'Sus' en la Biblia

Suyo es el mar, pues El lo hizo, Y Sus manos formaron la tierra firme.

Cuando sus padres Me tentaron, Me pusieron a prueba, aunque habían visto Mi obra.

Cuenten Su gloria entre las naciones, Sus maravillas entre todos los pueblos.

Den al SEÑOR la gloria debida a Su nombre; Traigan ofrenda y entren en Sus atrios.

Fuego va delante de El, Y quema a Sus adversarios en derredor.

Sus relámpagos iluminaron el mundo; La tierra vio y se estremeció.

Los que aman al SEÑOR, aborrezcan el mal; El guarda las almas de Sus santos; Los libra de la mano de los impíos.

Exalten al SEÑOR nuestro Dios, Y póstrense ante el estrado de Sus pies; El es santo.

Moisés y Aarón {estaban} entre Sus sacerdotes, Y Samuel entre los que invocaron Su nombre; Ellos clamaron al SEÑOR, y El les respondió.

Les habló en la columna de nube; Guardaron Sus testimonios, Y el estatuto que El les dio.

Oh SEÑOR, Dios nuestro, Tú les respondiste; Fuiste para ellos un Dios perdonador, {Pero} también vengador de sus {malas} obras.

Entren por Sus puertas con acción de gracias, {Y} a Sus atrios con alabanza. Denle gracias, bendigan Su nombre.

Ciertamente Tus siervos se deleitan en sus piedras, Y se apiadan de su polvo.

Bendice, alma mía, al SEÑOR, Y no olvides ninguno de Sus beneficios.

A Moisés dio a conocer Sus caminos, Y a los Israelitas Sus obras.

Como un padre se compadece de {sus} hijos, Así se compadece el SEÑOR de los que Le temen.

El hombre, como la hierba son sus días; Como la flor del campo, así florece;

Para los que guardan Su pacto Y se acuerdan de Sus preceptos para cumplirlos.

Bendigan al SEÑOR, ustedes Sus ángeles, Poderosos en fortaleza, que ejecutan Su mandato, Obedeciendo la voz de Su palabra.

Bendigan al SEÑOR, ustedes todos Sus ejércitos, Que Le sirven haciendo Su voluntad.

Bendigan al SEÑOR, ustedes todas Sus obras, En todos los lugares de Su dominio. Bendice, alma mía, al SEÑOR.

{El es} el que pone las vigas de Sus altos aposentos en las aguas; El que hace de las nubes Su carroza; El que anda sobre las alas del viento;

Que hace de los vientos Sus mensajeros, {Y} de las llamas de fuego Sus ministros.

El estableció la tierra sobre sus cimientos, Para que jamás sea sacudida.

Junto a ellos habitan las aves de los cielos, Elevan {sus} trinos entre las ramas.

El riega los montes desde Sus aposentos, Del fruto de Sus obras se sacia la tierra.

Donde hacen sus nidos las aves, {Y} la cigüeña, cuya morada está en los cipreses.

{Al} salir el sol se esconden, Y se echan en sus guaridas.

¡Sea para siempre la gloria del SEÑOR! ¡Alégrese el SEÑOR en sus obras!

Den gracias al SEÑOR, invoquen Su nombre; Den a conocer Sus obras entre los pueblos.

Cántenle, cántenle; Hablen de todas Sus maravillas.

Recuerden las maravillas que El ha hecho, Sus prodigios y los juicios de Su boca,

Oh simiente de Abraham, Su siervo, Hijos de Jacob, Sus escogidos.

El es el SEÑOR nuestro Dios; Sus juicios están en toda la tierra.

Con grillos afligieron sus pies, El mismo fue puesto en cadenas,

Lo puso por señor de su casa, Y administrador sobre todos sus bienes,

Para que encarcelara a sus príncipes a voluntad suya, Y a sus ancianos enseñara sabiduría.

E hizo que su pueblo se multiplicara mucho, Y los hizo más fuertes que sus adversarios.

Les cambió el corazón para que odiaran a Su pueblo, Para que obraran astutamente contra Sus siervos.

Mandó tinieblas e hizo que se oscureciera, Pero ellos no atendieron a Sus palabras.

Convirtió sus aguas en sangre, E hizo morir sus peces.

Se llenó su tierra de ranas {Hasta} en las alcobas de sus reyes.

Devastó también sus vides y sus higueras, Y destrozó los árboles de sus territorios.

Pero a Su pueblo lo sacó con plata y oro, Y entre Sus tribus no hubo quien tropezara.

Y sacó a Su pueblo con alegría, Y a Sus escogidos con gritos de júbilo.

A fin de que guardaran Sus estatutos, Y observaran Sus leyes. ¡Aleluya!

Las aguas cubrieron a sus adversarios, Ni uno de ellos escapó.

Entonces ellos creyeron en Sus palabras, {Y} cantaron Su alabanza.

{Pero} pronto se olvidaron de Sus obras; No esperaron Su consejo.

Sino que murmuraron en sus tiendas, {Y} no escucharon la voz del SEÑOR.

{Lo} provocaron a ira con sus actos, Y la plaga se desató entre ellos.

Puesto que fueron rebeldes contra Su Espíritu, Y él habló precipitadamente con sus labios.

Sino que se mezclaron con las naciones, Aprendieron sus costumbres,

Y sirvieron a sus ídolos Que se convirtieron en lazo para ellos.

Sacrificaron a sus hijos y a sus hijas a los demonios,

Y derramaron sangre inocente, La sangre de sus hijos y de sus hijas, A quienes sacrificaron a los ídolos de Canaán, Y la tierra fue contaminada con sangre.

Así se contaminaron en sus costumbres, Y fueron infieles en sus hechos.

Sus enemigos también los oprimieron, Y fueron subyugados bajo su poder.

Muchas veces los libró; Pero, ellos fueron rebeldes en sus propósitos, Y se hundieron en su iniquidad.

Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR, {Y} El los libró de sus aflicciones;

Den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Humilló sus corazones con trabajos, Tropezaron y no hubo quien {los} socorriera.

Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR {Y} El los salvó de sus aflicciones;

Los sacó de las tinieblas y de la sombra de muerte Y rompió sus cadenas.

Den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Por causa de sus caminos rebeldes, Y por causa de sus iniquidades, los insensatos fueron afligidos.

Entonces en su angustia clamaron al SEÑOR {Y} El los salvó de sus aflicciones.

{Que} ellos den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Ofrezcan también sacrificios de acción de gracias Y hablen de Sus obras con cantos de júbilo.

Han visto las obras del SEÑOR Y Sus maravillas en lo profundo.

Subieron a los cielos, descendieron a las profundidades, Sus almas se consumían por el mal.

En su angustia clamaron al SEÑOR Y El los sacó de sus aflicciones.

{Que} den gracias al SEÑOR por Su misericordia Y por Sus maravillas para con los hijos de los hombres.

Pero al pobre lo levanta de la miseria y lo pone seguro en alto, Y multiplica {sus} familias como un rebaño.

Sean pocos sus días, {Y} que otro tome su cargo.

Sean huérfanos sus hijos, Y viuda su mujer.

Vaguen errantes sus hijos, y mendiguen, Y busquen {el sustento} lejos de sus hogares en ruinas.

Que no haya quien le extienda misericordia, Ni haya quien se apiade de sus huérfanos.

Sea recordada ante el SEÑOR la iniquidad de sus padres, Y no sea borrado el pecado de su madre.

Se vistió de maldición como {si fuera} su manto, Y entró como agua en su cuerpo Y como aceite en sus huesos.

Ha hecho Sus maravillas para ser recordadas; Clemente y compasivo es el SEÑOR.

Ha hecho conocer a Su pueblo el poder de Sus obras, Al darle la heredad de las naciones.

Las obras de Sus manos son verdad y justicia, Fieles todos Sus preceptos.

El principio de la sabiduría es el temor del SEÑOR; Buen entendimiento tienen todos los que practican Sus mandamientos; Su alabanza permanece para siempre.

¡Aleluya! Cuán bienaventurado es el hombre que teme al SEÑOR, Que mucho se deleita en Sus mandamientos.

Bien le va al hombre que se apiada y presta; Arreglará sus asuntos con juicio.

Su corazón está seguro, no temerá, Hasta que vea {vencidos} a sus adversarios.

El SEÑOR los prospere, A ustedes y a sus hijos.

¿Qué daré al SEÑOR Por todos Sus beneficios para conmigo?

Estimada a los ojos del SEÑOR Es la muerte de Sus santos.

¡Cuán bienaventurados son los que guardan Sus testimonios, {Y} con todo el corazón Lo buscan!

No cometen iniquidad, {Sino que} andan en Sus caminos.

Pues el cetro de la impiedad no descansará sobre la tierra de los justos, Para que los justos no extiendan sus manos para hacer el mal.

Pero a los que se desvían por sus caminos torcidos, El SEÑOR los llevará con los que hacen iniquidad. ¡Paz sea sobre Israel!

El que con lágrimas anda, llevando la semilla de la siembra, En verdad volverá con gritos de alegría, trayendo sus gavillas.

Bienaventurado el hombre que de ellos tiene llena su aljaba; No será avergonzado Cuando hable con sus enemigos en la puerta.

Cántico de ascenso gradual.Bienaventurado todo aquél que teme al SEÑOR, Que anda en Sus caminos.

Sobre mis espaldas araron los aradores; Alargaron sus surcos."

Con la cual el segador no llena su mano, Ni el recogedor de gavillas sus brazos.

El redimirá a Israel De todas sus iniquidades.