'Muy' en la Biblia
Además veinte tazones de oro, de mil dracmas; y dos vasos de metal limpio muy bueno, preciados como el oro.
Y ORANDO Esdras y confesando, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, juntóse á él una muy grande multitud de Israel, hombres y mujeres y niños; y lloraba el pueblo con gran llanto.
Y toda la congregación que volvió de la cautividad hicieron cabañas, y en cabañas habitaron; porque desde los días de Josué hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande.
Mas la reina Vasthi no quiso comparecer á la orden del rey, enviada por mano de los eunucos; y enojóse el rey muy mucho, y encendióse en él su ira.
Así se sentaron con él en tierra por siete días y siete noches, y ninguno le hablaba palabra, porque veían que el dolor era muy grande.
Si tuviera cerca de él Algún elocuente anunciador muy escogido, Que anuncie al hombre su deber;
Mi alma asimismo está muy conturbada: Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo?
Sus caminos son viciosos en todo tiempo: Tus juicios los tiene muy lejos de su vista: Echa bocanadas en orden á todos sus enemigos.
Al Músico principal: sobre Sosannim: para los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores. REBOSA mi corazón palabra buena: Refiero yo al Rey mis obras: Mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.
Los príncipes de los pueblos se juntaron Al pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; El es muy ensalzado.
Al Músico principal: sobre La paloma silenciosa en paraje muy distante. Michtam de David, cuando los Filisteos le prendieron en Gath. TEN misericordia de mí, oh Dios, porque me devoraría el hombre: Me oprime combatiéndome cada día.
No recuerdes contra nosotros las iniquidades antiguas: Anticípennos presto tus misericordias, Porque estamos muy abatidos.
Cuán grandes son tus obras, oh Jehová! Muy profundos son tus pensamientos.
Tus testimonios son muy firmes: La santidad conviene á tu casa, Oh Jehová, por los siglos y para siempre.
Porque tú, Jehová, eres alto sobre toda la tierra: Eres muy ensalzado sobre todos los dioses.
Tú encargaste Que sean muy guardados tus mandamientos.
Por eso he amado tus mandamientos Más que el oro, y más que oro muy puro.
Tus testimonios, que has recomendado, Son rectos y muy fieles.
Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros; Porque estamos muy hartos de menosprecio.
Muy harta está nuestra alma Del escarnio de los holgados, Y del menosprecio de los soberbios.
Escucha mi clamor, que estoy muy afligido; Líbrame de los que me persiguen, porque son más fuertes que yo.
El envía su palabra á la tierra; Muy presto corre su palabra.
Tres cosas hay de hermoso andar, Y la cuarta pasea muy bien:
HAY un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres:
Lejos está lo que fué; y lo muy profundo ¿quién lo hallará?
Si Jehová de los ejércitos no hubiera hecho que nos quedasen muy cortos residuos, como Sodoma fuéramos, y semejantes á Gomorra.
Mas de aquí á muy poco tiempo, se acabará el furor y mi enojo, para fenecimiento de ellos.
Y vió un carro de un par de caballeros, un carro de asno, y un carro de camello. Luego miró muy más atentamente.
¿No será tornado de aquí á muy poco tiempo el Líbano en Carmelo, y el Carmelo será estimado por bosque?
Porque ciertamente allí será Jehová para con nosotros fuerte, lugar de ríos, de arroyos muy anchos, por el cual no andará galera, ni por él pasará grande navío.
Entonces Isaías profeta vino al rey Ezechîas, y díjole: ¿Qué dicen estos hombres, y de dónde han venido á ti? Y Ezechîas respondió: De tierra muy lejos han venido á mí, de Babilonia.
Y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados; para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
He aquí que mi siervo será prosperado, será engrandecido y ensalzado, y será muy sublimado.
Porque desde muy atrás he quebrado tu yugo, y roto tus ataduras; y dijiste: No serviré. Con todo eso, sobre todo collado alto y debajo de todo árbol umbroso, corrias tú, oh ramera.
Tu morada es en medio de engaño; de muy engañadores no quisieron conocerme, dice Jehová.
Ay de mí, por mi quebrantamiento! mi llaga es muy dolorosa. Yo empero dije: Ciertamente enfermedad mía es esta, y debo sufrirla.
Decirles has, pues, esta palabra: Córranse mis ojos en lágrimas noche y día, y no cesen; porque de gran quebrantamiento es quebrantada la virgen hija de mi pueblo, de plaga muy recia.
La una cesta tenía higos muy buenos, como brevas; y la otra cesta tenía higos muy malos, que no se podían comer de malos.
Y díjome Jehová: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Higos, higos buenos, muy buenos; y malos, muy malos, que de malos no se pueden comer.
Todos estos Judíos tornaron entonces de todas las partes adonde habían sido echados, y vinieron á tierra de Judá, á Gedalías en Mizpa; y cogieron vino y muy muchos frutos.
Oído hemos la soberbia de Moab, que es muy soberbio: su hinchazón y su orgullo, y su altivez y la altanería de su corazón.
He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto harélo correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿y quién será aquel pastor que
Huid, trasponeos muy lejos, meteos en simas para estar, oh moradores de Hasor, dice Jehová; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado designio.
He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán á la morada fuerte: porque muy pronto le haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré: porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿ó quién será aquel pastor que me pod
Y los pies de ellos eran derechos, y la planta de sus pies como la planta de pie de becerro; y centelleaban á manera de bronce muy bruñido.
Les hablarás pues mis palabras, escuchen ó dejen de escuchar; porque son muy rebeldes.
Y aun no anduviste en sus caminos, ni hiciste según sus abominaciones; antes, como si esto fuera poco y muy poco, te corrompiste más que ellas en todos tus caminos.
E hízome pasar cerca de ellos por todo alrededor: y he aquí que eran muy muchos sobre la haz del campo, y por cierto secos en gran manera.
En visiones de Dios me llevó á la tierra de Israel, y púsome sobre un monte muy alto, sobre el cual había como edificio de una ciudad al mediodía.
Y había mayor anchura y vuelta en las cámaras á lo más alto; el caracol de la casa subía muy alto alrededor por de dentro de la casa: por tanto la casa tenía más anchura arriba; y de la cámara baja se subía á la alta por la del medio.
Y tornando yo, he aquí en la ribera del arroyo había árboles muy muchos de la una parte y de la otra.
Y será que toda alma viviente que nadare por donde quiera que entraren estos dos arroyos, vivirá: y habrá muy muchos peces por haber entrado allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entrare en este arroyo.
Tú, oh rey, veías, y he aquí una grande imagen. Esta imagen, que era muy grande, y cuya gloria era muy sublime, estaba en pie delante de ti, y su aspecto era terrible.
Y mandó á hombres muy vigorosos que tenía en su ejército, que atasen á Sadrach, Mesach, y Abed-nego, para echarlos en el horno de fuego ardiendo.
Entonces el rey Belsasar fué muy turbado, y se le mudaron sus colores y alteráronse sus príncipes.
El rey, por tanto, se levantó muy de mañana, y fué apriesa al foso de los leones:
Después de esto miraba yo en las visiones de la noche, y he aquí la cuarta bestia, espantosa y terrible, y en grande manera fuerte; la cual tenía unos dientes grandes de hierro: devoraba y desmenuzaba, y las sobras hollaba con sus pies: y era muy diferent
Y despertará sus fuerzas y su corazón contra el rey del mediodía con grande ejército: y el rey del mediodía se moverá á la guerra con grande y muy fuerte ejército; mas no prevalecerá, porque le harán traición.
Y Jehová dará su voz delante de su ejército: porque muchos son sus reales y fuertes, que ponen en efecto su palabra: porque grande es el día de Jehová, y muy terrible; ¿y quién lo podrá sufrir?
Y juzgará entre muchos pueblos, y corregirá fuertes gentes hasta muy lejos: y martillarán sus espadas para azadones, y sus lanzas para hoces: no alzará espada gente contra gente, ni más se ensayarán para la guerra.
Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio: ¿por qué ves los menospreciadores, y callas cuando destruye el impío al más justo que él.
Cercano está el día grande de Jehová, cercano y muy presuroso; voz amarga del Día de Jehová; gritará allí el valiente.
Y también Hamath tendrá término en ella; Tiro y Sidón, aunque muy sabia sea.
Y afirmaránse sus pies en aquel día sobre el monte de las Olivas, que está en frente de Jerusalem á la parte de oriente: y el monte de las Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el occidente haciendo un muy grande valle; y la mitad de
Y tú, Bethlehem, de tierra de Judá, No eres muy pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará á mi pueblo Israel.
Y vista la estrella, se regocijaron con muy grande gozo.
Otra vez le pasa el diablo á un monte muy alto, y le muestra todos los reinos del mundo, y su gloria,
De manera que cualquiera que infringiere uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñare á los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos: mas cualquiera que hiciere y enseñare, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujeres otro mayor que Juan el Bautista; mas el que es muy más pequeño en el reino de los cielos, mayor es que él.
Entonces comenzó á reconvenir á las ciudades en las cuales habían sido hechas muy muchas de sus maravillas, porque no se habían arrepentido, diciendo:
Y la compañía, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino: y otros cortaban ramos de los árboles, y los tendían por el camino.
Entonces Jesús les dice: Mi alma está muy triste hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo.
Y levantándose muy de mañana, aun muy de noche, salió y se fué á un lugar desierto, y allí oraba.
Y como ya fuese el día muy entrado, sus discípulos llegaron á él, diciendo: El lugar es desierto, y el día ya muy entrado;
Y sus vestidos se volvieron resplandecientes, muy blancos, como la nieve; tanto que ningún lavador en la tierra los puede hacer tan blancos.
Y les dice: Está muy triste mi alma, hasta la muerte: esperad aquí y velad.
Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol.
Y como miraron, ven la piedra revuelta; que era muy grande.
Me ha parecido también á mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo,
Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.
El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel: y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
Entonces él, oídas estas cosas, se puso muy triste, porque era muy rico.
Y EL primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras mujeres con ellas.
Y Pablo dijo: Ante el tribunal de César estoy, donde conviene que sea juzgado. A los Judíos no he hecho injuria alguna, como tú sabes muy bien.
Así que, cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros: mas cuanto á la elección, son muy amados por causa de los padres.
Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, ó de juicio humano; y ni aun yo me juzgo.
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar cosas muy pequeñas?
Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros.
Pues á la verdad recibió la exhortación; mas estando también muy solícito, de su voluntad partió para vosotros.
No gloriándonos fuera de nuestra medida en trabajos ajenos; mas teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy engrandecidos entre vosotros, conforme á nuestra regla.
Empero yo de muy buena gana despenderé y seré despendido por vuestras almas, aunque amándoos más, sea amado menos.
¿Pensáis aún que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo hablamos: mas todo, muy amados, por vuestra edificación.
Y aprovechaba en el Judaismo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo muy más celador que todos de las tradiciones de mis padres.
Mas evita profanas y vanas parlerías; porque muy adelante irán en la impiedad.
Mirad también las naves: aunque tan grandes, y llevadas de impetuosos vientos, son gobernadas con un muy pequeño timón por donde quisiere el que las gobierna.
He aquí, tenemos por bienaventurados á los que sufren. Habéis oído la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y piadoso.
Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados.
Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es.
EL anciano al muy amado Gaio, al cual yo amo en verdad.
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