'Han' en la Biblia
«Al Músico principal: sobre Seminit: Salmo de David» Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos; porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos; nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor sobre nosotros?
Todos se desviaron, a una se han corrompido; no hay quien haga el bien, no hay ni siquiera uno.
Ahora han cercado nuestros pasos; tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
Me han rodeado muchos toros; fuertes toros de Basán me han cercado.
Porque perros me han rodeado, me ha cercado cuadrilla de malignos; horadaron mis manos y mis pies.
Las angustias de mi corazón se han aumentado; sácame de mis congojas.
Mira mis enemigos, que se han multiplicado, y con odio violento me aborrecen.
No me entregues a la voluntad de mis enemigos; porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Me sacarás de la red que han escondido para mí; porque tú eres mi fortaleza.
Ten misericordia de mí, oh Jehová, que estoy en angustia; de pesar se han consumido mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Porque mi vida se va gastando de dolor, y mis años de suspirar; se ha debilitado mi fuerza a causa de mi iniquidad, y mis huesos se han consumido.
Y ensancharon sobre mí su boca; dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto!
Los impíos han desenvainado la espada y entesado su arco, para derribar al pobre y al menesteroso, para matar a los de recto proceder.
Porque mis iniquidades han sobrepasado mi cabeza; como carga pesada se han agravado sobre mí.
Porque mis enemigos están vivos y fuertes; y se han aumentado los que me aborrecen sin causa:
Porque me han rodeado males sin número; me han alcanzado mis maldades, y no puedo levantar la vista; son más numerosas que los cabellos de mi cabeza, y mi corazón me falla.
Un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas; todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.
«Al Músico principal; para los hijos de Coré: Masquil» Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos.
Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecían nos han saqueado para sí.
No se ha vuelto atrás nuestro corazón, ni nuestros pasos se han apartado de tu camino;
Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado.
Los príncipes de los pueblos se han reunido, aun el pueblo del Dios de Abraham: Porque de Dios son los escudos de la tierra; Él es muy enaltecido.
¿No tienen conocimiento todos esos que hacen iniquidad? Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan; a Dios no han invocado.
Porque extraños se han levantado contra mí, y hombres violentos buscan mi vida; no han puesto a Dios delante de sí. (Selah)
Mi corazón está dolorido dentro de mí, y terrores de muerte sobre mí han caído.
Red han armado a mis pasos; mi alma se ha abatido: Hoyo han cavado delante de mí; en medio de él han caído. (Selah)
Porque he aquí están acechando mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por falta mía, ni pecado mío, oh Jehová.
Los que son de tu grey han morado en ella: Por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
«Al Músico principal: sobre Sosanim: Salmo de David» Sálvame, oh Dios, porque las aguas han entrado hasta el alma.
Cansado estoy de llamar; mi garganta se ha enronquecido; han desfallecido mis ojos esperando a mi Dios.
Porque me consumió el celo de tu casa; y las afrentas de los que te injuriaban, han caído sobre mí.
Y aun hasta la vejez y las canas; oh Dios, no me desampares, hasta que muestre tu fortaleza a esta generación, y tu poder a todos los que han de venir.
¡Cómo han sido asolados de repente! Fueron enteramente consumidos de terrores.
Tus enemigos vociferan en medio de tus asambleas; han puesto sus banderas por señales.
Y ahora con hachas y martillos han quebrado todas sus entalladuras.
Han puesto a fuego tus santuarios, han profanado el tabernáculo de tu nombre echándolo a tierra.
Dijeron en su corazón: Destruyámoslos de una vez; han quemado todas las sinagogas de Dios en la tierra.
«Salmo de Asaf» Oh Dios, vinieron los gentiles a tu heredad; el templo de tu santidad han contaminado; pusieron a Jerusalén en montones.
Porque han consumido a Jacob, y su morada han asolado.
Y da a nuestros vecinos en su seno siete tantos de su infamia, con que te han deshonrado, oh Jehová.
Porque he aquí que rugen tus enemigos; y tus aborrecedores han alzado cabeza.
Sobre tu pueblo han consultado astuta y secretamente, y han entrado en consejo contra tus protegidos.
Han dicho: Venid, y cortémoslos de ser nación, y no haya más memoria del nombre de Israel.
Porque han conspirado a una, de común, contra ti han hecho alianza;
También el asirio se ha juntado con ellos; han dado la mano a los hijos de Lot. (Selah)
que han dicho: Heredemos para nosotros las moradas de Dios.
Sobre mí han pasado tus iras; tus terrores me han cortado.
Me han rodeado como aguas de continuo; a una me han cercado.
Porque tus enemigos, oh Jehová, han deshonrado, han deshonrado los pasos de tu ungido.
Cuarenta años estuve disgustado con esta generación, y dije: Pueblo es que divaga de corazón, y no han conocido mis caminos.
Se ha acordado de su misericordia y de su verdad para con la casa de Israel; todos los términos de la tierra han visto la salvación de nuestro Dios.
Porque mis días se han consumido como humo; y mis huesos cual tizón están quemados.
Por la voz de mi gemido mis huesos se han pegado a mi carne.
Cada día me afrentan mis enemigos; los que contra mí se enfurecen se han conjurado contra mí.
ellos han visto las obras de Jehová, y sus maravillas en las profundidades.
Porque la boca del impío y la boca del engañador se han abierto contra mí: Han hablado de mí con lengua mentirosa,
En pago de mi amor me han sido adversarios; mas yo oraba.
Y me han devuelto mal por bien, y odio por amor.
¿Por qué han de decir las gentes: ¿Dónde está ahora su Dios?
Cánticos han sido para mí tus estatutos en la casa de mis peregrinaciones.
Compañía de impíos me han robado; mas no me he olvidado de tu ley.
Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; mas yo, meditaré en tus mandamientos.
Los soberbios han cavado hoyos para mí; mas no obran según tu ley.
Casi me han echado por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos.
Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus testimonios.
Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley.
Se me han acercado los que siguen la maldad; Lejos están de tu ley.
SIN. Príncipes me han perseguido sin causa; mas mi corazón está asombrado de tu palabra.
«Cántico gradual» Mucho me han angustiado desde mi juventud, puede decir ahora Israel;
mucho me han angustiado desde mi juventud; mas no prevalecieron contra mí.
Guárdame, oh Jehová, de manos del impío, presérvame de los hombres violentos; que han pensado trastornar mis pasos.
Me han escondido lazo y cuerdas los soberbios; han tendido red junto a la senda; me han puesto lazos. (Selah)
Guárdame de los lazos que me han tendido, y de las trampas de los obradores de iniquidad.
Porque no duermen ellos, si no han hecho mal, y pierden su sueño, si no han hecho caer a alguno.
¿Se han de derramar afuera tus fuentes, y tus corrientes de aguas por las calles?
Porque a muchos ha hecho caer heridos; y aun los hombres más fuertes han sido muertos por ella.
Todas ellas son rectas al que entiende, y razonables a los que han hallado sabiduría.
Mejor es que se encuentre un hombre con una osa a la cual han robado sus cachorros, que con un necio en su necedad.
Si no tienes para pagar, ¿Por qué han de quitar tu cama de debajo de ti?
Porque mejor es que se te diga: Sube acá, y no que seas humillado delante del príncipe a quien tus ojos han visto.
Muchas mujeres han sido virtuosas; pero tú las sobrepasas a todas.
¿Hay algo de que se pueda decir: He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido.
Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido.
cuando temblarán los guardas de la casa, y se encorvarán los hombres fuertes, y cesarán las muelas, porque han disminuido, y se oscurecerán los que miran por las ventanas;
Se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola;
Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si brotan las vides, si se abre el cierne, si han florecido los granados; allí te daré mis amores.
Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda clase de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.
Además está su tierra llena de ídolos, y a la obra de sus manos se han arrodillado, a lo que fabricaron sus dedos.
Pues arruinada está Jerusalén, y Judá ha caído; porque la lengua de ellos y sus obras han sido contra Jehová, para irritar los ojos de su majestad.
Ha llegado a mis oídos de parte de Jehová de los ejércitos, que las muchas casas han de quedar asoladas, sin morador las grandes y hermosas.
Entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de labios, y habitando en medio de pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al Rey, Jehová de los ejércitos.
Porque Siria, Efraín, y el hijo de Remalías, han acordado maligno consejo contra ti, diciendo:
¡Ay de los que decretan leyes injustas, y escriben tiranía que ellos han prescrito,
Porque los campos de Hesbón se han marchitado, también las vides de Sibma; los señores de las naciones pisotearon sus mejores sarmientos; habían llegado hasta Jazer, y se habían extendido por el desierto; se extendieron sus plantas, pasaron el mar.
Por lo cual lamentaré con lloro de Jazer la viña de Sibma; te bañaré de mis lágrimas, oh Hesbón y Eleale; porque los gritos de alegría sobre tus frutos de verano y sobre tu cosecha han cesado.
Se han desvanecido los príncipes de Zoán, se han engañado los príncipes de Nof; engañaron a Egipto los que son la piedra angular de sus tribus.
Por tanto mis lomos se han llenado de dolor; angustias se apoderaron de mí, como angustias de mujer de parto; me agobié oyendo, y al ver me he espantado.
De lo postrero de la tierra oímos cánticos: Gloria al justo. Y yo dije: ¡Mi flaqueza, mi flaqueza, ay de mí! Prevaricadores han prevaricado; y han prevaricado con prevaricación de desleales.
Jehová Dios nuestro, otros señores fuera de ti se han enseñoreado de nosotros; pero en ti solamente nos acordaremos de tu nombre.