'Debajo' en la Biblia
Ata las aguas en sus nubes, Y las nubes no se rompen debajo de ellas.
De la tierra nace el pan, Y debajo de ella estará como convertida en fuego.
Porque él mira hasta los fines de la tierra, Y ve debajo de todo el cielo.
Bramaban entre las matas, Y se reunían debajo de las espinas.
Debajo de todos los cielos lo dirige, Y su luz hasta los fines de la tierra.
Echaráse debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos.
¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo.
Hicístelo enseñorear de las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:
Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude: Debajo de su lengua, vejación y maldad.
Y bajó los cielos, y descendió; Y oscuridad debajo de sus pies.
Ensanchaste mis pasos debajo de mí, Y no titubearon mis rodillas.
Helos herido, y no podrán levantarse: Cayeron debajo de mis pies.
Pues me ceñiste de fortaleza para la pelea; Has agobiado mis enemigos debajo de mí.
Tus saetas agudas Con que caerán pueblos debajo de ti, Penetrarán en el corazón de los enemigos del Rey.
El sujetará á los pueblos debajo de nosotros, Y á las gentes debajo de nuestros pies.
Aparté su hombro de debajo de la carga; Sus manos se quitaron de vasijas de barro.
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro: Escudo y adarga es su verdad.
Y sus enemigos los oprimieron, Y fueron quebrantados debajo de su mano.
Aguzaron su lengua como la serpiente; Veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)
Si no tuvieres para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
¿Qué provecho tiene el hombre de todo su trabajo con que se afana debajo del sol?
¿Qué es lo que fué? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará: y nada hay nuevo debajo del sol.
Y dí mi corazón á inquirir y buscar con sabiduría sobre todo lo que se hace debajo del cielo: este penoso trabajo dió Dios á los hijos de los hombres, en que se ocupen.
Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu.
Propuse en mi corazón agasajar mi carne con vino, y que anduviese mi corazón en sabiduría, con retención de la necedad, hasta ver cuál fuese el bien de los hijos de los hombres, en el cual se ocuparan debajo del cielo todos los días de su vida.
Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacer las: y he aquí, todo vanidad y aflicción de espíritu, y no hay provecho debajo del sol.
Aborrecí por tanto la vida, porque la obra que se hace debajo del sol me era fastidiosa; por cuanto todo es vanidad y aflicción de espíritu.
Yo asimismo aborrecí todo mi trabajo que había puesto por obra debajo del sol; el cual dejaré á otro que vendrá después de mí.
¿Y quién sabe si será sabio, ó necio, el que se enseñoreará de todo mi trabajo en que yo me afané, y en que ocupé debajo del sol mi sabiduría? Esto también es vanidad.
Tornéme por tanto á desesperanzar mi corazón acerca de todo el trabajo en que me afané, y en que había ocupado debajo del sol mi sabiduría.
Porque ¿qué tiene el hombre de todo su trabajo, y fatiga de su corazón, con que debajo del sol él se afanara?
PARA todas las cosas hay sazón, y todo lo que se quiere debajo del cielo, tiene su tiempo:
Vi más debajo del sol: en lugar del juicio, allí la impiedad; y en lugar de la justicia, allí la iniquidad.
¿Quién sabe que el espíritu de los hijos de los hombres suba arriba, y que el espíritu del animal descienda debajo de la tierra?
Y TORNÉME yo, y vi todas las violencias que se hacen debajo del sol: y he aquí las lágrimas de los oprimidos, y sin tener quien los consuele; y la fuerza estaba en la mano de sus opresores, y para ellos no había consolador.
Y tuve por mejor que unos y otros al que no ha sido aún, que no ha visto las malas obras que debajo del sol se hacen.
Yo me torné otra vez, y vi vanidad debajo del sol.
Vi todos los vivientes debajo del sol caminando con el muchacho, sucesor, que estará en lugar de aquél.
Hay una trabajosa enfermedad que he visto debajo del sol: las riquezas guardadas de sus dueños para su mal;
He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque esta es su parte.
HAY un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales él pasa como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Porque la risa del necio es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también esto es vanidad.
Todo esto he visto, y puesto he mi corazón en todo lo que debajo del sol se hace: hay tiempo en que el hombre se enseñorea del hombre para mal suyo.
Por tanto alabé yo la alegría; que no tiene el hombre bien debajo del sol, sino que coma y beba, y se alegre; y que esto se le quede de su trabajo los días de su vida que Dios le dió debajo del sol.
Y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que trabaje el hombre buscándola, no la hallará: aunque diga el sabio que la sabe, no por eso podrá alcanzarla.
Este mal hay entre todo lo que se hace debajo del sol, que todos tengan un mismo suceso, y también que el corazón de los hijos de los hombres esté lleno de mal, y de enloquecimiento en su corazón durante su vida: y después, á los muertos.
También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.
Goza de la vida con la mujer que amas, todos los días de la vida de tu vanidad, que te son dados debajo del sol, todos los días de tu vanidad; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo con que te afanas debajo del sol.
Tornéme, y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes el favor; sino que tiempo y ocasión acontece á todos.
También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me parece grande:
Hay un mal que debajo del sol he visto, á manera de error emanado del príncipe:
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace.
Como panal de miel destilan tus labios, oh esposa; Miel y leche hay debajo de tu lengua; Y el olor de tus vestidos como el olor del Líbano.
Su izquierda esté debajo de mi cabeza, Y su derecha me abrace.
¿Quién es ésta que sube del desierto, Recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté: Allí tuvo tu madre dolores, Allí tuvo dolores la que te parió.
Por tanto el Señor Jehová de los ejércitos enviará flaqueza sobre sus gordos; y debajo de su gloria encenderá encendimiento, como ardor de fuego.
Como el calor en lugar seco, así humillarás el orgullo de los extraños; y como calor debajo de nube, harás marchitar el pimpollo de los robustos.
Porque la mano de Jehová reposará en este monte, y Moab será trillado debajo de él, como es trillada la paja en el muladar.
Que os enfervorizáis con los ídolos debajo de todo árbol umbroso, que sacrificáis los hijos en los valles, debajo de los peñascos?
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrias tú, oh ramera.
Y díjome Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la rebelde Israel? Vase ella sobre todo monte alto y debajo de todo árbol umbroso, y allí fornica.
Conoce empero tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y tus caminos has derramado á los extraños debajo de todo árbol umbroso, y no oiste mi voz, dice Jehová.
Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, perezcan de la tierra y de debajo de estos cielos.
Y será, que la gente y el reino que no sirviere á Nabucodonosor rey de Babilonia, y que no pusiere su cuello debajo del yugo del rey de Babilonia, con espada y con hambre y con pestilencia visitaré á la tal gente, dice Jehová, hasta que los acabe yo por s
Y tomó Ebed-melec en su poder hombres, y entró á la casa del rey al lugar debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos, traídos, viejos, y andrajosos, y echólos á Jeremías con sogas en la mazmorra.
Y dijo Ebed-melec Etiope á Jeremías: Pon ahora esos trapos viejos, traídos, y rotos, bajo los sobacos de tus brazos, debajo de las sogas. Y lo hizo así Jeremías.
Las dos columnas, un mar, y doce bueyes de bronce que estaban debajo de las basas, que había hecho el rey Salomón en la casa de Jehová: no se podía pesar el metal de todos estos vasos.
Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Jehová.
Y debajo de sus alas, á sus cuatro lados, tenían manos de hombre; y sus rostros y sus alas por los cuatro lados.
Y debajo de la expansión estaban las alas de ellos derechas la una á la otra; á cada uno dos, y otras dos con que se cubrían sus cuerpos.
Y comerás pan de cebada cocido debajo de la ceniza; y lo cocerás á vista de ellos con los estiércoles que salen del hombre.
Y sabréis que yo soy Jehová, cuando sus muertos estarán en medio de sus ídolos, en derredor de sus altares, en todo collado alto, y en todas las cumbres de los montes, y debajo de todo árbol sombrío, y debajo de toda encina espesa, lugares donde dieron ol
Y habló al varón vestido de lienzos, y díjole: Entra en medio de la ruedas debajo de los querubines, é hinche tus manos carbones encendidos de entre los querubines, y derrama sobre la ciudad. Y entró á vista mía.
Y apareció en los querubines la figura de una mano humana debajo de sus alas.
Este era el animal que vi debajo del Dios de Israel en el río de Chebar; y conocí que eran querubines.
Cada uno tenía cuatro rostros, y cada uno cuatro alas, y figuras de manos humanas debajo de sus alas.
Y brotó, é hízose una vid de mucha rama, baja de estatura, que sus ramas la miraban, y sus raíces estaban debajo de ella: así que se hizo una vid, y arrojó sarmientos, y echó mugrones.
En el monte alto de Israel lo plantaré, y alzará ramos, y llevará fruto, y haráse magnífico cedro; y habitarán debajo de él todas las aves, toda cosa que vuela habitará á la sombra de sus ramos.
Toma una oveja escogida; y también enciende los huesos debajo de ella; haz que hierva bien; coced también sus huesos dentro de ella.
En sus ramas hacían nido todas las aves del cielo, y debajo de su ramaje parían todas las bestias del campo, y á su sombra habitaban muchas gentes.
Y no yacerán con los fuertes que cayeron de los incircuncisos, los cuales descendieron al sepulcro con sus armas de guerra, y pusieron sus espadas debajo de sus cabezas: mas sus pecados estarán sobre sus huesos, porque fueron terror de fuertes en la tierr
Y debajo de las cámaras estaba la entrada al lado oriental, para entrar en él desde el atrio de afuera.
HIZOME tornar luego á la entrada de la casa; y he aquí aguas que salían de debajo del umbral de la casa hacia el oriente: porque la fachada de la casa estaba al oriente: y las aguas descendían de debajo, hacia el lado derecho de la casa, al mediodía del a
Su copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y para todos había en él mantenimiento. Debajo de él se ponían á la sombra las bestias del campo, y en sus ramas hacían morada las aves del cielo, y manteníase de él toda carne.
Y clamaba fuertemente y decía así: Cortad el árbol, y desmochad sus ramas, derribad su copa, y derramad su fruto: váyanse las bestias que están debajo de él, y las aves de sus ramas.
Y cuya copa era hermosa, y su fruto en abundancia, y que para todos había mantenimiento en él; debajo del cual moraban las bestias del campo, y en sus ramas habitaban las aves del cielo,
Y que el reino, y el señorío, y la majestad de los reinos debajo de todo el cielo, sea dado al pueblo de los santos del Altísimo; cuyo reino es reino eterno, y todos los señoríos le servirán y obedecerán.
Y él ha verificado su palabra que habló sobre nosotros, y sobre nuestros jueces que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal; que nunca fué hecho debajo del cielo como el que fué hecho en Jerusalem.
Mi pueblo á su madero pregunta, y su palo le responde: porque espíritu de fornicaciones lo engañó, y fornicaron debajo de sus dioses.
Sobre las cabezas de los montes sacrificaron, é incensaron sobre los collados, debajo de encinas, y álamos, y olmos que tuviesen buena sombra: por tanto, vuestras hijas fornicarán, y adulterarán vuestras nueras.
El grano se pudrió debajo de sus terrones, los bastimentos fueron asolados, los alfolíes destruídos; porque se secó el trigo.
Hasta el término te hicieron llegar todos tus aliados; te han engañado tus pacíficos, prevalecieron contra ti; los que comían tu pan, pusieron el lazo debajo de ti: no hay en él entendimiento.
Y salióse Jonás de la ciudad, y asentó hacia el oriente de la ciudad, é hízose allí una choza, y se sentó debajo de ella á la sombra, hasta ver qué sería de la ciudad.
Y debajo de él se derretirán los montes, y los valles se hendirán como la cera delante del fuego, como las aguas que corren por un precipicio.
Y cada uno se sentará debajo de su vid y debajo de su higuera, y no habrá quien amedrente: porque la boca de Jehová de los ejércitos lo ha hablado.
En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros llamará á su compañero debajo de la vid, y debajo de la higuera.
Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de un almud, mas sobre el candelero, y alumbra á todos los que están en casa.
Y respondió el centurión, y dijo: Señor, no soy digno de que entres debajo de mi techado; mas solamente di la palabra, y mi mozo sanará.
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