'Me' en la Biblia

Para el director del coro; según la tonada de La paloma silenciosa de los que están lejos. Mictam de David cuando los filisteos lo prendieron en Gat.Ten piedad de mí, oh Dios, porque el hombre me ha pisoteado; me oprime combatiéndome todo el día.

Mis enemigos me han pisoteado todo el día, porque muchos son los que con soberbia pelean contra mí.

Para el director del coro; {según tonada de} No destruyas. Mictam de David, en la cueva, cuando huía de Saúl.Ten piedad de mí, oh Dios, ten piedad de mí, porque en ti se refugia mi alma; en la sombra de tus alas me ampararé hasta que la destrucción pase.

El enviará desde los cielos y me salvará; El reprocha al que me pisotea. (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.

Porque, he aquí, han puesto emboscada contra mi vida; hombres feroces me atacan, {pero} no es por mi transgresión, ni por mi pecado, SEÑOR.

Mi Dios en su misericordia vendrá a mi encuentro; Dios me permitirá mirar {victorioso} sobre mis enemigos.

Oh fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas; porque mi baluarte es Dios, el Dios que me muestra misericordia.

Dios ha hablado en su santuario: Me alegraré, repartiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom arrojaré mi calzado; clama a gritos, oh Filistea, a causa de mí.

¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?

Que more yo en tu tienda para siempre; {y} me abrigue en el refugio de tus alas. (Selah)

Porque tú, oh Dios, has escuchado mis votos; tú {me} has dado la heredad de los que temen tu nombre.

Cuando en mi lecho me acuerdo de ti, en ti medito durante las vigilias de la noche.

A ti se aferra mi alma; tu diestra me sostiene.

Si observo iniquidad en mi corazón, el Señor no {me} escuchará.

Pero ciertamente Dios {me} ha oído; El atendió a la voz de mi oración.

Para el director del coro; según Sosanim. {Salmo} de David.Sálvame, oh Dios, porque las aguas {me} han llegado hasta el alma.

Me he hundido en cieno profundo, y no hay donde hacer pie; he llegado a lo profundo de las aguas, y la corriente me anega.

Más que los cabellos de mi cabeza son los que sin causa me aborrecen; poderosos son los que quieren destruirme, sin razón son mis enemigos, me hacen devolver aquello que no robé.

Me he convertido en extraño para mis hermanos, y en extranjero para los hijos de mi madre.

Porque el celo por tu casa me ha consumido, y los vituperios de los que te injurian han caído sobre mí.

Cuando hice de cilicio mi vestido, me convertí en proverbio para ellos.

Sácame del cieno y no dejes que me hunda; sea yo librado de los que me odian, y de lo profundo de las aguas.

No me cubra la corriente de las aguas, ni me trague el abismo, ni el pozo cierre sobre mí su boca.

Y por comida me dieron hiel, y para mi sed me dieron a beber vinagre.

Pero yo estoy afligido y adolorido; tu salvación, oh Dios, me ponga en alto.

En ti, oh SEÑOR, me refugio; jamás sea yo avergonzado.

De ti he recibido apoyo desde {mi} nacimiento; tú eres el que me sacó del seno de mi madre; para ti es continuamente mi alabanza.

No me rechaces en el tiempo de la vejez; no me desampares cuando me falten las fuerzas.

Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he anunciado tus maravillas.

Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a {esta} generación, tu poderío a todos los que han de venir.

Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones, me volverás a dar vida, y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.

Sin embargo, yo siempre estoy contigo; tú me has tomado de la mano derecha.

Con tu consejo me guiarás, y después me recibirás en gloria.

Salmo de Asaf.Mi voz {se eleva} a Dios, y {a El} clamaré; mi voz {se eleva} a Dios, y El me oirá.

Me acuerdo de Dios, y me siento turbado; me lamento, y mi espíritu desmaya. (Selah)

De noche me acordaré de mi canción; en mi corazón meditaré; y mi espíritu inquiere.

Me acordaré de las obras del SEÑOR; ciertamente me acordaré de tus maravillas antiguas.

Oye, pueblo mío, y te amonestaré. ¿Oh Israel, si tú me oyeras!

Pero mi pueblo no escuchó mi voz; Israel no me obedeció.

¿Oh, si mi pueblo me oyera, si Israel anduviera en mis caminos!

En el día de la angustia te invocaré, porque tú me responderás.

Muéstrame una señal de bondad, para que {la} vean los que me aborrecen y se avergüencen, porque tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado.

Mencionaré a Rahab y a Babilonia entre los que me conocen; he aquí, Filistea y Tiro con Etiopía; {de sus moradores se dirá:} ``Este nació allí."

Me has puesto en la fosa más profunda, en lugares tenebrosos, en las profundidades.

Ha reposado sobre mí tu furor, y {me} has afligido con todas tus olas. (Selah)

Has alejado de mí mis amistades, me has hecho objeto de repugnancia para ellos; encerrado estoy y no puedo salir.

Sobre mí ha pasado tu ardiente ira; tus terrores me han destruido.

Me han rodeado como aguas todo el día; a una me han cercado.

Me invocará, y le responderé; yo estaré con él en la angustia; lo rescataré y lo honraré;

Porque tú, oh SEÑOR, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos.

Mis ojos {satisfechos} han mirado a los que me acechaban, {y} oyen mis oídos de los malhechores que se levantan contra mí.

¿Quién se levantará por mí contra los malhechores? ¿Quién me defenderá de los que hacen iniquidad?

Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh SEÑOR, me sostendrá.

cuando vuestros padres me tentaron, me probaron, aunque habían visto mi obra.

Por cuarenta años me repugnó {aquella} generación, y dije: Es un pueblo que se desvía en su corazón y no conocen mis caminos.

Mis ojos estarán sobre los fieles de la tierra, para que moren conmigo; el que anda en camino de integridad me servirá.

Mi corazón ha sido herido como la hierba y se ha secado, y {hasta} me olvido de comer mi pan.

Me parezco al pelícano del desierto; como el búho de las soledades he llegado a ser.

Mis enemigos me han afrentado todo el día; los que me escarnecen han usado mi {nombre} como maldición.

a causa de tu indignación y de tu enojo; pues tú me has levantado y me has rechazado.

Mis días son como sombra que se alarga; y yo me seco como la hierba.

Dije: Dios mío, no me lleves en la mitad de mis días; tus años son por todas las generaciones.

Séale agradable mi meditación; yo me alegraré en el SEÑOR.

para que yo vea la prosperidad de tus escogidos, para que me regocije en la alegría de tu nación, para que me gloríe con tu heredad.

Dios ha hablado en su santuario: Me alegraré, repartiré a Siquem y mediré el valle de Sucot.

Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom arrojaré mi calzado; sobre Filistea lanzaré gritos.

¿Quién me conducirá a la ciudad fortificada? ¿Quién me guiará hasta Edom?

Me han rodeado también con palabras de odio, y sin causa han luchado contra mí.

Así me han pagado mal por bien, y odio por mi amor.

Me he convertido también en objeto de oprobio para ellos; cuando me ven, menean la cabeza.

Los lazos de la muerte me rodearon, y los terrores del Seol vinieron sobre mí; angustia y tristeza encontré.

El SEÑOR guarda a los sencillos; estaba yo postrado y me salvó.

En medio de {mi} angustia invoqué al SEÑOR; el SEÑOR me respondió {y me puso} en un lugar espacioso.

El SEÑOR está por mí entre los que me ayudan; por tanto, miraré {triunfante} sobre los que me aborrecen.

Todas las naciones me rodearon; en el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí.

Me rodearon, sí, me rodearon; en el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí.

Me rodearon como abejas; fueron extinguidas como fuego de espinos; en el nombre del SEÑOR ciertamente las destruí.

Me empujaste con violencia para que cayera, pero el SEÑOR me ayudó.

El SEÑOR me ha reprendido severamente, pero no me ha entregado a la muerte.

Te daré gracias porque me has respondido, y has sido mi salvación.

Tus estatutos guardaré; no me dejes en completo desamparo.

Con todo mi corazón te he buscado; no dejes que me desvíe de tus mandamientos.

Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas.

Me deleitaré en tus estatutos, y no olvidaré tu palabra.

De mis caminos {te} conté, y tú me has respondido; enséñame tus estatutos.

Me apego a tus testimonios; SEÑOR, no me avergüences.

Hazme andar por la senda de tus mandamientos, porque en ella me deleito.

Quita de mí el oprobio que me causa temor, porque tus juicios son buenos.

Y tendré respuesta para el que me afrenta, pues confío en tu palabra.

Hablaré también de tus testimonios delante de reyes, y no me avergonzaré.

Y me deleitaré en tus mandamientos, los cuales amo.

Acuérdate de la palabra {dada} a tu siervo, en la cual me has hecho esperar.

Este es mi consuelo en la aflicción: que tu palabra me ha vivificado.

Los soberbios me insultaron en gran manera, {sin embargo,} no me he apartado de tu ley.

Me acuerdo de tus ordenanzas antiguas, oh SEÑOR, y me consuelo.

Por la noche me acuerdo de tu nombre, oh SEÑOR, y guardo tu ley.

Me apresuré y no me tardé en guardar tus mandamientos.

Los lazos de los impíos me han rodeado, {mas} no me he olvidado de tu ley.

A medianoche me levantaré para darte gracias por tus justas ordenanzas.