'Sangre' en la Biblia
Y he aquí, una mujer que había estado sufriendo de flujo de sangre por doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto;
Y Jesús, respondiendo, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque {esto} no te {lo} reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
y decís: ``Si nosotros hubiéramos vivido en los días de nuestros padres, no hubiéramos sido sus cómplices en {derramar} la sangre de los profetas."
para que recaiga sobre vosotros {la culpa de} toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien asesinasteis entre el templo y el altar.
porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados.
diciendo: He pecado entregando sangre inocente. Pero ellos dijeron: A nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!
Y los principales sacerdotes tomaron las piezas de plata, y dijeron: No es lícito ponerlas en el tesoro del templo, puesto que es precio de sangre.
Por eso ese campo se ha llamado Campo de Sangre hasta hoy.
Y viendo Pilato que no conseguía nada, sino que más bien se estaba formando un tumulto, tomó agua y se lavó las manos delante de la multitud, diciendo: Soy inocente de la sangre de este justo; ¡allá vosotros!
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!
Y una mujer que había tenido flujo de sangre por doce años,
Al instante la fuente de su sangre se secó, y sintió en su cuerpo que estaba curada de su aflicción.
Y les dijo: Esto es mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos.
Y una mujer que había tenido un flujo de sangre por doce años y que había gastado en médicos todo cuanto tenía y no podía ser curada por nadie,
se acercó {a Jesús} por detrás y tocó el borde de su manto, y al instante cesó el flujo de su sangre.
para que la sangre de todos los profetas, derramada desde la fundación del mundo, se le cargue a esta generación,
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y la casa {de Dios;} sí, os digo que le será cargada a esta generación."
En esa misma ocasión había allí algunos que le contaron acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con la de sus sacrificios.
De la misma manera {tomó} la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que es derramada por vosotros.
Y estando en agonía, oraba con mucho fervor; y su sudor se volvió como gruesas gotas de sangre, que caían sobre la tierra.
que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.
Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros.
El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final.
Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.
pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua.
Y {esto} llegó al conocimiento de todos los que habitaban en Jerusalén, de manera que aquel terreno se llamó en su propia lengua Acéldama, es decir, campo de sangre.)
Y MOSTRARE PRODIGIOS ARRIBA EN EL CIELO Y SEÑALES ABAJO EN LA TIERRA: SANGRE, FUEGO Y COLUMNA DE HUMO.
EL SOL SE CONVERTIRA EN TINIEBLAS Y LA LUNA EN SANGRE, ANTES QUE VENGA EL DIA GRANDE Y GLORIOSO DEL SEÑOR.
diciendo: Os dimos órdenes estrictas de no continuar enseñando en este nombre, y he aquí, habéis llenado a Jerusalén con vuestras enseñanzas, y queréis traer sobre nosotros la sangre de este hombre.
sino que les escribamos que se abstengan de cosas contaminadas por los ídolos, de fornicación, de lo estrangulado y de sangre.
que os abstengáis de cosas sacrificadas a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación. Si os guardáis de tales cosas, bien haréis. Pasadlo bien.
Pero cuando ellos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: Vuestra sangre {sea} sobre vuestras cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Por tanto, os doy testimonio en este día de que soy inocente de la sangre de todos,
Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.
Pero en cuanto a los gentiles que han creído, nosotros {les} hemos escrito, habiendo decidido que deben abstenerse de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de lo estrangulado y de fornicación.
``Y cuando se derramaba la sangre de tu testigo Esteban, allí estaba también yo dando mi aprobación, y cuidando los mantos de los que lo estaban matando."
SUS PIES SON VELOCES PARA DERRAMAR SANGRE;
a quien Dios exhibió públicamente como propiciación por su sangre a través de la fe, como demostración de su justicia, porque en su tolerancia, Dios pasó por alto los pecados cometidos anteriormente,
Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por su sangre, seremos salvos de la ira {de Dios} por medio de El.
La copa de bendición que bendecimos, ¿no es la participación en la sangre de Cristo? El pan que partimos, ¿no es la participación en el cuerpo de Cristo?
De la misma manera {tomó} también la copa después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre; haced esto cuantas veces {la} bebáis en memoria de mí.
De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor.
Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.
revelar a su Hijo en mí para que yo le anunciara entre los gentiles, no consulté enseguida con carne y sangre,
En El tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia
Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros, que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido acercados por la sangre de Cristo.
Porque nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los poderes de este mundo de tinieblas, contra las {huestes} espirituales de maldad en las {regiones} celestiales.
y por medio de El reconciliar todas las cosas consigo, habiendo hecho la paz por medio de la sangre de su cruz, por medio de El, {repito,} ya sean las que están en la tierra o las que están en los cielos.
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, El igualmente participó también de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo,
pero en el segundo, sólo {entra} el sumo sacerdote una vez al año, no sin {llevar} sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia.
y no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de su propia sangre, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, habiendo obtenido redención eterna.
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
Por tanto, ni aun el primer {pacto} se inauguró sin sangre.
Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo,
diciendo: ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS OS ORDENO.
Y de la misma manera roció con sangre tanto el tabernáculo como todos los utensilios del ministerio.
Y según la ley, casi todo es purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
y no para ofrecerse a sí mismo muchas veces, como el sumo sacerdote entra al Lugar Santísimo cada año con sangre ajena.
Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que ha hollado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?
Por la fe celebró la Pascua y el rociamiento de la sangre, para que el exterminador de los primogénitos no los tocara.
Porque todavía, en vuestra lucha contra el pecado, no habéis resistido hasta el punto de derramar sangre;
y a Jesús, el mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que {la sangre} de Abel.
Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote {como ofrenda} por el pecado, son quemados fuera del campamento.
Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
Y el Dios de paz, que resucitó de entre los muertos a Jesús nuestro Señor, el gran Pastor de las ovejas mediante la sangre del pacto eterno,
según el previo conocimiento de Dios Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas.
sino con sangre preciosa, como de un cordero sin tacha y sin mancha, {la sangre} de Cristo.
mas si andamos en la luz, como El está en la luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús su Hijo nos limpia de todo pecado.
Este es el que vino mediante agua y sangre, Jesucristo; no sólo con agua, sino con agua y con sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio, porque el Espíritu es la verdad.
el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres concuerdan.
y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama y nos libertó de nuestros pecados con su sangre,
Y cantaban* un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios {a gente} de toda tribu, lengua, pueblo y nación.
y clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo, oh Señor santo y verdadero, esperarás para juzgar y vengar nuestra sangre de los que moran en la tierra?
Vi cuando {el Cordero} abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto, y el sol se puso negro como cilicio {hecho} de cerda, y toda la luna se volvió como sangre,
Y yo le respondí: Señor mío, tú lo sabes. Y él me dijo: Estos son los que vienen de la gran tribulación, y han lavado sus vestiduras y las han emblanquecido en la sangre del Cordero.
El primero tocó la trompeta, y vino granizo y fuego mezclados con sangre, y fueron arrojados a la tierra; y se quemó la tercera parte de la tierra, se quemó la tercera parte de los árboles y se quemó toda la hierba verde.
El segundo ángel tocó la trompeta, y {algo} como una gran montaña ardiendo en llamas fue arrojado al mar, y la tercera parte del mar se convirtió en sangre.
Estos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no llueva durante los días en que ellos profeticen; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda {suerte de} plagas todas las veces que quieran.
Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, {llegando} hasta {sufrir} la muerte.
Y el lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre {que subió} hasta los frenos de los caballos por una distancia como de trescientos veinte kilómetros.
El segundo {ángel} derramó su copa en el mar, y se convirtió en sangre como de muerto; y murió todo ser viviente que {había} en el mar.
El tercer {ángel} derramó su copa en los ríos y en las fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
pues ellos derramaron sangre de santos y profetas y tú les has dado a beber sangre; lo merecen.
Y vi a la mujer ebria de la sangre de los santos, y de la sangre de los testigos de Jesús. Y al verla, me asombré grandemente.
Y en ella fue hallada la sangre de los profetas, de los santos y de todos los que habían sido muertos sobre la tierra.
PORQUE SUS JUICIOS SON VERDADEROS Y JUSTOS, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su inmoralidad, y HA VENGADO LA SANGRE DE SUS SIERVOS EN ELLA.
Y {está} vestido de un manto empapado en sangre, y su nombre es: El Verbo de Dios.
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