'Oh' en la Biblia
Levántate, oh SEÑOR; no se fortalezca el hombre; sean juzgados los gentiles delante de ti.
Pon, oh SEÑOR, temor en ellos: conozcan los gentiles que son hombres. (Selah.)
¿Por qué estás lejos, oh SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?
Sus caminos prosperan en todo tiempo; tus juicios, {oh Dios,} están en lo alto, lejos de su vista; a todos sus adversarios los desprecia.
Levántate, oh SEÑOR Dios, alza tu mano, no te olvides de los humildes.
El deseo de los humildes oíste, oh SEÑOR; tú dispones su corazón, y haces atento tu oído;
Salva, oh SEÑOR, porque se acabaron los misericordiosos; porque se han acabado los fieles de entre los hijos de los hombres.
Para el director del coro. Salmo de David. ¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo esconderás de mí tu rostro?
Considera {y} respóndeme, oh SEÑOR, Dios mío; ilumina mis ojos, no sea que duerma {el sueño de} la muerte;
¿Oh, si de Sion saliera la salvación de Israel! Cuando el SEÑOR restaure a su pueblo cautivo, se regocijará Jacob {y} se alegrará Israel.
Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado.
Dijiste, oh alma mía, á Jehová: Tú eres el Señor: Mi bien á ti no aprovecha;
Oye, oh SEÑOR, justicia; está atento a mi clamor; escucha mi oración hecha sin labios de engaño.
Yo te he invocado, por cuanto tú me oyes, oh Dios: Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Muestra maravillosamente Tu misericordia, Oh, Salvador de los que se refugian a Tu diestra {Huyendo} de los que se levantan {contra ellos.}
Levántate, oh SEÑOR; prevén su encuentro, póstrale; libra mi alma del malo con tu espada;
de los hombres con tu mano, oh SEÑOR, de los hombres de mundo, cuya parte es en esta vida, y cuyo vientre está lleno de tu despensa: sacian a sus hijos, y dejan el resto a su familia.
Te amaré, oh SEÑOR, fortaleza mía.
Y aparecieron las honduras de las aguas, y se descubrieron los cimientos del mundo por tu reprensión, oh SEÑOR, por el soplo del viento de tu nariz.
Tú enciendes mi lámpara, oh SEÑOR; mi Dios que alumbra mis tinieblas.
Por tanto yo te confesaré entre los gentiles, oh SEÑOR, y cantaré a tu nombre.
Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh SEÑOR, roca mía, y redentor mío.
¿Salva, oh SEÑOR! Que el Rey nos responda el día que clamemos.
Al Músico principal: Salmo de David. ALEGRARASE el rey en tu fortaleza, oh Jehová; Y en tu salud se gozará mucho.
Ensálzate, oh SEÑOR, con tu fortaleza; cantaremos y alabaremos tu valentía.
Pero tú, oh SEÑOR, no estés lejos; fuerza mía, apresúrate a socorrerme.
Esta es la generación de los que le buscan, de los que buscan tu rostro, oh Jacob. (Selah.)
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria.
Alef A ti, oh SEÑOR, levantaré mi alma.
Dálet Tus caminos, oh SEÑOR, me haces saber; tus sendas me enseñas.
Vau Acuérdate, oh SEÑOR, de tus conmiseraciones y de tus misericordias, que son perpetuas.
Zain De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh SEÑOR.
Caf Por tu Nombre, oh SEÑOR, perdona también mi iniquidad; porque es grande.
Pe Rescate, oh Dios, a Israel de todas sus angustias.
Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.
Pruébame, oh SEÑOR, y sondéame; funde mis riñones y mi corazón.
Lavaré en inocencia mis manos, y andaré alrededor de tu altar, oh SEÑOR:
Oh SEÑOR, yo amo la habitación de tu casa, y el lugar donde habita tu gloria.
Oye, oh SEÑOR, mi voz con que a ti llamo; ten misericordia de mí, y respóndeme.
Mi corazón me ha dicho de ti: Buscad mi rostro. Tu rostro buscaré, oh SEÑOR.
No escondas tu rostro de mí; no rechaces con ira a tu siervo; tú has sido mi ayuda. No me abandones ni me desampares, oh Dios de mi salvación.
Enséñame, oh SEÑOR, tu camino, y guíame por senda de rectitud, a causa de mis enemigos.
A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo, dejándome tú, semejante a los que descienden al sepulcro.
Dad al SEÑOR, oh hijos de fuertes, dad al SEÑOR la gloria y la fortaleza.
Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.
Oh SEÑOR, Dios mío, a ti pedí auxilio y me sanaste.
Oh SEÑOR, hiciste subir mi alma del Seol; me diste vida de mi descendimiento a la sepultura.
Oh SEÑOR, con tu favor has hecho que mi monte permanezca fuerte; tú escondiste tu rostro, fui conturbado.
A ti, oh DIOS, llamaré; y al Señor suplicaré.
Oye, oh SEÑOR, y ten misericordia de mí: SEÑOR, sé tú mi ayudador.
para que {mi} alma te cante alabanzas y no esté callada. Oh SEÑOR, Dios mío, te alabaré por siempre.
En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.
En tu mano encomendaré mi espíritu; tú me rescatarás, oh SEÑOR, Dios de verdad.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Mas yo en ti confié, oh SEÑOR; yo dije: Dios mío eres tú.
No sea yo confundido, oh Jehová, ya que te he invocado; Sean corridos los impíos, estén mudos en el profundo.
Cantad de júbilo en el SEÑOR, oh justos; apropiada es para los rectos la alabanza.
Sea tu misericordia, oh SEÑOR, sobre nosotros, como te hemos esperado.
Disputa, oh SEÑOR, con los que contra mí contienden; pelea con los que me combaten.
Tú lo has visto, oh SEÑOR; no calles: Señor, de mí no te alejes.
Júzgame conforme a tu justicia, oh SEÑOR, Dios mío; que no se rían de mí.
Tu misericordia, oh SEÑOR, se extiende hasta los cielos, tu fidelidad, hasta el firmamento.
Tu justicia como los montes de Dios, tus juicios abismo grande: Oh SEÑOR, al hombre y al animal conservas.
¡Cuán ilustre, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de Adán se abrigan en la sombra de tus alas.
Porque a ti, oh SEÑOR, he esperado; tú responderás, SEÑOR Dios mío.
No me desampares, oh SEÑOR; Dios mío, no te alejes de mí.
Apresúrate á ayudarme, Oh Señor, mi salud.
Oye mi oración, oh SEÑOR, y escucha mi clamor; no calles ante mis lágrimas; porque peregrino soy contigo, y advenedizo, como todos mis padres.
Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.
He proclamado buenas nuevas de justicia en la gran congregación; he aquí, no refrenaré mis labios, oh SEÑOR, tú lo sabes.
Tú, oh SEÑOR, no retengas tu compasión de mí; tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente,
Quieras, oh SEÑOR, librarme; SEÑOR, apresúrate a socorrerme.
Yo dije: Oh SEÑOR, ten piedad de mí; sana mi alma, porque contra ti he pecado.
Pero tú, oh SEÑOR, ten piedad de mí y levántame, para que yo les pague {como se merecen.}
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún le tengo de alabar por el bienestar de su presencia.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Júzgame, oh Dios, y pleitea mi pleito; de gente no misericordiosa, de varón de engaño me libra.
Y entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría de mi gozo; y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus tiempos, en los tiempos antiguos.
Tú, oh Dios, eres mi rey: Manda saludes a Jacob.
Cíñete tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu hermosura.
Tu trono, oh Dios, eterno y para siempre; vara de justicia, la vara de tu reino.
Concebimos según tu misericordia, oh Dios, en medio de tu Templo.
Conforme a tu Nombre, oh Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra; de justicia está llena tu diestra.
Ten misericordia de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tu compasión rae mis rebeliones.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio; y renueva un espíritu recto dentro de mí.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salvación; cantará mi lengua tu justicia.
Abre mis labios, oh Señor, para que mi boca anuncie tu alabanza.
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.
¿Por qué te glorías de maldad, oh hombre fuerte? La misericordia de Dios es cada día.
Tu lengua maquina destrucción como afilada navaja, oh artífice de engaño.
Amas toda palabra destructora, oh lengua de engaño.
¡Oh quién diera de Sion saludes a Israel! Volviendo Dios la cautividad de su pueblo, se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
Oh Dios, sálvame en tu Nombre, y con tu valentía defiéndeme.
Oh Dios, oye mi oración; escucha las razones de mi boca.
Voluntariamente sacrificaré a ti; alabaré tu Nombre, oh SEÑOR, porque es bueno.
Escucha, oh Dios, mi oración, y no te escondas de mi súplica.
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