'La' en la Biblia
El es el resplandor de Su gloria y la expresión (representación) exacta de Su naturaleza, y sostiene todas las cosas por la palabra de Su poder. Después de llevar a cabo la purificación de los pecados, el Hijo se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,
HAS AMADO LA JUSTICIA Y ABORRECIDO LA INIQUIDAD; POR LO CUAL DIOS, TU DIOS, TE HA UNGIDO CON OLEO DE ALEGRIA MAS QUE A TUS COMPAÑEROS."
También: ``TU, SEÑOR, EN EL PRINCIPIO PUSISTE LOS CIMIENTOS DE LA TIERRA, Y LOS CIELOS SON OBRA DE TUS MANOS;
¿No son todos ellos espíritus ministradores, enviados para servir por causa de los que heredarán la salvación?
Porque si la palabra hablada por medio de ángeles resultó ser inmutable (firme), y toda transgresión y desobediencia recibió una justa retribución,
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, después que fue anunciada primeramente por medio del Señor, nos fue confirmada por los que la oyeron.
Pero vemos a Aquél que fue hecho un poco inferior a los ángeles, {es decir,} a Jesús, coronado de gloria y honor a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios probara la muerte por todos.
Porque convenía que Aquél para quien son todas las cosas y por quien son todas las cosas, llevando muchos hijos a la gloria, hiciera perfecto por medio de los padecimientos al autor de la salvación de ellos.
cuando dice: ``ANUNCIARE TU NOMBRE A MIS HERMANOS, EN MEDIO DE LA CONGREGACION TE CANTARE HIMNOS."
Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquél que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo,
y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida.
Porque ciertamente no ayuda a los ángeles, sino que ayuda a la descendencia de Abraham.
El cual fue fiel al que Lo designó (constituyó), como también lo fue Moisés en toda la casa de Dios.
Porque Jesús ha sido considerado digno de más gloria que Moisés, así como el constructor de la casa tiene más honra que la casa.
Moisés fue fiel en toda la casa de Dios como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir más tarde.
Pero Cristo (el Mesías) {fue fiel} como Hijo sobre la casa de Dios, cuya casa somos nosotros, si retenemos firme hasta el fin nuestra confianza y la gloria de nuestra esperanza.
NO ENDUREZCAN SUS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACION, COMO EN EL DIA DE LA PRUEBA EN EL DESIERTO,
Por lo cual se dice: ``SI USTEDES OYEN HOY SU VOZ, NO ENDUREZCAN SUS CORAZONES, COMO EN LA PROVOCACION."
Por tanto, temamos, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en Su reposo, alguno de ustedes parezca no haberlo alcanzado.
Porque en verdad, a nosotros se nos ha anunciado las buenas nuevas, como también a ellos. Pero la palabra que ellos oyeron no les aprovechó por no ir acompañada por la fe en los que la oyeron.
Porque los que hemos creído entramos en ese reposo, tal como El ha dicho: ``COMO JURE EN MI IRA: `NO ENTRARAN EN MI REPOSO,'" aunque las obras de El estaban acabadas desde la fundación del mundo.
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta la división del alma y del espíritu, de las coyunturas y los tuétanos, y {es poderosa} para discernir (juzgar) los pensamientos y las intenciones del corazón.
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.
De la misma manera, Cristo no se glorificó a El mismo para hacerse Sumo Sacerdote, sino que {Lo glorificó} el que Le dijo: ``HIJO MIO ERES TU, YO TE HE ENGENDRADO HOY;"
Cristo, en los días de Su carne, habiendo ofrecido oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que Lo podía librar de la muerte, fue oído a causa de Su temor reverente.
Porque todo el que toma {sólo} leche, no está acostumbrado a la palabra de justicia, porque es niño.
Pero el alimento sólido es para los adultos (los que han alcanzado madurez), los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal.
Por tanto, dejando las enseñanzas elementales acerca de Cristo (el Mesías), avancemos hacia la madurez (perfección), no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas y de la fe en Dios,
de la enseñanza sobre lavamientos, de la imposición de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
que gustaron la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero,
pero {después} cayeron, es imposible renovarlos otra vez para arrepentimiento, puesto que de nuevo crucifican para sí mismos al Hijo de Dios y Lo exponen a la ignominia pública.
Porque la tierra que bebe la lluvia que con frecuencia cae sobre ella y produce vegetación útil a aquéllos por los cuales es cultivada, recibe bendición de Dios.
Pero en cuanto a ustedes, amados, aunque hablemos de esta manera, estamos persuadidos de las cosas que son mejores y que pertenecen a la salvación.
Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo {aún,} a los santos.
Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena (a plenitud la) seguridad de la esperanza,
a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.
Pues cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por uno mayor, juró por El mismo,
Y así, habiendo esperado con paciencia, Abraham obtuvo la promesa.
Por lo cual Dios, deseando mostrar más plenamente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de Su propósito, interpuso (garantizó) un juramento,
a fin de que por dos cosas inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, los que hemos buscado refugio seamos grandemente animados para asirnos de la esperanza puesta delante de nosotros.
Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, que se encontró con Abraham cuando {éste} regresaba de la matanza de los reyes, y lo bendijo,
Consideren, pues, la grandeza de este {Melquisedec} a quien Abraham, el patriarca, dio el diezmo de lo mejor del botín.
Y en verdad los hijos (descendientes) de Leví que reciben el oficio de sacerdote, tienen mandamiento en la Ley de recoger el diezmo del pueblo, es decir, de sus hermanos, aunque éstos son descendientes de Abraham.
Ahora bien, si la perfección era por medio del sacerdocio Levítico, (pues sobre esa base recibió el pueblo la Ley), ¿qué necesidad {había} de que se levantara otro sacerdote según el orden de Melquisedec, y no designado según el orden de Aarón?
Porque cuando se cambia el sacerdocio, necesariamente ocurre también un cambio de la ley.
Pues aquél de quien se dicen estas cosas, pertenece a otra tribu, de la cual nadie ha servido en el altar.
Porque es evidente que nuestro Señor descendió de Judá, una tribu de la cual Moisés no dijo nada tocante a sacerdotes.
que ha llegado a ser{lo,} no sobre la base de una ley de requisitos físicos, sino según el poder de una vida indestructible.
(pues la Ley nada hizo perfecto), y se introduce una mejor esperanza, mediante la cual nos acercamos a Dios.
Por eso, Jesús ha venido a ser fiador (la garantía) de un mejor pacto.
Los sacerdotes {anteriores} eran más numerosos porque la muerte les impedía continuar,
Porque la Ley designa como sumos sacerdotes a hombres débiles, pero la palabra del juramento, que vino después de la Ley, {designa} al Hijo, hecho perfecto para siempre.
Ahora bien, el punto principal de lo que se ha dicho {es éste:} tenemos tal Sumo Sacerdote, que se ha sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
Así que si El estuviera sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo {sacerdotes} que presentan las ofrendas según la Ley;
Porque reprochándolos, El dice: ``MIREN QUE VIENEN DIAS, DICE EL SEÑOR, EN QUE ESTABLECERE UN NUEVO PACTO CON LA CASA DE ISRAEL Y CON LA CASA DE JUDA;
NO COMO EL PACTO QUE HICE CON SUS PADRES EL DIA QUE LOS TOME DE LA MANO PARA SACARLOS DE LA TIERRA DE EGIPTO; PORQUE NO PERMANECIERON EN MI PACTO, Y YO ME DESENTENDI DE ELLOS, DICE EL SEÑOR.
PORQUE ESTE ES EL PACTO QUE YO HARE CON LA CASA DE ISRAEL DESPUES DE AQUELLOS DIAS, DICE EL SEÑOR: PONDRE MIS LEYES EN LA MENTE DE ELLOS, Y LAS ESCRIBIRE SOBRE SUS CORAZONES. YO SERE SU DIOS, Y ELLOS SERAN MI PUEBLO.
Porque había un tabernáculo preparado en la parte anterior, en el cual {estaban} el candelabro, la mesa, y los panes consagrados (panes de la proposición). Este se llama el Lugar Santo.
el cual tenía el altar de oro del incienso y el arca del pacto cubierta toda de oro, en la cual {había} una urna de oro que contenía el maná y la vara de Aarón que retoñó y las tablas del pacto.
Pero en el segundo, sólo {entra} el sumo sacerdote una vez al año, no sin {llevar} sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados del pueblo cometidos en ignorancia.
entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna.
Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la novilla, rociadas sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,
¿cuánto más la sangre de Cristo, quien por el Espíritu eterno El mismo se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?
Por eso Cristo es el mediador de un nuevo pacto (testamento), a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones {que se cometieron} bajo el primer pacto (testamento), los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
Porque donde hay un testamento, necesario es que ocurra la muerte del testador.
Porque cuando Moisés terminó de promulgar todos los mandamientos a todo el pueblo, conforme a la Ley, tomó la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua y lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo,
diciendo: ``ESTA ES LA SANGRE DEL PACTO QUE DIOS LES ORDENO A USTEDES."
De la misma manera roció con sangre el tabernáculo y todos los utensilios del ministerio.
Y según la Ley, casi todo ha de ser purificado con sangre, y sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Porque Cristo (el Mesías) no entró en un lugar santo hecho por manos, una representación del verdadero, sino en el cielo mismo, para presentarse ahora en la presencia de Dios por nosotros,
De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
Pues ya que la Ley {sólo} tiene la sombra de los bienes futuros {y} no la forma (imagen) misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ellos ofrecen continuamente año tras año, hacer perfectos a los que se acercan.
Porque es imposible que la sangre de toros y de machos cabríos quite los pecados.
Habiendo dicho anteriormente: ``SACRIFICIOS Y OFRENDAS Y HOLOCAUSTOS, Y {sacrificios} POR EL PECADO NO HAS QUERIDO, NI {en ellos} TU TE HAS COMPLACIDO" (los cuales se ofrecen según la Ley),
Por esa voluntad hemos sido santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo {ofrecida} una vez para siempre.
Pero Cristo, habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados para siempre, SE SENTO A LA DIESTRA DE DIOS,
Entonces, hermanos, puesto que tenemos confianza para entrar al Lugar Santísimo por la sangre de Jesús,
y puesto que {tenemos} un gran Sacerdote sobre la casa de Dios,
Mantengamos firme la profesión de nuestra esperanza sin vacilar, porque fiel es Aquél que prometió.
Porque si continuamos pecando deliberadamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda sacrificio alguno por los pecados,
sino cierta horrenda expectación de juicio, y la furia de UN FUEGO QUE HA DE CONSUMIR A LOS ADVERSARIOS.
Cualquiera que viola la Ley de Moisés muere sin misericordia por {el testimonio de} dos o tres testigos.
¿Cuánto mayor castigo piensan ustedes que merecerá el que ha pisoteado bajo sus pies al Hijo de Dios, y ha tenido por inmunda la sangre del pacto por la cual fue santificado, y ha ultrajado al Espíritu de gracia?
Pues conocemos a Aquél que dijo: ``MIA ES LA VENGANZA, YO PAGARE." Y otra vez: ``EL SEÑOR JUZGARA A SU PUEBLO."
Por tanto, no desechen su confianza, la cual tiene gran recompensa.
Porque ustedes tienen necesidad de paciencia (perseverancia), para que cuando hayan hecho la voluntad de Dios, obtengan la promesa.
MAS MI JUSTO VIVIRA POR LA FE; Y SI RETROCEDE, MI ALMA NO SE COMPLACERA EN EL.
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para la preservación del alma.
Ahora bien, la fe es la certeza (sustancia) de lo que se espera, la convicción (demostración) de lo que no se ve.
Por la fe entendemos que el universo fue preparado por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve no fue hecho de cosas visibles.
Por la fe Abel ofreció a Dios un mejor sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó el testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y por la fe, estando muerto, todavía habla.
Por la fe Enoc fue trasladado {al cielo} para que no viera muerte. Y NO FUE HALLADO PORQUE DIOS LO TRASLADO; porque antes de ser trasladado recibió testimonio de haber agradado a Dios.
Por la fe Noé, siendo advertido {por Dios} acerca de cosas que aún no se veían, con temor reverente preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe.
Por la fe Abraham, al ser llamado, obedeció, saliendo para un lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber adónde iba.
Por la fe habitó como extranjero en la tierra de la promesa como en {tierra} extraña, viviendo en tiendas como Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa,
porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.
También por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun pasada ya la edad propicia, pues consideró fiel a Aquél que lo había prometido.
Por lo cual también nació de uno, y {éste} casi muerto con respecto a esto, {una descendencia} COMO LAS ESTRELLAS DEL CIELO EN NUMERO, E INNUMERABLE COMO LA ARENA QUE ESTA A LA ORILLA DEL MAR.
Todos éstos murieron en fe, sin haber recibido las promesas, pero habiéndolas visto desde lejos y aceptado con gusto, confesando que eran extranjeros y peregrinos (expatriados) sobre la tierra.
Pero en realidad, anhelan una {patria} mejor, es decir, la celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.
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