'Guarda' en la Biblia
Y Jehová dijo a Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé. ¿Acaso soy yo guarda de mi hermano?
E hizo Jacob voto, diciendo: Si Dios va conmigo, y me guarda en este viaje que voy, y me da pan para comer y vestidura para vestir,
Que guarda la misericordia en millares, que perdona la iniquidad, la rebelión, y el pecado, y que de ningún modo dará por inocente al culpable; que visita la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos, hasta la tercera, y cuarta generación.
Guarda lo que yo te mando hoy; he aquí que yo echo de delante de tu presencia al amorreo, y al cananeo, y al heteo, y al ferezeo, y al heveo, y al jebuseo.
Mas los levitas asentarán las suyas alrededor del tabernáculo de la congregación, y no habrá ira sobre la congregación de los hijos de Israel: y los levitas tendrán la guarda del tabernáculo de la congregación.
Por la cuenta de todos los varones de un mes para arriba, eran ocho mil seiscientos, que tenían la guarda del santuario.
Y el principal de los jefes de los levitas será Eleazar, hijo de Aarón el sacerdote, encargado de los que tienen la guarda del santuario.
Y los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de la congregación al este, serán Moisés, y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel: y el extraño que se acercare, morirá.
Según la orden de Aarón y de sus hijos será todo el ministerio de los hijos de Gersón en todos sus cargos, y en todo su servicio: y les encomendaréis en guarda todos sus cargos.
y las columnas del atrio alrededor, y sus bases, y sus estacas, y sus cuerdas con todos sus instrumentos, y todo su servicio; y contaréis por sus nombres todos los vasos de la guarda de su cargo.
Pero servirán con sus hermanos en el tabernáculo de la congregación, para hacer la guarda, bien que no servirán en el ministerio. Así harás de los levitas en cuanto a su ministerio.
Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no haya más ira sobre los hijos de Israel.
Dijo más Jehová a Aarón: He aquí yo te he dado también la guarda de mis ofrendas; todas las cosas consagradas de los hijos de Israel te he dado por razón de la unción, y a tus hijos, por estatuto perpetuo.
Y de la mitad perteneciente a los hijos de Israel tomarás uno de cincuenta, de las personas, de los bueyes, de los asnos, y de las ovejas, de todo animal; y los darás a los levitas, que tienen la guarda del tabernáculo de Jehová.
de la mitad, pues, para los hijos de Israel tomó Moisés uno de cada cincuenta, así de las personas como de los animales, y los dio a los levitas, que tenían la guarda del tabernáculo de Jehová; como Jehová lo había mandado a Moisés.
Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, y no se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos.
Y guarda sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando hoy, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, y prolongues tus días sobre la tierra que Jehová tu Dios te da para siempre.
Guarda el día sábado para santificarlo, como Jehová tu Dios te ha mandado.
Conoce, pues, que Jehová tu Dios es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta las mil generaciones;
Guarda por tanto los mandamientos, estatutos y derechos que yo te mando hoy que cumplas.
Guarda y escucha todas estas palabras que yo te mando, para que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti para siempre, cuando hicieres lo bueno y lo recto ante los ojos de Jehová tu Dios.
Él guarda los pies de sus santos, mas los impíos perecen en tinieblas; porque nadie prevalecerá por su propia fuerza.
Se levantó, pues, David de mañana, y dejando las ovejas al cuidado de un guarda, se fue con su carga, como Isaí le había mandado; y llegó a la trinchera al momento que el ejército salía a la batalla dando el grito de guerra.
Y David respondió a Aquís: Ciertamente tú sabrás lo que tu siervo puede hacer. Y Aquís dijo a David: Por tanto te haré guarda de mi cabeza para siempre.
Y luego que llegó David a su casa en Jerusalén, tomó el rey las diez mujeres concubinas que había dejado para guardar la casa, y las puso en una casa en guarda, y les dio de comer; pero nunca más entró a ellas, sino que quedaron encerradas hasta que murieron en viudez de por vida.
Guarda las ordenanzas de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que seas prosperado en todo lo que hicieres, y en todo lo que emprendieres;
Y como el rey pasaba, él dio voces al rey, y dijo: Tu siervo salió entre la tropa; y he aquí apartándose uno, me trajo a un hombre, diciendo: Guarda a este hombre, y si por alguna razón él llegare a faltar, tu vida será por la suya, o pagarás un talento de plata.
Entonces fue Hilcías el sacerdote, y Ahicam y Acbor y Safán y Asaías, a Hulda profetisa, esposa de Salum hijo de Ticva hijo de Araas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.
Y para que tuviesen la guarda del tabernáculo de la congregación, y la guarda del santuario, y las órdenes de los hijos de Aarón sus hermanos, en el ministerio de la casa de Jehová.
Entonces Hilcías y los del rey fueron a la profetisa Hulda, esposa de Salum, hijo de Ticva, hijo de Hasra, guarda de las vestimentas, la cual moraba en Jerusalén en el segundo barrio; y hablaron con ella acerca de estas palabras.
Y dije: Te ruego, oh Jehová, Dios del cielo, Dios grande y terrible, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos;
y carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin que me dé madera para enmaderar los portales del palacio de la casa, y para el muro de la ciudad, y para la casa donde yo estaré. Y el rey me lo otorgó, según la bondadosa mano de mi Dios sobre mí.
Después de ellos restauró Sadoc hijo de Imer, enfrente de su casa: y después de él restauró Semaías hijo de Secanías, guarda de la puerta Oriental.
Entonces oramos a nuestro Dios, y por causa de ellos pusimos guarda contra ellos de día y de noche.
y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte todas las jóvenes vírgenes de buen parecer en Susán residencia regia, en la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de las mujeres, y que les den sus atavíos para purificarse;
Sucedió, pues, que como se divulgó el mandamiento del rey y su acuerdo, y siendo reunidas muchas jóvenes en Susán residencia regia, a cargo de Hegai, Esther también fue llevada para la casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de las mujeres.
Ella venía por la tarde, y a la mañana se volvía a la casa segunda de las mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas; no venía más al rey, salvo si el rey la quería, y era llamada por nombre.
Y llegado que fue el tiempo de Esther, hija de Abihail tío de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Esther el favor de todos los que la veían.
Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
¿Soy yo el mar, o ballena, para que me pongas guarda?
Pequé, ¿qué te hago yo, oh Guarda de los hombres? ¿Por qué me has puesto como blanco tuyo, de modo que soy una carga para mí mismo?
Edifica su casa como la polilla, y como la cabaña que hace el guarda.
Ahora entiendo que Jehová guarda a su ungido; lo oirá desde su santo cielo, con la fuerza salvadora de su diestra.
Guarda mi alma, y líbrame; no sea yo avergonzado, porque en ti confié.
Amad a Jehová todos vosotros sus santos: A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia.
Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño.
Él guarda todos sus huesos; ni uno de ellos será quebrantado.
Guarda silencio ante Jehová, y espera en Él: No te alteres con motivo del que prospera en su camino, por causa del hombre que hace maldades.
Espera en Jehová, y guarda su camino, y Él te exaltará para heredar la tierra: Cuando sean talados los pecadores, lo verás.
«Al Músico principal: Salmo de David» Escucha, oh Dios, mi voz en mi oración; guarda mi vida del miedo del enemigo.
Guarda mi alma, porque soy piadoso: Salva tú, oh Dios mío, a tu siervo que en ti confía.
Mírame, y ten misericordia de mí; da tu fortaleza a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.
Los que a Jehová amáis, aborreced el mal: Él guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra.
Jehová guarda al sencillo; estaba yo postrado, y me salvó.
No dará tu pie al resbaladero; ni se dormirá el que te guarda.
He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel.
«Cántico gradual: para Salomón» Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guardare la ciudad, en vano vela la guarda.
Pon guarda a mi boca, oh Jehová; Guarda la puerta de mis labios.
Jehová guarda a todos los que le aman; pero destruirá a todos los impíos.
El cual hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay; que guarda verdad para siempre;
Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sustenta; y el camino de los impíos trastorna.
Él guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos.
Hijo mío, no se aparten estas cosas de tus ojos; guarda la sabiduría y el consejo;
Y él me enseñaba, y me decía: Retenga tu corazón mis palabras, guarda mis mandamientos, y vivirás.
Sobre toda cosa guardada guarda tu corazón; porque de él mana la vida.
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre:
Hijo mío, guarda mis razones, y atesora contigo mis mandamientos.
Guarda mis mandamientos, y vivirás, y mi ley como las niñas de tus ojos.
El que guarda su boca guarda su alma; mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.
La justicia guarda al de perfecto camino; mas la impiedad trastornará al pecador.
Pobreza y vergüenza tendrá el que menosprecia el consejo; mas el que guarda la corrección, será honrado.
El necio menosprecia el consejo de su padre; mas el que guarda la corrección, vendrá a ser prudente.
El camino de los rectos es apartarse del mal: El que guarda su camino guarda su alma.
El que posee entendimiento, ama su alma; el que guarda la inteligencia, hallará el bien.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menosprecia sus caminos, morirá.
El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias.
Espinas y lazos hay en el camino del perverso; el que guarda su alma se alejará de ellos.
El que guarda la ley es hijo prudente; mas el que es compañero de glotones, avergüenza a su padre.
Donde no hay visión el pueblo perece; mas el que guarda la ley, es bienaventurado.
Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para dar el sacrificio de los necios, porque no saben que hacen mal.
El que guarda el mandamiento no experimentará mal; y el corazón del sabio discierne el tiempo y el juicio.
El fin de todo el discurso oído es éste: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es el todo del hombre.
No os fijéis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de las viñas, y mi viña, que era mía, no guardé.
y dile: Guarda, y repósate; no temas, ni desmaye tu corazón a causa de estos dos cabos de tizón que humean, por el furor de la ira de Rezín y de Siria, y del hijo de Remalías.
y gritó: ¡Un león! Mi señor, sobre la atalaya estoy yo continuamente de día, y paso las noches enteras sobre mi guarda:
Carga de Duma. Me dan voces desde Seir, diciendo: Guarda, ¿qué de la noche? Guarda, ¿qué de la noche?
El guarda respondió: La mañana viene, y después la noche; si preguntareis, preguntad; volved, venid.
Abrid las puertas, y entrará la nación justa que guarda la verdad.
Bienaventurado el hombre que esto hiciere, y el hijo del hombre que esto abrazare; que guarda el sábado de profanarlo, y que guarda su mano de hacer el mal.
Guarda tus pies de andar descalzos, y tu garganta de la sed. Mas dijiste: No hay esperanza, no; porque amo a los extraños y tras ellos he de ir.
Y no dijeron en su corazón: Temamos ahora a Jehová Dios nuestro, que da lluvia temprana y tardía en su tiempo; Él nos guarda los tiempos establecidos de la siega.
y los metí en la casa de Jehová, en la cámara de los hijos de Hanán, hijo de Igdalías, varón de Dios, la cual estaba junto a la cámara de los príncipes, que estaba sobre la cámara de Maasías hijo de Salum, guarda de la puerta.
Prepárate y apercíbete, tú, y toda tu multitud que se ha reunido a ti, y sé tú su guarda.
Y me dijo: Esta cámara que mira hacia el sur es de los sacerdotes que tienen la guarda del templo.
Y la cámara que mira hacia el norte es de los sacerdotes que tienen la guarda del altar; éstos son los hijos de Sadoc, los cuales son llamados de los hijos de Leví para ministrar a Jehová.
Entonces Daniel habló avisada y prudentemente a Arioc, capitán de la guarda del rey, que había salido para matar a los sabios de Babilonia.
Y la visión de la tarde y la mañana que está dicha, es verdadera; y tú guarda la visión, porque es para muchos días.
Tú, pues, vuélvete a tu Dios; guarda misericordia y juicio, y en tu Dios espera siempre.
No creáis en amigo, ni confiéis en príncipe: de la que duerme a tu lado, guarda, no abras tu boca.
Dios celoso y vengador es Jehová; vengador es Jehová y lleno de indignación; Jehová tomará venganza de sus adversarios, y guarda ira para sus enemigos.
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