'Dios' en la Biblia
- 1.Gé 1:1-Gé 20:17
- 2.Gé 21:2-Gé 48:11
- 3.Gé 48:15-Éx 24:16
- 4.Éx 29:45-Números 25:13
- 5.Números 27:16-Deuteronomio 9:4
- 6.Deuteronomio 9:5-Deuteronomio 19:8
- 7.Deuteronomio 19:9-Josué 1:9
- 8.Josué 1:11-Jueces 11:21
- 9.Jueces 11:23-1 Samuel 19:23
- 10.1 Samuel 20:12-1 Reyes 8:26
- 11.1 Reyes 8:27-2 Reyes 7:2
- 12.2 Reyes 7:17-1 Crónicas 17:22
- 13.1 Crónicas 17:24-2 Crónicas 15:18
- 14.2 Crónicas 16:7-2 Crónicas 36:12
- 15.2 Crónicas 36:13-Nehemías 4:20
- 16.Nehemías 5:9-Job 15:8
- 17.Job 15:11-Salmos 9:17
- 18.Salmos 10:4-Salmos 50:2
- 19.Salmos 50:3-Salmos 68:20
- 20.Salmos 68:21-Salmos 86:14
- 21.Salmos 86:15-Eclesiastés 3:15
- 22.Eclesiastés 3:17-Isaías 41:10
- 23.Isaías 41:13-Jeremías 15:16
- 24.Jeremías 16:9-Ezequiel 6:11
- 25.Ezequiel 7:2-Ezequiel 23:49
- 26.Ezequiel 24:3-Ezequiel 38:14
- 27.Ezequiel 38:17-Oseas 2:22
- 28.Oseas 2:23-Nahúm 1:14
- 29.Habacuc 1:11-Marcos 7:8
- 30.Marcos 7:9-Lucas 11:49
- 31.Lucas 11:51-Juan 9:29
- 32.Juan 9:31-Hechos 10:36
- 33.Hechos 10:38-Romanos 1:4
- 34.Romanos 1:7-Romanos 11:2
- 35.Romanos 11:4-1 Corintios 8:4
- 36.1 Corintios 8:6-2 Corintios 12:3
- 37.2 Corintios 12:19-Colosenses 1:10
- 38.Colosenses 1:15-2 Timoteo 3:17
- 39.2 Timoteo 4:1-Santiago 1:27
- 40.Santiago 2:5-1 Juan 5:18
- 41.1 Juan 5:19-Apocalipsis 22:9
- 42.Apocalipsis 22:18-Apocalipsis 22:19
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe, y herederos del Reino que prometió a los que le aman?
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan.
¿Y que la Escritura fue cumplida, que dice: Abraham creyó a Dios, y le fue imputado a justicia, y fue llamado amigo de Dios?
Con ella bendecimos al Dios, y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, los cuales son hechos a la semejanza de Dios.
Adúlteros, y adúlteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
¿O piensan que la Escritura dice en vano: ``Dios celosamente anhela el Espíritu que ha hecho morar en nosotros?"
Mas él da mayor gracia. Por esto él dice: Dios resiste a los soberbios, y da la gracia a los humildes.
Estad pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.
Allegaos a Dios, y él se allegará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; y vosotros los de doble ánimo, purificad los corazones.
elegidos (según la presciencia de Dios Padre) en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesús el Cristo: Gracia y paz os sea multiplicada.
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor, Jesús el Cristo, que según su grande misericordia nos ha engendrado de nuevo en esperanza viva, por la resurrección de Jesús el Cristo, de los muertos:
para vosotros que sois guardados en la virtud de Dios por fe, para alcanzar la salud que está aparejada para ser manifestada en el postrer tiempo.
que por él creéis a Dios, el cual le resucitó de los muertos, y le ha dado gloria, para que vuestra fe y esperanza sea en Dios.
siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra del Dios, viviente y que permanece para siempre.
al cual allegándoos (que es la Piedra viva, reprobada ciertamente de los hombres, pero elegida de Dios, preciosa),
vosotros también, como piedras vivas, son edificados una casa espiritual, y un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios por Jesús el Cristo.
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo {adquirido} para posesión {de Dios}, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia, mas ahora habéis ya alcanzado misericordia.
y tened vuestra conversación honesta entre los gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, siendo testigos de sus buenas obras, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, estimándoos.
Sed pues sujetos á toda ordenación humana por respeto á Dios: ya sea al rey, como á superior,
Porque ésta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres vanos;
como estando en libertad, y no como teniendo la libertad por cobertura de malicia, sino como siervos de Dios.
Honrad a todos. Amad la fraternidad. Temed a Dios. Honrad al rey.
Porque esto es debido a la gracia, si alguno a causa de la conciencia que tiene delante de Dios, sufre molestias padeciendo injustamente.
Porque ¿qué gloria es, si pecando vosotros sois abofeteados, y lo sufrís? Mas si haciendo bien sois afligidos, y lo sufrís, esto ciertamente es debido a la gracia de Dios.
sino el adorno interior del corazón sea sin corrupción, y de espíritu agradable, y pacífico, lo cual es de grande estima delante de Dios.
Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos;
sino santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre aparejados para responder a cada uno que os demande razón de la esperanza que está en vosotros; y esto con mansedumbre y reverencia,
Porque mejor es que seáis afligidos haciendo el bien (si la voluntad de Dios así lo quiere), que haciendo el mal.
Porque también el Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu;
los cuales en el tiempo pasado fueron desobedientes, cuando una vez se esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, cuando se aparejaba el arca; en la cual pocas, es a saber, ocho personas fueron salvas por agua.
A la figura de la cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, mas dando testimonio de una buena conciencia delante de Dios,) por la resurrección de Jesús el Cristo,
el cual está a la diestra de Dios, siendo subido al cielo; a quien están sujetos los ángeles, las Potestades, y Virtudes.
para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
Porque por esto también ha sido predicado el Evangelio a los muertos; para que sean juzgados en carne según los hombres, y vivan en espíritu según Dios.
Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos dispensadores de las diferentes gracias de Dios.
Si alguno habla, hable como los oráculos de Dios; si alguno ministra, ministre conforme a la virtud que Dios suministra; para que en todas las cosas sea Dios glorificado por Jesús el Cristo, al cual es gloria e imperio para siempre jamás. Amén.
Si sois vituperados por el Nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque la gloria y el Espíritu de Dios reposan sobre vosotros. Cierto, según ellos, él es blasfemado, mas según vosotros es glorificado.
Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence; antes glorifique a Dios en esta parte.
Porque es tiempo de que el juicio comience desde la casa de Dios; y si primero comienza por nosotros, ¿qué será el fin de aquellos que no obedecen al Evangelio de Dios?
Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Creador, haciendo bien.
Apacentad la manada de Dios que está entre vosotros, teniendo cuidado de ella, no por fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia vergonzosa; sino con ánimo pronto;
y no como teniendo señorío sobre la heredad de Dios, sino siendo ejemplos de la grey.
Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos de tal manera que seáis todos sujetos unos a otros. Vestíos de humildad de ánimo, porque Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.
Humillaos pues bajo la poderosa mano de Dios, para que él os ensalce cuando fuere tiempo,
Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesús el Cristo, después que hubiereis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca.
Por Silvano, el hermano fiel, (según yo pienso), os he escrito brevemente, amonestándoos, y testificando que esta es la verdadera gracia de Dios, en la cual estáis.
Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo:
Gracia y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro Señor Jesús.
y en la ciencia, templanza; y en la templanza, paciencia; y en la paciencia, temor de Dios;
y en el temor de Dios, amor fraternal; y en el amor fraternal, caridad.
Así que, hermanos, sed tanto más diligentes para hacer firme vuestro llamado y elección {de parte de Dios;} porque mientras hagáis estas cosas nunca tropezaréis;
Porque él había recibido de Dios el Padre honra y gloria, cuando una tal voz fue a él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío, en el cual yo me he agradado.
porque la profecía no fue en los tiempos pasados traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo.
Porque si Dios no perdonó a los ángeles que habían pecado, sino que habiéndolos despeñado en el abismo más profundo \'
y si condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra, tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo a los que habían de vivir sin temor y reverencia de Dios,
Cierto, ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron creados en el tiempo antiguo y la tierra salida del agua y en el agua, por la palabra de Dios;
esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos siendo encendidos, serán deshechos, y los elementos siendo abrasados, se fundirán?
Y esta es la Promesa que oímos de él, y os la anunciamos: Que Dios es luz, y en él no hay tinieblas.
Mas el que guarda su Palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él; por esto sabemos que estamos en él.
Os he escrito a vosotros, padres, que habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, que sois fuertes, y que la palabra de Dios mora en vosotros, y que habéis vencido al maligno.
Y el mundo pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.
Mirad cuál caridad nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce a él.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no es manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que si él apareciere, seremos semejantes a él, porque le veremos como él es.
El que hace pecado, es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios.
En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo; cualquiera que no hace justicia, y que no ama a su Hermano, no es de Dios.
En esto hemos conocido la caridad de Dios, en que él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los Hermanos.
Mas el que tuviere bienes de este mundo, y viere a su hermano tener necesidad, y le cerrare sus entrañas, ¿cómo permanece la caridad de Dios en él?
Y si nuestro corazón nos reprende, mayor es Dios que nuestro corazón, y conoce todas las cosas.
Carísimos, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios;
El que guarda sus mandamientos permanece en El y Dios en él. Y en esto sabemos que El permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios. Porque muchos falsos profetas son salidos en el mundo.
En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo, es venido en carne es de Dios;
y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo, es venido en carne, no es de Dios; y éste es el espíritu del anticristo del cual vosotros habéis oído que ha de venir, y que ahora ya está en el mundo.
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque el que en vosotros está, es mayor que el que está en el mundo.
Nosotros somos de Dios, el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. Por esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu de error.
Carísimos, amémonos unos a otros; porque la caridad es de Dios. Cualquiera que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios.
El que no ama, no conoce a Dios; porque Dios es caridad.
En esto se mostró la caridad de Dios en nosotros, en que Dios envió su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
En esto consiste la caridad, no porque nosotros hayamos amado a Dios, sino porque él nos amó a nosotros, y ha enviado a su Hijo para ser la reconciliación por nuestros pecados.
Amados, si Dios así nos ha amado, debemos también nosotros amarnos unos a otros.
Ninguno vio jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su caridad es completada en nosotros;
Cualquiera que confesare que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios.
Y nosotros hemos conocido y creído la caridad que Dios tiene en nosotros. Dios es caridad; y el que permanece en caridad, permanece en Dios, y Dios en él.
Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su Hermano, es mentiroso. Porque el que no ama a su Hermano al cual ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: Que el que ama a Dios, ame también a su Hermano.
Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y cualquiera que ama al que engendró, ama también al que es nacido de él.
En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos.
Porque esta es la caridad de Dios, que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos.
Porque todo aquel que es nacido de Dios, vence al mundo; y esta es la victoria que vence al mundo, es a saber nuestra fe.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?
Si recibimos el testimonio de los hombres, el testimonio de Dios es mayor; porque éste es el testimonio de Dios, que ha testificado de su Hijo.
El que cree en el Hijo de Dios, tiene el testimonio de Dios en sí mismo; el que no cree a Dios, ha hecho mentiroso a Dios, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha testificado de su Hijo.
Y este es el testimonio, que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene vida.
Estas cosas he escrito a vosotros que creéis en el Nombre del Hijo de Dios; para que sepáis que tenéis vida eterna, y para que creáis en el Nombre del Hijo de Dios.
Y esta es la confianza que tenemos en Dios, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
Si alguno viere pecar a su hermano pecado que no es de muerte, pedirá a Dios, y él le dará vida; digo a los que pecan no de muerte: Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que ruegues.
Bien sabemos que cualquiera que es nacido de Dios, no peca; pues el que es engendrado de Dios, se guarda a sí mismo, y el maligno no le toca.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 1:1-Gé 20:17
- 2.Gé 21:2-Gé 48:11
- 3.Gé 48:15-Éx 24:16
- 4.Éx 29:45-Números 25:13
- 5.Números 27:16-Deuteronomio 9:4
- 6.Deuteronomio 9:5-Deuteronomio 19:8
- 7.Deuteronomio 19:9-Josué 1:9
- 8.Josué 1:11-Jueces 11:21
- 9.Jueces 11:23-1 Samuel 19:23
- 10.1 Samuel 20:12-1 Reyes 8:26
- 11.1 Reyes 8:27-2 Reyes 7:2
- 12.2 Reyes 7:17-1 Crónicas 17:22
- 13.1 Crónicas 17:24-2 Crónicas 15:18
- 14.2 Crónicas 16:7-2 Crónicas 36:12
- 15.2 Crónicas 36:13-Nehemías 4:20
- 16.Nehemías 5:9-Job 15:8
- 17.Job 15:11-Salmos 9:17
- 18.Salmos 10:4-Salmos 50:2
- 19.Salmos 50:3-Salmos 68:20
- 20.Salmos 68:21-Salmos 86:14
- 21.Salmos 86:15-Eclesiastés 3:15
- 22.Eclesiastés 3:17-Isaías 41:10
- 23.Isaías 41:13-Jeremías 15:16
- 24.Jeremías 16:9-Ezequiel 6:11
- 25.Ezequiel 7:2-Ezequiel 23:49
- 26.Ezequiel 24:3-Ezequiel 38:14
- 27.Ezequiel 38:17-Oseas 2:22
- 28.Oseas 2:23-Nahúm 1:14
- 29.Habacuc 1:11-Marcos 7:8
- 30.Marcos 7:9-Lucas 11:49
- 31.Lucas 11:51-Juan 9:29
- 32.Juan 9:31-Hechos 10:36
- 33.Hechos 10:38-Romanos 1:4
- 34.Romanos 1:7-Romanos 11:2
- 35.Romanos 11:4-1 Corintios 8:4
- 36.1 Corintios 8:6-2 Corintios 12:3
- 37.2 Corintios 12:19-Colosenses 1:10
- 38.Colosenses 1:15-2 Timoteo 3:17
- 39.2 Timoteo 4:1-Santiago 1:27
- 40.Santiago 2:5-1 Juan 5:18
- 41.1 Juan 5:19-Apocalipsis 22:9
- 42.Apocalipsis 22:18-Apocalipsis 22:19
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (210)
- Éxodo (111)
- Levítico (48)
- Números (32)
- Deuteronomio (298)
- Josué (68)
- Jueces (57)
- Rut (2)
- 1 Samuel (93)
- 2 Samuel (59)
- 1 Reyes (89)
- 2 Reyes (79)
- 1 Crónicas (99)
- 2 Crónicas (162)
- Esdras (82)
- Nehemías (69)
- Job (128)
- Salmos (395)
- Proverbios (11)
- Eclesiastés (36)
- Isaías (138)
- Jeremías (122)
- Lamentaciones (1)
- Ezequiel (245)
- Daniel (60)
- Oseas (32)
- Joel (10)
- Amós (35)
- Abdías (1)
- Jonás (15)
- Miqueas (11)
- Nahúm (2)
- Habacuc (5)
- Sofonías (5)
- Hageo (2)
- Zacarías (13)
- Malaquías (10)
- Mateo (51)
- Marcos (47)
- Lucas (123)
- Juan (69)
- Hechos (173)
- Romanos (148)
- 1 Corintios (93)
- 2 Corintios (67)
- Gálatas (29)
- Efesios (36)
- Filipenses (23)
- Colosenses (25)
- 1 Tesalonicenses (32)
- 2 Tesalonicenses (14)
- 1 Timoteo (21)
- 2 Timoteo (17)
- Tito (12)
- Filemón (2)
- Hebreos (77)
- Santiago (15)
- 1 Pedro (38)
- 2 Pedro (11)
- 1 Juan (44)
- 2 Juan (2)
- 3 Juan (2)
- Judas (4)
- Apocalipsis (92)
Artículos Relacionados
- Abandono
- Abraham
- Actitud hacia la gente de Dios
- Agradar a Dios
- Alabanza
- Amor, naturaleza de
- Compromiso con Dios
- Conocer a Dios, la naturaleza de
- Conocer la voluntad de Dios
- Conociendo a Dios, Efectos de
- Contesto promesas
- Corazón y Espíritu Santo
- Corazón, caído y redimido
- Cristo, nombres para
- Dios acompañandoos
- Dios como prioridad
- Dios conoce todo
- Dios convirtiendo lo malo en bueno
- Dios de los padres.
- Dios matando
- Dios sacando Israel de Egipto
- Dios, Soberanía de
- Dios, el Creador
- Dios, el poder de
- Dios, el señor
- Dios, gloria de
- Dios, los títulos y los nombres de
- Dios, rectitud de
- Dios, revelación de
- Dios, roca
- Dios, unidad de
- Dios, vida y autosuficiente
- El Señor es Dios
- El amor de Dios
- El amor ágape
- El evangelismo, la naturaleza de
- El monoteísmo
- El pecado, y el carácter de Dios
- Expiación
- Glorificar a Dios
- Irreverencia.
- La Perfección Humana
- La fidelidad a Dios,
- La gloria de Dios Revelado
- La mano de Dios
- La participación, en Cristo
- La santificación, la naturaleza y la base
- La singularidad
- La voz de Dios
- La ética, y la gracia
- Mano de Dios
- Música
- Ningún otro es dios
- Nombres y Títulos Para Cristo
- Nombres y Títulos Para el cristiano
- Palabra de Dios
- Presenciando, importancia de
- Reclamaciones
- Refugio
- Reino de Dios, viniendo de
- Restaurado en Cristo Jesús
- Yo soy el Señor
- Adorar a Dios
- Amar a todos
- Confiar en Dios en tiempos difíciles
- Conocer a Dios
- Conocer el reino de Dios
- Cuidar el planeta
- Dar las gracias
- El agradecimiento y la gratitud
- El amor de Dios
- El amor de Dios por nosotros
- El amor fraternal
- El hijo de Dios
- El hombre de Dios
- El hombre devoto
- El padre
- El plan de Dios
- El plan de Dios para nosotros
- El primer templo
- Estar agradecido de las bendiciones
- La adoración conjunta
- La alabanza específica a Dios
- La benevolencia
- La creación de Dios
- La fe en Dios
- La fe y la confianza
- La fortaleza y el amor
- La gracia
- La gracia de Dios
- La gratitud hacia los demás
- La hombría
- La misericordia y la gracia
- La obediencia
- La ocultación de las cosas de Dios
- La palabra de Dios
- La revelación de la salvación de Dios
- La revelación de las cosas de Dios
- La santificación
- La verdad de Dios
- La vida eterna
- La voluntad de Dios
- Las exclamaciones de los salmos
- Lo imposible
- Los esclavos de Dios
- Obedecer a Dios
- Ser agradecido
- Ser amado
- Ser bello
- Servir a Dios
- Trabajar por Dios
- Trabajar por el Señor
- Un corazón agradecido
- Vivir por Dios