455 casos

'Ya' en la Biblia

Entonces vino Joab al rey y dijo: ¿Qué has hecho? He aquí, Abner vino a ti; ¿por qué, pues, lo has despedido y él ya se ha ido?

Ya de antes, cuando Saúl aún era rey sobre nosotros, eras tú el que guiabas a Israel en {sus} salidas y entradas. Y el SEÑOR te dijo: ``Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y serás príncipe sobre Israel."

Sucedió que cuando el rey {ya} moraba en su casa, y el SEÑOR le había dado descanso de sus enemigos por todos lados,

Y el rey David ansiaba ir adonde {estaba} Absalón, pues con respecto a Amnón que había muerto, ya se había consolado.

Y la mujer dijo: ¿Por qué, pues, has pensado tal cosa contra el pueblo de Dios? Porque al decir esta palabra, el rey {se hace} como uno que es culpable, {ya que} el rey no hace volver a su desterrado.

Pero Itai respondió al rey, y dijo: Vive el SEÑOR y vive mi señor el rey, ciertamente dondequiera que esté mi señor el rey, ya sea para muerte o para vida, allí también estará tu siervo.

Entonces David y todo el pueblo que {estaba} con él se levantaron y pasaron el Jordán; ya al amanecer no quedaba ninguno que no hubiera pasado el Jordán.

Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el cusita. Y Joab dijo: ¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir?

Entonces el rey David envió {mensaje} a los sacerdotes Sadoc y Abiatar, diciendo: Hablad a los ancianos de Judá, y decidles: `` ¿Por qué sois los últimos en hacer volver al rey a su casa, ya que la palabra de todo Israel ha llegado al rey, a su casa?

Y Mefiboset dijo al rey: Que él las tome todas, ya que mi señor el rey ha vuelto en paz a su propia casa.

Además, Salomón {ya} se ha sentado en el trono del reino,

escucha tú {desde} los cielos, el lugar de tu morada, y perdona, actúa y da a cada uno conforme a todos sus caminos, {ya que} conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres),

Pues sucedió que cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres desviaron su corazón tras otros dioses, y su corazón no estuvo dedicado por entero al SEÑOR su Dios, como {había estado} el corazón de David su padre.

Y sucedió que {ya} al mediodía, Elías se burlaba de ellos y decía: Clamad en voz alta, pues es un dios; tal vez {estará} meditando o se habrá desviado, o estará de viaje, quizá esté dormido y habrá que despertarlo.

Pero él dijo: Traedme harina. Y la echó en la olla, y dijo: Sírve{lo} a la gente para que coman. Y {ya} no había nada malo en la olla.

Y Naamán dijo: Pues si no, te ruego que de esta tierra, se le dé a tu siervo la carga de un par de mulos, porque tu siervo ya no ofrecerá holocausto ni sacrificará a otros dioses, sino al SEÑOR.

Y uno de sus siervos respondió, y dijo: Deja que algunos {hombres} tomen cinco de los caballos que quedan, {de los} que quedan en la ciudad. He aquí, ya que {les sucederá} como a toda la multitud de Israel que queda en la ciudad (como a toda la multitud de Israel que {ya} ha perecido), he aquí, vamos a enviar{los} y veamos.

Sin embargo, el SEÑOR no quiso destruir a Judá por amor a David su siervo, ya que le había prometido darle una lámpara por medio de sus hijos para siempre.

Sin embargo, el SEÑOR no desistió del furor de su gran ira, {ya} que ardía su ira contra Judá a causa de todas las provocaciones con que Manasés le había provocado.

Ya de antes, cuando Saúl aún era rey, {eras} tú el que sacabas y el que volvías a traer a Israel. Y el SEÑOR tu Dios te dijo: ``Tú pastorearás a mi pueblo Israel, y serás príncipe sobre mi pueblo Israel."

Y salió David a su encuentro, y les habló, diciendo: Si venís a mí en paz para ayudarme, mi corazón se unirá con vosotros; pero si {venís} para entregarme a mis enemigos, ya que no hay maldad en mis manos, que el Dios de nuestros padres {lo} vea y decida.

Y cuando oigas el sonido de marcha en las copas de las balsameras, entonces saldrás a la batalla, porque Dios ya habrá salido delante de ti para herir al ejército de los filisteos.

Puesto que no {la llevasteis} la primera vez, el SEÑOR nuestro Dios estalló {en ira} contra nosotros, ya que no le buscamos conforme a la ordenanza.

Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.

Cuando David era ya viejo y colmado de días, puso a su hijo Salomón como rey sobre Israel.

Y además los levitas ya no tendrán que llevar el tabernáculo y todos los utensilios para su servicio.

Y además, en mi amor por la casa de mi Dios, el tesoro que tengo de oro y de plata, {lo} doy a la casa de mi Dios, además de todo lo que ya he provisto para la santa casa,

escucha tú desde los cielos, el lugar de tu morada, y perdona y da a cada uno conforme a todos sus caminos, ya que conoces su corazón (porque sólo tú conoces el corazón de los hijos de los hombres),

Y edificó ciudades fortificadas en Judá, ya que el país estaba en paz y nadie estaba en guerra con él durante aquellos años, porque el SEÑOR le había dado tranquilidad.

y que todo el que no buscara al SEÑOR, Dios de Israel, moriría, ya fuera pequeño o grande, hombre o mujer.

Y el rey Uzías quedó leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa separada, ya que era leproso, porque fue excluido de la casa del SEÑOR. Y su hijo Jotam {estaba} al frente de la casa del rey gobernando al pueblo de la tierra.

Cuando llegó el mes séptimo, y los hijos de Israel {estaban ya} en las ciudades, el pueblo se reunió como un solo hombre en Jerusalén.

Ya que los sacerdotes y los levitas se habían purificado juntamente, todos ellos estaban purificados, entonces mataron {al cordero} de la Pascua para todos los desterrados, tanto para sus hermanos los sacerdotes como para sí mismos.

Ya que Esdras había dedicado su corazón a estudiar la ley del SEÑOR, y a practicar{la,} y a enseñar {sus} estatutos y ordenanzas en Israel.

Los sacerdotes y los levitas recibieron la plata, el oro y los utensilios {ya} pesados, para traer{los} a Jerusalén a la casa de nuestro Dios.

Aconteció que en el mes de Nisán, en el año veinte del rey Artajerjes, {estando ya} el vino delante de él, tomé el vino y se lo di al rey. Yo nunca había estado triste en su presencia,

Entonces les dije: Vosotros veis la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Venid, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que ya no seamos un oprobio.

Ahora bien, nuestra carne es como la carne de nuestros hermanos, {y} nuestros hijos como sus hijos. Sin embargo, he aquí, estamos obligando a nuestros hijos y a nuestras hijas a que sean esclavos, y {algunas} de nuestras hijas {ya} están sometidas a servidumbre, y no podemos hacer nada porque nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros.

Y habitaron en sus ciudades, los sacerdotes, los levitas, los porteros, los cantores, {algunos} del pueblo, los sirvientes del templo y el resto de Israel. Cuando llegó el mes séptimo, los hijos de Israel {ya estaban} en sus ciudades.

Entonces, ¿por qué no perdonas mi transgresión y quitas mi iniquidad? Porque ahora dormiré en el polvo; y tú me buscarás, pero ya no existiré.

así el hombre yace y no se levanta; hasta que los cielos ya no existan no se despertará ni se levantará de su sueño.

¿Por qué me perseguís como Dios {lo hace}, y no os saciáis ya de mi carne?

El ojo que lo veía, ya no lo ve, y su lugar no lo contempla más.

Rico se acuesta, pero no volverá a serlo; abre sus ojos, y ya no hay nada.

Están desconcertados, ya no responden; les han faltado las palabras.

¿Y he de esperar porque ellos no hablan, porque se detienen {y} ya no responden?

Porque ¿ha dicho alguno a Dios: ``He sufrido {castigo,} {ya} no ofenderé {más;}

Ya sea por corrección, o por el mundo suyo, o por misericordia, El hace que suceda.

¿Quién puso sus medidas?, ya que sabes, ¿o quién extendió sobre ella cordel?

¿Tú lo sabes, porque entonces ya habías nacido, y grande es el número de tus días!

Ya que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has rechazado? ¿Por qué ando sombrío por la opresión del enemigo?

Acába{los} en {tu} furor, acába{los,} para que ya no existan; para que {los hombres} sepan que Dios gobierna en Jacob, hasta los confines de la tierra. (Selah)

Porque han perseguido al que {ya} tú has herido, y cuentan del dolor de aquellos que tú has traspasado.

abandonado entre los muertos; como los caídos a espada que yacen en el sepulcro, de quienes ya no te acuerdas, y que han sido arrancados de tu mano.

cuando el viento pasa sobre ella, deja de ser, y su lugar ya no la reconoce.

haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo: ve, humíllate e importuna a tu prójimo;

{está} ya en las calles, ya en las plazas, y acecha por todas las esquinas.

El que guiña los ojos {lo hace} para tramar perversidades; el que aprieta los labios ya hizo el mal.

¿Hay algo de que se pueda decir: Mira, esto es nuevo? Ya existía en los siglos que nos precedieron.

Yo volví, pues, a considerar la sabiduría, la locura y la insensatez, porque ¿qué {hará} el hombre que venga después del rey {sino} lo que ya ha sido hecho?

Porque no hay memoria duradera {ni} del sabio {ni} del necio, ya que todos serán olvidados {en} los días venideros. ¡Cómo mueren tanto el sabio como el necio!

Y felicité a los muertos, los que ya murieron, más que a los vivos, los que aún viven.

A lo que existe, ya se le ha dado nombre, y se sabe lo que es un hombre: no puede contender con el que es más fuerte que él.

En verdad, su amor, su odio y su celo ya han perecido, y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace bajo el sol.

Pues una destrucción completa, ya decretada, ejecutará el Señor, DIOS de los ejércitos, en medio de toda la tierra.

Al tiempo de la tarde, he aquí, {hay} terror. Antes de la mañana ya no existen. Tal {será} la porción de los que nos despojan, y la suerte de los que nos saquean.

Inunda tu tierra como el Nilo, hija de Tarsis, {ya} no hay más restricción.

Porque has convertido la ciudad en un montón de escombros, la ciudad fortificada, en una ruina; el palacio de extranjeros ya no es ciudad, nunca será reedificado.

SEÑOR, tú establecerás paz para nosotros, ya que también todas nuestras obras tú las hiciste por nosotros.

¿Acaso no queda ya muy poco {tiempo} para que el Líbano se convierta en campo fértil, y el campo fértil sea considerado bosque?

Por tanto, así dice el Santo de Israel: Ya que habéis desechado esta palabra, y habéis confiado en la opresión y en el engaño, y os habéis apoyado en ellos,

Ya no se llamará noble al necio, ni al tramposo se le dirá generoso.

Las calzadas están desiertas, el transeúnte ya no pasa; ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, no tiene en estima al hombre.

Ya que eres precioso a mis ojos, digno de honra, y yo te amo, daré a {otros} hombres en lugar tuyo, y a {otros} pueblos por tu vida.

Acordaos de las cosas anteriores ya pasadas, porque yo soy Dios, y no hay otro; {yo soy} Dios, y no hay ninguno como yo,

Declara el Señor DIOS que reúne a los dispersos de Israel: Todavía les juntaré {otros} a los {ya} reunidos.

Ya el sol no será para ti luz del día, ni el resplandor de la luna te alumbrará; sino que tendrás al SEÑOR por luz eterna, y a tu Dios por tu gloria.

¿Vendréis luego y os pondréis delante de mí en esta casa, que es llamada por mi nombre, y diréis: ``Ya estamos salvos"; para {luego} seguir haciendo todas estas abominaciones?

Esta es tu suerte, la porción que ya he medido para ti --declara el SEÑOR-- porque me has olvidado, y has confiado en la mentira.

Por tanto, he aquí, vienen días --declara el SEÑOR-- cuando ya no se dirá: ``Vive el SEÑOR, que sacó a los hijos de Israel de la tierra de Egipto",

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