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'Cómo' en la Biblia

y que hicieran saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo: Salid al monte, y traed ramos de oliva, ramos de pino, ramos de arrayán, ramos de palmas, y ramos de todo árbol espeso, para hacer cabañas como está escrito.

y diste señales y maravillas en Faraón, y en todos sus siervos, y en todo el pueblo de su tierra; porque sabías que habían hecho soberbiamente contra ellos; e hiciste nombre grande, como lo es en este día.

Y multiplicaste sus hijos como las estrellas del cielo, y los metiste en la tierra, de la cual habías prometido a sus padres que habían de entrar en ella para heredarla.

Y entraron los hijos y poseyeron la tierra. Y tú sometiste delante de ellos a los habitantes de la tierra, a los cananeos, y los entregaste en su mano, con sus reyes y los pueblos de la tierra, para hacer con ellos como quisieran.

Y su abundante fruto es para los reyes que tú pusiste sobre nosotros a causa de nuestros pecados, los cuales dominan nuestros cuerpos y nuestros ganados como les place, y en gran angustia estamos.

Echamos también las suertes, los sacerdotes, los levitas, y el pueblo, acerca de la ofrenda de la leña, para traerla a la Casa de nuestro Dios, según las casas de nuestros padres, en los tiempos determinados cada año, para quemar sobre el altar de nuestro Dios, como está escrito en la ley.

Asimismo los primogénitos de nuestros hijos y de nuestras bestias, como está escrito en la ley; y que traeríamos los primogénitos de nuestras vacas y de nuestras ovejas a la Casa de nuestro Dios, a los sacerdotes que ministran en la Casa de nuestro Dios.

Y fueron reunidos los hijos de los cantores, así de la campiña alrededor de Jerusalén como de las aldeas de Netofati;

así como {algunos} de los hijos de los sacerdotes con trompetas; {y} Zacarías, hijo de Jonatán, hijo de Semaías, hijo de Matanías, hijo de Micaías, hijo de Zacur, hijo de Asaf,

Y habían guardado la observancia de su Dios, y la observancia de la expiación, como también los cantores y los porteros, conforme al estatuto de David y de Salomón su hijo.

Y todo Israel, en días de Zorobabel y en días de Nehemías, daba las porciones correspondientes a los cantores y a los porteros como se demandaba para cada día, y consagraban {parte} para los levitas, y los levitas consagraban {parte} para los hijos de Aarón.

¿No pecó por esto Salomón, rey de Israel? Bien que en muchas naciones no hubo rey como él, que era amado de su Dios y Dios lo había puesto por rey sobre todo Israel, aun a él hicieron ofender las mujeres extranjeras.

Y cuando el decreto que haga el rey sea oído por todo su reino, inmenso como es, entonces todas las mujeres darán honra a sus maridos, desde el mayor hasta el menor.

Y había criado a Hadasa, que es Ester, hija de su tío, porque no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa forma y de buen parecer; y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo la había tomado por hija suya.

Sucedió pues, que como se divulgó el mandamiento del rey y su acuerdo, y siendo reunidas muchas mozas en Susán residencia regia, á cargo de Hegai, fué tomada también Esther para casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres.

Y cada día Mardochêo se paseaba delante del patio de la casa de las mujeres, por saber cómo iba á Esther, y qué se hacía de ella.

Y como llegaba el tiempo de cada una de las mozas para venir al rey Assuero, al cabo de haber estado ya doce meses conforme á la ley acerca de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses

Cuando a Ester, hija de Abihail, tío de Mardoqueo, que la había tomado como hija, le tocó venir al rey, ella no pidió cosa alguna sino lo que le aconsejó Hegai, eunuco del rey, encargado de las mujeres. Y Ester hallaba favor ante los ojos de cuantos la veían.

Y Ester, según le tenía mandado Mardoqueo, no había declarado su nacimiento ni su pueblo; porque Ester hacía lo que decía Mardoqueo, como cuando estaba en crianza con él.

Porque si permaneces callada en este tiempo, alivio y liberación vendrán de otro lugar para los judíos, pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para una ocasión como ésta tú habrás llegado a ser reina?

Y fué que, como vió á la reina Esther que estaba en el patio, ella obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió á Esther el cetro de oro que tenía en la mano. Entonces se llegó Esther, y tocó la punta del cetro.

Entonces el rey dijo: Traed pronto a Amán para que hagamos como Ester desea. Y el rey vino con Amán al banquete que Ester había preparado.

Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero como vió á Mardochêo á la puerta del rey, que no se levantaba ni se movía de su lugar, llenóse contra Mardochêo de ira.

Entonces Amán les contó la gloria de sus riquezas, la multitud de sus hijos, y todas {las ocasiones} en que el rey le había engrandecido, y cómo le había exaltado sobre los príncipes y siervos del rey.

Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma el vestido y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho.

porque hemos sido vendidos, yo y mi pueblo, para el exterminio, para la matanza y para la destrucción. Y si {sólo} hubiéramos sido vendidos como esclavos o esclavas, hubiera permanecido callada, porque el mal no se podría comparar con el disgusto del rey.

Volvió después el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Esther. Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina, estando conmigo en casa? Como esta palabra salió de la boca del re

Porque ¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará a mi pueblo? ¿Cómo podré yo ver la destrucción de mi nación?

Escribid pues vosotros a los judíos como bien os pareciere en el nombre del rey, y selladlo con el anillo del rey; porque la escritura que se escribe en el nombre del rey, y se sella con el anillo del rey, no es para revocarla.

Una copia del edicto que había de promulgarse como ley en cada provincia fue publicado a todos los pueblos, para que los judíos estuvieran listos para ese día a fin de vengarse de sus enemigos.

Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los judíos que {se hallaban} en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas,

Como días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes que se les tornó de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno á su vecino, y dádivas á los pobres.

Mas como Esther vino á la presencia del rey, él intimó por carta: El perverso designio que aquél trazó contra los Judíos, recaiga sobre su cabeza; y cuélguenlo á él y á sus hijos en la horca.

para confirmar estos días del Purim en sus tiempos señalados, según les había constituido Mardoqueo judío y la reina Ester, y cómo habían ellos tomado sobre sí y sobre su simiente las palabras de los ayunos y de su clamor.

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios, y apartado de mal?

Y el SEÑOR dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado de mal, y que aún retiene su perfección, habiéndome tú incitado contra él, para que lo arruinara sin causa?

Que tinieblas y sombra de muerte sea su redentor; reposara sobre él nublado, que lo hiciera horrible como día caluroso.

Porque antes que mi pan, viene mi suspiro; y mis bramidos corren como aguas.

`` ¿Cuánto más a los que habitan en casas de barro, cuyos cimientos están en el polvo, que son aplastados como la polilla!

De día tropiezan con tinieblas, y en mitad del día andan a tientas como de noche.

Y entenderás que tu simiente es mucha, y tus renuevos como la hierba de la tierra.

Mis hermanos me han mentido como arroyo; se pasaron como las riberas impetuosas,

Ahora ciertamente vosotros sois como ellas; que habéis visto el tormento, y teméis.

¿Pensáis censurar palabras, Y los discursos de un desesperado, que son como el viento?

Como el siervo anhela la sombra, y como el jornalero espera el reposo de su trabajo,

Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo?

¿Hasta cuándo hablarás tales cosas, y las palabras de tu boca serán como un viento fuerte?

{El es} el que remueve los montes, y {éstos} no saben {cómo} cuando los vuelca en su furor;

¿Cómo puedo yo responderle, {y} escoger mis palabras delante de El?

Pasaron con los navíos de Ebeh; o como el águila que se arroja a la presa.

¿No me fundiste como leche, y como un queso me cuajaste?

Renuevas contra mí tus pruebas, y aumentas conmigo tu furor como tropas de relevo.

Fuera, como si nunca hubiera sido, llevado desde el vientre a la sepultura.

tierra de oscuridad, y tenebrosa sombra de muerte, donde no hay orden, y que resplandece como la misma oscuridad.

Es más alto que los cielos; ¿qué harás? Es más profundo que el Seol; ¿cómo lo conocerás?

y en mitad de la siesta se levantará bonanza; resplandecerás, y serás como la misma mañana;

También tengo corazón como vosotros; no soy yo menos que vosotros; ¿y quién habrá que no pueda decir otro tanto?

Aquel cuyos pies van á resbalar, Es como una lámpara despreciada de aquel que está á sus anchuras.

¿No distingue el oído las palabras como el paladar prueba la comida?

¿Sería bueno que él os escudriñare? ¿Os burlaréis de él como quien se burla de algún hombre?

Vuestras memorias serán comparadas a la ceniza, y vuestros cuerpos como cuerpos de lodo.

Si tú lo dejares, él dejará de ser; entre tanto deseará, como el jornalero, su día.

al olor del agua reverdecerá, y hará copa como nueva planta.

{Como} las aguas se evaporan del mar, como un río se agota y se seca,

Tribulación y angustia le asombrarán, y se esforzarán contra él como un rey apercibido para la batalla.

El perderá su agraz como la vid, y derramará su flor como la oliva.

Muchas veces he oído cosas como éstas; consoladores molestos sois todos vosotros.

También yo hablaría como vosotros. Deseo que vuestra alma estuviera en lugar de la mía, que yo os tendría compañía en las palabras, y sobre vosotros movería mi cabeza.

Me quebrantó de quebranto sobre quebranto; corrió contra mí como un gigante.

¡Deseo que pudiera disputar el hombre con Dios, como puede con su prójimo!

El me ha puesto por refrán de los pueblos, y delante de ellos he sido como tamboril.

En su tienda morará como si no fuera suya; piedra de azufre será esparcida sobre su morada.

Sobre su día se espantarán los por venir, como ocupó el pavor a los que fueron antes.

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