'Con' en la Biblia
A los cuales, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoles por cuarenta días, y hablándo les del reino de Dios.
Y estando reunido con ellos, les mandó que no se fuesen de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí.
Porque Juan á la verdad bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo no muchos días después de estos.
{Y} El les dijo: No os corresponde a vosotros saber los tiempos ni las épocas que el Padre ha fijado con su propia autoridad;
Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entre tanto que él iba, he aquí dos varones se pusieron junto a ellos en vestidos blancos;
Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos.
el cual era contado con nosotros, y tenía suerte o herencia en este ministerio.
Este, pues, adquirió un campo con el salario de su iniquidad, y colgándose, se reventó por medio, y todas sus entrañas se derramaron.
Conviene, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo en que el Señor Jesús entró y salió entre nosotros,
comenzando desde el bautismo de Juan, hasta el día que fue recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.
Y les echaron suertes, y cayó la suerte sobre Matías; y fue contado con los once apóstoles.
y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento vehemente que venía con ímpetu, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;
Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús el Nazareno, varón confirmado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo en medio vuestro a través de El, tal como vosotros mismos sabéis,
éste, entregado por determinado consejo y providencia de Dios, tomándolo vosotros lo matasteis con manos inicuas, colgándole en un madero;
Me hiciste notorios los caminos de la vida; me llenarás de gozo con tu presencia.
Varones hermanos, se os puede libremente decir del patriarca David, que murió, y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.
Así que siendo profeta, y sabiendo que con juramento le había Dios jurado que del fruto de su lomo, en cuanto a la carne, levantaría al Cristo que se sentaría sobre su trono;
Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Jesús a quien vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo.
Y con otras muchas palabras testificaba y los exhortaba, diciendo: Sed salvos de esta perversa generación.
Así que, los que con gozo recibieron su palabra, fueron bautizados; y aquel día fueron añadidas a ellos como tres mil almas.
vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.
Y perseverando unánimes cada día en el Templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con sencillez de corazón,
alabando a Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la Iglesia los que habían de ser salvos.
Y Pedro, con Juan, fijando los ojos en él, dijo: Míranos.
Y saltando, se puso en pie, y anduvo; y entró con ellos en el Templo, andando, y saltando, y alabando a Dios.
Y viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto? O ¿por qué ponéis los ojos en nosotros, como si con nuestra virtud o piedad hubiéramos hecho andar a éste?
Vosotros sois los hijos de los profetas, y del Pacto que Dios concertó con nuestros padres, diciendo a Abraham: Y en tu Simiente serán benditas todas las familias de la tierra.
y haciéndolos presentar en medio, les preguntaron: ¿Con qué potestad, o en qué nombre, habéis hecho vosotros esto?
Entonces viendo la constancia de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras e ignorantes, se maravillaban; y les conocían que habían estado con Jesús.
Y viendo al hombre que había sido sanado, que estaba con ellos, no podían decir nada en contra.
diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque el hecho de que un milagro notable ha sido realizado por medio de ellos es evidente a todos los que viven en Jerusalén, y no podemos negarlo.
Porque verdaderamente se juntaron (en esta ciudad) contra tu santo siervo Jesús, al cual ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y los pueblos de Israel,
Y ahora, Señor, mira sus amenazas, y da a tus siervos que con toda confianza hablen tu palabra;
Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaron la palabra de Dios con confianza.
Y los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con gran poder; y gran gracia era sobre todos ellos.
Mas un varón llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una posesión,
y se quedó con {parte} del precio, sabiéndolo también su mujer; y trayendo la otra parte, la puso a los pies de los apóstoles.
Mas Pedro dijo: Ananías, ¿por qué ha llenado Satanás tu corazón para mentir al Espíritu Santo, y quedarte con {parte} del precio del terreno?
Y de los otros, ninguno osaba juntarse con ellos; con todo eso el pueblo los alababa grandemente.
Entonces levantándose el príncipe de los sacerdotes, y todos los que estaban con él, (que es la secta de los saduceos,) se llenaron de celo;
Y cuando hubieron oído esto, entraron de mañana en el Templo, y enseñaban. Entre tanto, viniendo el príncipe de los sacerdotes, y los que estaban con él, convocaron el concilio, y a todos los ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fueran traídos.
diciendo: Por cierto, la cárcel hemos hallado cerrada con toda seguridad, y los guardas que estaban delante de las puertas; mas cuando abrimos, a nadie hallamos dentro.
Entonces fue el capitán con los alguaciles, y los trajo sin violencia; porque temían del pueblo ser apedreados.
diciendo: Os dimos órdenes estrictas de no continuar enseñando en este nombre, y he aquí, habéis llenado a Jerusalén con vuestras enseñanzas, y queréis traer sobre nosotros la sangre de este hombre.
A éste Dios ha ensalzado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar a Israel arrepentimiento y remisión de pecados.
Y les dijo: Varones de Israel, tened cuidado de lo que vais a hacer con estos hombres.
Después de éste, se levantó Judas el galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquel; y todos los que consintieron con él, fueron dispersados.
Por tanto, en este caso os digo: no tengáis nada que ver con estos hombres y dejadlos en paz, porque si este plan o acción es de los hombres, perecerá;
Y convinieron con él; y llamando a los apóstoles, después de azotados, les intimaron que no hablaran en el nombre de Jesús, y los soltaron.
Se levantaron entonces unos de la sinagoga que se llama de los libertinos, y cireneos, y alejandrinos, y de los de Cilicia, y de Asia, disputando con Esteban.
Mas no podían resistir á la sabiduría y al Espíritu con que hablaba.
Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José para Egipto; mas Dios era con él;
Entonces vino hambre sobre todo Egipto y Canaán, y {con ella} gran aflicción; y nuestros padres no hallaban alimentos.
Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrató a nuestros padres, a fin de que pusieran en peligro de muerte sus niños, para que cesara la generación.
A este Moisés, al cual habían rehusado, diciendo: ¿Quién te ha puesto por príncipe y juez? A éste envió Dios por príncipe y redentor con la mano del ángel que le apareció en la zarza.
Este es aquel que estuvo en la iglesia en el desierto con el ángel que le hablaba en el monte Sinaí, y con nuestros padres; y recibió los oráculos de vida para darnos;
El cual recibido, lo introdujeron también nuestros padres con Jesús \'
Y Saulo estaba de completo acuerdo con {ellos} en su muerte. En aquel día se desató una gran persecución en contra de la iglesia en Jerusalén, y todos fueron esparcidos por las regiones de Judea y Samaria, excepto los apóstoles.
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había asombrado mucho tiempo.
Y aun Simón mismo creyó; y después de bautizarse, continuó con Felipe, y estaba atónito al ver las señales y los grandes milagros que se hacían.
Entonces Pedro le dijo: Que tu plata perezca contigo, porque pensaste que podías obtener el don de Dios con dinero.
Y dijo: ¿Y cómo podré, si alguno no me enseñare? Y rogó a Felipe que subiera, y se sentara con él.
Entonces Felipe, comenzando con este pasaje de la Escritura, le anunció el evangelio (las buenas nuevas) de Jesús.
Y Felipe dijo: Si crees con todo tu corazón, puedes. Respondió él y dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Y los hombres que iban con Saulo, se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas no viendo a nadie.
Y cuando comió, fue confortado. Y estuvo Saulo por algunos días con los discípulos que estaban en Damasco.
Y todos los que {lo} escuchaban estaban asombrados y decían: ¿No es éste el que en Jerusalén destruía a los que invocaban este nombre, y {el que} había venido aquí con este propósito: para llevarlos atados ante los principales sacerdotes?
pero su conjura llegó al conocimiento de Saulo. Y aun vigilaban las puertas día y noche con el propósito de matarlo;
Y cuando Saulo llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; pero todos tenían miedo de él, no creyendo que era discípulo.
Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.
Y entraba y salía con ellos en Jerusalén;
y hablaba confiadamente en el Nombre del Señor; y disputaba con los griegos; pero ellos procuraban matarle.
Las Iglesias entonces tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y con consuelo del Espíritu Santo eran multiplicadas.
Pedro entonces levantándose, fue con ellos; y cuando llegó, le llevaron al cenadero, donde le rodearon todas las viudas, llorando y mostrando las túnicas y los vestidos que Dorcas les hacía cuando estaba con ellas.
Y {Pedro} se quedó en Jope muchos días con un tal Simón, curtidor.
pío y temeroso de Dios con toda su casa, y que hacía muchas limosnas al pueblo, y oraba a Dios siempre.
Este se hospeda con un curtidor {llamado} Simón, cuya casa está junto al mar.
E ido el ángel que hablaba con Cornelio, llamó a dos de sus criados, y un soldado temeroso del Señor de los que le asistían;
Levántate, pues, y desciende, y no dudes de ir con ellos; porque yo los he enviado.
Entonces metiéndolos dentro, los hospedó. Y al día siguiente, levantándose, se fue con ellos; y le acompañaron algunos de los hermanos de Jope.
Y hablando con él, entró, y halló a muchos que se habían juntado.
Y les dijo: Vosotros sabéis cuán ilícito es para un judío asociarse con un extranjero o visitarlo, pero Dios me ha mostrado que a ningún hombre debo llamar impuro o inmundo;
Y Cornelio dijo: A esta misma hora, hace cuatro días, estaba yo orando en mi casa a la hora novena; y he aquí, un hombre con vestiduras resplandecientes, se puso delante de mí,
a Jesús de Nazaret; cómo le ungió Dios del Espíritu Santo y de potencia; que anduvo haciendo bienes, y sanando a todos los oprimidos del diablo; porque Dios era con él.
no a todo el pueblo, sino a testigos que Dios antes había ordenado, es a saber, a nosotros que comimos y bebimos juntamente con él, después que resucitó de los muertos.
Y nos mandó predicar al pueblo, y testificar con toda solemnidad que este Jesús es el que Dios ha designado como Juez de los vivos y de los muertos.
Y se espantaron los fieles que eran de la circuncisión, que habían venido con Pedro, de que también sobre los gentiles se derramara el don del Espíritu Santo.
Y mandó que fueran bautizados en el nombre de Jesucristo. Entonces le pidieron que se quedara {con ellos} unos días.
Y cuando Pedro subió a Jerusalén, los que eran de la circuncisión contendían con él,
diciendo: ¿Por qué has entrado a varones que tienen capullo, y has comido con ellos?
Y el Espíritu me dijo que fuera con ellos sin dudar. Y vinieron también conmigo estos seis hermanos, y entramos en casa de un varón,
Entonces me acordé de las palabras del Señor, cuando dijo: ``Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo."
Y los que habían sido esparcidos por causa de la persecución que se levantó con motivo de Esteban, anduvieron hasta Fenicia, y Chipre, y Antioquía, no predicando a nadie la palabra, sino sólo a los judíos.
Y la mano del Señor era con ellos; y creyendo, gran número se convirtió al Señor.
el cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran {fieles} al Señor;
Y conversaron todo un año allí con la Iglesia, y enseñaron a mucha gente; de tal manera que los discípulos fueron llamados cristianos primeramente en Antioquía.
Y habiéndolo tomado preso, lo puso en la cárcel, entregándolo a cuatro piquetes de soldados para que lo guardaran, con la intención de llevarlo ante el pueblo después de la Pascua.
Y cuando Herodes le había de sacar, aquella misma noche estaba Pedro durmiendo entre dos soldados, preso con dos cadenas, y los guardas delante de la puerta, que guardaban la cárcel.
Y él haciéndoles con la mano señal de que callaran, les contó cómo el Señor le había sacado de la cárcel. Y dijo: Haced saber esto a Jacobo y a los hermanos. Y salió, y se fue a otro lugar.
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