'Madre' en la Biblia
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, y anduvo en el camino de su padre, y en el camino de su madre, y en el camino de Jeroboam hijo de Nabat, que hizo pecar a Israel:
E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, aunque no como su padre y su madre; porque quitó las estatuas de Baal que su padre había hecho.
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque ha juntado Jehová estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.
Y dijo a su padre: ¡Ay, mi cabeza, mi cabeza! Y su padre dijo a un criado: Llévalo a su madre.
Y habiéndole él tomado, y traído a su madre, estuvo sentado sobre sus rodillas hasta el mediodía, y murió.
Y dijo la madre del niño: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Él entonces se levantó, y la siguió.
Veintidós años tenía Ocozías cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía hija de Omri rey de Israel.
Y sucedió que cuando Joram vio a Jehú, dijo: ¿Hay paz, Jehú? Y él respondió: ¿Qué paz, con las fornicaciones de Jezabel tu madre, y sus muchas hechicerías?
Y Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó, y destruyó toda la simiente real.
En el séptimo año de Jehú comenzó a reinar Joás, y reinó cuarenta años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
Veinticinco años tenía cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén.
Dieciséis años tenía cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén; el nombre de su madre fue Jecolía, de Jerusalén.
Cuando comenzó a reinar era de veinticinco años, y reinó dieciséis años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa hija de Sadoc.
Veinticinco años tenía él cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén veintinueve años. El nombre de su madre era Abi hija de Zacarías.
Doce años tenía Manasés cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén cincuenta y cinco años; el nombre de su madre era Hefziba.
Veintidós años tenía Amón cuando comenzó a reinar, y reinó dos años en Jerusalén. El nombre de su madre era Mesalemet hija de Harus de Jotba.
Ocho años tenía Josías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaías de Boscat.
Veintitrés años tenía Joacaz cuando comenzó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. El nombre de su madre era Amutal, hija de Jeremías de Libna.
Veinticinco años tenía Joacim cuando comenzó a reinar, y once años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre era Zebuda hija de Pedaías, de Ruma.
Dieciocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén tres meses. El nombre de su madre era Neusta hija de Elnatán, de Jerusalén.
Entonces salió Joaquín rey de Judá al rey de Babilonia, él, y su madre, sus siervos, sus príncipes y sus oficiales; y lo apresó el rey de Babilonia en el octavo año de su reinado.
Asimismo llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, y a la madre del rey, y a las esposas del rey, y a sus oficiales, y a los poderosos de la tierra; cautivos los llevó de Jerusalén a Babilonia.
Veintiún años tenía Sedequías cuando comenzó a reinar, y reinó en Jerusalén once años. El nombre de su madre era Amutal hija de Jeremías, de Libna.
Y tuvo Jerameel otra esposa llamada Atara, que fue madre de Onam.
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
Y Roboam se fortaleció en Jerusalén, y reinó; y era Roboam de cuarenta y un años cuando comenzó a reinar, y diecisiete años reinó en Jerusalén, ciudad que escogió Jehová de todas las tribus de Israel, para poner en ella su nombre. Y el nombre de su madre fue Naama amonita.
Y reinó tres años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Micaía hija de Uriel de Gabaa. Y hubo guerra entre Abías y Jeroboam.
Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la quitó de ser reina, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa deshizo la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.
Así reinó Josafat sobre Judá. Treinta y cinco años tenía cuando comenzó a reinar, y reinó veinticinco años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Azuba, hija de Silhi.
Cuarenta y dos años tenía Ocozías cuando comenzó a reinar, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri.
También él anduvo en los caminos de la casa de Acab, porque su madre le aconsejaba a que hiciese impíamente.
Entonces Atalía madre de Ocozías, viendo que su hijo era muerto, se levantó y destruyó toda la simiente real de la casa de Judá.
Siete años tenía Joás cuando comenzó a reinar, y cuarenta años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Sibia, de Beerseba.
Veinticinco años tenía Amasías cuando comenzó a reinar, y veintinueve años reinó en Jerusalén: el nombre de su madre fue Joadan, de Jerusalén.
Dieciséis años tenía Uzías cuando comenzó a reinar, y cincuenta y dos años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jecolía, de Jerusalén.
Veinticinco años tenía Jotam cuando comenzó a reinar, y dieciséis años reinó en Jerusalén. El nombre de su madre fue Jerusa, hija de Sadoc.
Y Ezequías comenzó a reinar siendo de veinticinco años, y reinó veintinueve años en Jerusalén. El nombre de su madre fue Abía, hija de Zacarías.
Y había criado a Hadasa, que es Esther, hija de su tío, porque no tenía padre ni madre; y la joven era de hermosa figura y de buen parecer; y como su padre y su madre murieron, Mardoqueo la había tomado por hija suya.
y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
Por cuanto no cerró las puertas del vientre de mi madre, ni escondió de mis ojos la miseria.
A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermana.
(Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre, y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda);
Pero tú eres el que me sacó del vientre; Me hiciste estar confiado desde que estaba a los pechos de mi madre.
Sobre ti fui echado desde la matriz; desde el vientre de mi madre, tú eres mi Dios.
Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.
Anduve como si fuesen mis amigos, mis hermanos; como el que trae luto por su madre, enlutado me humillaba.
Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; contra el hijo de tu madre ponías infamia.
He aquí, en maldad he sido formado, y en pecado me concibió mi madre.
He venido a ser extraño a mis hermanos, y extranjero a los hijos de mi madre.
Por ti he sido sustentado desde el vientre; de las entrañas de mi madre tú fuiste el que me sacó; de ti será siempre mi alabanza.
Venga en memoria ante Jehová la maldad de sus padres, y el pecado de su madre no sea borrado.
Él hace habitar en familia a la estéril, y que se goce en ser madre de hijos. Aleluya.
En verdad que me he comportado y he acallado mi alma, como un niño destetado de su madre; como un niño destetado está mi alma.
Porque tú formaste mis riñones; me cubriste en el vientre de mi madre.
Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la ley de tu madre;
Porque yo fui hijo para mi padre, delicado y único a los ojos de mi madre.
Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre, y no dejes la ley de tu madre:
Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre; pero el hijo necio es tristeza de su madre.
El hijo sabio alegra al padre; mas el hombre necio menosprecia a su madre.
El que roba a su padre y ahuyenta a su madre, es hijo que causa vergüenza y acarrea deshonra.
El que maldice a su padre o a su madre, su lámpara será apagada en oscuridad tenebrosa.
Oye a tu padre, a aquel que te engendró; y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.
Alégrense tu padre y tu madre, y gócese la que te engendró.
El que roba a su padre o a su madre, y dice que no es maldad, compañero es del hombre destruidor.
La vara y la corrección dan sabiduría; mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Hay generación que maldice a su padre, y a su madre no bendice.
El ojo que escarnece a su padre, y menosprecia la enseñanza de su madre, los cuervos del valle lo saquen, y lo traguen los aguiluchos.
Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
Como salió del vientre de su madre, desnudo, así volverá, yéndose tal como vino; y nada tomará de su trabajo para llevar en su mano.
No os fijéis en que soy morena, porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí, me hicieron guarda de las viñas, y mi viña, que era mía, no guardé.
Pasando de ellos un poco, hallé luego al que ama mi alma; trabé de él, y no lo dejé, hasta que lo metí en casa de mi madre, y en la cámara de la que me engendró.
Salid, oh doncellas de Sión, y ved al rey Salomón con la corona con que le coronó su madre el día de su desposorio, y el día del gozo de su corazón.
Mas una es la paloma mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, la preferida de la que la engendró. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron.
¡Oh que fueras tú como mi hermano, que mamó los pechos de mi madre; así, al encontrarte afuera yo te besaría, y no me menospreciarían!
Yo te llevaría, te metería en la casa de mi madre, que me enseñaba; te daría a beber vino sazonado del mosto de mis granadas.
¿Quién es ésta que sube del desierto, recostada sobre su amado? Debajo de un manzano te desperté; allí tuvo dolores tu madre, allí tuvo dolores la que te dio a luz.
Porque antes que el niño sepa decir: Padre mío, y madre mía, será quitada la fuerza de Damasco y los despojos de Samaria, en la presencia del rey de Asiria.
Oídme, islas, y escuchad, pueblos lejanos: Jehová me llamó desde el vientre; desde las entrañas de mi madre mencionó mi nombre.
Así dice Jehová: ¿Dónde está la carta de divorcio de vuestra madre, con la cual yo la repudié? ¿O quiénes son mis acreedores, a quienes yo os he vendido? He aquí que por vuestras maldades os habéis vendido, y por vuestras rebeliones fue repudiada vuestra madre:
Como aquel a quien consuela su madre, así os consolaré yo a vosotros, y en Jerusalén tomaréis consuelo.
Sus viudas se multiplicaron más que la arena del mar; traje contra ellos destruidor a mediodía sobre la madre y los hijos; sobre la ciudad hice que de repente cayesen terrores.
¡Ay de mí, madre mía, que me has engendrado hombre de contienda y hombre de discordia a toda la tierra! Nunca les di a logro, ni lo tomé de ellos; y todos me maldicen.
ni partirán pan de luto por ellos, para consolarles de sus muertos; ni les darán a beber vaso de consolaciones por su padre o por su madre.
Maldito el día en que nací; el día en que mi madre me dio a luz no sea bendito.
porque no me mató en el vientre, y mi madre me hubiera sido mi sepulcro, y su vientre un embarazo perpetuo.
Y te arrojaré a ti, y a tu madre que te dio a luz, a tierra extraña en donde no nacisteis; y allá moriréis.
Vuestra madre será en gran manera avergonzada, se avergonzará la que os engendró; he aquí la última de las naciones será un desierto, tierra seca, y páramo.
Era Sedequías de edad de veintiún años cuando comenzó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se llamaba Amutal, hija de Jeremías, de Libna.
y di: Así dice Jehová el Señor sobre Jerusalén: Tu origen, tu nacimiento, es de la tierra de Canaán; tu padre fue amorreo, y tu madre hetea.
He aquí que todo proverbista hará de ti proverbio, diciendo: Como la madre, tal su hija.
Hija de tu madre eres tú, que desechó a su marido y a sus hijos; y hermana de tus hermanas eres tú, que desecharon a sus maridos y a sus hijos: vuestra madre fue hetea, y vuestro padre amorreo.
Y dirás: ¡Cómo se echó entre los leones tu madre la leona! entre los leoncillos crió sus cachorros.
Tu madre es como una vid en tu sangre, plantada junto a las aguas, dando fruto y echando vástagos a causa de las muchas aguas.
Despreciaron en ti al padre y a la madre; al extranjero trataron con violencia en medio de ti; y despojaron en ti al huérfano y a la viuda.
Hijo de hombre, hubo dos mujeres, hijas de una madre,
Y a hombre muerto no entrarán para contaminarse; mas por padre, o madre, o hijo, o hija, hermano o hermana que no haya tenido marido, sí podrán contaminarse.
Contended con vuestra madre, contended, porque ella no es mi esposa, y yo no soy su marido; quite, pues, de su rostro sus prostituciones, y sus adulterios de entre sus pechos;
Porque su madre se prostituyó; la que los engendró se deshonró; porque dijo: Iré tras mis amantes, que me dan mi pan y mi agua, mi lana y mi lino, mi aceite y mi bebida.
Caerás por tanto en el día, y caerá también contigo el profeta de noche; y a tu madre talaré.
Por tanto, en tus pueblos se levantará alboroto, y todas tus fortalezas serán destruidas, como destruyó Salmán a Betarbel el día de la batalla; cuando la madre fue arrojada sobre sus hijos.
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