5809 casos

'Jehová' en la Biblia

Nunca más te llamarán Desamparada, ni tu tierra se dirá más Desolada; sino que serás llamada Hefziba, y tu tierra, Beula; porque el amor de Jehová estará en ti, y tu tierra será desposada.

Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la noche no callarán jamás. Los que os acordáis de Jehová, no descanséis,

Juró Jehová por su mano derecha, y por el brazo de su poder: Nunca más daré tu trigo por comida a tus enemigos, ni beberán los extraños el vino por el que tú trabajaste.

Mas los que lo cosecharon lo comerán, y alabarán a Jehová; y los que lo vendimiaron, lo beberán en los atrios de mi santuario.

He aquí que Jehová hizo oír hasta lo último de la tierra: Decid a la hija de Sión: He aquí viene tu Salvador; he aquí su recompensa con Él, y delante de Él su obra.

De las misericordias de Jehová haré mención, de las alabanzas de Jehová, conforme a todo lo que Jehová nos ha dado, y de la grandeza de su bondad hacia la casa de Israel, que les ha hecho según sus misericordias, y según la multitud de sus piedades.

El Espíritu de Jehová los pastoreó, como a una bestia que desciende al valle; así pastoreaste a tu pueblo, para hacerte un nombre glorioso.

¿Por qué, oh Jehová, nos has hecho errar de tus caminos, y endureciste nuestro corazón a tu temor? Vuélvete por amor de tus siervos, por las tribus de tu heredad.

No te enojes sobremanera, oh Jehová, ni tengas perpetua memoria de la iniquidad; he aquí mira ahora, pueblo tuyo somos todos nosotros.

¿Te estarás quieto, oh Jehová, sobre estas cosas? ¿Callarás, y nos afligirás sobremanera?

por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice Jehová, los cuales quemaron incienso sobre los montes, y sobre los collados me afrentaron; por tanto yo les mediré su obra antigua en su seno.

Así dice Jehová: Como si alguno hallase mosto en un racimo, y dijese: No lo desperdicies, porque bendición hay en él; así haré yo por mis siervos, que no lo destruiré todo.

Pero vosotros los que dejáis a Jehová, que olvidáis mi santo monte, que ponéis mesa para la Fortuna, y suministráis libaciones para el Destino;

Por tanto así dice el Señor Jehová: He aquí que mis siervos comerán, y vosotros tendréis hambre; he aquí que mis siervos beberán, y vosotros tendréis sed; he aquí que mis siervos se alegrarán, y vosotros seréis avergonzados;

Y dejaréis vuestro nombre por maldición a mis escogidos, y el Señor Jehová te matará; y a sus siervos llamará por otro nombre.

No trabajarán en vano, ni darán a luz para maldición; porque son simiente de los benditos de Jehová, y sus descendientes con ellos.

Oíd palabra de Jehová, vosotros los que tembláis a su palabra: Vuestros hermanos que os aborrecen, y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: Jehová sea glorificado. Mas Él se mostrará para alegría vuestra, y ellos serán confundidos.

Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz de Jehová que da el pago a sus enemigos.

Porque así dice Jehová: He aquí que yo extiendo sobre ella paz como un río, y la gloria de los gentiles como un arroyo que se desborda; y mamaréis, y sobre el regazo seréis traídos, y sobre las rodillas seréis acariciados.

Y veréis, y se alegrará vuestro corazón, y vuestros huesos reverdecerán como la hierba; y la mano de Jehová para con sus siervos será conocida, y su indignación contra sus enemigos.

Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada a toda carne; y los muertos de Jehová serán multiplicados.

Los que se santifican y los que se purifican en los huertos, unos tras otros, los que comen carne de puerco, y abominación, y ratón; juntamente serán talados, dice Jehová.

Y traerán a todos vuestros hermanos de entre todas las naciones, por ofrenda a Jehová, en caballos, en carros, en literas, y en mulos y en camellos, a mi santo monte de Jerusalén, dice Jehová, al modo que los hijos de Israel traen el presente en vasos limpios a la casa de Jehová.

Y tomaré también de ellos para sacerdotes y levitas, dice Jehová.

La palabra de Jehová que vino a él en los días de Josías hijo de Amón, rey de Judá, en el año decimotercero de su reinado.

Vino, pues, palabra de Jehová a mí, diciendo:

Y me dijo Jehová: No digas, soy niño; porque a todo lo que te envíe irás tú, y dirás todo lo que te mande.

Y la palabra de Jehová vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Yo veo una vara de almendro.

Y me dijo Jehová: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Y vino a mí palabra de Jehová por segunda vez, diciendo: ¿Qué ves tú? Y dije: Yo veo una olla que hierve; y su faz está hacia el norte.

Y me dijo Jehová: Del norte se desatará el mal sobre todos los moradores de la tierra.

Porque he aquí que yo convoco a todas las familias de los reinos del norte, dice Jehová; y vendrán, y pondrá cada uno su trono a la entrada de las puertas de Jerusalén, y junto a todos sus muros en derredor, y en todas las ciudades de Judá.

Y vino a mí palabra de Jehová, diciendo:

Santidad era Israel a Jehová, primicias de sus nuevos frutos. Todos los que le devoran injuriarán; mal vendrá sobre ellos, dice Jehová.

Oíd la palabra de Jehová, casa de Jacob, y todas las familias de la casa de Israel.

Así dice Jehová: ¿Qué maldad hallaron en mí vuestros padres, que se alejaron de mí, y se fueron tras la vanidad, y se tornaron vanos?

Y no dijeron: ¿Dónde está Jehová, que nos hizo subir de la tierra de Egipto, que nos hizo andar por el desierto, por una tierra desierta y barrancosa, por tierra seca y de sombra de muerte, por una tierra por la cual no pasó varón, ni allí habitó hombre?

Los sacerdotes no dijeron: ¿Dónde está Jehová? Y los que tenían la ley no me conocieron; y los pastores se rebelaron contra mí, y los profetas profetizaron por Baal, y anduvieron tras lo que no aprovecha.

Por tanto entraré aún en juicio con vosotros, dice Jehová, y con los hijos de vuestros hijos pleitearé.

Espantaos, cielos, sobre esto, y horrorizaos; desolaos en gran manera, dice Jehová.

¿No te acarreaste esto tú mismo, al haber dejado a Jehová tu Dios, cuando Él te guiaba por camino?

Tu maldad te castigará, y tus rebeldías te condenarán; sabe, pues, y ve cuán malo y amargo es el haber dejado tú a Jehová tu Dios, y faltar mi temor en ti, dice el Señor, Jehová de los ejércitos.

¿Por qué contendéis conmigo? Todos vosotros prevaricasteis contra mí, dice Jehová.

¡Oh generación! atended vosotros la palabra de Jehová. ¿He sido yo a Israel soledad, o tierra de tinieblas? ¿Por qué ha dicho mi pueblo: Somos señores; nunca más vendremos a ti?

También saldrás de él con tus manos sobre tu cabeza: porque Jehová desechó a aquellos en quienes confías, y no prosperarás por ellos.

Dicen: Si alguno dejare su esposa, y yéndose ésta de él se juntare a otro hombre, ¿volverá a ella más? ¿No será tal tierra del todo amancillada? Tú, pues, te has prostituido con muchos amantes; mas vuélvete a mí, dice Jehová.

Y me dijo Jehová en días del rey Josías: ¿Has visto lo que ha hecho la infiel Israel? Ella se va sobre todo monte alto y debajo de todo árbol frondoso, y allí se prostituye.

Y con todo esto, su hermana la rebelde Judá no se volvió a mí de todo su corazón, sino fingidamente, dice Jehová.

Y me dijo Jehová: Se ha justificado más la rebelde Israel en comparación con la desleal Judá.

Ve, y proclama estas palabras hacia el norte, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dice Jehová, y no haré caer mi ira sobre vosotros; porque misericordioso soy yo, dice Jehová, y no guardaré para siempre el enojo.

Sólo reconoce tu maldad, porque contra Jehová tu Dios has prevaricado, y tus caminos has derramado a los extraños debajo de todo árbol frondoso, y no oíste mi voz, dice Jehová.

Y acontecerá, que cuando os multiplicareis y creciereis en la tierra, en aquellos días, dice Jehová, no se dirá más: Arca del pacto de Jehová; ni vendrá al pensamiento, ni se acordarán de ella, ni la visitarán, ni la volverán a hacer.

Voz sobre las alturas fue oída, llanto de los ruegos de los hijos de Israel; porque han torcido su camino, de Jehová su Dios se han olvidado.

Ciertamente en vano es esperar que la salvación venga de los collados, o de la multitud de las montañas; Ciertamente en Jehová nuestro Dios está la salvación de Israel.

Yacemos en nuestra confusión, y nuestra afrenta nos cubre: porque pecamos contra Jehová nuestro Dios, nosotros y nuestros padres, desde nuestra juventud y hasta este día; y no hemos obedecido la voz de Jehová nuestro Dios.

Si te has de convertir, oh Israel, dice Jehová, conviértete a mí; y si quitares de delante de mí tus abominaciones, no andarás de acá para allá.

Y jurarás, diciendo: Vive Jehová, en verdad, en juicio y en justicia; y las naciones se bendecirán en Él, y en Él se gloriarán.

Circuncidaos para Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalén; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien la apague, por la maldad de vuestras obras.

Por esto vestíos de cilicio, endechad y aullad; porque la ira de Jehová no se ha apartado de nosotros.

Y será en aquel día, dice Jehová, que desfallecerá el corazón del rey, y el corazón de los príncipes, y los sacerdotes estarán atónitos, y se maravillarán los profetas.

Y dije: ¡Ay, ay, Jehová Dios! verdaderamente en gran manera has engañado a este pueblo y a Jerusalén, diciendo: Paz tendréis; pues la espada ha venido hasta el alma.

Como guardas de campo, estuvieron contra ella en derredor, porque se rebeló contra mí, dice Jehová.

Miré, y he aquí la tierra fértil era un desierto, y todas sus ciudades estaban asoladas a la presencia de Jehová, delante del furor de su ira.

Porque así dice Jehová: Toda la tierra será asolada; mas no haré consumación.

Y aunque digan: Vive Jehová; ciertamente juran falsamente.

Oh Jehová, ¿no miran tus ojos a la verdad? Los azotaste, y no les dolió; los consumiste, pero no quisieron recibir corrección; endurecieron sus rostros más que la piedra, no quisieron arrepentirse.

Me iré a los grandes, y les hablaré; porque ellos conocen el camino de Jehová, el juicio de su Dios. Pero ellos también quebraron el yugo y rompieron las coyundas.

¿No he de castigar por esto? dice Jehová. De una gente como ésta ¿no se ha de vengar mi alma?

Escalad sus muros, y destruid; mas no hagáis consumación: quitad las almenas de sus muros, porque no son de Jehová.

Porque obstinadamente se rebelaron contra mí la casa de Israel y la casa de Judá, dice Jehová.

Negaron a Jehová, y dijeron: Él no es, y no vendrá mal sobre nosotros, ni veremos espada ni hambre;

Por tanto, así dice Jehová Dios de los ejércitos: Porque hablasteis esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.

He aquí yo traigo sobre vosotros gente de lejos, oh casa de Israel, dice Jehová; gente robusta, gente antigua, gente cuya lengua ignorarás, y no entenderás lo que hablare.

Mas en aquellos días, dice Jehová, no os destruiré del todo.

Y será que cuando dijereis: ¿Por qué Jehová el Dios nuestro hace con nosotros todas estas cosas?, entonces les dirás: De la manera que me dejasteis a mí, y servisteis a dioses ajenos en vuestra tierra así serviréis a extraños en tierra ajena.

¿A mí no me temeréis? dice Jehová; ¿no os amedrentaréis ante mi presencia, que al mar puse arena por término, por ordenación eterna, la cual no quebrantará? Se levantarán tempestades, mas no prevalecerán; bramarán sus ondas, mas no lo pasarán.

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