'Mas' en la Biblia
- 1.Gé 2:20-Éx 9:28
- 2.Éx 9:29-Levítico 22:11
- 3.Levítico 22:23-Deuteronomio 5:22
- 4.Deuteronomio 7:1-Josué 23:15
- 5.Josué 24:4-1 Samuel 9:2
- 6.1 Samuel 9:7-2 Samuel 14:10
- 7.2 Samuel 14:15-2 Reyes 3:11
- 8.2 Reyes 3:15-2 Crónicas 7:19
- 9.2 Crónicas 9:6-Ester 2:14
- 10.Ester 2:17-Salmos 20:8
- 11.Salmos 21:11-Salmos 119:99
- 12.Salmos 119:100-Proverbios 12:24
- 13.Proverbios 12:25-Proverbios 21:15
- 14.Proverbios 21:20-Cantares 6:9
- 15.Isaías 1:13-Jeremías 3:11
- 16.Jeremías 3:16-Jeremías 46:23
- 17.Jeremías 46:26-Ezequiel 32:27
- 18.Ezequiel 33:5-Oseas 14:8
- 19.Oseas 14:9-Mateo 8:12
- 20.Mateo 8:20-Mateo 28:17
- 21.Marcos 1:7-Lucas 9:61
- 22.Lucas 10:2-Juan 8:27
- 23.Juan 8:37-Hechos 28:16
- 24.Romanos 1:13-1 Corintios 12:31
- 25.1 Corintios 13:6-Efesios 3:20
- 26.Efesios 4:9-Santiago 1:4
- 27.Santiago 1:10-Apocalipsis 22:15
Y el rey amó a Esther sobre todas las mujeres, y halló gracia y benevolencia delante de él más que todas las vírgenes; y puso la corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.
Mas entendido que fue esto por Mardoqueo, él lo denunció a la reina Esther, y Esther lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.
Y vinieron las doncellas de Esther y sus eunucos, y se lo dijeron; y la reina tuvo gran dolor, y envió vestiduras para hacer vestir a Mardoqueo, y hacerle quitar el cilicio de sobre él; mas él no las recibió.
Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: No pienses en tu alma, que escaparás en la casa del rey más que todos los judíos.
Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación se levantará para los judíos de otro lugar; mas tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si has llegado al reino, para un tiempo como éste?
Mas se refrenó Amán y vino a su casa, y mandó llamar a sus amigos y a Zeres su esposa.
Mas todo esto de nada me sirve cada vez que veo al judío Mardoqueo sentado a la puerta del rey.
Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí?
y den la vestidura y el caballo en mano de alguno de los príncipes más nobles del rey, y vistan a aquel varón cuya honra desea el rey, y llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey.
Pues Mardoqueo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas las provincias; y el varón Mardoqueo iba engrandeciéndose más y más.
diez hijos de Amán hijo de Amadata, enemigo de los judíos: mas en el despojo no metieron su mano.
Y dijo el rey a la reina Esther: En Susán, capital del reino, los judíos han matado y destruido a quinientos hombres, y a diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? Y te será concedida; ¿o qué más es tu demanda? y será hecho.
Y los judíos que estaban en Susán, se juntaron también el catorce del mes de Adar, y mataron en Susán a trescientos hombres; mas en el despojo no metieron su mano.
En cuanto a los otros judíos que estaban en las provincias del rey, también se juntaron y se pusieron en defensa de su vida, y tuvieron reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios a setenta y cinco mil; mas en el despojo no metieron su mano.
Mas los judíos que estaban en Susán se juntaron en el día trece y en el catorce del mismo mes; y al día quince del mismo reposaron, y lo hicieron día de banquete y de regocijo.
Mas cuando Esther vino a la presencia del rey, él ordenó por carta que el perverso designio que aquél trazó contra los judíos recayera sobre su cabeza; y que colgaran a él y a sus hijos en la horca.
Su hacienda era siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes, quinientas asnas, y muchísimos criados; y este varón era el más grande de todos los orientales.
Mas extiende ahora tu mano, y toca todo lo que tiene, y verás si no blasfema contra ti en tu rostro.
Mas extiende ahora tu mano, y toca su hueso y su carne, y verás si no te maldice en tu rostro.
Y Jehová dijo a Satanás: He aquí, él está en tu mano; mas guarda su vida.
que esperan la muerte, y ella no llega, aunque la buscan más que a tesoros enterrados;
Mas ahora que el mal ha venido sobre ti, te desalientas; y cuando ha llegado hasta ti, te turbas.
El asunto también me era a mí oculto; mas mi oído ha percibido algo de ello.
¿Será el mortal más justo que Dios? ¿Será el hombre más puro que su Hacedor?
¡Cuánto más en los que habitan en casas de barro, cuyo fundamento está en el polvo, y que serán quebrantados por la polilla!
Mas Él libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta;
Porque pesarían ahora más que la arena del mar; por tanto, mis palabras han sido precipitadas.
Y sería aún mi consuelo, si me asaltase con dolor sin dar más tregua, que yo no he escondido las palabras del Santo.
El atribulado ha de ser consolado por su compañero; mas se ha abandonado el temor del Omnipotente.
Y mis días fueron más ligeros que la lanzadera del tejedor, y fenecieron sin esperanza.
Los ojos de los que me ven, no me verán más; fijarás en mí tus ojos, y dejaré de ser.
No volverá más a su casa, ni su lugar le conocerá más.
Y así mi alma tuvo por mejor el estrangulamiento y la muerte, más que la vida.
Se apoyará él sobre su casa, mas no permanecerá; se asirá de ella, mas no resistirá.
Mis días son más ligeros que un correo; Huyen, y no ven el bien.
Entonces yo hablaría, y no le temería; mas no es así conmigo.
Mas ¡oh quién diera que Dios hablara, y abriera sus labios contra ti,
Es más alta que los cielos: ¿qué harás? Es más profunda que el infierno: ¿cómo la conocerás?
Su dimensión es más extensa que la tierra, y más ancha que el mar.
y tu existencia será más clara que el mediodía; Resplandecerás, y serás como la mañana;
Mas yo hablaría con el Todopoderoso, y querría razonar con Dios.
Para siempre serás más fuerte que él, y él se va; demudarás su rostro, y lo despedirás.
Mas su carne sobre él se dolerá, y se entristecerá en él su alma.
Entre nosotros también hay cabezas canas y hombres viejos, mucho más ancianos que tu padre.
Mas yo os alentaría con mis palabras, y la consolación de mis labios apaciguaría el dolor vuestro.
Mas he aquí que en los cielos está mi testigo, y mi testimonio en las alturas.
Mas los años contados vendrán, y yo iré por el camino de donde no volveré.
Mas volved todos vosotros, y venid ahora, pues no hallo sabio entre vosotros.
Mas si vosotros os engrandecéis contra mí, y contra mí invocáis mi oprobio,
Mas debierais decir: ¿Por qué lo perseguimos? Ya que la raíz del asunto se halla en mí.
El ojo que le vio, nunca más le verá; ni su lugar le contemplará ya más.
Devoró riquezas, mas las vomitará; de su vientre las sacará Dios.
Ciertamente nuestra sustancia no ha sido cortada, mas el fuego ha consumido lo que quedó de ellos.
Y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir;
Hoy también hablaré con amargura; porque es más grave mi llaga que mi gemido.
Mas Él conoce el camino donde voy; me probará, y saldré como oro.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
De la ciudad gimen los hombres, y claman las almas de los heridos de muerte; mas Dios no puso estorbo.
Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos.
Son exaltados por un poco de tiempo, mas desaparecen y son abatidos como todos los demás; serán encerrados, y cortados como cabezas de espigas.
He aquí, estas cosas son sólo parte de sus caminos: ¡Mas cuán poco hemos oído de Él! Pero el estruendo de su poder, ¿quién lo puede comprender?
El rico se acostará, mas no será recogido; abrirá sus ojos, y ya no será.
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia?
Pero ahora se ríen de mí los más jóvenes que yo; a cuyos padres yo desdeñara poner con los perros de mi ganado.
Entonces Eliú hijo de Baraquel, buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira por cuanto él se justificaba más a sí mismo que a Dios. 567
Y Eliú había esperado a que Job terminase de hablar, porque ellos eran más viejos que él.
Se espantaron, no respondieron más; se les fueron los razonamientos.
Yo, pues, he esperado, porque no hablaban, antes pararon, y no respondieron más.
Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios; mas el hombre no entiende.
Su carne será más tierna que la del niño, volverá a los días de su juventud.
¿Cuánto menos a Aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni respeta al rico más que al pobre? Porque todos son obras de sus manos.
No carga, pues, Él al hombre más de lo justo, para que vaya con Dios a juicio.
De seguro conviene que se diga a Dios: He llevado ya castigo, no ofenderé ya más.
Enséñame tú lo que yo no veo; Si hice mal, no lo haré más.
Mira a los cielos, y ve, y considera que las nubes son más altas que tú.
que nos enseña más que a las bestias de la tierra, y nos hace sabios más que las aves del cielo?
He aquí que Dios es poderoso, mas no desestima a nadie; es poderoso en fuerza y sabiduría.
Mas los hipócritas de corazón acumulan ira, y no clamarán cuando Él los atare.
Mas tú has llenado el juicio del impío, en vez de sustentar el juicio y la justicia.
Guárdate, no te vuelvas a la iniquidad; pues ésta escogiste más bien que la aflicción.
¿Será preciso contarle cuando yo hablare? Por más que el hombre razone, quedará como abismado.
Mas la luz de los impíos es quitada de ellos, y el brazo enaltecido es quebrantado.
Una vez hablé, mas no responderé: Aun dos veces, pero no añadiré más.
Las partes más flojas de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven.
De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven.
Y bendijo Jehová la postrimería de Job más que su principio; porque tuvo catorce mil ovejas, y seis mil camellos, y mil yuntas de bueyes, y mil asnas.
Porque Jehová conoce el camino de los justos; mas la senda de los malos perecerá.
Tú diste alegría a mi corazón, más que la de ellos en el tiempo que se multiplicó su grano y su mosto.
Mas Jehová permanecerá para siempre; ha dispuesto su trono para juicio.
Para juzgar al huérfano y al oprimido, a fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
Asediando andan los malos, cuando son exaltados los más viles de los hijos de los hombres.
mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salvación.
Aquel a cuyos ojos es menospreciado el vil; mas honra a los que temen a Jehová; el que aun jurando en daño suyo, no cambia;
Me libró de mi poderoso enemigo, y de los que me aborrecían, pues ellos eran más fuertes que yo.
Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y la que destila del panal.
Éstos confían en carros, y aquéllos en caballos; mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Ellos se doblegaron y cayeron; mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
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- 1.Gé 2:20-Éx 9:28
- 2.Éx 9:29-Levítico 22:11
- 3.Levítico 22:23-Deuteronomio 5:22
- 4.Deuteronomio 7:1-Josué 23:15
- 5.Josué 24:4-1 Samuel 9:2
- 6.1 Samuel 9:7-2 Samuel 14:10
- 7.2 Samuel 14:15-2 Reyes 3:11
- 8.2 Reyes 3:15-2 Crónicas 7:19
- 9.2 Crónicas 9:6-Ester 2:14
- 10.Ester 2:17-Salmos 20:8
- 11.Salmos 21:11-Salmos 119:99
- 12.Salmos 119:100-Proverbios 12:24
- 13.Proverbios 12:25-Proverbios 21:15
- 14.Proverbios 21:20-Cantares 6:9
- 15.Isaías 1:13-Jeremías 3:11
- 16.Jeremías 3:16-Jeremías 46:23
- 17.Jeremías 46:26-Ezequiel 32:27
- 18.Ezequiel 33:5-Oseas 14:8
- 19.Oseas 14:9-Mateo 8:12
- 20.Mateo 8:20-Mateo 28:17
- 21.Marcos 1:7-Lucas 9:61
- 22.Lucas 10:2-Juan 8:27
- 23.Juan 8:37-Hechos 28:16
- 24.Romanos 1:13-1 Corintios 12:31
- 25.1 Corintios 13:6-Efesios 3:20
- 26.Efesios 4:9-Santiago 1:4
- 27.Santiago 1:10-Apocalipsis 22:15