'Cómo' en la Biblia

Los montes fueron cubiertos de su sombra; y sus ramas como cedros de Dios.

Pero como hombres moriréis. Y caeréis como cualquiera de los tiranos.

Han dicho: Venid, y destruyámoslos como nación, para que ya no haya memoria del nombre de Israel.

Hazles como a Madián; Como a Sísara, como a Jabín en el arroyo de Cisón;

que fueron destruidos en Endor, que quedaron {como} estiércol para la tierra.

Pon a ellos y a sus capitanes como a Oreb y como a Zeeb; como a Zeba y como a Zalmuna, a todos sus príncipes;

Dios mío, ponlos como a torbellino; como a hojarascas delante del viento.

Como fuego que quema el monte, como llama que abrasa el bosque.

Oh Señor, ninguno hay como tú entre los dioses, ni hay otro que haga tus obras.

Entonces tanto los cantores como los flautistas, {dirán:} En ti están todas mis fuentes {de gozo}.

Soy contado con los que descienden al hoyo, soy como hombre sin fuerza;

librado entre los muertos. Como los muertos que duermen en el sepulcro, que no te acuerdas más de ellos, y que son cortados de tu mano.

Me han rodeado como aguas de continuo; me han cercado a una.

Porque, ¿quién en el firmamento se puede comparar al SEÑOR? ¿Quién entre los hijos de los poderosos es como el SEÑOR,

Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, ¿Quién como tú? Fuerte-JAH, Rodeado de tu verdad.

Tú quebrantaste a Egipto como a un muerto; con el brazo de tu fortaleza esparciste a tus enemigos.

Y pondré su simiente para siempre, y su trono como los días de los cielos.

Su simiente será para siempre, y su trono como el sol delante de mí.

Como la luna será firme para siempre, y como un testigo fiel en el cielo. (Selah.)

¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Te esconderás para siempre? ¿Arderá para siempre tu ira como el fuego?

Recuerda, Señor, el oprobio de tus siervos; {cómo} llevo dentro de mí {el oprobio de} muchos pueblos,

Porque mil años delante de tus ojos, son como el día de ayer, que pasó, y como la vela de la noche.

Los haces pasar como avenida de aguas; son como sueño; a la mañana está fuerte como la hierba,

Porque todos nuestros días declinan á causa de tu ira; Acabamos nuestros años como un pensamiento.

Florezcan los impíos como la hierba, y reverdezcan todos los que obran iniquidad, para ser destruidos para siempre.

Y tú ensalzaste mi cuerno como de unicornio; fue ungido con óleo verde.

El justo florecerá como la palma; crecerá como cedro en el Líbano.

no endurezcáis vuestro corazón como en Meriba, como el día de Masá en el desierto;

Los montes se derritieron como cera delante del SEÑOR, delante del Señor de toda la tierra.

¡El SEÑOR reina, estremézcanse los pueblos; El está sentado {como Rey sobre} los querubines, tiemble la tierra!

Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos son quemados como en hogar.

Mi corazón fue herido, y se secó como la hierba; por lo cual me olvidé de comer mi pan.

Soy semejante al pelícano del desierto; soy como el búho de las soledades.

Velo, y soy como el pájaro solitario sobre el tejado.

Mis enemigos me han afrentado todo el día; los que me escarnecen han usado mi {nombre} como maldición.

Por lo cual como la ceniza a manera de pan, y mi bebida mezclo con lloro,

Mis días son como la sombra que se va; y me he secado como la hierba.

Ellos perecerán, y tú permanecerás; y todos ellos como un vestido se envejecerán; como una ropa de vestir los mudarás, y serán mudados;

el que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila.

Porque como la altura de los cielos sobre la tierra, engrandeció su misericordia sobre los que le temen.

Como está de lejos el oriente del occidente, así alejó de nosotros nuestras transgresiones.

Como el padre tiene misericordia de los hijos, tiene misericordia el SEÑOR de los que le temen.

El varón, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo,

El que se cubre de luz como de vestidura, que extiende los cielos como una cortina;

Con el abismo, como con vestido, la cubriste; sobre los montes estaban las aguas.

He allí el mar, grande y anchuroso, en el cual hay un hervidero innumerable de animales tanto pequeños como grandes.

También lo confirmó a Jacob por estatuto, a Israel como pacto eterno,

diciendo: A ti te daré la tierra de Canaán como porción de vuestra heredad.

Envió a un hombre delante de ellos, a José, vendido como esclavo.

para echar presos sus príncipes como él quisiera, y enseñó sabiduría a sus ancianos.

Abrió la peña, y fluyeron aguas; Corrieron por los secadales como un río.

Nosotros hemos pecado como nuestros padres, hemos hecho iniquidad, nos hemos conducido impíamente.

Y reprendió al mar Bermejo, y lo secó; y les hizo ir por el abismo, como por un desierto.

porque hicieron rebelar a su espíritu, como lo expresó con sus labios.

No destruyeron a los pueblos, como el SEÑOR les había mandado,

Tiemblan, y titubean como borrachos, y toda su ciencia es perdida;

Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.

En pago de mi amor, obran como mis acusadores, pero yo oro.

Y se vistió de maldición como de su vestido, y entró como agua en sus entrañas, y como aceite en sus huesos.

Séale como vestido con que se cubra, y en lugar del cinto con que se ciña siempre.

Como la sombra cuando declina me voy; soy arrebatado del viento como langosta.

Sean vestidos de vergüenza los que me calumnian; y sean cubiertos de su confusión como con un manto.

Tu pueblo será voluntario en el día de tu poder, en la hermosura de la santidad; como el rocío que cae de la matriz del alba, así te nacerán los tuyos.

¿Quién como el SEÑOR nuestro Dios? El que enaltece su habitación;

Los montes saltaron como carneros, los collados como corderitos.

Oh montes, ¿por qué saltasteis como carneros, y vosotros, collados, como corderitos?

Como ellos sean los que los hacen; cualquiera que en ellos confía.

El bendecirá a los que temen al SEÑOR, tanto a pequeños como a grandes.

Me cercaron como abejas, fueron apagados como fuegos de espinos; en el nombre del SEÑOR, que yo los talaré.

¿Cómo puede el joven guardar puro su camino? Guardando tu palabra.

En el camino de tus testimonios me he gozado, como sobre toda riqueza.

Se engrosó el corazón de ellos como sebo; mas yo en tu ley me he deleitado.

Porque estoy como el odre al humo; mas no he olvidado tus estatutos.

Tus testimonios he tomado como herencia para siempre, porque son el gozo de mi corazón.

Como escorias hiciste deshacer a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios.

Mírame, y ten misericordia de mí, como acostumbras con los que aman tu Nombre.

Me gozo sobre tu dicho, como el que halla muchos despojos.

Yo me perdí como oveja extraviada; busca a tu siervo; porque no me he olvidado de tus mandamientos.

Jerusalén, la que es edificada como una ciudad que está bien unida entre sí.

He aquí como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores, y como los ojos de la sierva a la mano de su señora; así nuestros ojos esperan al SEÑOR nuestro Dios, hasta que tenga misericordia de nosotros.

Bendito sea el SEÑOR, que no nos ha entregado como presa de los dientes de ellos.

Los que confían en el SEÑOR son como el monte de Sion que no deslizará; estará para siempre.

Como Jerusalén tiene montes alrededor de ella, así el SEÑOR alrededor de su pueblo desde ahora y para siempre.

Cuando el SEÑOR hiciere tornar la cautividad de Sion, seremos como los que sueñan.

Haz volver nuestra cautividad oh SEÑOR, como los arroyos en el austro.

Como saetas en mano del valiente, así son los hijos mancebos.

Tu mujer será como la vid que lleva fruto a los lados de tu casa; tus hijos como plantas de olivas alrededor de tu mesa.

Serán como la hierba de los tejados, que se seca antes que crezca;

Sino que me puse en silencio, e hice callar mi alma, sea yo como el destetado de su madre; como el destetado de mi propia vida.

de cómo juró al SEÑOR, prometió al Fuerte de Jacob:

Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, que desciende sobre el borde de sus vestiduras;

como el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sion. Porque allí envía el SEÑOR bendición, y vida eterna.

Porque Jehová ha escogido a Jacob para sí, a Israel como su especial tesoro.

Hirió a los primogénitos de Egipto, tanto de hombre como de animal.

Como ellos sean los que los hacen; y todos los que en ellos confían.

¿Cómo cantaremos canción del SEÑOR en tierra de extraños?

Mi lengua se pegue a mi paladar, si de ti no me acordare; si no ensalzare a Jerusalén como preferente asunto de mi alegría.

Aun las tinieblas no encubren de ti, y la noche resplandece como el día; las tinieblas son como la luz.

Aguzaron su lengua como la serpiente; veneno de áspid hay debajo de sus labios. (Selah.)

Sea enderezada mi oración delante de ti como incienso, el don de mis manos como el sacrificio de la tarde.