'Mi' en la Biblia
- 1.Gé 2:23-Gé 27:4
- 2.Gé 27:8-Gé 43:9
- 3.Gé 43:23-Éx 22:24
- 4.Éx 22:25-Números 24:14
- 5.Números 25:11-Jueces 11:13
- 6.Jueces 11:19-1 Samuel 21:8
- 7.1 Samuel 21:14-2 Samuel 14:17
- 8.2 Samuel 14:18-1 Reyes 5:3
- 9.1 Reyes 5:4-2 Reyes 18:31
- 10.2 Reyes 18:34-2 Crónicas 33:4
- 11.2 Crónicas 33:7-Job 14:17
- 12.Job 16:4-Job 31:21
- 13.Job 31:22-Salmos 18:47
- 14.Salmos 18:48-Salmos 38:16
- 15.Salmos 38:17-Salmos 62:5
- 16.Salmos 62:6-Salmos 89:34
- 17.Salmos 89:35-Salmos 119:149
- 18.Salmos 119:153-Proverbios 9:5
- 19.Proverbios 9:11-Isaías 14:13
- 20.Isaías 14:25-Isaías 49:6
- 21.Isaías 49:14-Jeremías 3:7
- 22.Jeremías 3:10-Jeremías 18:19
- 23.Jeremías 18:20-Jeremías 44:26
- 24.Jeremías 45:3-Ezequiel 13:10
- 25.Ezequiel 13:13-Ezequiel 25:16
- 26.Ezequiel 25:17-Ezequiel 46:18
- 27.Ezequiel 47:14-Joel 2:29
- 28.Joel 3:2-Malaquías 2:5
- 29.Malaquías 3:1-Marcos 3:34
- 30.Marcos 3:35-Lucas 20:42
- 31.Lucas 21:8-Juan 12:44
- 32.Juan 12:46-Hechos 24:10
- 33.Hechos 24:14-2 Corintios 12:6
- 34.2 Corintios 12:7-Apocalipsis 3:12
- 35.Apocalipsis 3:16-Apocalipsis 22:16
Porque yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.
Por tanto denunciaré mi iniquidad; me acongojaré por mi pecado.
No me desampares, oh SEÑOR; Dios mío, no te alejes de mí.
Apresúrate a ayudarme, Señor de mi salvación.
Yo dije: Miraré por mis caminos, para no pecar con mi lengua; guardaré mi boca con freno, entre tanto que el impío fuere contra mí.
Enmudecí en silencio, me callé aun de lo bueno; y se alborotó mi dolor.
Se enardeció mi corazón dentro de mí; en mi meditación se encendió fuego; y hablé con mi lengua:
Hazme saber, SEÑOR, mi fin, y cuánta sea la medida de mis días; sepa yo cuánto tengo de ser del mundo.
He aquí como a palmos diste a mis días, y mi edad es como nada delante de ti; ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. (Selah.)
Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza en ti está.
Enmudecí, no abrí mi boca; porque tú lo hiciste.
Quita de sobre mí tu plaga; de la guerra de tu mano soy consumido.
Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
Pacientemente esperé al SEÑOR, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y puso en mi boca canción nueva, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, y esperarán en el SEÑOR.
Entonces dije: He aquí, vengo; en el envoltorio del libro está escrito de mí:
No encubrí tu justicia en medio de mi corazón; tu verdad y tu salvación he declarado; no negué tu misericordia y tu verdad en grande ayuntamiento.
Tú, SEÑOR, no detengas de mí tus misericordias; tu misericordia y tu verdad me guarden siempre.
Porque me han cercado males hasta no haber cuanto; me han asido mis iniquidades, y no puedo ver; se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Sean avergonzados y confusos a una los que buscan mi vida para cortarla; vuelvan atrás y avergüéncense los que mi mal desean.
Cuando yo estoy pobre y menesteroso, el SEÑOR pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Yo dije: SEÑOR, ten misericordia de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.
Mis enemigos dicen mal de mí preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
Congregados murmuraban contra mí todos los que me aborrecían; contra mí pensaban mal, diciendo de mí:
Aun el varón de mi paz, en quien yo confiaba, el que comía mi pan, engrandeció contra mí el calcañar.
Mas tú, SEÑOR, ten misericordia de mí, y hazme levantar, y les daré el pago.
En esto habré conocido que te he agradado, que mi enemigo no se holgará de mí.
En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.
Mi alma tuvo sed de Dios, del Dios vivo. ¡Cuándo vendré, y compareceré delante de Dios!
Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, mientras me decían todos los días: ¿Dónde está tu Dios?
De estas cosas me acordaré, y derramaré mi alma sobre mí. Cuando pasaré en el número, iré con ellos hasta la Casa de Dios, con voz de alegría y de alabanza, bailando la multitud.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por el bienestar de su presencia.
Dios mío, mi alma está en mí abatida; por tanto me acordaré de ti desde la tierra del Jordán, y de los hermonitas, desde el monte de Mizar.
Un abismo llama a otro a la voz de tus canales; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
De día mandará el SEÑOR su misericordia, y de noche su canción será conmigo, oración al Dios de mi vida.
Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.
Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Y entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.
Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará.
Cada día mi vergüenza está delante de mí, y me cubre la confusión de mi rostro,
Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
Mi boca hablará sabiduría; y el pensamiento de mi corazón inteligencia.
Acomodaré a ejemplos mi oído; declararé con el arpa mi enigma.
Ciertamente Dios rescatará mi vida de la mano del Seol, cuando me tomará. (Selah.)
Juntadme mis misericordiosos; los que pactaron mi pacto sobre sacrificio.
No te reprenderé sobre tus sacrificios, que tus holocaustos delante de mí están siempre.
Pero al malo dijo Dios: ¿Qué parte tienes tú de declarar mis leyes, y que tomes mi pacto en tu boca?
Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tu compasión rae mis rebeliones.
Lávame más y más de mi iniquidad, y límpiame de mi pecado.
Porque yo reconozco mis rebeliones; y mi pecado está siempre delante de mí.
He aquí, el dolor de mi iniquidad me ha hecho revolcar; mi madre me concibió para que el pecado fuera removido de mí.
Remueva el pecado en mí con hisopo, y seré limpio; lávame, y seré emblanquecido más que la nieve.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti; y no quites de mí tu santo Espíritu.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
Señor, abre mis labios; y publicará mi boca tu alabanza.
¿No tienen conocimiento todos esos que obran iniquidad, que comen a mi pueblo como si comieran pan? A Dios no invocan.
Porque extraños se han levantado contra mí, y fuertes buscan mi alma; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah.)
He aquí, Dios es el que me ayuda; el Señor es con los que sustentan mi alma.
Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
Está atento, y respóndeme; clamo en mi oración, y me conmuevo,
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.
Mi corazón está doloroso dentro de mí, y terrores de muerte han caído sobre mí.
Temor y temblor vinieron sobre mí, y terror me ha cubierto.
Porque no me afrentó un enemigo, lo cual habría soportado; ni el que me aborrecía se engrandeció contra mí, porque me hubiera escondido de él;
mas tú, hombre, según mi estimación: mi señor, y mi familiar.
Tarde y mañana y a mediodía hablo y bramo; y él oirá mi voz.
El ha rescatado en paz mi alma de la guerra contra mí; porque muchos fueron contra mí.
Ten misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre; me oprime combatiéndome cada día.
Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Todos los días me contristan mis negocios; contra mí son todos sus pensamientos para mal.
Se reúnen, se esconden, miran ellos atentamente mis pisadas, esperando mi alma.
Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.
Sobre mí, oh Dios, están tus promesas; te tributaré alabanzas.
Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí; porque en ti ha confiado mi alma, y en la sombra de tus alas me ampararé, hasta que pasen los quebrantos.
Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de hombres que echan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda.
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido; hoyo han cavado delante de mí; cayeron en medio de él. (Selah.)
Pronto está mi corazón, oh Dios, mi corazón está dispuesto; cantaré, y diré salmos.
Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que se levantan contra mí.
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí fuertes sin rebelión mía, y sin pecado mío, oh SEÑOR.
Sin iniquidad mía corren y se aperciben; despierta para venir a mi encuentro, y mira.
Para ti reservaré su fortaleza; porque Dios es mi defensa.
El Dios de mi misericordia me encontrará en el camino; Dios me hará ver en mis enemigos mi deseo.
No los matarás, para que mi pueblo no se olvide; hazlos vagar con tu fortaleza, y abátelos, oh SEÑOR, escudo nuestro,
Y yo cantaré tu fortaleza, y loaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
Fortaleza mía, a ti cantaré; porque eres Dios de mi amparo, Dios de mi misericordia.
Mío es Galaad, y mío es Manasés; y Efraín es la fortaleza de mi cabeza; Judá, mi legislador;
Moab, la vasija de mi lavatorio; sobre Edom echaré mi zapato; triunfa por razón de mí, oh Filistea.
Oye, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende.
Desde el cabo de la tierra clamaré a ti, cuando mi corazón desmayare; a la peña más alta que me conduzcas,
porque tú has sido mi refugio, mi torre de fortaleza delante del enemigo.
En Dios solamente se reposa mi alma; de él es mi salud.
El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.
Alma mía, en Dios solamente reposa; porque de él es mi esperanza.
Resutados de la Búsqueda continuados...
- 1.Gé 2:23-Gé 27:4
- 2.Gé 27:8-Gé 43:9
- 3.Gé 43:23-Éx 22:24
- 4.Éx 22:25-Números 24:14
- 5.Números 25:11-Jueces 11:13
- 6.Jueces 11:19-1 Samuel 21:8
- 7.1 Samuel 21:14-2 Samuel 14:17
- 8.2 Samuel 14:18-1 Reyes 5:3
- 9.1 Reyes 5:4-2 Reyes 18:31
- 10.2 Reyes 18:34-2 Crónicas 33:4
- 11.2 Crónicas 33:7-Job 14:17
- 12.Job 16:4-Job 31:21
- 13.Job 31:22-Salmos 18:47
- 14.Salmos 18:48-Salmos 38:16
- 15.Salmos 38:17-Salmos 62:5
- 16.Salmos 62:6-Salmos 89:34
- 17.Salmos 89:35-Salmos 119:149
- 18.Salmos 119:153-Proverbios 9:5
- 19.Proverbios 9:11-Isaías 14:13
- 20.Isaías 14:25-Isaías 49:6
- 21.Isaías 49:14-Jeremías 3:7
- 22.Jeremías 3:10-Jeremías 18:19
- 23.Jeremías 18:20-Jeremías 44:26
- 24.Jeremías 45:3-Ezequiel 13:10
- 25.Ezequiel 13:13-Ezequiel 25:16
- 26.Ezequiel 25:17-Ezequiel 46:18
- 27.Ezequiel 47:14-Joel 2:29
- 28.Joel 3:2-Malaquías 2:5
- 29.Malaquías 3:1-Marcos 3:34
- 30.Marcos 3:35-Lucas 20:42
- 31.Lucas 21:8-Juan 12:44
- 32.Juan 12:46-Hechos 24:10
- 33.Hechos 24:14-2 Corintios 12:6
- 34.2 Corintios 12:7-Apocalipsis 3:12
- 35.Apocalipsis 3:16-Apocalipsis 22:16