'Mas' en la Biblia
Y también bauticé a la familia de Estéfanas; mas no sé si bauticé a algún otro.
mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.
Porque lo insensato de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres.
Mas por Él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual de Dios nos es hecho sabiduría, y justificación, y santificación y redención;
Mas hablamos sabiduría de Dios en misterio, la sabiduría encubierta, la cual Dios predestinó antes de los siglos para nuestra gloria;
Pero el que es espiritual juzga todas las cosas; mas él no es juzgado por nadie.
Porque ¿quién conoció la mente del Señor, para que le instruyese? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
Porque de nada tengo mala conciencia, mas no por eso soy justificado; pero el que me juzga es el Señor.
Pero esto, hermanos, lo he transferido por ejemplo en mí y en Apolos por amor de vosotros; para que en nosotros aprendáis a no pensar más de lo que está escrito, para que ninguno de vosotros se envanezca, por causa de uno contra otro.
Nosotros somos insensatos por amor de Cristo, mas vosotros sois sabios en Cristo; nosotros débiles, mas vosotros fuertes; vosotros honorables, mas nosotros despreciados.
Porque yo ciertamente, como ausente en cuerpo, mas presente en espíritu, ya he juzgado como si estuviera presente al que tal acción ha cometido.
mas no del todo con los fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los ladrones, o con los idólatras; pues entonces os sería necesario salir del mundo.
Mas ahora os he escrito, que no os asociéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, o avaro, o idólatra, o maldiciente, o borracho, o ladrón, con el tal ni aun comáis.
¿O no sabéis que los santos han de juzgar al mundo? Y si el mundo ha de ser juzgado por vosotros, ¿sois indignos de juzgar las cosas más pequeñas?
¿O no sabéis que hemos de juzgar ángeles? ¿Cuánto más las cosas de esta vida?
Así que, por cierto es ya una falta en vosotros que tengáis pleitos entre vosotros mismos. ¿Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados?
Mas vosotros hacéis la injuria, y defraudáis, y esto a vuestros hermanos.
Y esto erais algunos de vosotros; mas ya sois lavados, ya sois santificados, ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
Huid de la fornicación. Todo pecado que el hombre comete, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.
Mas para evitar fornicaciones, cada varón tenga su propia esposa, y cada mujer tenga su propio marido.
Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios; uno de una manera, y otro de otra.
Porque el marido no creyente es santificado en la esposa, y la esposa no creyente en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos; mas ahora son santos.
¿Eres llamado siendo siervo? No te dé cuidado; pero si puedes hacerte libre, procúralo más.
En cuanto a las vírgenes no tengo mandamiento del Señor; mas doy mi parecer, como quien ha alcanzado misericordia del Señor para ser fiel.
Mas también si te casas, no pecaste; y si la virgen se casa, no pecó; pero aflicción de carne tendrán los tales; pero yo os dejo.
También hay diferencia entre la casada y la virgen. La soltera tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; mas la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo ha de agradar a su marido.
Pero a mi parecer, será más dichosa si se queda así; y pienso que también yo tengo el Espíritu de Dios.
Y en cuanto a lo sacrificado a los ídolos, sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, mas el amor edifica.
Y en cuanto a comer de aquello que es sacrificado a los ídolos, sabemos que el ídolo nada es en el mundo, y que no hay más que un solo Dios.
mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él.
Si bien el alimento no nos hace más aceptos a Dios; pues ni porque comamos, seremos más; ni porque no comamos, seremos menos.
Mas mirad que esta vuestra libertad de ninguna manera venga a ser tropezadero a los que son débiles.
Por lo cual, si lo hago de voluntad, recompensa tendré; mas si por fuerza, la dispensación del evangelio me ha sido encomendada.
Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos para ganar a más.
a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley a Dios, mas bajo la ley a Cristo), para ganar a los que están sin ley.
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, mas sólo uno se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Mas no quiero, hermanos, que ignoréis que nuestros padres todos estuvieron bajo la nube, y todos pasaron a través del mar;
No os ha tomado tentación, sino humana; mas fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis soportar; sino que con la tentación dará también la salida, para que podáis resistir.
¿Provocaremos a celos al Señor? ¿Somos más fuertes que Él?
Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.
Mas toda mujer que ora o profetiza no cubierta su cabeza, deshonra su cabeza; porque lo mismo es que si se rapase.
Mas en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón.
Mas siendo juzgados, somos castigados por el Señor, para que no seamos condenados con el mundo.
Mas ahora Dios ha colocado los miembros cada uno de ellos en el cuerpo, como Él quiso.
Mas ahora son muchos los miembros, pero un solo cuerpo.
Antes bien, los miembros del cuerpo que parecen más débiles, son los más necesarios;
y los miembros del cuerpo que estimamos menos dignos, a éstos vestimos más dignamente; y los que en nosotros son menos decorosos, son tratados con mucho más decoro.
Porque los miembros que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba;
Procurad, pues, los dones mejores; mas yo os muestro un camino aun más excelente.
no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad;
La caridad nunca deja de ser; mas las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.
mas cuando venga lo que es perfecto, entonces lo que es en parte se acabará.
Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño, mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño.
Y ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara; ahora conozco en parte; mas entonces conoceré como soy conocido.
Seguid la caridad; y desead los dones espirituales, mas sobre todo que profeticéis.
Mas el que profetiza, habla a los hombres para edificación, y exhortación, y consolación.
Yo quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
Doy gracias a mi Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros;
Si alguno habla en lengua desconocida, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete.
Y después, fue visto por más de quinientos hermanos a la vez; de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen.
Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí la iglesia de Dios.
Mas por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo; antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios que ha sido conmigo.
Si sólo en esta vida esperamos en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.
Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo natural; luego lo espiritual.
Mas esto digo, hermanos; que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni la corrupción hereda la incorrupción.
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
En cuanto a nuestro hermano Apolos; mucho le rogué que fuese a vosotros con los hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tenga oportunidad.