'Jesucristo' en la Biblia
El libro de la generación de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abraham.
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando María su madre desposada con José, antes que se juntasen, se halló que había concebido del Espíritu Santo,
Principio del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios.
Porque la ley por Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por Jesucristo.
Y ésta es la vida eterna: Que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado.
Entonces Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.
Y Pedro le dijo: No tengo plata ni oro; mas lo que tengo te doy: En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda.
y Él envíe a Jesucristo, que os fue antes predicado;
sea notorio a todos vosotros, y a todo el pueblo de Israel, que por el nombre de Jesucristo de Nazaret, al que vosotros crucificasteis y a quien Dios resucitó de los muertos, por Él este hombre está en vuestra presencia sano.
Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Pero cuando creyeron a Felipe, que les predicaba acerca del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, fueron bautizados, así hombres como mujeres.
Y Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y él respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios.
Y Pedro le dijo: Eneas, Jesucristo te sana; levántate, y haz tu cama. Y al instante se levantó.
La palabra que Dios envió a los hijos de Israel, predicando la paz por Jesucristo; Éste es Señor de todos.
Así que, si Dios les dio el mismo don también como a nosotros que hemos creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo que pudiese estorbar a Dios?
Antes creemos que por la gracia del Señor Jesucristo somos salvos, del mismo modo que ellos.
hombres que han expuesto sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Y esto lo hizo por muchos días; pero desagradando a Pablo, éste se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en la misma hora.
Y ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo tú, y tu casa.
testificando a los judíos y a los griegos arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.
predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, con toda confianza y sin impedimento.
Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol, apartado para el evangelio de Dios,
tocante a su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que fue hecho de la simiente de David según la carne,
entre los cuales estáis también vosotros, los llamados de Jesucristo.
A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos. Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo acerca de todos vosotros, de que en todo el mundo se habla de vuestra fe.
en el día en que Dios juzgará por Jesucristo, los secretos de los hombres, conforme a mi evangelio.
la justicia de Dios que es por la fe de Jesucristo, para todos y sobre todos los que creen; porque no hay diferencia;
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Así también fue el don, mas no como el pecado. Porque si por el pecado de uno muchos murieron, mucho más la gracia de Dios abundó para muchos, y el don de gracia por un hombre, Jesucristo.
Porque si por un pecado reinó la muerte, por uno; mucho más los que reciben la gracia abundante y el don de la justicia reinarán en vida por uno, Jesucristo.
para que así como el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
Gracias doy a Dios por Jesucristo nuestro Señor: Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios; mas con la carne a la ley del pecado.
Mas vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para satisfacer los deseos de la carne.
para que unánimes, y a una voz glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
para ser ministro de Jesucristo a los gentiles, ministrando el evangelio de Dios, para que la ofrenda de los gentiles sea acepta, santificada por el Espíritu Santo.
Y os ruego hermanos, por nuestro Señor Jesucristo, y por el amor del Espíritu, que os esforcéis conmigo en oración por mí a Dios;
Porque los tales, no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a sus propios vientres; y con palabras suaves y lisonjas engañan los corazones de los simples.
Y el Dios de paz aplastará en breve a Satanás bajo vuestros pies. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
Y al que tiene poder para confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio encubierto desde tiempos eternos,
Al solo Dios sabio, sea gloria por Jesucristo para siempre. Amén. Epístola del apóstol Pablo a los romanos. Escrita desde Corinto por mano de Tercio, y enviada con Febe, sierva de la iglesia en Cencrea.
Pablo, llamado a ser apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y nuestro hermano Sóstenes,
a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con todos los que en todo lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.
Gracia y paz sean a vosotros, de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
De manera que nada os falta en ningún don; esperando la venida de nuestro Señor Jesucristo;
el cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo.
Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que todos habléis una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
Pues me propuse no saber otra cosa entre vosotros, sino a Jesucristo, y a Éste crucificado.
Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo.
En el nombre de nuestro Señor Jesucristo, congregados vosotros y mi espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesucristo,
mas para nosotros sólo hay un Dios, el Padre, de quien son todas las cosas, y nosotros en Él; y un Señor, Jesucristo, por el cual son todas las cosas, y nosotros por Él.
¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesucristo nuestro Señor? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor?
Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.
El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. Maranata.
La gracia del Señor Jesucristo sea con vosotros.
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y nuestro hermano Timoteo, a la iglesia de Dios que está en Corinto, con todos los santos que están por toda Acaya:
Gracia sea a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación,
Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en Él.
Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo el Señor; y nosotros vuestros siervos por Jesús.
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.
Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Jesucristo; y nos dio el ministerio de la reconciliación.
Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros, siendo rico se hizo pobre; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
El Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que es bendito por siempre, sabe que no miento.
Examinaos a vosotros mismos si estáis en la fe; probaos a vosotros mismos. ¿No os conocéis a vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros, a menos que seáis reprobados?
La gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sea con todos vosotros. Amén.
Pablo, apóstol (no de hombres ni por hombre, sino por Jesucristo, y por Dios el Padre que le resucitó de entre los muertos),
Gracia sea a vosotros, y paz de Dios el Padre y de nuestro Señor Jesucristo,
pues yo ni lo recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesucristo.
sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley ninguna carne será justificada.
¡Oh gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, ante cuyos ojos Jesucristo fue ya descrito entre vosotros como crucificado?
a fin de que la bendición de Abraham viniese sobre los gentiles a través de Jesucristo; para que por la fe recibamos la promesa del Espíritu.
Mas la Escritura encerró todo bajo pecado, para que la promesa por la fe de Jesucristo, fuese dada a los que creen.
Porque en Jesucristo ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por amor.
Mas lejos esté de mí gloriarme, salvo en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos que están en Éfeso, y a los fieles en Cristo Jesús.
Gracia sea a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el cual nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el beneplácito de su voluntad,
para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de Él;
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo,
Por esta causa yo Pablo, prisionero de Jesucristo por vosotros los gentiles,
y de aclarar a todos cuál es la comunión del misterio escondido desde el principio del mundo en Dios, que creó todas las cosas por Jesucristo;
Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Dando gracias siempre por todas las cosas a Dios y al Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios el Padre, y del Señor Jesucristo.
La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo en sinceridad. Amén. (A los efesios escrita desde Roma, enviada con Tíquico.)
Pablo y Timoteo, siervos de Jesucristo, a todos los santos en Cristo Jesús que están en Filipos, con los obispos y diáconos.
Gracia sea a vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
estando confiado de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo.
Porque Dios me es testigo de cuánto os amo a todos vosotros entrañablemente en Jesucristo.
llenos de frutos de justicia, que son por Jesucristo, para gloria y alabanza de Dios.
Porque sé que por vuestra oración y la suministración del Espíritu de Jesucristo, esto se tornará para mi liberación,
para que abunde vuestro regocijo por mí en Jesucristo por mi presencia otra vez entre vosotros.
y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre.
Mas nuestra ciudadanía está en el cielo, de donde también esperamos al Salvador, el Señor Jesucristo;
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Abundancia, espiritual
- Aceptación de Jesucristo
- Adán y Jesucristo
- Amén
- Bendiciones
- Beneficios de la fe en Cristo
- Compromiso a Jesucristo
- Conocer a Cristo personalmente
- Conociendo a Dios, Efectos de
- Conocimiento de Jesucristo
- Cristo es Señor.
- Cristo, nombres para
- Dar a conocer a Cristo
- Denegación de Jesucristo
- Dios, unidad de
- El amor de Dios
- El amor ágape
- El asombro, la de Jesucristo
- El evangelismo, la naturaleza de
- El sufrimiento, de Jesucristo
- En el nombre de Cristo.
- Evangelio, requisitos de
- Gracia, y Jesucristo
- Iglesia, ejemplos de
- Inculpabilidad, de Jesucristo
- Inminencia
- Jesucristo, Misión de
- Jesucristo, Resurrección
- Jesucristo, Rey
- Jesucristo, Salvador
- Jesucristo, Señor
- Jesucristo, creador
- Jesucristo, deidad de
- Jesucristo, el Hijo de Dios
- Jesucristo, el amor de
- Jesucristo, el culto de
- Jesucristo, el juez
- Jesucristo, impecabilidad
- Jesucristo, la eternidad de
- Jesucristo, la obediencia de
- Jesucristo, la omnisciencia de
- Jesucristo, la relación con el Padre
- Jesucristo, la santidad de
- Jesucristo, la tentación de
- Jesucristo, mansedumbre de
- Jesucristo, presente actividades de
- Jesucristo, profecías de
- Jesucristo, sacerdocio
- La Paternidad de Dios,
- La ascensión de Jesucristo,
- La autoridad de la Iglesia, de Jesucristo
- La esperanza, como la confianza
- La fe, la naturaleza de
- La misericordia de Jesucristo,
- La misión de Jesucristo
- La participación, en Cristo
- La predicación, el contenido de
- La sangre de Jesucristo,
- La santificación, la naturaleza y la base
- La segunda venida de Cristo, nombres de
- La ética, y la gracia
- Las nubes y Jesucristo
- Letras
- Libertad, a través de Jesucristo
- Los Cristianos
- Los apóstoles, Base de autoridad
- Los apóstoles, función en la Iglesia primitiva
- Los enemigos de Jesucristo
- Los fariseos, actitudes de Jesucristo
- Ministerio, calificaciones para
- Necios, en la enseñanza de Jesucristo
- Nombres y Títulos Para Cristo
- Nombres y Títulos Para el cristiano
- Pablo, Apóstol de los Gentiles
- Pedro
- Pedro, predicador y profesor
- Santidad, los creyentes en crecimiento
- Santos
- Señorío de Jesucristo
- Testigos de Jesucristo
- Todos los creyentes son santos
- Tras Jesucristo
- Vitalidad espiritual
- Conocer a Dios
- El ateísmo
- El escudriñamiento
- El nacimiento de Jesucristo
- El nacimiento de Jesús
- El padre
- El suceso de su venida
- La alabanza eterna
- La eternidad
- La gracia
- La gracia de Dios
- La identidad en Cristo
- La misericordia y la gracia
- La muerte que provoca el pecado
- La ocultación de las cosas de Dios
- La paciencia en las relaciones
- La paz para vosotros
- La paz y el consuelo
- La perspectiva eterna
- La reconciliación
- La relación entre padre e hijo
- La sangre de Jesús
- La santificación
- Los esclavos de Dios
- Los niños en los milagros de Jesucristo
- Ser agradecido
- Terminar
- Trabajar de manera conjunta