'Pobre' en la Biblia
Si dieres a mi pueblo dinero prestado, al pobre que está contigo, no te portarás con él como usurero, ni le impondrás intereses.
ni al pobre honrarás en su causa.
Ni el rico aumentará, ni el pobre disminuirá de medio siclo, cuando dieren la ofrenda al SEÑOR para hacer reconciliación por vuestras almas.
Mas si fuere pobre, que no alcanzare su mano a tanto, entonces tomará un cordero para expiación por la culpa para la ofrenda mecida, para reconciliarse, y una décima de flor de harina amasada con aceite para presente, y un log de aceite;
Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás los granos caídos de tu viña; para el pobre y para el extranjero los dejarás. YO SOY vuestro Dios.
No harás injusticia en el juicio; ni complaciendo al pobre, ni favoreciendo al grande; con justicia juzgarás a tu prójimo.
Y cuando segareis la mies de vuestra tierra, no acabarás de segar el rincón de tu campo, ni espigarás tu siega; para el pobre, y para el extranjero la dejarás. YO SOY vuestro Dios.
Pero si fuere más pobre que tu estimación, entonces comparecerá ante el sacerdote, y el sacerdote le apreciará; conforme a la facultad del votante le apreciará el sacerdote.
Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre, y a tu menesteroso en tu tierra.
Y si fuere hombre pobre, no duermas con su prenda.
No hagas violencia al jornalero pobre y menesteroso, así de tus hermanos como de tus extranjeros que están en tu tierra en tus ciudades.
En su día le darás su jornal, y el sol no se pondrá sobre él; pues es pobre, y con él sustenta su vida; para que no clame contra ti al SEÑOR, y sea en ti pecado.
Entonces le respondió: Ahora pues, Señor mío, ¿con qué he de salvar a Israel? He aquí que mi familia es pobre en Manasés, y yo el menor en la casa de mi padre.
El levanta del polvo al pobre, y al menesteroso ensalza del estiércol, para asentarlo con los príncipes; y hace que tengan por heredad trono de gloria. Porque del SEÑOR son las columnas de la tierra, y él asentó sobre ellas el mundo.
Y los criados de Saúl hablaron estas palabras a los oídos de David. Y David dijo: ¿Os parece a vosotros que es poco ser yerno del rey, siendo yo un hombre pobre y de ninguna estima?
Y envió el SEÑOR a Natán ante David, el cual viniendo a él, le dijo: Había dos hombres en una ciudad, el uno rico, y el otro pobre.
mas el pobre no tenía más que una sola cordera, que él había comprado y criado, y que había crecido con él y con sus hijos juntamente, comiendo de su bocado, y bebiendo de su vaso, y durmiendo en su seno; y la tenía como a una hija.
Y vino uno de camino al hombre rico; y él no quiso tomar de sus ovejas y de sus vacas, para guisar al caminante que había venido, sino que tomó la oveja de aquel hombre pobre, y la aderezó para el varón que había venido.
Y libra de la espada al pobre, de la boca de los impíos, y de la mano violenta.
Quitan el pecho a los huérfanos, y de sobre el pobre toman la prenda.
A la luz se levanta el homicida, mata al pobre y al necesitado, y de noche es como ladrón.
Porque libraba al pobre que gritaba, y al huérfano que carecía de ayudador.
Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes, ni el rico es de él más respetado que el pobre; porque todos son obras de sus manos.
haciendo venir delante de sí el clamor del pobre, y él oye el clamor de los necesitados.
Al pobre librará de su pobreza, y en la aflicción despertará su oído.
Con arrogancia el malo persigue al pobre; sean tomados en los pensamientos que pensaron.
Está en las guaridas de las aldeas; en los escondrijos mata al inocente; sus ojos están acechando al pobre.
Acecha de encubierto, como el león desde su cama; acecha para arrebatar al pobre; arrebata al pobre trayéndolo en su red.
Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
para juzgar al huérfano y al pobre; no volverá más a hacer violencia el hombre de la tierra.
El consejo del pobre habéis escarnecido, por cuanto el SEÑOR es su esperanza.
Porque no menospreció ni abominó la aflicción del pobre en espíritu, ni de él escondió su rostro; y cuando clamó a él, le oyó.
Ayin Mírame, y ten misericordia de mí; porque estoy solo y pobre.
Vau Este pobre llamó, y le oyó el SEÑOR, y lo libró de todas sus angustias.
Todos mis huesos dirán: SEÑOR, ¿quién como tú, que libras al pobre del más fuerte que él, y al pobre y menesteroso del que le despoja?
He Los impíos desenvainaron espada, y entesaron su arco, para arruinar al pobre y al menesteroso; para degollar a los de recto proceder.
Cuando yo estoy pobre y menesteroso, el SEÑOR pensará en mí. Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Bienaventurado el que entiende sobre el pobre; en el día malo lo librará el SEÑOR.
Así los hijos de los hombres como los hijos de los varones; el rico y el pobre juntamente.
Tu compañía estaba en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
Y yo pobre y dolorido, tu salud, oh Dios, me defenderá.
Yo soy pobre y menesteroso; apresúrate a mí, oh Dios. Ayuda mía y mi libertador eres tú; oh SEÑOR, no te detengas.
Porque él librará al menesteroso que clamare, y al pobre que no tuviere quién le socorra.
Tendrá misericordia del pobre y del menesteroso, y salvará las almas de los pobres en espíritu.
No vuelva avergonzado el abatido; el pobre y el menesteroso alabarán tu Nombre.
Haced derecho al pobre y al huérfano; haced justicia al pobre y al menesteroso.
Librad al pobre y al menesteroso; libradlo de mano de los impíos.
Inclina, oh SEÑOR, tu oído, y óyeme; porque estoy pobre y menesteroso.
Yo soy pobre y menesteroso; desde la juventud he llevado tus temores, he estado medroso.
Y levanta al pobre de la pobreza, y vuelve las familias como ovejas.
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
Porque yo soy pobre y necesitado; y mi corazón está herido dentro de mí.
Porque él se pondrá a la diestra del pobre en espíritu, para librar su alma de los que le juzgan.
que levanta del polvo al pobre, y al menesteroso alza del estiércol;
Yo sé que hará el SEÑOR el juicio del pobre, el juicio de los menesterosos.
La mano negligente hace pobre; mas la mano de los diligentes enriquece.
El rescate de la vida del hombre son sus riquezas; pero el pobre no oye censuras.
El pobre es odioso aun a su amigo; pero muchos son los que aman al rico.
El que oprime al pobre, afrenta a su Hacedor; mas el que tiene misericordia del pobre, lo honra.
Todos los días del pobre son trabajosos; mas el de buen corazón tiene un convite continuo.
El que escarnece al pobre, afrenta a su Hacedor; y el que se alegra en la calamidad ajena, no quedará sin castigo.
El pobre habla con ruegos; mas el rico responde durezas.
Mejor es el pobre que camina en integridad, que el de perversos labios y loco.
Las riquezas atraen muchos amigos; mas el pobre, de su amigo es apartado.
Todos los hermanos del pobre le aborrecen; ¡cuánto más sus amigos se alejarán de él! Buscará la amistad y no la hallará.
Al SEÑOR presta el que da al pobre, y él le dará su paga.
Contentamiento es a los hombres hacer misericordia; pero es mejor hacerla al pobre que al mentiroso.
El que cierra su oído al clamor del pobre, también él clamará, y no será oído.
El rico y el pobre se encontraron; a todos ellos los hizo el SEÑOR.
El que oprime al pobre para aumentarse él, y que da al rico, ciertamente será pobre.
No robes al pobre, porque es pobre, ni quebrantes en el juicio al necesitado;
El hombre pobre y robador de los pobres, es lluvia de avenida que deja sin pan.
Mejor es el pobre que camina en su perfección, que el de perversos caminos, aunque sea rico.
El hombre rico es sabio en su opinión; mas el pobre entendido es más sabio que él.
León rugiente y oso hambriento, es el príncipe impío sobre el pueblo pobre.
El que da al pobre, nunca tendrá pobreza; mas el que del pobre aparta sus ojos, tendrá muchas maldiciones.
El pobre y el usurero se encontraron; el SEÑOR alumbra los ojos de ambos.
para que no me sacie, y te niegue, y diga, ¿Quién es el SEÑOR? O no sea que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios.
Abre tu boca, juzga justicia, y el derecho del pobre y del menesteroso.
Caf Alargó su mano al pobre, y extendió sus manos al menesteroso.
Mejor es el niño pobre y sabio, que el rey viejo y loco que no puede ser avisado.
Porque de la cárcel salió para reinar; aunque en su reino nació pobre.
Porque ¿qué más tiene el sabio que el loco? ¿Qué más tiene el pobre que supo caminar entre los vivos?
y se halla en ella un hombre pobre, sabio, el cual libra la ciudad con su sabiduría; y nadie se acordaba de aquel pobre hombre.
Entonces dije yo: Mejor es la sabiduría que la fortaleza; aunque la ciencia del pobre sea menospreciada, y no sean escuchadas sus palabras.
El SEÑOR vendrá a juicio contra los ancianos de su pueblo, y contra sus príncipes; porque vosotros habéis devorado la viña, y el despojo del pobre está en vuestras casas.
Grita en alta voz, hija de Galim; Lais haz que te oiga la pobre Anatot.
Porque fuiste fortaleza al pobre, fortaleza al menesteroso en su aflicción, amparo contra el turbión, sombra contra el calor; porque el ímpetu de los violentos es como turbión contra frontispicio.
La hollará pie, los pies del pobre, los pasos de los menesterosos.
Cierto los avaros malas medidas tienen; él maquina pensamientos para enredar a los simples con palabras cautelosas; y para hablar en juicio contra el pobre.
El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se corrompa, se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla de manera que no se mueva.
Pobre, fatigada con tempestad, sin consuelo, he aquí que yo cimentaré tus piedras sobre carbunclo; y sobre zafiros te fundaré.
Mi mano hizo todas estas cosas, y por ella todas estas cosas fueron, dijo el SEÑOR; a aquel pues miraré que es pobre y abatido de espíritu, y que tiembla a mi palabra.
Cantad al SEÑOR, load al SEÑOR; porque ha librado el alma del pobre de mano de los malignos.
El juzgó la causa del pobre y del menesteroso, y entonces estuvo bien. ¿No es esto conocerme a mí? Dijo el SEÑOR.
al pobre y menesteroso oprimiere, cometiere robos, no tornare la prenda, o alzare sus ojos a los ídolos, o hiciere abominación,
apartare su mano de oprimir al pobre, usura ni aumento no recibiere; hiciere según mis derechos, y anduviere en mis ordenanzas, éste no morirá por la iniquidad de su padre; de cierto vivirá.
El pueblo de la tierra usaba de opresión, y cometía robo, y al pobre y menesteroso hacían violencia, y al extranjero oprimían sin derecho.
Así dijo el SEÑOR: Por tres pecados de Israel, y por el cuarto, no la convertiré; porque vendieron por dinero al justo, y al pobre por un par de zapatos.
Por tanto, puesto que vejáis al pobre y recibís de él carga de trigo; edificasteis casas de sillares, mas no las habitaréis; plantasteis hermosas viñas, mas no beberéis el vino de ellas.
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