'Pecado' en la Biblia
``Por eso les digo, que todo pecado y blasfemia será perdonado a los hombres, pero la blasfemia contra el Espíritu (Santo) no será perdonada.
" ¡Llenen, pues, la medida {de la culpa (pecado)} de sus padres (terminen, pues, su pecado)!
``He pecado entregando sangre inocente," dijo Judas. ``A nosotros, ¿qué? ¡Allá tú!" dijeron ellos.
pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo no tiene jamás perdón, sino que es culpable de pecado eterno."
~`Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: ``Padre, he pecado contra el cielo y ante ti;
"Y el hijo le dijo: `Padre, he pecado contra el cielo y ante ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo.'
Al día siguiente Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: ``Ahí está el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Pero como insistían en preguntar, Jesús se enderezó y les dijo: ``El que de ustedes esté sin pecado, sea {el} primero en tirarle una piedra."
Entonces Jesús les dijo de nuevo: ``Yo me voy, y Me buscarán, y ustedes morirán en su pecado; adonde Yo voy, ustedes no pueden ir."
Jesús les respondió: ``En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado;
" ¿Quién de ustedes Me prueba {que tengo} pecado? Y si digo verdad, ¿por qué ustedes no Me creen?
Jesús les dijo: ``Si ustedes fueran ciegos, no tendrían pecado; pero ahora, {porque} dicen: `Vemos,' su pecado permanece.
"Si Yo no hubiera venido y no les hubiera hablado, no tendrían pecado (culpa), pero ahora no tienen excusa por su pecado.
"Si Yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado (culpa); pero ahora las han visto, y Me han odiado a Mí y también a Mi Padre.
"Y cuando El venga, convencerá (culpará) al mundo de pecado, de justicia y de juicio;
Jesús respondió: ``Ninguna autoridad tendrías sobre Mí si no se te hubiera dado de arriba; por eso el que Me entregó a ti tiene mayor pecado."
Cayendo de rodillas, clamó en alta voz: ``Señor, no les tomes en cuenta este pecado." Habiendo dicho esto, durmió (expiró).
Pues todos los que han pecado sin la Ley, sin la Ley también perecerán; y todos los que han pecado bajo la Ley, por la Ley serán juzgados.
¿Entonces qué? ¿Somos nosotros mejores {que ellos}? ¡De ninguna manera! Porque ya hemos denunciado que tanto Judíos como Griegos están todos bajo pecado.
Porque por las obras de la Ley ningún ser humano será justificado delante de El; pues por medio de la Ley {viene} el conocimiento del pecado.
BIENAVENTURADO EL HOMBRE CUYO PECADO EL SEÑOR NO TOMARA EN CUENTA."
Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.
Pues antes de la Ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley.
Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura (símbolo) de Aquél que había de venir.
La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,
para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.
¿Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde?
¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
Sabemos esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con {Cristo}, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado;
porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado.
Porque en cuanto a que El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto El vive, vive para Dios.
Así también ustedes, considérense muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
Por tanto, no reine el pecado en su cuerpo mortal para que ustedes {no} obedezcan a sus lujurias;
ni presenten los miembros de su cuerpo al pecado {como} instrumentos de iniquidad, sino preséntense ustedes mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y sus miembros a Dios {como} instrumentos de justicia.
Porque el pecado no tendrá dominio sobre ustedes, pues no están bajo la ley sino bajo la gracia.
¿No saben ustedes que cuando se presentan {como} esclavos a alguien para obedecerle, son esclavos de aquél a quien obedecen, ya sea del pecado para muerte, o de la obediencia para justicia?
Pero gracias a Dios, que {aunque} ustedes eran esclavos del pecado, se hicieron obedientes de corazón a aquella forma de doctrina a la que fueron entregados,
y habiendo sido libertados del pecado, ustedes se han hecho siervos de la justicia.
Porque cuando ustedes eran esclavos del pecado, eran libres en cuanto a la justicia.
Pero ahora, habiendo sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tienen por su fruto la santificación, y como resultado la vida eterna.
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
¿Qué diremos entonces? ¿Es pecado la Ley? ¡De ningún modo! Al contrario, yo no hubiera llegado a conocer el pecado si no {hubiera sido} por medio de la Ley. Porque yo no hubiera sabido lo que es la codicia, si la Ley no hubiera dicho: ``NO CODICIARAS."
Pero el pecado, aprovechándose del mandamiento, produjo en mí toda clase de codicia. Porque aparte de la Ley el pecado {está} muerto.
En un tiempo yo vivía sin la Ley, pero al venir el mandamiento, el pecado revivió, y yo morí;
porque el pecado, aprovechándose del mandamiento, me engañó, y por medio de él me mató.
¿Entonces lo que es bueno vino a ser {causa de} muerte para mí? ¡De ningún modo! Al contrario, fue el pecado, a fin de mostrarse que es pecado al producir mi muerte por medio de lo que es bueno, para que por medio del mandamiento el pecado llegue a ser en extremo pecaminoso.
Porque sabemos que la Ley es espiritual, pero yo soy carnal, vendido a la esclavitud del pecado.
Así que ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
Y si lo que no quiero {hacer,} eso hago, ya no soy yo el que lo hace, sino el pecado que habita en mí.
pero veo otra ley en los miembros de mi cuerpo que hace guerra contra la ley de mi mente, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.
Gracias a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que yo mismo, por un lado, con la mente sirvo a la ley de Dios, pero por el otro, con la carne, a la ley del pecado.
Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús te ha libertado de la ley del pecado y de la muerte.
Pues lo que la Ley no pudo hacer, ya que era débil por causa de la carne, Dios {lo hizo}: enviando a Su propio Hijo en semejanza de carne de pecado y {como ofrenda} por el pecado, condenó al pecado en la carne,
Y si Cristo está en ustedes, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo (es vida) a causa de la justicia.
Pero el que duda, si come se condena, porque no {lo hace} por fe. Todo lo que no procede de fe, es pecado.
Y si te casas, no has pecado; y si una virgen se casa, no ha pecado. Sin embargo, ellos tendrán problemas en esta vida, y yo quiero evitárse{los}.
Por tanto, si la comida hace que mi hermano caiga en pecado, no comeré carne jamás, para no hacer pecar a mi hermano.
El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley;
Al que no conoció pecado, Lo hizo pecado por nosotros, para que fuéramos hechos justicia de Dios en El.
¿O cometí un pecado al humillarme a mí mismo para que ustedes fueran exaltados, porque les prediqué (anuncié) el evangelio de Dios gratuitamente?
Temo que cuando los visite de nuevo, mi Dios me humille delante de ustedes, y yo tenga que llorar por muchos que han pecado anteriormente y no se han arrepentido de la impureza, inmoralidad y sensualidad que han practicado.
"Pero si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros hemos sido hallados pecadores, ¿es Cristo, entonces, ministro de pecado? ¡De ningún modo!
Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa {que es} por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.
Que nadie los engañe en ninguna manera, porque {no vendrá} sin que primero venga la apostasía y sea revelado el hombre de pecado, el hijo de perdición.
A los que continúan en pecado, repréndelos en presencia de todos para que los demás tengan temor {de pecar}.
No impongas las manos sobre nadie con ligereza, compartiendo así {la responsabilidad por} los pecados de otros; guárdate libre de pecado.
Antes, exhórtense los unos a los otros cada día, mientras {todavía} se dice: ``Hoy;" no sea que alguno de ustedes sea endurecido por el engaño del pecado.
Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino Uno que ha sido tentado en todo como {nosotros}, {pero} sin pecado.
De otra manera, a Cristo le hubiera sido necesario sufrir muchas veces desde la fundación del mundo; pero ahora, una sola vez en la consumación de los siglos, se ha manifestado para destruir el pecado por el sacrificio de sí mismo.
así también Cristo, habiendo sido ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá por segunda vez, sin {relación con} el pecado, para salvación de los que ansiosamente Lo esperan.
De otra manera, ¿no habrían cesado de ofrecerse, ya que los adoradores, una vez purificados, no tendrían ya más conciencia de pecado?
EN HOLOCAUSTOS Y {sacrificios} POR EL PECADO NO TE HAS COMPLACIDO.
Habiendo dicho anteriormente: ``SACRIFICIOS Y OFRENDAS Y HOLOCAUSTOS, Y {sacrificios} POR EL PECADO NO HAS QUERIDO, NI {en ellos} TU TE HAS COMPLACIDO" (los cuales se ofrecen según la Ley),
Ahora bien, donde hay perdón (remisión) de estas cosas, ya no hay ofrenda por el pecado.
escogiendo más bien ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los placeres temporales del pecado.
Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia (perseverancia) la carrera que tenemos por delante,
Porque todavía, en su lucha contra el pecado, ustedes no han resistido hasta el punto de derramar sangre.
Porque los cuerpos de aquellos animales, cuya sangre es llevada al santuario por el sumo sacerdote {como ofrenda} por el pecado, son quemados fuera del campamento.
Después, cuando la pasión ha concebido, da a luz el pecado; y cuando el pecado es consumado, engendra la muerte.
Pero si muestran favoritismo, cometen pecado {y} son hallados culpables por la ley como transgresores.
A aquél, pues, que sabe hacer {lo} bueno y no lo hace, le es pecado.
EL CUAL NO COMETIO PECADO, NI ENGAÑO ALGUNO SE HALLO EN SU BOCA;
El mismo llevó (cargó) nuestros pecados en Su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por Sus heridas fueron ustedes sanados.
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, ármense también ustedes con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado,
Pero si andamos en la Luz, como El está en la Luz, tenemos comunión los unos con los otros, y la sangre de Jesús Su Hijo nos limpia de todo pecado.
Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.
Si decimos que no hemos pecado, Lo hacemos a El mentiroso y Su palabra no está en nosotros.
Todo el que practica el pecado, practica también la infracción de la ley, pues el pecado es infracción de la ley.
Ustedes saben que Cristo se manifestó a fin de quitar los pecados, y en El no hay pecado.
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.
Ninguno que es nacido (engendrado) de Dios practica el pecado, porque la simiente de Dios permanece en él. No puede pecar, porque es nacido de Dios.
Si alguien ve a su hermano cometiendo un pecado {que} no {lleva} a la muerte, pedirá, y por él {Dios} dará vida a los que cometen pecado {que} no {lleva} a la muerte. Hay un pecado {que lleva} a la muerte; yo no digo que se deba pedir por ése.
Toda injusticia es pecado, pero hay pecado {que} no {lleva} a la muerte.
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