'Es' en la Biblia
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- 40.Colosenses 3:10-Hebreos 2:14
- 41.Hebreos 2:17-Santiago 2:20
- 42.Santiago 2:24-1 Juan 5:4
- 43.1 Juan 5:5-Apocalipsis 22:11
Mejor es el niño pobre y sabio, que el rey viejo y loco que no puede ser avisado.
No tiene fin todo el pueblo que fue antes de ellos; tampoco los que vendrán después estarán con él contentos. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.
Mejor es que no prometas, y no que prometas y no pagues.
Y mayor altura hay en todas las cosas de la tierra; mas el que sirve al campo es rey.
El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad.
Cuando aumentan los bienes, aumentan {también} los que los consumen. Así, pues, ¿cuál es la ventaja para sus dueños, sino ver{los} con sus ojos?
Dulce es el sueño del trabajador, coma mucho o coma poco; mas al rico no lo deja dormir la abundancia.
Este también es un gran mal, que como vino, así haya de volver. ¿Y de qué le aprovechó trabajar al viento?
He aquí pues el bien que yo he visto: Que lo bueno es comer y beber, y gozar uno del bien de todo su trabajo con que se fatiga debajo del sol, todos los días de su vida que Dios le ha dado; porque ésta es su parte.
Asimismo, a todo hombre a quien Dios dio riquezas y hacienda, también le dio facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce su trabajo; esto es don de Dios.
El del hombre a quien Dios dio riquezas, y hacienda, y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; mas Dios no le dio facultad de comer de ello, sino que los extraños se lo comen. Esto vanidad es, y enfermedad maligna.
Si el hombre engendrare cien hijos, y viviere muchos años, y los días de su edad fueren numerosos; si su alma no se sació del bien, y también careció de sepultura, yo digo que el abortivo es mejor que él.
Todo el trabajo del hombre es para su boca, y con todo eso su deseo no se sacia.
Más vale gozar del bien presente que el deseo errante. Y también esto es vanidad y aflicción de espíritu.
El que es, ya su nombre ha sido nombrado; y se sabe que es hombre, y que no podrá contender con el que es más fuerte que él.
Cuando hay muchas palabras, aumenta la vanidad. ¿Cuál es {entonces} la ventaja para el hombre?
Porque ¿quién sabe cuál es el bien del hombre en la vida, todos los días de la vida de su vanidad, los cuales el hace que sean como sombra? Porque ¿quién enseñará al hombre qué será después de él debajo del sol?
Mejor es el buen nombre que el buen ungüento; y el día de la muerte que el día del nacimiento.
Mejor es ir a la casa del luto que a la casa del convite; porque aquello es el fin de todos los hombres; y el que vive se advertirá.
Mejor es el pesar que la risa; porque con la tristeza del rostro se enmendará el corazón.
Mejor es oír la reprensión del sabio, que la canción de los locos.
Porque la risa del loco es como el estrépito de las espinas debajo de la olla. Y también la risa o la prosperidad del loco es vanidad.
Mejor es el fin del negocio que su principio; mejor es el sufrido de espíritu que el altivo de espíritu.
Nunca digas: ¿Cuál es la causa de que los tiempos pasados fueran mejores que éstos? Porque nunca de esto preguntarás con sabiduría.
Buena es la ciencia con herencia; y es la excelencia de los que ven el sol.
Porque escudo es la ciencia, y escudo es el dinero: mas la sabiduría excede en que da vida á sus poseedores.
Bueno es que tomes de esto, y también de aquello no apartes tu mano; porque el que a Dios teme, saldrá con todo.
y he hallado más amarga que la muerte a la mujer cuyo corazón es redes y lazos; y sus manos ligaduras. El que agrada a Dios escapará de ella; mas el pecador quedará preso en ella.
¿Quién es como el sabio? ¿Y quién {otro} sabe la explicación de un asunto? La sabiduría del hombre ilumina su faz y hace que la dureza de su rostro cambie.
porque la palabra del rey es su potestad, ¿y quién le dirá, qué haces?
Porque para toda voluntad hay tiempo y juicio; porque el mal del hombre es grande sobre él;
Entonces vi también que los impíos sepultados vinieron aún en memoria; mas los que frecuentaban el lugar santo, fueron luego puestos en olvido en la ciudad donde con rectitud habían obrado. Esto también es vanidad.
Hay otra vanidad que se hace sobre la tierra: que hay justos los cuales son pagados como si hicieran obras de impíos; y hay impíos, que son pagados como si hicieran obras de justos. Digo que esto también es vanidad.
A todos les sucede lo mismo: Hay una misma suerte para el justo y para el impío; para el bueno, para el limpio y para el inmundo; para el que ofrece sacrificio y para el que no sacrifica. Como el bueno, así es el pecador; como el que jura, así es el que teme jurar.
Porque hay esperanza para todo aquel que está aún entre los vivos; porque mejor es perro vivo que león muerto.
Porque los que viven saben que morirán; mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
Goza de la vida con la esposa que amas, todos los días que has de vivir en este lago de vanidad, que te son dados; todos los días de tu vanidad debajo del sol; porque esta es tu parte en la vida, y en tu trabajo en que trabajas debajo del sol.
Me volví y vi debajo del sol, que ni es de los ligeros la carrera, ni la guerra de los fuertes, ni aun de los sabios el pan, ni de los prudentes las riquezas, ni de los elocuentes la gracia; sino que tiempo y ocasión acontece a todos.
También vi esta sabiduría debajo del sol, la cual me es importante:
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
Mejor es la sabiduría que las armas de guerra; pero un pecador destruye mucho bien.
Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable.
Y aun mientras va el loco por el camino, le falta cordura; y dice a todos, que es loco.
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
Si mordiere la serpiente no encantada; no es más el lenguaraz.
El comienzo de las palabras de su boca es locura; y el fin de su charla nocivo desvarío.
¡Ay de ti, tierra, cuando tu rey es niño, y tus príncipes banquetean de mañana!
¡Bienaventurada, tú, tierra, cuando tu rey es hijo de nobles, y tus príncipes comen a su hora, para reponer sus fuerzas, y no por el beber!
Para el placer se prepara la comida, y el vino alegra la vida, y el dinero es la respuesta para todo.
Como tú no sabes cuál es el camino del espíritu, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas.
Por la mañana siembra tu simiente, y a la tarde no dejes reposar tu mano; porque tú no sabes cuál es lo mejor, si esto o lo otro, o si ambas son igualmente buenas.
Suave ciertamente es la luz, y agradable a los ojos ver el sol;
Ciertamente, si un hombre vive muchos años, que en todos ellos se regocije, pero recuerde que los días de tinieblas serán muchos. Todo lo por venir es vanidad.
Vanidad de vanidades, dice el Predicador, todo es vanidad.
Hijo mío, a más de esto, sé avisado. No hay fin de hacer muchos libros; y el mucho estudio es aflicción de la carne.
El fin de todo el sermón es oído: Teme a Dios, y guarda sus mandamientos; porque esto es toda la felicidad del hombre.
Canción de canciones, la cual es de Salomón.
Por el olor de tus suaves ungüentos (Ungüento derramado es tu nombre), por eso las doncellas te amaron.
Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos.
Racimo de copher en las viñas de Engadi Es para mí mi amado.
Cuán hermoso eres, amado mío, {y} tan placentero. Ciertamente nuestro lecho es de exuberante verdor.
Como el lirio entre las espinas, así es mi amiga entre las doncellas.
Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amado entre los hijos; bajo su sombra deseé sentarme, y su fruto fue dulce a mi paladar.
El me ha traído a la sala del banquete, y su estandarte sobre mí es el amor.
Mi amado es semejante al gamo, o al cabrito de los ciervos. Helo aquí, está tras nuestra pared, mirando \'
se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción es venido, y en nuestra tierra se ha oído la voz de la tórtola;
Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de la escalera, muéstrame tu vista, hazme oír tu voz; porque tu voz es dulce, y tu vista hermosa.
Mi amado es mío, y yo suya; él apacienta entre lirios.
¿Quién es ésta que sube del desierto como columnas de humo, sahumada de mirra y de incienso, y de todos los polvos aromáticos?
He aquí es la litera de Salomón; sesenta fuertes la rodean, de los fuertes de Israel.
Panal de miel destilan tus labios, oh esposa; miel y leche hay debajo de tu lengua; y el olor de tus vestidos es como el olor del Líbano.
¿Qué es tu amado más que los otros amados, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿Qué es tu amado más que los otros amados, que así nos conjuras?
Mi amado es blanco y rubio, señalado entre los diez millares del ejército.
Su cabeza, es como oro finísimo; sus cabellos crespos, negros como el cuervo.
Sus manos, son como anillos de oro engastados de jacintos; su vientre, es como blanco marfil cubierto de zafiros.
Sus piernas, son como columnas de mármol fundadas sobre basas de fino oro; su vista es como el Líbano, escogido como los cedros.
Su paladar, dulcísimo: y todo él codiciable. Tal es mi amado, tal es mi compañero, oh doncellas de Jerusalén.
Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; él apacienta entre los lirios.
Aparta tus ojos de delante de mí, porque ellos me vencieron. Tu cabello es como manada de cabras, que se muestran en Galaad.
mas una es la paloma mía, la perfecta mía; única es a su madre, escogida a la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; sí, las reinas y las concubinas, la alabaron.
¿Quién es ésta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como el portador del estandarte del ejército?
Tu ombligo, es como una taza redonda, que no le falta bebida. Tu vientre, como montón de trigo, cercado de lirios.
Tu cuello, es como torre de marfil; tus ojos, como las pesqueras de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco.
Tu cabeza sobre ti, es como la grana; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey ligada en los corredores.
Tu estatura es semejante a la palma, y tus pechos a los racimos!
Yo soy de mi amado, Y para mí es {todo} su deseo.
¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; allí tuvo tu madre dolores, allí tuvo dolores la que te dio a luz.
Ponme como un sello sobre tu corazón, como un sello sobre tu brazo; porque fuerte es como la muerte el amor; duro como el Seol los celos; sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
Si ella es muro, edificaremos sobre él un palacio de plata; y si fuere puerta, la guarneceremos con tablas de cedro.
Mi viña, que es mía, está delante de mí; las mil serán tuyas, oh Salomón, y doscientas, de los que guardan su fruto.
Vuestra tierra está desolada, vuestras ciudades quemadas por el fuego, vuestro suelo lo devoran los extraños delante de vosotros, y es una desolación, como destruida por extraños.
¿Qué es para mí la abundancia de vuestros sacrificios? --dice el SEÑOR. Harto estoy de holocaustos de carneros, y de sebo de ganado cebado; y la sangre de novillos, corderos y machos cabríos no me complace.
No me traigáis más presente vano; el perfume me es abominación; luna nueva y sábado, el convocar asambleas, no las puedo sufrir; iniquidad y solemnidad.
Porque el día del SEÑOR de los ejércitos {vendrá} contra todo el que es soberbio y altivo, contra todo el que se ha ensalzado, y será abatido.
Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz; porque ¿de qué es el estimado?
Ciertamente la viña del SEÑOR de los ejércitos es la casa de Israel, y todo hombre de Judá planta suya deleitosa. Esperaba juicio, y he aquí opresión; justicia, y he aquí clamor.
Por eso mi pueblo es llevado cautivo, porque no tiene conocimiento; y sus nobles perecen de hambre, y su multitud se seca de sed.
Por tanto, como la lengua del fuego consume las aristas, y la paja es desecha por la llama, así será su raíz como pudrición, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley del SEÑOR de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.
Su rugido es como de leona, ruge como leoncillos; gruñe y atrapa la presa, y se {la} lleva sin que nadie {la} libre.
En aquel día gruñirá sobre ella como el bramido del mar. Si se mira hacia la tierra, he aquí, hay tinieblas {y} angustia; aun la luz es oscurecida por sus nubes.
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