1153 casos

'Ti' en la Biblia

El entonces tomándole, le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo, llamándome, me rogó que trajese á ti este mancebo, que tiene algo que hablarte.

Mas siéndome dado aviso de asechanzas que le habían aparejado los Judíos, luego al punto le he enviado á ti, intimando también á los acusadores que traten delante de ti lo que tienen contra él. Pásalo bien.

Mandando á sus acusadores que viniesen á ti; del cual tú mismo juzgando, podrás entender todas estas cosas de que le acusamos.

Los cuales debieron comparecer delante de ti, y acusarme, si contra mí tenían algo.

Del cual no tengo cosa cierta que escriba al señor; por lo que le he sacado á vosotros, y mayormente á tí, oh rey Agripa, para que hecha información, tenga yo qué escribir.

ENTONCES Agripa dijo á Pablo: Se te permite hablar por ti mismo. Pablo entonces, extendiendo la mano, comenzó á responder por sí, diciendo:

Acerca de todas las cosas de que soy acusado por los Judíos, oh rey Agripa, me tengo por dichoso de que haya hoy de defenderme delante de ti;

Mas levántate, y ponte sobre tus pies; porque para esto te he aparecido, para ponerte por ministro y testigo de las cosas que has visto, y de aquellas en que apareceré á ti:

Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido cartas tocante á tí de Judea, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado ó hablado algún mal de ti.

Mas querríamos oir de ti lo que sientes; porque de esta secta notorio nos es que en todos lugares es contradicha.

POR lo cual eres inexcusable, oh hombre, cuaquiera que juzgas: porque en lo que juzgas á otro, te condenas á ti mismo; porque lo mismo haces, tú que juzgas.

Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley.

En ninguna manera; antes bien sea Dios verdadero, mas todo hombre mentiroso; como está escrito: Para que seas justificado en tus dichos, Y venzas cuando de ti se juzgare.

No te jactes contra las ramas; y si te jactas, sabe que no sustentas tú á la raíz, sino la raíz á ti.

Que si Dios no perdonó á las ramas naturales, á ti tampoco no perdone.

Porque: No adulterarás; no matarás; no hurtarás; no dirás falso testimonio; no codiciarás: y si hay algún otro mandamiento, en esta sentencia se comprende sumariamente: Amarás á tu prójimo como á ti mismo.

Porque si te ve alguno, á ti que tienes ciencia, que estás sentado á la mesa en el lugar de los ídolos, ¿la conciencia de aquel que es flaco, no será adelantada á comer de lo sacrificado á los ídolos?

Asimismo te ruego también á ti, hermano compañero, ayuda á las que trabajaron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también, y los demás mis colaboradores, cuyos nombres están en el libro de la vida.

Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme á las profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia;

Cuando enviare á ti á Artemas, ó á Tichîco, procura venir á mí, á Nicópolis: porque allí he determinado invernar.

Doy gracias á mi Dios, haciendo siempre memoria de ti en mis oraciones.

El cual en otro tiempo te fué inútil, mas ahora á ti y á mí es útil;

Yo quisiera detenerle conmigo, para que en lugar de ti me sirviese en las prisiones del evangelio;

Porque acaso por esto se ha apartado de ti por algún tiempo, para que le recibieses para siempre;

No ya como siervo, antes más que siervo, como hermano amado, mayormente de mí, pero cuánto más de ti, en la carne y en el Señor.

Yo Pablo lo escribí de mi mano, yo lo pagaré: por no decirte que aun á ti mismo te me debes demás.

Pero tengo unas pocas cosas contra ti: porque tú tienes ahí los que tienen la doctrina de ahí los que tienen la doctrina de Fcbalaam, el cual enseñaba á Balac á poner escándalo delante de los hijos de Israel, á comer de cosas sacrificadas á los ídolos, y

Acuérdate pues de lo que has recibido y has oído, y guárda lo, y arrepiéntete. Y si no velares, vendré á ti como ladrón, y no sabrás en qué hora vendré á ti.

Y los frutos del deseo de tu alma se apartaron de ti; y todas las cosas gruesas y excelentes te han faltado, y nunca más las hallarás.

Y voz de tañedores de arpas, y de músicos, y de tañedores de flautas y de trompetas, no será más oída en ti; y todo artífice de cualquier oficio, no será más hallado en ti; y el sonido de muela no será más en ti oído:

Y luz de antorcha no alumbrará más en ti; y voz de esposo ni de esposa no será más en ti oída; porque tus mercaderes eran los magnates de la tierra; porque en tus hechicerías todas las gentes han errado.

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