'Mucho' en la Biblia
Hasta aquí fue el fin de la palabra. En cuanto a mí, Daniel, mis pensamientos me turbaron mucho, y mi rostro se me mudó; mas la palabra la guardé en mi corazón.
Y del primero de ellos salió un cuerno pequeño, el cual creció mucho al mediodía, y al oriente, y hacia la tierra deseable.
No lo digáis en Gat, ni lloréis mucho; revuélcate en el polvo por Bet-le-afra.
Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza, mira el camino, fortifica los lomos, fortalece mucho la fuerza.
Sembráis mucho, y encerráis poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda a jornal recibe su jornal en saco roto.
Buscáis mucho, y halláis poco; y cuando encerráis en casa, yo lo soplaré. ¿Por qué? Dijo el SEÑOR de los ejércitos. Por cuanto mi Casa está desierta, y cada uno de vosotros corre a su propia casa.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí, tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.
Herodes entonces, viéndose burlado de los sabios, se enojó mucho, y envió, y mató a todos los niños que había en Belén y en todos sus términos, de edad de dos años abajo, conforme al tiempo que había entendido de los sabios.
Mas Juan lo resistía mucho, diciendo: Yo necesito ser bautizado de ti, ¿y tú vienes a mí?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en alfolíes; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros mucho mejores que ellas?
Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana es echada en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
Desde aquel tiempo comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le convenía ir a Jerusalén, y padecer mucho de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día.
Y viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y viniendo, declararon a su señor todo lo que había pasado.
Y después de mucho tiempo, vino el señor de aquellos siervos, e hizo cuentas con ellos.
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Y no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Y juntados con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados,
Mas ido él, comenzó a publicarlo mucho, y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar manifiestamente en la ciudad, sino que estaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.
Mas él les reñía mucho que no lo manifestaran.
y le rogaba mucho, diciendo: Mi hija está a la muerte; ven y pondrás las manos sobre ella para que sea salva, y vivirá.
y había sufrido mucho de muchos médicos, y había gastado todo lo que tenía, y nada había aprovechado, antes le iba peor,
Y llegaron a la casa del príncipe de la sinagoga, y vio el alboroto, los que lloraban y gemían mucho.
Mas él les mandó mucho que nadie lo supiera, y dijo que le dieran de comer.
Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.
Y comenzó a enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciera mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar después de tres días.
Y respondiendo él, les dijo: Elías a la verdad, vendrá primero y restituirá todas las cosas; y como está escrito del Hijo del hombre, que padezca mucho y sea tenido en nada.
Entonces el espíritu clamando y desgarrándole mucho, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decían que estaba muerto.
No es Dios de muertos, mas Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.
Y estando sentado Jesús delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca; y muchos ricos echaban mucho.
Y estando él en Betania, en casa de Simón el leproso, y sentado a la mesa, vino una mujer teniendo un alabastro de ungüento de nardo espique de mucho precio; y quebrando el alabastro, se lo derramó sobre su cabeza.
Y los príncipes de los sacerdotes le acusaban mucho.
Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amó mucho; mas al que se perdona poco, poco ama.
Y saliendo él a tierra, le vino al encuentro de la ciudad un hombre que tenía demonios ya de mucho tiempo; y no vestía vestido, ni estaba en casa, sino por los sepulcros.
(Porque mandaba al espíritu inmundo que saliera del hombre, porque ya de mucho tiempo le arrebataba; y le guardaban preso con cadenas y grillos; mas rompiendo las prisiones, era agitado del demonio por los desiertos.)
Porque el siervo que entendió la voluntad de su señor, y no se apercibió, ni hizo conforme a su voluntad, será azotado mucho.
Mas el que no entendió, e hizo cosas dignas de azotes, será azotado poco; porque a cualquiera que fue dado mucho, mucho será vuelto a demandar de él; y al que encomendaron mucho, más le será pedido.
Mas primero es necesario que padezca mucho, y sea reprobado de esta generación.
Y viendo Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán dificultosamente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!
que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.
Y los que iban delante, le reñían que callara; mas él clamaba mucho más: Hijo de David, ten misericordia de mí.
Y comenzó a decir al pueblo esta parábola: Un hombre plantó una viña, y la arrendó a labradores, y se ausentó por mucho tiempo.
Y Herodes, viendo a Jesús, se alegró mucho, porque hacía mucho que deseaba verle; porque había oído de él muchas cosas, y tenía esperanza que le vería hacer alguna señal.
Cuando Jesús vio a éste echado, y supo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: ¿Quieres ser sano?
Entonces María tomó una libra de ungüento de nardo líquido, de mucho precio, y ungió los pies de Jesús, y limpió sus pies con sus cabellos; y la casa se llenó del olor del ungüento.
De cierto, de cierto os digo, que si el grano que cae en la tierra, no muriere, él solo queda; mas si muriere, mucho fruto lleva.
Ya no hablaré mucho con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo; mas no tiene nada en mí.
YO SOY la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque sin mí nada podéis hacer.
En esto es clarificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
Después de éste, se levantó Judas el galileo en los días del empadronamiento, y llevó mucho pueblo tras sí. Pereció también aquel; y todos los que consintieron con él, fueron dispersados.
Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba mucho en Jerusalén; también mucha compañía de los sacerdotes obedecía a la fe.
Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas los había asombrado mucho tiempo.
Con todo eso se detuvieron allí mucho tiempo, hablando con libertad en el Señor, el cual daba testimonio a la palabra de su gracia, dando que señales y milagros eran hechos por las manos de ellos.
porque yo estoy contigo, y ninguno te podrá hacer mal; porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad.
Y queriendo él pasar a Acaya, los hermanos exhortados, escribieron a los discípulos que le recibieran; y venido él, aprovechó mucho por la gracia a los que habían creído;
Y Pablo dijo: ¡Deseo delante de Dios que por poco o por mucho, no solamente tú, sino también todos los que hoy me oyen, fuerais hechos tales cual yo soy, excepto estas prisiones!
Y pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, porque ya era pasado el ayuno, Pablo amonestaba,
diciendo: Varones, veo que con trabajo y mucho daño, no sólo de la cargazón y de la nave, mas aun de nuestras personas, habrá de ser la navegación.
Pero no mucho después dio en ella un viento repentino, que se llama Euroaquilo.
Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Fuera de cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no partir de Creta, y evitar este inconveniente y daño.
Pero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, o caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios.
Mucho en todas maneras. Lo primero ciertamente, que los oráculos de Dios les han sido confiados.
Luego mucho más ahora, justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira.
Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, ya reconciliados, seremos salvos por su vida.
Porque, si por un delito reinó la muerte por causa de uno solo, mucho más reinarán en vida por uno solo, Jesús, el Cristo, los que reciben la abundancia de gracia, y de dones y de la justicia.
Saludad a María, la cual ha trabajado mucho con vosotros.
Saludad a Trifena y a Trifosa, las cuales trabajan en el Señor. Saludad a Pérsida amada, la cual ha trabajado mucho en el Señor.
Y estuve yo con vosotros con flaqueza, y mucho temor y temblor.
Antes, los miembros del cuerpo que parecen más flacos, son mucho más necesarios;
Acerca del hermano Apolos, mucho le he rogado que fuera a vosotros con algunos hermanos; mas en ninguna manera tuvo voluntad de ir por ahora; pero irá cuando tuviere oportunidad.
Las Iglesias de Asia os saludan. Os saludan mucho en el Señor Aquila y Priscila, con la Iglesia que está en su casa.
Porque nuestro regocijo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y mucho más con vosotros.
Porque si el ministerio de condenación fue de gloria, mucho más abundará en gloria el ministerio de justicia.
Porque si lo que perece es para gloria, mucho más será para gloria lo que permanece.
Mucho atrevimiento tengo para con vosotros, mucho me glorío de vosotros; lleno estoy de consolación, sobre-abundo de gozo en todas nuestras tribulaciones.
Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación, pero mucho más nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu por todos vosotros.
como está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo menos.
Enviamos también con ellos a nuestro hermano, al cual muchas veces hemos experimentado diligente, pero ahora mucho más con la mucha confianza que tenemos en vosotros.
Así que, no es mucho si sus ministros se transfiguran como ministros de justicia; cuyo fin será conforme a sus obras.
y aprovechaba en el Judaísmo sobre muchos de mis iguales en mi nación, siendo mucho más celoso que todos de las tradiciones de mis padres.
Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, por la potencia que obra en nosotros,
y muchos de los hermanos, tomando ánimo con mis prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra de Dios sin temor.
porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho) teniendo deseo de ser desatado, y estar con Cristo, lo cual es mucho mejor;
Por tanto, amados míos, como siempre habéis oído, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, obrad vuestra salud con temor y temblor;
Mas nosotros, hermanos, privados de vosotros por un poco de tiempo, de vista, no de corazón, tanto más procuramos con mucho deseo ver vuestro rostro.
Los diáconos asimismo, honestos, no de dos lenguas, no dados a mucho vino, no amadores de ganancias deshonestas;
Las ancianas, asimismo, se distingan en un porte santo; no calumniadoras, no dadas al mucho vino, maestras de honestidad;
Del cual tenemos mucho que decir, y difícil de declarar, por cuanto sois tardos para oír.
Por la fe, Noé habiendo recibido revelación de cosas que aun no se veían, aparejó con mucho cuidado el arca en que su casa se salvara; arca por la cual condenó al mundo, y fue hecho heredero de la justicia que es por la fe.
Además, tuvimos por castigadores a los padres de nuestra carne, y los reverenciábamos: ¿por qué no seamos sujetos mucho mejor al Padre de los espíritus, y viviremos?
Mirad que no desechéis al que habla. Porque si no escaparon aquellos que desecharon al que hablaba en la tierra, mucho menos escaparemos nosotros, si desechamos al que habla desde los cielos.
para que la prueba de vuestra fe, mucho más preciosa que el oro (el cual perece, mas sin embargo es probado con fuego), sea hallada en alabanza, gloria y honra, cuando Jesús el Cristo, fuere manifestado;
Mucho me he gozado, porque he hallado de tus hijos, que andan en la verdad, como nosotros hemos recibido el mandamiento del Padre.
Ciertamente me gocé mucho cuando vinieron los hermanos y dieron testimonio de la verdad que hay en ti, así como tú andas en la verdad.
Y yo lloraba mucho, porque no había sido hallado ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo.
Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso de las oraciones de todos los santos para que los pusiera sobre el altar de oro, el cual está delante del trono.