'Lo' en la Biblia
Al ver{lo,} Zacarías se turbó, y el temor se apoderó de él.
Pero el ángel le dijo: ``No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido oída, y tu mujer Elisabet te dará a luz un hijo, y lo llamarás Juan.
"Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue dicho de parte del Señor."
Al octavo día vinieron para circuncidar al niño, y lo iban a llamar Zacarías según el nombre de su padre.
Entonces preguntaban por señas al padre, cómo lo quería llamar.
El pidió una tablilla y escribió lo siguiente: ``Su nombre es Juan." Y todos se maravillaron.
Tal como lo anunció por boca de Sus santos profetas desde los tiempos antiguos,
Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, Con que la Aurora nos visitará desde lo alto,
Y dio a luz a su Hijo primogénito; Lo envolvió en pañales y Lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón.
Cuando Lo vieron, dieron a saber lo que se les había dicho acerca de este Niño.
Y todos los que {lo} oyeron se maravillaron de las cosas que les fueron dichas por los pastores.
Y los pastores se volvieron, glorificando y alabando a Dios por todo lo que habían oído y visto, tal como se les había dicho.
Al cumplirse los días para la purificación de ellos, según la ley de Moisés, Lo trajeron a Jerusalén (Ciudad de Paz) para presentar al Niño al Señor,
y para ofrecer un sacrificio conforme a lo que fue dicho en la Ley del Señor: ``UN PAR DE TORTOLAS O DOS PICHONES."
Movido por el Espíritu fue al templo. Y cuando los padres del niño Jesús Lo trajeron para cumplir por El el rito de la Ley,
Al regresar ellos, después de haber pasado todos los días {de la fiesta}, el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que lo supieran Sus padres,
Cuando no Lo encontraron, volvieron y Lo buscaron en Jerusalén.
Después de tres días Lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Cuando Sus padres Lo vieron, se quedaron maravillados; y Su madre Le dijo: ``Hijo, ¿por qué nos has tratado de esta manera? Mira, Tu padre y yo Te hemos estado buscando llenos de angustia."
~`TODO VALLE SERA RELLENADO, Y TODO MONTE Y COLLADO REBAJADO; LO TORCIDO SE HARA RECTO, Y LAS SENDAS ASPERAS {SE VOLVERAN} CAMINOS LLANOS;
Juan les respondía: ``El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo."
``No exijan (No colecten) más de lo que se les ha ordenado," les respondió Juan.
El diablo Lo llevó a una altura, y Le mostró en un instante todos los reinos del mundo.
``Todo este dominio y su gloria Te daré," Le dijo el diablo; ``pues a mí me ha sido entregado, y a quien quiero se lo doy.
Entonces {el diablo} Lo llevó a Jerusalén y Lo puso sobre el pináculo del templo, y Le dijo: ``Si eres Hijo de Dios, lánzate abajo desde aquí,
Cerrando el libro (el rollo), {lo} devolvió al asistente y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en El.
Entonces El les dijo: ``Sin duda Me citarán este refrán: `Médico, cúrate a ti mismo; {esto es,} todo lo que oímos que se ha hecho en Capernaúm, hazlo también aquí en Tu tierra.'"
y levantándose, echaron a Jesús fuera de la ciudad, y Lo llevaron hasta la cumbre del monte sobre el cual estaba edificada su ciudad para tirar a Jesús desde allí.
Jesús entonces lo reprendió, diciendo: `` ¡Cállate y sal de él!" Y después que el demonio lo derribó en medio {de ellos,} salió de él sin hacerle ningún daño.
Cuando se hizo de día, Jesús salió y se fue a un lugar solitario. Las multitudes Lo buscaban, y llegaron adonde El {estaba} y procuraban detener a Jesús para que no se separara de ellos.
Simón Le contestó: ``Maestro, hemos estado trabajando toda la noche y no hemos pescado nada, pero porque Tú lo pides (a Tu palabra), echaré las redes."
Cuando lo hicieron, encerraron una gran cantidad de peces, de modo que sus redes se rompían.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo (Santiago) y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: ``No temas; desde ahora serás pescador de hombres."
Extendiendo Jesús la mano, lo tocó, diciendo: ``Quiero; sé limpio." Y al instante la lepra lo dejó.
Y El le mandó que no se lo dijera a nadie. ``Pero anda," {le dijo,} ``muéstrate al sacerdote y da una ofrenda por tu purificación según lo ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio."
No hallando cómo introducirlo debido a la multitud, subieron a la azotea y lo bajaron con la camilla a través del techo, poniéndolo en medio, delante de Jesús.
Y él, dejándolo todo, se levantó y Lo seguía.
Ellos dijeron a Jesús: ``Los discípulos de Juan ayunan con frecuencia y hacen oraciones; los de los Fariseos también hacen lo mismo, pero los Tuyos comen y beben."
También les dijo una parábola: ``Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo; porque entonces romperá el nuevo, y el pedazo del nuevo no armonizará con el viejo.
Pero algunos de los Fariseos dijeron: `` ¿Por qué hacen ustedes lo que no es lícito en el día de reposo?"
Jesús les respondió: `` ¿Ni siquiera han leído lo que hizo David cuando tuvo hambre, él y los que con él estaban;
A fin de encontrar de qué acusar a Jesús, los escribas y los Fariseos Lo observaban atentamente {para ver} si sanaba en el día de reposo.
Pero El sabía lo que ellos estaban pensando, y dijo al hombre que tenía la mano seca (paralizada): ``Levántate y ven acá." Y él, levantándose, se puso de pie.
Después de mirarlos a todos a su alrededor, dijo al hombre: ``Extiende tu mano." Y él lo hizo {así,} y su mano quedó sana.
"A todo el que te pida, dale, y al que te quite lo que es tuyo, no {se lo} reclames.
"Si hacen bien a los que les hacen bien, ¿qué mérito tienen? Porque también los pecadores hacen lo mismo.
"El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo que es bueno; y el {hombre} malo, del mal {tesoro} saca lo que es malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca.
`` ¿Por qué ustedes Me llaman: `Señor, Señor,' y no hacen lo que Yo digo?
"Pues yo también soy hombre puesto bajo autoridad, y tengo soldados bajo mis órdenes; y digo a éste: `Ve,' y va; y a otro: `Ven,' y viene; y a mi siervo: `Haz esto,' y lo hace."
Al oír esto, Jesús se maravilló de él, y volviéndose, dijo a la multitud que Lo seguía: ``Les digo que ni aun en Israel he hallado una fe tan grande."
Y acercándose, tocó el féretro; y los que lo llevaban se detuvieron. Y Jesús dijo: ``Joven, a ti te digo: ¡Levántate!"
El que había muerto se incorporó y comenzó a hablar, y Jesús se lo entregó a su madre.
Entonces El les respondió: ``Vayan y cuenten a Juan lo que han visto y oído: los CIEGOS RECIBEN LA VISTA, los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertos son resucitados {y a} los POBRES SE LES ANUNCIA EL EVANGELIO.
Pero al ver {esto} el Fariseo que Lo había invitado, dijo para sí: ``Si Este fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que Lo está tocando, que es una pecadora."
"{y} no teniendo ellos con qué pagar, perdonó generosamente a los dos. ¿Cuál de ellos, entonces, lo amará más?"
"Por lo cual te digo que sus pecados, que son muchos, han sido perdonados, porque amó mucho; pero a quien poco se le perdona, poco ama."
"Aquéllos a lo largo del camino son los que han oído, {pero} después viene el diablo y arrebata la palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.
"Por tanto, tengan cuidado de cómo oyen; porque al que tiene, {más} le será dado; y al que no tiene, aun lo que cree que tiene se le quitará."
Llegándose a Jesús, Lo despertaron, diciendo: `` ¡Maestro, Maestro, que perecemos!" Y El, levantándose, reprendió al viento y a las olas embravecidas, y cesaron y sobrevino la calma.
`` ¿Dónde está la fe de ustedes?" les dijo. Pero ellos estaban atemorizados y asombrados, diciéndose unos a otros: `` ¿Quién, pues, es Este que aun a los vientos y al agua manda y Lo obedecen?"
Cuando los que los cuidaban vieron lo que había sucedido, huyeron y lo contaron en la ciudad y por los campos.
Los que {lo} habían visto, les contaron cómo el que estaba endemoniado había sido sanado.
Pero el hombre de quien habían salido los demonios Le rogaba que le permitiera estar con El; pero Jesús lo despidió, diciendo:
Cuando Jesús volvió, la multitud Lo recibió {con gozo}, porque todos Lo habían estado esperando.
porque tenía una hija única, como de doce años, que estaba al borde de la muerte. Pero mientras El iba, la muchedumbre Lo apretaba.
Y Jesús preguntó: `` ¿Quién es el que Me ha tocado?" Mientras todos lo negaban, Pedro dijo, y los que con él estaban: ``Maestro, las multitudes Te aprietan y Te oprimen."
Al ver la mujer que ella no había pasado inadvertida, se acercó temblando, y cayendo delante de El, declaró en presencia de todo el pueblo la razón por la cual Lo había tocado, y cómo al instante había sido sanada.
Pero cuando Jesús { lo} oyó, le respondió: ``No temas; cree solamente, y ella será sanada."
Sus padres estaban asombrados, pero El les encargó que no dijeran a nadie lo que había sucedido.
Herodes (Antipas) el tetrarca (de Galilea) se enteró de todo lo que estaba pasando, y estaba muy perplejo, porque algunos decían que Juan había resucitado de entre los muertos,
Entonces Herodes (Antipas) dijo: ``A Juan yo lo hice decapitar; ¿quién es, entonces, Este de quien oigo tales cosas?" Y procuraba ver a Jesús.
Cuando los apóstoles regresaron, dieron cuenta a Jesús de todo lo que habían hecho. Y tomándolos con El, se retiró aparte a una ciudad llamada Betsaida.
Pero cuando la gente se dio cuenta de esto, Lo siguió; y Jesús, recibiéndolos, les hablaba del reino de Dios, y sanaba a los que tenían necesidad de ser curados.
Así lo hicieron, haciendo recostar a todos.
Todos comieron y se saciaron; y se recogieron de lo que les sobró de los pedazos: doce cestas {llenas}.
Y al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: ``Maestro, es bueno quedarnos aquí; hagamos tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés y otra para Elías." Pero Pedro no sabía lo que decía.
Después de oírse la voz, Jesús quedó solo. Ellos mantuvieron esto en secreto; por aquellos días no contaron nada de lo que habían visto.
y sucede que un espíritu se apodera de él, y de repente da gritos, y {el espíritu} hace que caiga con convulsiones, echando espumarajos; y cuando lo estropea, a duras penas se aparta de él.
Cuando éste se acercaba, el demonio lo derribó y lo hizo caer con convulsiones. Pero Jesús reprendió al espíritu inmundo, y sanó al muchacho y se lo devolvió a su padre.
Entonces Jesús, sabiendo lo que pensaban en sus corazones, tomó a un niño y lo puso a Su lado.
Pero Jesús le dijo: ``No {se lo} impidan; porque el que no está contra ustedes, está con ustedes."
Pero no Lo recibieron, porque sabían que había determinado ir a Jerusalén.
"Permanezcan entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que les den; porque el obrero es digno de su salario. No se pasen de casa en casa.
"En cualquier ciudad donde entren y los reciban, coman lo que les sirvan;
`Hasta el polvo de su ciudad que se pega a nuestros pies, nos lo sacudimos {en protesta} contra ustedes; pero sepan esto: que el reino de Dios se ha acercado.'
"Todas las cosas Me han sido entregadas por Mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre, ni quién es el Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo {se lo} quiera revelar."
Volviéndose hacia los discípulos, les dijo aparte: ``Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven;
porque les digo que muchos profetas y reyes desearon ver lo que ustedes ven, y no {lo} vieron, y oír lo que ustedes oyen, y no {lo} oyeron."
"Por casualidad cierto sacerdote bajaba por aquel camino, y cuando lo vio, pasó por el otro lado {del camino.}
"Del mismo modo, también un Levita, cuando llegó al lugar y lo vio, pasó por el otro lado {del camino.}
"Pero cierto Samaritano, que iba de viaje, llegó adonde él {estaba;} y cuando lo vio, tuvo compasión.
"Acercándose, le vendó sus heridas, derramando aceite y vino sobre {ellas;} y poniéndolo sobre su propia cabalgadura, lo llevó a un mesón y lo cuidó.
"Al día siguiente, sacando dos denarios (salario de dos días) se los dio al mesonero, y dijo: `Cuídelo, y todo lo demás que gaste, cuando yo regrese se lo pagaré.'
El intérprete de la ley respondió: ``El que tuvo misericordia de él." ``Ve y haz tú lo mismo," le dijo Jesús.
Mientras iban ellos de camino, Jesús entró en cierta aldea; y una mujer llamada Marta Lo recibió en su casa.
"Pues si ustedes siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuánto más {su} Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se Lo pidan?"
"Pero cuando uno más fuerte que él lo ataca y lo vence, le quita todas sus armas en las cuales había confiado y distribuye su botín.
"Porque de la misma manera que Jonás vino a ser una señal para los Ninivitas, así también lo será el Hijo del Hombre para esta generación.
Pero el Señor le dijo: ``Ahora bien, ustedes los Fariseos limpian lo de afuera del vaso y del plato; pero por dentro están llenos de robo y de maldad.
"Necios, el que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro?