'Son' en la Biblia
De manera que todas las generaciones desde Abraham hasta David son catorce generaciones; y de David hasta la expatriación a Babilonia son catorce generaciones; y desde la expatriación a Babilonia hasta Cristo son catorce generaciones.
Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a perdición y muchos son los que entran por ella.
Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces.
Y he aquí, le trajeron a un paralítico echado en una cama; y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, ten ánimo, tus pecados te son perdonados.
Porque, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
Y los nombres de los doce apóstoles son estos: El primero, Simón, que es llamado Pedro, y Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano,
Los ciegos ven y los cojos andan, los leprosos son limpiados y los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni nadie conoce al Padre, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quisiere revelar.
¿O no habéis leído en la ley, cómo los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado y son sin culpa?
Y respondiendo Él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos?
El campo es el mundo; la buena semilla son los hijos del reino; y la cizaña son los hijos del malo.
El enemigo que la sembró es el diablo; la siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles.
Dejadlos; son ciegos guías de ciegos; y si el ciego guiare al ciego, ambos caerán en el hoyo.
Estas cosas son las que contaminan al hombre, pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.
Así que no son ya más dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios unió, no lo separe el hombre.
Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros: Porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los príncipes de los gentiles se enseñorean sobre ellos, y los que son grandes ejercen sobre ellos autoridad.
Porque muchos son llamados, pero pocos son escogidos.
Porque en la resurrección ni se casan, ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Y al ver Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Hijo, tus pecados te son perdonados.
¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda?
Y éstos son los de junto al camino; en quienes se siembra la palabra, pero después que la oyen, en seguida viene Satanás y quita la palabra que fue sembrada en sus corazones.
Y de igual modo, éstos son los que son sembrados en pedregales; quienes habiendo oído la palabra, al momento la reciben con gozo;
Y éstos son los que fueron sembrados entre espinos; los que oyen la palabra,
Y éstos son los que fueron sembrados en buena tierra; los que oyen la palabra y la reciben, y llevan fruto, uno a treinta, otro a sesenta, y otro a ciento por uno.
Y llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene Éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, que tales maravillas son hechas por sus manos?
Tengo compasión de la multitud, porque son ya tres días que están conmigo, y no tienen qué comer;
y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino una carne.
Y mirándolos Jesús, dijo: Con los hombres es imposible; pero con Dios, no; porque con Dios todas las cosas son posibles.
Pero Jesús, llamándolos, les dijo: Sabéis que los que parecen ser príncipes de los gentiles, se enseñorean sobre ellos; y los que entre ellos son grandes, tienen potestad sobre ellos.
Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino; y habrá terremotos en diversos lugares, y habrá hambres y alborotos; principios de dolores son estos.
Y dijo: Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; aparta de mí esta copa; pero no sea mi voluntad, sino la tuya.
Puesto que ya muchos han intentado poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros son ciertísimas,
Y al ver Él la fe de ellos, le dijo: Hombre, tus pecados te son perdonados.
¿Qué es más fácil, decir: Tus pecados te son perdonados, o decir: Levántate y anda?
Y respondiendo Jesús, les dijo: Id, decid a Juan lo que habéis visto y oído; cómo los ciegos ven, los cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados y a los pobres es predicado el evangelio;
Y dijo el Señor: ¿A quién, pues, compararé los hombres de esta generación, y a qué son semejantes?
Semejantes son a los muchachos sentados en la plaza, que dan voces unos a otros, y dicen: Os tocamos flauta, y no bailasteis; os endechamos, y no llorasteis.
Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados.
Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo y quita la palabra de su corazón, para que no crean y sean salvos.
Y los de sobre la piedra, son los que habiendo oído, reciben la palabra con gozo; pero éstos no tienen raíces; que por un tiempo creen, pero en el tiempo de la prueba se apartan.
Y la que cayó entre espinos; éstos son los que oyen; mas yéndose, son ahogados de los afanes y las riquezas y los placeres de esta vida, y no llevan fruto.
Mas la que en buena tierra, éstos son los que con corazón bueno y recto retienen la palabra oída, y llevan fruto con paciencia.
Entonces respondiendo Él, les dijo: Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la palabra de Dios, y la ponen por obra.
Todas las cosas me son entregadas por mi Padre; y nadie sabe quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre, sino el Hijo, y a quien el Hijo lo quisiere revelar.
Y si viene a la segunda vigilia, o aunque venga a la tercera vigilia, y los halla así, bienaventurados son aquellos siervos.
Y le dijo uno: Señor, ¿son pocos los que serán salvos? Y Él les dijo:
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
Y alabó el señor al mayordomo injusto por haber hecho astutamente; porque los hijos de este siglo son en su generación más astutos que los hijos de luz.
Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? ¿Y los nueve dónde están?
Porque no pueden morir ya más; pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
Porque éstos son días de venganza, para que se cumplan todas las cosas que están escritas.
Y Él les dijo: Los reyes de los gentiles se enseñorean de ellos; y los que sobre ellos tienen autoridad son llamados bienhechores;
Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis y estáis tristes?
Y les dijo: Éstas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros; que era necesario que se cumpliesen todas las cosas que están escritas de mí en la ley de Moisés, y en los profetas, y en los Salmos.
Los cuales son engendrados, no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.
Pero el que obra verdad, viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.
El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
No puede el mundo aborreceros a vosotros, mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa.
También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquéllas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor.
Otros decían: Estas palabras no son de endemoniado: ¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?
Ahora han conocido que todas las cosas que me has dado, son de ti;
Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me diste; porque tuyos son.
Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; a quienes se los retuviereis, les son retenidos.
Y estaban atónitos y maravillados, diciéndose unos a otros: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan?
Y Él fue visto muchos días por los que habían subido juntamente con Él de Galilea a Jerusalén, los cuales son sus testigos al pueblo.
y por Él, todos los que creen, son justificados de todas las cosas que no pudieron ser justificados por la ley de Moisés.
Conocidas son a Dios todas sus obras desde la eternidad.
y escribir por mano de ellos, de esta manera: Los apóstoles y los ancianos y los hermanos: A los hermanos que son de los gentiles que están en Antioquía, y en Siria, y en Cilicia, saludos.
Ésta, siguiendo a Pablo y a nosotros, daba voces, diciendo: Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, los cuales nos enseñan el camino de salvación.
Pero si son cuestiones de palabras, y de nombres, y de vuestra ley, vedlo vosotros; porque yo no quiero ser juez de estas cosas.
y veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha persuadido y apartado a muchas gentes, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
Y cuando ellos lo oyeron, glorificaron al Señor, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuántos millares de judíos hay que han creído; y todos son celosos de la ley.
Y cuando éste fue llamado, Tértulo comenzó a acusarle, diciendo: Debido a ti gozamos de gran quietud, y muchas cosas son bien gobernadas en la nación por tu providencia;
Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y Divinidad, son claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; así que no tienen excusa.
quienes conociendo el juicio de Dios, que los que hacen tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que aun consienten a los que las hacen.
Pero indignación e ira, a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, antes obedecen a la injusticia.
Porque no son los oidores de la ley los justos para con Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados.
Porque cuando los gentiles que no tienen ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, no teniendo ley, son ley a sí mismos,
diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, y cuyos pecados son cubiertos.
y padre de la circuncisión, a los que son, no sólo de la circuncisión sino que también siguen las pisadas de la fe que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
Porque si los que son de la ley son los herederos, vana es la fe, y anulada es la promesa.
(como está escrito: Padre de muchas naciones, te he hecho) delante de Dios, a quien creyó; el cual da vida a los muertos, y llama las cosas que no son, como si fuesen.
Porque los que son de la carne, en las cosas de la carne piensan; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.
Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son dignas de comparar con la gloria que en nosotros ha de ser manifestada.
Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados.
Porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo, por mis hermanos, los que son mis parientes según la carne,
que son israelitas, de los cuales es la adopción, y la gloria, y el pacto, y el dar de la ley, y el servicio a Dios y las promesas;
de quienes son los padres, y de los cuales vino Cristo según la carne, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por siempre. Amén.
No como si la palabra de Dios haya fallado; porque no todos los que son de Israel son israelitas;
ni por ser simiente de Abraham, son todos hijos; sino que: En Isaac te será llamada descendencia.
Esto es: No los que son hijos según la carne son los hijos de Dios, sino los que son hijos de la promesa son contados por simiente.
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