tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, entre tanto que pasa la ira.
Porque asentaré campo contra ti en derredor, y te combatiré con ingenios; y levantaré contra ti baluartes.
Ciertamente el pueblo morará en Sion, en Jerusalén; nunca más llorarás; el que tiene misericordia tendrá misericordia de ti; al oír la voz de tu clamor te responderá.
¡Ay de ti, que saqueas, y nunca fuiste saqueado; el que haces deslealtad, y que nadie la hizo contra ti! Cuando acabares de saquear, serás tú también saqueado; y cuando acabares de hacer deslealtad, se hará también contra ti.
Oh SEÑOR, ten misericordia de nosotros, a ti esperamos; tú que fuiste fortaleza de su pueblo al principio, sé también nuestra salud en tiempo de la tribulación.
Y dijo Rabsaces: ¿Me envió mi señor a ti y a tu señor, a que dijera estas palabras, o a los hombres, que están sobre el muro para comer su estiércol, y beber su orina con vosotros?
esto es lo que el SEÑOR habló de él: ¿Te ha menospreciado? Ha hecho escarnio de ti oh virgen hija de Sion? ¿Meneó su cabeza a tus espaldas oh hija de Jerusalén?
Y dijo: Oh SEÑOR, te ruego te acuerdes ahora que he andado delante de ti en verdad y con íntegro corazón; y que he hecho lo que ha sido agradable delante de tus ojos. Y lloró Ezequías con gran lloro.
He aquí, amargura amarga para mí en la paz; mas a ti te alegró librar mi vida del hoyo de corrupción, porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.
Entonces Isaías profeta vino al rey Ezequías, y le dijo: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido a ti? Y Ezequías respondió: De tierra muy lejos han venido a mí, de Babilonia.
De tus hijos, que hubieren salido de ti, y que engendraste, tomarán, y serán eunucos en el palacio del rey de Babilonia.
He aquí que todos los que se enojan contra ti, se avergonzarán y serán confusos; serán como nada; perecerán, los que contienden contigo.
Cuando pasares por las aguas, yo estaré contigo; y en los ríos, no te anegarán. Cuando pasares por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Porque yo soy el SEÑOR, Dios tuyo, el Santo de Israel, guardador tuyo. A Egipto he dado por tu rescate, a Etiopía y a Seba por ti.
Yo iré delante de ti, y los rodeos enderezaré; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos;
Así dice el SEÑOR: El trabajo de Egipto, las mercaderías de Etiopía, y los sabeos hombres agigantados, se pasarán a ti, y serán tuyos; irán en pos de ti, pasarán con grillos; a ti harán reverencia, y a ti suplicarán: diciendo: Cierto, en ti está Dios, y no hay otro fuera de Dios.
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- 1.Gé 3:15-Éx 20:24
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- 11.Zacarías 3:4-Hechos 13:11
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