144 casos

'Yo' en la Biblia

SEÑOR Dios mío, si yo he hecho esto, si hay en mis manos iniquidad;

para que cuente yo todas tus alabanzas en las puertas de la hija de Sion, y me goce en tu salud.

para que no diga mi enemigo: Lo vencí; mis enemigos se alegrarán, si yo resbalare.

Multiplicarán sus dolores los que se apresuraren tras otro dios ; no ofreceré yo sus libaciones de sangre, ni en mis labios tomaré sus nombres.

De David. Júzgame, oh SEÑOR, porque yo en mi integridad he andado; y en el SEÑOR he confiado; no vacilaré.

Y luego ensalzará mi cabeza sobre mis enemigos en derredor mío; y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo; cantaré y salmearé al SEÑOR.

De David. A ti llamaré, oh SEÑOR, fuerza mía; no te desentiendas de mí; para que no sea yo , dejándome tú , semejante a los que descienden al sepulcro.

¿Qué provecho hay en mi muerte, cuando yo descendiere al hoyo? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?

Al Vencedor: Salmo de David. En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo avergonzado para siempre; líbrame en tu justicia.

SEÑOR, no sea yo confundido, porque te he invocado; sean confusos los impíos, sean cortados para el infierno.

Y decía yo en mi premura: cortado soy de delante de tus ojos; mas tú ciertamente oíste la voz de mis ruegos, cuando a ti clamaba.

Pero ellos se alegraron en mi cojera, y se juntaron; se juntaron contra mí los verdugos, y yo no lo entendía; me despedazaban, y no cesaban;

Porque yo estoy a punto de claudicar, y mi dolor está delante de mí continuamente.

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?

Al Vencedor: sobre Sosanim (lirios ): a los hijos de Coré: Masquil: Canción de amores. Rebosa mi corazón palabra buena; yo digo en mis obras del Rey; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero.

Oye, pueblo mío, y hablaré; escucha, Israel, y testificaré contra ti: Yo soy el Dios, el Dios tuyo.

¿Tengo de comer yo carne de toros, o de beber sangre de machos cabríos?

Estas cosas hiciste, y yo he callado; pensabas por eso que de cierto sería yo como tú; yo te argüiré, y las pondré delante de tus ojos.

Entonces serán vueltos atrás mis enemigos el día que yo clamare a ti; en esto conozco que Dios es por mí.

Dios pronunció en santidad; yo me alegraré; partiré a Siquem, y mediré el valle de Sucot.

Pero yo enderezaba mi oración a ti, oh SEÑOR, al tiempo de la buena voluntad. Oh Dios, por la multitud de tu misericordia, por la verdad de tu salud, óyeme.

Sácame del lodo, y no sea yo anegado; sea yo libertado de los que me aborrecen, y de lo profundo de las aguas.

En ti, oh SEÑOR, he esperado; no sea yo confundido para siempre.

Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi castillo.

Asimismo yo te alabaré con instrumento de salterio, oh Dios mío; tu verdad cantaré yo a ti en el arpa, oh Santo de Israel.

Si dijera yo, hablaré como ellos; he aquí habría negado la generación de tus hijos:

Cuando tuviere la oportunidad, yo juzgaré rectamente.

Mas yo anunciaré siempre, cantaré alabanzas al Dios de Jacob.

Tenías los párpados de mis ojos abiertos ; estaba yo quebrantado, y no hablaba.

En una nada derribara yo sus enemigos, y volviera mi mano sobre sus adversarios.

Yo me acordaré de Rahab y de Babilonia entre los que me conocen; he aquí Palestina, y Tiro, con Etiopía; éste nació allá.

Mas yo a ti he clamado, oh SEÑOR; y de mañana te previno mi oración.

Entonces hablaste en visión a tu santo, y dijiste: Yo he puesto el socorro sobre uno que es valiente; he ensalzado un escogido de mi pueblo.

Mas yo quebrantaré delante de él a sus enemigos, y heriré a sus aborrecedores.

Yo también le pondré por primogénito, alto sobre los reyes de la tierra.

Señor, acuérdate del oprobio de tus siervos; oprobio que llevo yo en mi seno de muchos pueblos.

Cuando yo decía: Mi pie resbala; tu misericordia, oh SEÑOR, me sustentaba.

Por tanto yo juré en mi furor: No entrarán en mi reposo.

Sagradas Escrituras (1569)