'Me' en la Biblia
- 1.Gé 3:10-Gé 41:13
- 2.Gé 41:17-Números 22:34
- 3.Números 23:3-Jueces 16:7
- 4.Jueces 16:10-2 Samuel 1:7
- 5.2 Samuel 1:8-1 Reyes 13:9
- 6.1 Reyes 13:17-Nehemías 2:8
- 7.Nehemías 2:12-Job 29:16
- 8.Job 29:21-Salmos 27:5
- 9.Salmos 27:6-Salmos 77:3
- 10.Salmos 77:6-Salmos 120:1
- 11.Salmos 122:1-Isaías 21:3
- 12.Isaías 21:4-Jeremías 10:24
- 13.Jeremías 11:6-Lamentaciones 3:7
- 14.Lamentaciones 3:11-Ezequiel 46:19
- 15.Ezequiel 46:20-Zacarías 2:9
- 16.Zacarías 2:11-Lucas 7:45
- 17.Lucas 8:28-Juan 13:6
- 18.Juan 13:8-Hechos 24:12
- 19.Hechos 24:13-Efesios 3:3
- 20.Efesios 3:8-Apocalipsis 22:10
ni pueden probar las cosas de que ahora me acusan.
Y en esto, unos judíos de Asia me hallaron purificado en el templo no con multitud ni con alboroto;
Porque si algún agravio, o alguna cosa digna de muerte he hecho, no rehúso morir; pero si nada hay de las cosas de que éstos me acusan, nadie puede entregarme a ellos. A César apelo.
Entonces Festo dijo: Rey Agripa, y todos los varones aquí presentes con nosotros; veis a este hombre, del cual toda la multitud de los judíos me ha demandado en Jerusalén y aquí, dando voces que no debe vivir más;
Porque me parece fuera de razón enviar un preso, y no informar de los cargos que haya en su contra.
Me tengo por dichoso, oh rey Agripa, de que hoy haya de defenderme delante de ti acerca de todas las cosas de que soy acusado por los judíos.
Mayormente sabiendo que tú eres conocedor de todas las costumbres y cuestiones que hay entre los judíos; por lo cual te ruego que me oigas con paciencia.
Y habiendo caído todos nosotros en tierra, oí una voz que me hablaba, y decía en lengua hebrea: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Dura cosa te es dar coces contra los aguijones.
Pero levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que me apareceré a ti,
Entonces Agripa dijo a Pablo: Por poco me persuades a ser cristiano.
Y Pablo dijo: ¡Quisiera Dios, que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fueseis hechos tales cual yo soy, excepto estas cadenas!
Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.
los cuales, habiéndome interrogado, me querían soltar; por no haber en mí ninguna causa de muerte.
Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no que tenga de qué acusar a mi nación.
Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, que sin cesar hago mención de vosotros siempre en mis oraciones,
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado) para tener algún fruto también entre vosotros, así como entre los otros gentiles.
Porque no me avergüenzo del evangelio de Cristo; porque es el poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
Porque el pecado, tomando ocasión por el mandamiento, me engañó, y por él me mató.
Porque según el hombre interior me deleito en la ley de Dios;
mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
¡Miserable hombre de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Digo la verdad en Cristo, no miento, y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo.
Porque a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia; y me compadeceré del que yo me compadezca.
Me dirás entonces: ¿Por qué, pues, inculpa? porque, ¿quién ha resistido a su voluntad?
Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques contra Dios? ¿Dirá lo formado al que lo formó: Por qué me has hecho así?
También Isaías dice osadamente: Fui hallado de los que no me buscaban; me manifesté a los que no preguntaban por mí.
Pero, ¿qué le dice la respuesta divina? Me he reservado siete mil varones, que no han doblado la rodilla ante Baal.
Digo, pues, por la gracia que me ha sido dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí, que el que debe tener, sino que piense de sí con mesura, conforme a la medida de la fe que Dios repartió a cada uno.
Mas hermanos, os he escrito en parte osadamente, como recordándoos; por la gracia que de Dios me es dada,
Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo fuese ya nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno,
Porque vuestra obediencia ha venido a ser notoria a todos. Así que me gozo de vosotros; mas quiero que seáis sabios para el bien, y simples para el mal.
Porque me ha sido dicho de vosotros, hermanos míos, por los que son de la casa de Cloé, que hay entre vosotros contiendas.
Porque no me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras, para que no se haga vana la cruz de Cristo.
Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado.
Conforme a la gracia de Dios que me es dada, yo como perito arquitecto puse el fundamento, y otro edifica encima; pero cada uno mire cómo sobreedifica.
Yo en muy poco tengo el ser juzgado por vosotros, o por juicio humano; y ni aun yo mismo me juzgo.
Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.
Porque ¿qué me va a mí en juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro?
Todas las cosas me son lícitas, pero no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, pero yo no me dejaré dominar por ninguna.
¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Tomaré, acaso, los miembros de Cristo, y los haré miembros de una ramera? ¡Dios me libre!
En cuanto a las cosas de que me escribisteis, bueno es al hombre no tocar mujer.
Ésta es mi respuesta a los que me preguntan.
Pero yo de nada de esto me he aprovechado; ni tampoco he escrito esto para que se haga así conmigo; porque prefiero morir, antes que nadie haga vana esta mi gloria.
Porque aunque predico el evangelio, no tengo de qué gloriarme porque me es impuesta necesidad; y ¡ay de mí si no predico el evangelio!
Por lo cual, si lo hago de voluntad, recompensa tendré; mas si por fuerza, la dispensación del evangelio me ha sido encomendada.
Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a más.
Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están bajo la ley, como bajo la ley, para ganar a los que están bajo la ley;
A los débiles, me he hecho como débil, para ganar a los débiles: A todos me he hecho todo, para que de todos modos salve a algunos.
Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica.
Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo caridad, de nada me sirve.
En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor.
Si como hombre batallé en Éfeso contra bestias, ¿qué me aprovecha? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos.
Y podrá ser que me quede y pase el invierno con vosotros, para que vosotros me encaminéis a donde haya de ir.
Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés;
porque se me ha abierto puerta grande y eficaz, y muchos son los adversarios.
Me gozo de la venida de Estéfanas y de Fortunato y de Acaico; porque lo que de vosotros faltaba, ellos lo suplieron.
Así que, cuando me propuse esto, ¿usé quizá de ligereza? ¿O lo que me propongo, me propongo según la carne, para que haya en mí Sí, Sí, y No, No?
Porque si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel a quien yo contristare?
Y esto mismo os escribí, para que cuando viniere no tenga tristeza de aquellos de quienes me debiera alegrar; confiando en vosotros todos que mi gozo es el de todos vosotros.
Que si alguno ha causado tristeza, no me ha entristecido a mí sino en parte; para no sobrecargaros a todos vosotros.
Y cuando vine a Troas para predicar el evangelio de Cristo, y una puerta me fue abierta en el Señor,
y seré Padre a vosotros, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él fue consolado de vosotros, haciéndonos saber vuestro gran deseo, vuestro llanto, vuestro celo por mí, para que así yo más me regocijara.
Porque aunque os contristé con la carta, no me arrepiento, bien que me arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por un poco de tiempo, os contristó.
Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nosotros.
Que si de algo me he gloriado con él acerca de vosotros, no me avergüenzo; pues como os hemos hablado todo con verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fue hallada verdadera.
Me gozo de que en todo tengo confianza en vosotros.
Pero en cuanto a la suministración para los santos, por demás me es escribiros;
pues conozco vuestra buena disposición, de la cual me glorío entre los de Macedonia, que Acaya está preparada desde el año pasado; y vuestro celo ha estimulado a muchos.
Porque aunque me gloríe algo más de nuestra autoridad, la cual el Señor nos dio para edificación y no para vuestra destrucción, no me avergonzaré;
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, a ninguno fui carga; porque lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia; y en todo me guardé de seros carga, y me guardaré.
Como la verdad de Cristo está en mí; nadie me impedirá esta gloria en las regiones de Acaya.
Otra vez digo: Que nadie me tenga por loco; de otra manera, recibidme aun como a loco, para que me gloríe yo un poquito.
Puesto que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré.
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿A quién se le hace caer, y yo no me enfurezco?
Si es necesario gloriarme, me gloriaré en mis flaquezas.
Ciertamente no me conviene gloriarme; mas vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
De tal hombre me gloriaré, mas de mí mismo no me gloriaré, sino en mis debilidades.
Y para que no me enaltezca desmedidamente por la grandeza de las revelaciones, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que habite en mí el poder de Cristo.
Por lo cual me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy poderoso.
Me he hecho un necio al gloriarme; vosotros me obligasteis; pues yo debía de ser alabado por vosotros; porque en nada soy menos que aquellos grandes apóstoles, aunque nada soy.
No sea que cuando volviere, mi Dios me humille entre vosotros, y haya de llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación, y la lascivia que han cometido
Por tanto os escribo esto estando ausente, no sea que estando presente os trate con dureza, conforme a la potestad que el Señor me ha dado para edificación, y no para destrucción.
pues yo ni lo recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesucristo.
Mas cuando agradó a Dios, que me apartó desde el vientre de mi madre, y me llamó por su gracia,
Pero de aquellos que parecían ser algo (lo que hayan sido, no me importa: Dios no hace acepción de personas); a mí, pues, los que parecían ser algo nada me comunicaron.
Antes por el contrario; cuando vieron que el evangelio de la incircuncisión me había sido encomendado, como a Pedro el de la circuncisión
y cuando Jacobo, Cefas, y Juan, que parecían ser columnas, percibieron la gracia que me fue dada, nos dieron a mí y a Bernabé las diestras de compañerismo, para que nosotros fuésemos a los gentiles, y ellos a la circuncisión.
Porque si las cosas que destruí, las mismas vuelvo a edificar, transgresor me hago.
Con Cristo estoy juntamente crucificado; mas vivo, ya no yo, sino que Cristo vive en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros.
Os ruego, hermanos, que seáis como yo; porque yo soy como vosotros: Ningún agravio me habéis hecho.
y no desechasteis ni menospreciasteis mi prueba que estaba en mi carne, antes me recibisteis como a un ángel de Dios, como a Cristo Jesús.
¿Me he hecho, pues, vuestro enemigo, porque os digo la verdad?
Mas lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
De aquí en adelante nadie me cause molestias; porque yo llevo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús.
si es que habéis oído de la dispensación de la gracia de Dios que me ha sido dada para con vosotros;
que por revelación me hizo conocer el misterio, como antes escribí en breve,
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 3:10-Gé 41:13
- 2.Gé 41:17-Números 22:34
- 3.Números 23:3-Jueces 16:7
- 4.Jueces 16:10-2 Samuel 1:7
- 5.2 Samuel 1:8-1 Reyes 13:9
- 6.1 Reyes 13:17-Nehemías 2:8
- 7.Nehemías 2:12-Job 29:16
- 8.Job 29:21-Salmos 27:5
- 9.Salmos 27:6-Salmos 77:3
- 10.Salmos 77:6-Salmos 120:1
- 11.Salmos 122:1-Isaías 21:3
- 12.Isaías 21:4-Jeremías 10:24
- 13.Jeremías 11:6-Lamentaciones 3:7
- 14.Lamentaciones 3:11-Ezequiel 46:19
- 15.Ezequiel 46:20-Zacarías 2:9
- 16.Zacarías 2:11-Lucas 7:45
- 17.Lucas 8:28-Juan 13:6
- 18.Juan 13:8-Hechos 24:12
- 19.Hechos 24:13-Efesios 3:3
- 20.Efesios 3:8-Apocalipsis 22:10