'Su' en la Biblia

El SEÑOR ha hecho notoria su salud; en ojos de los gentiles ha descubierto su justicia.

Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la Casa de Israel; todos los fines de la tierra han visto la salud de nuestro Dios.

Brame el mar y su plenitud; el mundo y los que habitan en él;

Moisés y Aarón están entre sus sacerdotes, y Samuel entre los que invocaron su Nombre; invocaban al SEÑOR, y él les respondía.

Ensalzad al SEÑOR nuestro Dios, y adorad al monte de su santidad; porque el SEÑOR nuestro Dios es santo.

Reconoced que el SEÑOR es el Dios: él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos. Pueblo suyo somos, y ovejas de su prado.

Entrad por sus puertas con confesión; por sus atrios con alabanza; alabadle, bendecid su Nombre.

Porque el SEÑOR es bueno; para siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones.

Al detractor de su prójimo a escondidas, a éste cortaré; al altivo de ojos, y de corazón vanidoso, a éste no puedo sufrir.

por cuanto el SEÑOR habrá edificado a Sion, y será visto en su gloria;

Porque miró de lo alto de su santuario; el SEÑOR miró de los cielos a la tierra,

para que cuenten en Sion el Nombre del SEÑOR, y su alabanza en Jerusalén,

Los hijos de tus siervos habitarán, y su simiente será afirmada delante de ti.

Bendice, alma mía al SEÑOR; y todas mis entrañas al Nombre de su santidad.

Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

que pasó el viento por ella, y pereció; y su lugar no la conoce más.

Mas la misericordia del SEÑOR desde el siglo y hasta el siglo sobre los que le temen, y su justicia sobre los hijos de los hijos;

sobre los que guardan su pacto, y los que se acuerdan de sus mandamientos para ponerlos por obra.

El SEÑOR afirmó en los cielos su trono; y su reino domina sobre todos.

Bendecid al SEÑOR sus ángeles valientes de fuerza, que efectúan su palabra escuchando la voz de su palabra.

Bendecid al SEÑOR todos sus ejércitos, sus ministros, que hacen su voluntad.

Bendecid al SEÑOR todas sus obras en todos los lugares de su señorío. Bendice, alma mía al SEÑOR.

que establece sus aposentos entre las aguas; el que pone las nubes por su carroza, el que anda sobre las alas del viento;

Abrevan a todas las bestias del campo; quebrantan su sed los asnos salvajes.

Para que allí aniden las aves; en las hayas tiene su casa la cigüeña.

Hizo la luna para los tiempos; el sol conoció su occidente.

Los leoncillos braman a la presa, y para buscar de Dios su comida.

Sale el hombre a su hacienda, y a su labranza hasta la tarde.

Todos ellos esperan a ti, para que les des su comida a su tiempo.

Escondes tu rostro, se turban; les quitas el espíritu, dejan de ser, y se tornan en su polvo.

Alabad al SEÑOR, invocad su Nombre; haced notorias sus obras en los pueblos.

Gloriaos en su Nombre santo; alégrese el corazón de los que buscan al SEÑOR.

Buscad al SEÑOR, y su fortaleza; buscad su rostro siempre.

Acordaos de sus maravillas que hizo, de sus prodigios y de los juicios de su boca,

oh vosotros, simiente de Abraham su siervo, hijos de Jacob, sus escogidos.

Se acordó para siempre de su alianza; de la palabra que mandó para mil generaciones,

la cual concertó con Abraham; y de su juramento a Isaac.

Afligieron sus pies con grillos; en hierro fue puesta su alma.

Hasta la hora que llegó su palabra, el dicho del SEÑOR le purificó.

Lo puso por señor de su casa, y por enseñoreador en toda su posesión;

Y multiplicó su pueblo en gran manera, y lo hizo más fuerte que sus enemigos.

Volvió el corazón de ellos para que aborrecieran a su pueblo, para que pensaran mal contra sus siervos.

Envió a su siervo Moisés, y a Aarón al cual escogió.

Echó tinieblas, e hizo oscuridad; y no fueron rebeldes a su palabra.

Engendró ranas su tierra, ranas en las camas de sus mismos reyes.

Dijo, y vinieron enjambres de moscas, y piojos en todo su término.

Volvió sus lluvias en granizo; en fuego de llamas en su tierra.

E hirió sus viñas y sus higueras, y quebró los árboles de su término.

y comieron toda la hierba de su tierra, y comieron el fruto de su tierra.

Hirió además a todos los primogénitos en su tierra, el principio de toda su fuerza.

Egipto se alegró en su salida; porque había caído sobre ellos su terror.

Porque se acordó de su santa palabra con Abraham su siervo.

Y sacó a su pueblo con gozo; con júbilo a sus escogidos.

Alelu-JAH. Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Los salvó por su Nombre, para hacer notoria su fortaleza.

Entonces creyeron a sus palabras, y cantaron su alabanza.

Se apresuraron, se olvidaron de sus obras; no esperaron en su consejo.

Y se encendió el fuego en su compañía; la llama quemó los impíos.

Así trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba.

Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto;

Y trató de destruirlos, a no haberse puesto Moisés su escogido al portillo delante de él, a fin de apartar su ira, para que no los destruyera.

Y aborrecieron la tierra deseable; no creyeron a su palabra;

Por lo que alzó su mano a ellos, para postrarlos en el desierto,

y humillar su simiente entre los gentiles, y esparcirlos por las tierras.

porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

Se encendió por tanto el furor del SEÑOR sobre su pueblo, y abominó su heredad:

Y sus enemigos los oprimieron, y fueron quebrantados debajo de su mano.

Muchas veces los libró; mas ellos se rebelaron a su consejo, y fueron humillados por su iniquidad.

El con todo, miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor;

y se acordaba de su pacto con ellos, y se arrepentía conforme a la muchedumbre de sus misericordias.

Alabad al SEÑOR, porque es bueno; porque para siempre es su misericordia.

Hambrientos y sedientos, su alma desfallecía en ellos.

Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

Alaben al SEÑOR por su misericordia; y sus maravillas para con los hijos de Adán.

Luego que clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.

Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

Los locos, a causa del camino de su rebelión; y a causa de sus iniquidades fueron afligidos,

su alma abominó toda vianda; y llegaron hasta las puertas de la muerte.

Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.

Envió su palabra, y los curó, y los libró de sus sepulturas.

Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida;

claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones.

Se alegran luego porque se reposaron; y él los guía al término de su voluntad.

Alaben al SEÑOR por su misericordia, y sus maravillas para con los hijos de Adán.

Vean los rectos, y alégrense; y toda maldad cierre su boca.

Dios juró por su santuario, me alegraré; repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Pon sobre él al impío; y Satanás esté a su diestra.

Cuando fuere juzgado, salga impío; y su oración sea para pecado.

Sean sus días pocos; tome otro su oficio.

Sean sus hijos huérfanos, y su mujer viuda.

Enrede el acreedor todo lo que tiene, y extraños saqueen su trabajo.

Su posteridad sea talada; en segunda generación sea raído su nombre.

Venga en memoria cerca del SEÑOR la iniquidad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.

Estén siempre delante del SEÑOR, y él corte de la tierra su memoria.

Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

Yo he sido para ellos objeto de oprobio; me miraban, y meneaban su cabeza.

Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.

Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.

El Señor a tu diestra herirá a los reyes en el día de su furor: