'Salud' en la Biblia
Muchos dicen de mi alma: No hay para él salud en Dios. (Selah.)
Del SEÑOR es la salud: Sobre tu pueblo será tu bendición. (Selah.)
para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.
Mas yo en tu misericordia he confiado; se alegrará mi corazón en tu salud.
¡Quién diese de Sion la salud de Israel tornando el SEÑOR la cautividad de su pueblo! Se gozará Jacob, y se alegrará Israel.
SEÑOR, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fuerte mío, en él confiaré; escudo mío, y el cuerno de mi salud, mi refugio.
Me diste asimismo el escudo de tu salud; y tu diestra me sustentará, y tu mansedumbre me multiplicará.
Viva el SEÑOR, y bendito sea mi fuerte; y sea ensalzado el Dios de mi salud.
Nosotros nos alegraremos con tu salud, y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; cumpla el SEÑOR todas tus peticiones.
Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.
Al Vencedor: Salmo de David. SEÑOR, en tu fortaleza se alegrará el Rey y en tu salud se gozará mucho.
Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.
Al Vencedor, sobre Ajelet-sahar el lucero de la mañana . Salmo de David. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
El recibirá bendición del SEÑOR, y justicia del Dios de salud.
He Encamíname en tu verdad, y enséñame; porque tú eres el Dios de mi salud; a ti he esperado todo el día.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
Vanidad es el caballo para la salud; con la grandeza de su fuerza no librará.
Saca la lanza, cierra contra mis perseguidores; di a mi alma: Yo soy tu salud.
Y gócese mi alma en el SEÑOR; y alégrese en su salud.
Tau Pero la salud de los justos es el SEÑOR, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Apresúrate a ayudarme, Señor de mi salud.
No encubrí tu justicia en medio de mi corazón; tu verdad y tu salud he declarado; no negué tu misericordia y tu verdad en grande ayuntamiento.
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: el SEÑOR sea ensalzado.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
¿Por qué te abates, oh alma mía, y por qué bramas contra mí? Espera a Dios; porque aún tengo de alabar a quien es la salud de mi rostro, y el Dios mío.
El que sacrifica alabanza me honrará; y al que ordenare su camino, le enseñaré la salud de Dios.
Vuélveme el gozo de tu salud; y tu espíritu de libertad me sustentará.
Líbrame de homicidios, oh Dios, Dios de mi salud; cantará mi lengua tu justicia.
Danos socorro contra el enemigo, que vana es la salud de los hombres.
Al Vencedor: a Jedutún: Salmo de David. En Dios solamente se reposa mi alma; de él es mi salud.
El solamente es mi fuerte, y mi salud; es mi refugio, no resbalaré mucho.
El solamente es mi fuerte y mi salud; mi refugio, no resbalaré.
En Dios es mi salud y mi gloria; peña de mi fortaleza; mi refugio es en Dios.
Con tremendas cosas, nos oirás en justicia, oh Dios de nuestra salud, esperanza de todos los fines de la tierra, y las lejuras del mar.
para que conozcamos en la tierra tu camino, entre todos los gentiles tu salud.
Bendito el Señor; cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salud. (Selah.)
Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.
Y yo pobre y dolorido, tu salud, oh Dios, me defenderá.
Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan; y digan siempre los que aman tu salud: Engrandecido sea Dios.
Mi boca publicará tu justicia y tu salud todo el día, aunque no sé el número de ellas .
Pero Dios es mi rey ya de antiguo; el que obra salud en medio de la tierra.
por cuanto no habían creído a Dios, ni habían confiado de su salud.
Ayúdanos, oh Dios, salud nuestra, por la honra de tu Nombre; y líbranos, y purga nuestros pecados por causa de tu Nombre.
Vuélvenos, oh Dios, salud nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
Ciertamente cercana está su salud a los que le temen; para que habite la gloria en nuestra tierra.
Canción de Salmo: a los hijos de Coré: al Vencedor: para cantar sobre Mahalat; Masquil de Hemán el ezraíta. Oh SEÑOR, Dios de mi salud, día y noche clamo delante de ti.
El me llamará: Mi padre eres tú, mi Dios, y la roca de mi salud.
Lo saciaré de larga vida, y le mostraré mi salud.
Venid, alegrémonos al SEÑOR; cantemos con júbilo a la roca de nuestra salud.
Cantad al SEÑOR, bendecid su Nombre; anunciad de día en día su salud.
El SEÑOR ha hecho notoria su salud; en ojos de los gentiles ha descubierto su justicia.
Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la Casa de Israel; todos los fines de la tierra han visto la salud de nuestro Dios.
Acuérdate de mí, oh SEÑOR, en la buena voluntad para con tu pueblo; visítame con tu salud;
Olvidaron al Dios de su salud, que había hecho grandezas en Egipto;
Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salud del hombre.
Tomaré la copa de la salud, e invocaré el Nombre del SEÑOR.
Mi fortaleza y mi canción es JAH, y él me ha sido por salud.
Voz de júbilo y de salud hay en las tiendas de los justos, la diestra del SEÑOR hace valentías.
Te alabaré porque me has oído, y me fuiste por salud.
VAU Y venga a mí tu misericordia, oh SEÑOR; tu salud, conforme a tu dicho.
CAF Desfalleció de deseo mi alma por tu salud, esperando a tu palabra.
Mis ojos desfallecieron por tu salud, y por el dicho de tu justicia.
Lejos está de los impíos la salud; porque no buscan tus estatutos.
Tu salud he esperado, oh SEÑOR; y tus mandamientos he puesto por obra.
He deseado tu salud, oh SEÑOR; y tu ley es mi delicia.
Y a sus sacerdotes vestiré de salud, y sus misericordiosos exultarán de gozo.
Oh DIOS el Señor, fortaleza de mi salud, cubre mi cabeza el día de las armas.
Tú , el que da salud a los reyes, el que redime a David su siervo de maligna espada.
No confiéis en los príncipes, ni en hijo de hombre, porque no hay en él salud.
Porque el SEÑOR toma contentamiento con su pueblo; hermoseará a los humildes con salud.
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