'Se' en la Biblia

Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio Él su voz, se derritió la tierra.

Los príncipes de los pueblos se han reunido, aun el pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; Él es muy enaltecido.

Porque he aquí los reyes de la tierra se reunieron; pasaron todos.

Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se dieron prisa a huir.

Se alegrará el monte de Sión; se gozarán las hijas de Judá por tus juicios.

Los que confían en sus posesiones, y se jactan en la muchedumbre de sus riquezas,

(Porque la redención de su alma es de gran precio, y no se hará jamás).

Este su camino es locura; con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. (Selah)

Como rebaños serán puestos en la sepultura; la muerte se cebará en ellos; y los rectos señorearán sobre ellos por la mañana; y su buen parecer se consumirá en el sepulcro de su morada.

No temas cuando se enriquece alguno, cuando aumenta la gloria de su casa;

«Salmo de Asaf» El Dios de dioses, Jehová, ha hablado, y convocado la tierra desde el nacimiento del sol hasta donde se pone.

Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.

Entonces enseñaré a los prevaricadores tus caminos; y los pecadores se convertirán a ti.

Y verán los justos, y temerán; y se reirán de él, diciendo:

He aquí el hombre que no puso a Dios por su fortaleza, sino que confió en la multitud de sus riquezas; y se mantuvo en su maldad.

«Al Músico principal: sobre Mahalat: Masquil de David» Dijo el necio en su corazón: No hay Dios. Se corrompieron e hicieron abominable maldad; no hay quien haga el bien.

Cada uno se había vuelto atrás; todos se habían corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.

Allí se sobresaltaron de pavor donde no había miedo: Porque Dios ha esparcido los huesos del que acampó contra ti: Los avergonzaste, porque Dios los desechó.

¡Oh, quién diese que la salvación de Israel viniese de Sión! Cuando Dios hiciere volver de la cautividad a su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.

Porque extraños se han levantado contra mí, y hombres violentos buscan mi vida; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah)

Agravios hay en medio de ella, y el fraude y engaño no se apartan de sus plazas.

Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él:

Se reúnen, se esconden, miran atentamente mis pasos, acechan mi vida.

Sobre los cielos sé exaltado, oh Dios; sobre toda la tierra tu gloria.

Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. (Selah)

Sé exaltado sobre los cielos, oh Dios; sobre toda la tierra sea tu gloria.

Se apartaron los impíos desde la matriz; se descarriaron desde el momento en que nacieron, hablando mentira.

Escúrranse como aguas que se van de suyo; al entesar sus saetas, luego sean hechas pedazos.

Pasen ellos como el caracol que se deslíe; como el abortivo de mujer, no vean el sol.

Se alegrará el justo cuando viere la venganza; sus pies lavará en la sangre del impío.

«Al Músico principal: sobre No destruyas: Mictam de David, cuando envió Saúl, y guardaron la casa para matarlo» Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.

Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.

Sin delito mío, corren y se aperciben; despierta para ayudarme, y mira.

Y tú, Jehová Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad. (Selah)

No los mates, para que mi pueblo no se olvide; Dispérsalos con tu poder, y abátelos, oh Jehová, escudo nuestro,

Anden ellos errantes para hallar qué comer; y si no se saciaren, murmuren.

Para que se libren tus amados, salva con tu diestra, y óyeme.

No confiéis en la violencia, ni en la rapiña; no os envanezcáis; si se aumentaren las riquezas, no pongáis el corazón en ellas.

Pero el rey se alegrará en Dios; será alabado cualquiera que por Él jura; porque la boca de los que hablan mentira, será cerrada.

Y harán caer sobre sí sus mismas lenguas; se espantarán todos los que los vieren.

Se alegrará el justo en Jehová, y confiará en Él; y se gloriarán todos los rectos de corazón.

«Al Músico principal: Salmo: Cántico de David» A ti es plácida la alabanza en Sión, oh Dios; y a ti se pagarán los votos.

Por tanto, los moradores de los fines de la tierra temen de tus maravillas. Tú haces que se alegren las salidas de la mañana y de la tarde.

Haces que se empapen sus surcos, haces descender sus canales; la ablandas con lluvias, bendices sus renuevos.

Destilan sobre los pastizales del desierto; y los collados se ciñen de alegría.

Los prados se visten de rebaños, y los valles se cubren de grano; dan voces de júbilo, y aun cantan.

Decid a Dios: ¡Cuán asombrosas son tus obras! Por la grandeza de tu poder se someterán a ti tus enemigos.

Porque tú nos probaste, oh Dios: nos refinaste como se refina la plata.

Como es lanzado el humo, los lanzarás; como se derrite la cera delante del fuego, así perecerán los impíos delante de Dios.

Mas los justos se alegrarán: se gozarán delante de Dios, y saltarán de alegría.

Abundante lluvia esparciste, oh Dios, a tu heredad; y cuando se cansó, tú la recreaste.

Huyeron, huyeron reyes de ejércitos; y las que se quedaban en casa repartían el despojo.

Cuando el Omnipotente esparció los reyes en ella, se emblanqueció como la nieve en Salmón.

Reprime la reunión de gentes armadas, la multitud de toros con los becerros de los pueblos, hasta que todos se sometan con sus piezas de plata; esparce a los pueblos que se complacen en la guerra.

Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.

Hablaban contra mí los que se sentaban a la puerta, y vine a ser la canción de los bebedores de vino. 862

La afrenta ha quebrantado mi corazón, y estoy acongojado; y esperé quien se compadeciese de mí, y no lo hubo; y consoladores, y ninguno hallé.

Que la mesa delante de ellos se convierta en lazo, y lo que era para su bien les sea tropiezo.

Los humildes lo verán, y se gozarán. Buscad a Dios, y vivirá vuestro corazón.

Alábenlo los cielos y la tierra, los mares, y todo lo que se mueve en ellos.

Sé tú mi roca de refugio, adonde recurra yo continuamente; has dado mandamiento para salvarme; porque tú eres mi Roca, y mi fortaleza.

No me deseches en el tiempo de la vejez; cuando mi fuerza se acabare, no me desampares.

Mi boca publicará tu justicia y tu salvación todo el día, aunque no sé su número.

Mis labios se alegrarán cuando a ti cante, y mi alma, la cual redimiste.

Los que habitan el desierto se postrarán delante de él; y sus enemigos lamerán la tierra.

y todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán.

Y vivirá, y se le dará del oro de Seba; y se orará por él continuamente; todo el día se le bendecirá.

En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos.

Sus ojos se les saltan de gordura; logran con creces los antojos del corazón.

Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán: Tú cortarás a todo aquel que fornicando, se aparta de ti.

Cualquiera se hacía famoso según que había levantado el hacha sobre los gruesos maderos.

No olvides las voces de tus enemigos; el alboroto de los que se levantan contra ti sube continuamente.

¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa?

Anduvo en derredor el sonido de tus truenos; los relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra.

para que lo sepa la generación venidera, y los hijos que nacerán; y los que se levantarán, lo cuenten a sus hijos;

a fin de que pongan en Dios su confianza, y no se olviden de las obras de Dios, sino que guarden sus mandamientos;

antes se olvidaron de sus obras, y de sus maravillas que les había mostrado.

Por tanto, oyó Jehová, y se indignó: y se encendió el fuego contra Jacob, y el furor subió también contra Israel;

Y comieron, y se saciaron mucho; les cumplió, pues, su deseo.

Si los hería de muerte, entonces buscaban a Dios; entonces se volvían solícitos en busca suya.

Y se acordaban que Dios era su refugio; y el Dios Altísimo su Redentor.

Y se acordó de que eran carne; soplo que va y no vuelve.

No se acordaron de su mano, del día que los redimió de angustia;

sino que se volvieron, y se rebelaron como sus padres; se volvieron como arco engañoso,

Lo oyó Dios, y se enojó, y en gran manera aborreció a Israel.

Entregó también su pueblo a la espada, y se airó contra su heredad.

Nos pusiste por contienda a nuestros vecinos; y nuestros enemigos se burlan entre sí.

Los aborrecedores de Jehová se le hubieran sometido; y el tiempo de ellos fuera para siempre.

También el asirio se ha juntado con ellos; han dado la mano a los hijos de Lot. (Selah)

¿No volverás a darnos vida, para que tu pueblo se regocije en ti?

Escucharé lo que hable Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura.

La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron.

Oh Dios, soberbios se levantaron contra mí, y conspiración de hombres violentos ha buscado mi alma, y no te pusieron delante de sí.

Cosas gloriosas se dicen de ti, oh ciudad de Dios. (Selah)

Y de Sión se dirá: Éste y aquél nacieron en ella; y el Altísimo mismo la establecerá.

¿Mostrarás maravillas a los muertos? ¿Se levantarán los muertos para alabarte? (Selah)

Porque ¿quién en los cielos se comparará a Jehová? ¿Quién será semejante a Jehová entre los hijos de los poderosos?

Tú tienes dominio sobre la braveza del mar; cuando se levantan sus ondas, tú las sosiegas.

En tu nombre se alegrarán todo el día; y en tu justicia serán exaltados.

En la mañana florece y crece; a la tarde es cortada, y se seca.