12837 casos

'La' en la Biblia

Proclamad esto entre las naciones: Preparaos para la guerra, despertad a los valientes; acérquense, suban todos los soldados.

Meted la hoz, que la mies está madura; venid, pisad, que el lagar está lleno; las tinajas rebosan, porque grande es su maldad.

Multitudes, multitudes en el valle de la decisión. Porque cerca está el día del SEÑOR en el valle de la decisión.

El SEÑOR ruge desde Sion y desde Jerusalén da su voz, y tiemblan los cielos y la tierra. Pero el SEÑOR es refugio para su pueblo y fortaleza para los hijos de Israel.

Y sucederá que en aquel día los montes destilarán vino dulce, las colinas manarán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; brotará un manantial de la casa del SEÑOR y regará el valle de Sitim.

Egipto será una desolación, y Edom será un desierto desolado, por la violencia hecha a los hijos de Judá, en cuya tierra han derramado sangre inocente.

Y dijo: El SEÑOR ruge desde Sion, y desde Jerusalén da su voz; los pastizales de los pastores están de duelo, y se seca la cumbre del Carmelo.

Por eso enviaré fuego sobre la casa de Hazael, y consumirá los palacios de Ben-adad.

Enviaré, pues, fuego sobre la muralla de Gaza, y consumirá sus palacios.

Enviaré, pues, fuego sobre la muralla de Tiro, y consumirá sus palacios.

Encenderé, pues, fuego en la muralla de Rabá, y consumirá sus palacios en medio de gritos {de guerra} en el día de la batalla, en medio de una tempestad en el día de la tormenta;

Así dice el SEÑOR: Por tres transgresiones de Judá, y por cuatro, no revocaré su {castigo}, porque desecharon la ley del SEÑOR y no guardaron sus estatutos; también les han hecho errar sus mentiras, tras las cuales anduvieron sus padres.

Los que pisotean en el polvo de la tierra la cabeza de los desvalidos, también tuercen el camino de los humildes. Un hombre y su padre se llegan a la misma joven profanando mi santo nombre;

sobre ropas empeñadas se tienden junto a cualquier altar, y el vino de los que han sido multados beben en la casa de su Dios.

Yo destruí al amorreo delante de ellos, cuya altura {era} como la altura de los cedros, y {era} fuerte como las encinas; yo destruí su fruto por arriba y su raíz por abajo.

Y a vosotros yo os hice subir de la tierra de Egipto, y os conduje por el desierto cuarenta años para que tomarais posesión de la tierra del amorreo.

Y la huida le fallará al ligero, y el fuerte no fortalecerá su poder, ni el valiente salvará su vida.

Oíd esta palabra que el SEÑOR ha hablado contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hizo subir de la tierra de Egipto, diciendo:

¿Ruge un león en la selva sin tener presa? ¿Gruñe un leoncillo desde su guarida si no ha apresado {algo?}

¿Cae un ave en la trampa en la tierra si no hay cebo en ella? ¿Se levanta la trampa del suelo si no ha atrapado algo?

Si se toca la trompeta en la ciudad, ¿no temblará el pueblo? Si sucede una calamidad en la ciudad, ¿no la ha causado el SEÑOR?

Proclamad en los palacios de Asdod y en los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Congregaos en los montes de Samaria y ved los grandes tumultos dentro de ella y la opresión en medio suyo.

Por tanto, así dice el Señor DIOS: Un enemigo, rodeando la tierra, echará abajo tu poder y tus palacios serán saqueados.

Así dice el SEÑOR: Como el pastor rescata de la boca del león dos patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los hijos de Israel que moran en Samaria, en la esquina de una cama y en el damasco de un sofá.

Oíd y testificad contra la casa de Jacob --declara el Señor DIOS, el Dios de los ejércitos.

Derribaré también la casa de invierno junto con la casa de verano; también perecerán las casas de marfil, y muchas casas serán destruidas --declara el SEÑOR.

Y además os retuve la lluvia cuando aún {faltaban} tres meses para la siega; hice llover sobre una ciudad y sobre otra ciudad no hice llover; sobre una parte llovía, y la parte donde no llovía, se secó.

Os herí con {viento} abrasador y con añublo; y la oruga ha devorado vuestros muchos huertos y viñedos, vuestras higueras y vuestros olivos; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Envié contra vosotros una plaga, como la {plaga} de Egipto, maté a espada a vuestros jóvenes, junto con vuestros caballos capturados, e hice subir hasta vuestras narices el hedor de vuestro campamento; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Os destruí como Dios destruyó a Sodoma y a Gomorra, y fuisteis como tizón arrebatado de la hoguera; pero no os habéis vuelto a mí --declara el SEÑOR.

Pues he aquí el que forma los montes, crea el viento y declara al hombre cuáles son sus pensamientos, el que del alba hace tinieblas y camina sobre las alturas de la tierra: el SEÑOR, Dios de los ejércitos, es su nombre.

Ha caído, no volverá a levantarse la virgen de Israel; abandonada {yace} en su tierra, no hay quien la levante.

Porque así dice el Señor DIOS: La ciudad que sale con mil, se quedará con cien; y la que sale con cien, se quedará con diez, en la casa de Israel.

Porque así dice el SEÑOR a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.

{consuma} a los que convierten el juicio en ajenjo y echan por tierra la justicia.

El que hizo las Pléyades y el Orión, cambia las densas tinieblas en aurora, y hace oscurecer el día en noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra: el SEÑOR es su nombre.

El es quien desencadena destrucción sobre el fuerte, y hace que la ruina venga sobre la fortaleza.

como cuando uno huye de un león, y se encuentra con un oso, o va a casa, apoya la mano en la pared, y lo muerde una culebra.

Más bien, llevasteis a Sicut, vuestro rey, y a Quiyún, vuestros ídolos, la estrella de vuestros dioses que hicisteis para vosotros.

¿Ay de los que {viven} reposadamente en Sion, y de los que {se sienten} seguros en el monte de Samaria, los notables de las naciones principales, a quienes acude la casa de Israel!

Pasad a Calne y mirad, y de allí id a Hamat la grande, descended luego a Gat de los filisteos. ¿Sois vosotros mejores que estos reinos, o es su territorio mayor que el vuestro?

¿Alejáis el día de la calamidad, y acercáis la silla de la violencia?

que beben vino en tazones {del altar} y se ungen con los óleos más finos, pero no se lamentan por la ruina de José,

irán por tanto ahora al destierro a la cabeza de los desterrados, y se acabarán los banquetes de los disolutos.

El Señor DIOS ha jurado por sí mismo, ha declarado el Señor, Dios de los ejércitos: Aborrezco la arrogancia de Jacob, y detesto sus palacios; por tanto entregaré la ciudad y cuanto hay en ella.

Entonces su tío o su incinerador, levantará a cada uno para sacar {sus} huesos de la casa, y dirá al que está en el fondo de la casa: ¿Hay {alguien} más contigo? Y {éste} responderá: Nadie. Entonces {aquél} dirá: Calla, porque no se debe hacer mención del nombre del SEÑOR.

Porque he aquí, el SEÑOR ordenará que la casa grande sea reducida a escombros y que la casa pequeña sea hecha pedazos.

¿Corren los caballos por la peña? ¿Se ara {en ella} con bueyes? Pues vosotros habéis convertido el derecho en veneno, y el fruto de la justicia en amargura;

Pues he aquí, levantaré contra vosotros, oh casa de Israel, --declara el SEÑOR, Dios de los ejércitos-- una nación que os afligirá desde la entrada de Hamat hasta el arroyo del Arabá.

Esto me mostró el Señor DIOS: He aquí, El formaba enjambre de langostas cuando comenzaba a brotar la cosecha de primavera. Y he aquí, la cosecha de primavera {era} después de la siega del rey.

Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?

Los lugares altos de Isaac serán asolados y los santuarios de Israel destruidos; y yo me levantaré con espada contra la casa de Jeroboam.

Entonces Amasías, sacerdote de Betel, envió {palabra} a Jeroboam, rey de Israel, diciendo: Amós conspira contra ti en medio de la casa de Israel; la tierra {ya} no puede soportar todas sus palabras.

Y Amasías dijo a Amós: Vete, vidente, huye a la tierra de Judá, come allí pan y allí profetiza;

Ahora pues, escucha la palabra del SEÑOR: Tú dices: ``No profetices contra Israel ni hables contra la casa de Isaac."

Por tanto, así dice el SEÑOR: ``Tu mujer se prostituirá en la ciudad, tus hijos y tus hijas caerán a espada, tu tierra será repartida a cordel, y tú morirás en una tierra inmunda. Y ciertamente Israel saldrá de su tierra en cautiverio."

¿No temblará por esto la tierra, y hará duelo todo aquel que habita en ella? Subirá toda ella como el Nilo, se agitará y menguará como el Nilo de Egipto.

Vi al Señor de pie junto al altar, y {me} dijo: Golpea los capiteles y que se estremezcan los umbrales, y rómpelos sobre la cabeza de todos. Entonces mataré a espada al resto de ellos; no habrá entre ellos fugitivo que huya, ni refugiado de ellos que escape.

Aunque se escondan en la cumbre del Carmelo, allí los buscaré y los tomaré; aunque se oculten de mis ojos en el fondo del mar, allí ordenaré a la serpiente que los muerda.

Aunque vayan al cautiverio delante de sus enemigos, allí ordenaré a la espada que los mate, y pondré sobre ellos mis ojos para mal y no para bien.

El Señor, DIOS de los ejércitos: el que toca la tierra, y {ésta} se derrite, y se lamentan todos los que en ella habitan, sube toda ella como el Nilo y mengua como el Nilo de Egipto;

el que edifica en los cielos sus altos aposentos, y sobre la tierra ha establecido su bóveda; el que llama a las aguas del mar y las derrama sobre la faz de la tierra: el SEÑOR es su nombre.

¿No sois vosotros para mí como hijos de Etiopía, oh hijos de Israel? --declara el SEÑOR. ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto y a los filisteos de Caftor y a los arameos de Kir?

He aquí, los ojos del Señor DIOS están sobre el reino pecador, y yo lo destruiré de sobre la faz de la tierra; sin embargo, no destruiré totalmente a la casa de Jacob --declara el SEÑOR.

Porque he aquí, yo daré un mandato, y zarandearé a la casa de Israel entre todas las naciones, como se zarandea {el grano} en la criba, sin que caiga ni un grano en tierra.

A espada morirán todos los pecadores de mi pueblo, los que dicen: ``No nos alcanzará ni se nos acercará la desgracia."

He aquí, vienen días --declara el SEÑOR-- cuando el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla; cuando destilarán vino dulce los montes, y todas las colinas se derretirán.

Los plantaré en su tierra, y no serán arrancados jamás de la tierra que les he dado --dice el SEÑOR tu Dios.

La soberbia de tu corazón te ha engañado, tú que habitas en las hendiduras de la peña, en las alturas de tu morada; que dices en tu corazón: `` ¿Quién me derribará por tierra?"

Hasta la frontera te echarán todos tus aliados; te engañarán, te dominarán los que están en paz contigo; {los que comen} tu pan tenderán emboscada contra ti. (No hay entendimiento en él.)

Por la violencia contra tu hermano Jacob, te cubrirá la vergüenza, y serás cortado para siempre.

No entres por la puerta de mi pueblo en el día de su ruina. Sí, no te alegres tú de su desgracia en el día de su ruina; no te apoderes de sus riquezas en el día de su ruina.

No te apostes en la encrucijada para exterminar a sus fugitivos, y no entregues a sus sobrevivientes en el día de su angustia.

Pero en el monte Sion quedará un remanente, y será {lugar} santo, y la casa de Jacob volverá a tomar sus posesiones.

Entonces la casa de Jacob será un fuego, y la casa de José una llama, y rastrojo la casa de Esaú. Los quemarán y los consumirán, y no quedará sobreviviente {alguno} de la casa de Esaú --porque el SEÑOR ha hablado.

Entonces {los del} Neguev poseerán el monte de Esaú, y {los de} la Sefela {la llanura} de los filisteos; poseerán también el territorio de Efraín y el territorio de Samaria, y Benjamín {poseerá} Galaad.

Levántate, ve a Nínive, la gran ciudad, y proclama contra ella, porque su maldad ha subido hasta mí.

Pero Jonás se levantó para huir a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR. Y descendiendo a Jope, encontró un barco que iba a Tarsis, pagó el pasaje y entró en él para ir con ellos a Tarsis, {lejos} de la presencia del SEÑOR.

Los marineros tuvieron miedo y cada uno clamaba a su dios; y arrojaron al mar la carga que estaba en el barco para aligerarlo. Pero Jonás había bajado a la bodega del barco, se había acostado y dormía profundamente.

Y cada uno dijo a su compañero: Venid, echemos suertes para saber por causa de quién nos {ha venido} esta calamidad. Y echaron suertes, y cayó la suerte sobre Jonás.

Y él les respondió: Soy hebreo, y temo al SEÑOR Dios del cielo, que hizo el mar y la tierra.

Los hombres se atemorizaron en gran manera y le dijeron: ¿Qué es esto que has hecho? Porque ellos sabían que él huía de la presencia del SEÑOR, por lo que él les había declarado.

Entonces invocaron al SEÑOR, y dijeron: Te rogamos, oh SEÑOR, no permitas que perezcamos ahora por causa de la vida de este hombre, ni pongas sobre nosotros sangre inocente; porque tú, SEÑOR, has hecho como te ha placido.

pues me habías echado a lo profundo, en el corazón de los mares, y la corriente me envolvió; todas tus encrespadas olas y tus ondas pasaron sobre mí.

Descendí hasta las raíces de los montes, la tierra con sus cerrojos me {ponía} cerco para siempre; pero tú sacaste de la fosa mi vida, oh SEÑOR, Dios mío.

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Las citas Bíblicas son tomadas de La Biblia de las Américas © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation, La Habra, Calif, http://www.lockman.org. Usadas con permiso