111 casos

'Los' en la Biblia

hecho tanto más superior que los ángeles, cuanto heredó más excelente nombre que ellos.

Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy, y otra vez: Yo seré a Él Padre, y Él me será a mí Hijo?

y como un manto los envolverás, y serán mudados; pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán.

¿cómo escaparemos nosotros, si tuviéremos en poco una salvación tan grande? La cual, habiendo sido publicada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que le oyeron;

Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, del cual hablamos;

Le hiciste un poco menor que los ángeles, le coronaste de gloria y de honra, y le pusiste sobre las obras de tus manos.

Porque ciertamente no tomó para sí la naturaleza de los ángeles, sino que tomó la de la simiente de Abraham.

Porque algunos de los que habían salido de Egipto con Moisés, habiendo oído, provocaron, aunque no todos.

Porque también a nosotros se nos ha predicado el evangelio como a ellos; pero no les aprovechó la palabra predicada a los que la oyeron al no mezclarla con fe.

Porque todo sumo sacerdote tomado de entre los hombres, es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se refiere, para que presente también ofrendas y sacrificios por los pecados;

y por causa de ella debe ofrecer por los pecados, tanto por el pueblo, como también por sí mismo.

Porque debiendo ser ya maestros, por causa del tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.

y asimismo gustaron la buena palabra de Dios, y los poderes del mundo venidero,

Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe bendición de Dios;

Porque los hombres ciertamente juran por el que es mayor; y el juramento para confirmación es para ellos el fin de toda controversia.

para que por dos cosas inmutables, en las cuales, es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo, los que nos hemos refugiado asiéndonos de la esperanza puesta delante de nosotros.

Porque este Melquisedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió a recibir a Abraham que volvía de la matanza de los reyes, y le bendijo,

a quien asimismo dio Abraham los diezmos de todo; cuyo nombre significa primeramente Rey de justicia, y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz;

Considerad, pues, cuán grande era Éste, a quien aun Abraham el patriarca dio el diezmo de los despojos.

Y ciertamente los que de entre los hijos de Leví reciben el sacerdocio, tienen mandamiento de tomar del pueblo los diezmos según la ley, es decir, de sus hermanos aunque también éstos hayan salido de los lomos de Abraham.

Mas Aquél cuya genealogía no es contada entre ellos, tomó de Abraham los diezmos, y bendijo al que tenía las promesas.

Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos; pero allí, uno de quien se da testimonio de que vive.

porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melquisedec le salió al encuentro.

porque los otros ciertamente sin juramento fueron hechos sacerdotes; pero Éste, con juramento por Aquél que le dijo: Juró el Señor, y no se arrepentirá: Tú eres sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.

Y los otros ciertamente fueron muchos sacerdotes, ya que por causa de la muerte no podían permanecer;

que no tuviese necesidad cada día, como los otros sumos sacerdotes, de ofrecer primero sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo hizo una sola vez, ofreciéndose a sí mismo.

Así que, la suma de lo que hemos dicho es: Tenemos tal Sumo Sacerdote el cual está sentado a la diestra del trono de la Majestad en los cielos;

los cuales sirven de ejemplo y sombra de las cosas celestiales, como fue advertido por Dios a Moisés cuando estaba por comenzar el tabernáculo: Mira, dice, haz todas las cosas conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte.

No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: Porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo los desatendí, dice el Señor.

Porque el tabernáculo fue edificado así; la primera parte, en donde estaba el candelero, y la mesa, y los panes de la proposición; el cual es llamado el Santuario.

Y cuando estas cosas fueron así ordenadas, los sacerdotes siempre entraban en la primera parte del tabernáculo para hacer los oficios del servicio a Dios;

Mas estando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes que habían de venir, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación;

Porque habiendo hablado Moisés todos los mandamientos de la ley a todo el pueblo, tomando la sangre de los becerros y de los machos cabríos, con agua, y lana de grana, e hisopo, roció al mismo libro, y también a todo el pueblo,

Y además de esto roció también con sangre el tabernáculo y todos los vasos del ministerio.

de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.

De otra manera cesarían de ofrecerse, ya que los adoradores, limpios una vez, no tendrían más conciencia de pecado.

Pero en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados.

Y ciertamente todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados.

Pero Éste, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio para siempre, se ha sentado a la diestra de Dios,

por una parte, ciertamente, con vituperios y tribulaciones fuisteis hechos espectáculo; y por otra parte fuisteis hechos compañeros de los que han estado en igual situación.

Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que creen para salvación del alma.

Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria.

Por fe José, al morir, hizo mención del éxodo de los hijos de Israel; y dio mandamiento acerca de sus huesos.

Por fe celebró la pascua y el rociamiento de la sangre, para que el que mataba a los primogénitos no los tocase a ellos.

¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, y de Barac, y de Sansón, y de Jefté; así como de David, y de Samuel y de los profetas;

Reina Valera Gómez (© 2010)