'Nuestro' en la Biblia
Vosotros pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
Bendito el reino de nuestro padre David que viene: Hosanna en las alturas!
Y Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel, el Señor nuestro Dios, el Señor uno es.
Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,
Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente,
Y les dijo: Cuando orareis, decid: Padre nuestro que estás en los cielos; sea tu nombre santificado. Venga tu reino. Sea hecha tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dános lo hoy.
Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio.
¿Eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dió este pozo, del cual él bebió, y sus hijos, y sus ganados?
Respondieron y dijéronle: Nuestro padre es Abraham. Díceles Jesús: Si fuerais hijos de Abraham, las obras de Abraham harías.
¿Eres tú mayor que nuestro padre Abraham, el cual murió? y los profetas murieron: ¿quién te haces á ti mismo?
Respondiéronles sus padres y dijeron: Sabemos que éste es nuestro hijo, y que nació ciego:
Dicho esto, díceles después: Lázaro nuestro amigo duerme; mas voy á despertarle del sueño.
Si le dejamos así, todos creerán en él: y vendrán los Romanos, y quitarán nuestro lugar y la nación.
Para que se cumpliese el dicho que dijo el profeta Isaías: ¿Señor, quién ha creído á nuestro dicho? ¿Y el brazo del Señor, á quién es revelado?
Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare.
Y él dijo: Varones hermanos y padres, oid: El Dios de la gloria apareció á nuestro padre Abraham, estando en Mesopotamia, antes que morase en Chârán,
Este, usando de astucia con nuestro linaje, maltrató á nuestros padres, á fin de que pusiesen á peligro de muerte sus niños, para que cesase la generación.
Hombres que han expuesto sus vidas por el nombre de nuestro Señor Jesucristo.
Testificando á los Judíos y á los Gentiles arrepentimiento para con Dios, y la fe en nuestro Señor Jesucristo.
El cual fué declarado Hijo de Dios con potencia, según el espíritu de santidad, por la resurrección de los muertos), de Jesucristo Señor nuestro,
A todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados santos: Gracia y paz tengáis de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
¿QUÉ, pues, diremos que halló Abraham nuestro padre según la carne?
Y padre de la circuncisión, no solamente á los que son de la circuncisión, más también á los que siguen las pisadas de la fe que fué en nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
Sino también por nosotros, á quienes será imputado, esto es, á los que creemos en el que levantó de los muertos á Jesús Señor nuestro,
JUSTIFICADOS pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo:
Y no sólo esto, mas aun nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por el cual hemos ahora recibido la reconciliación.
Para que, de la manera que el pecado reinó para muerte, así también la gracia reine por la justicia para vida eterna por Jesucristo Señor nuestro.
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fué crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, á fin de que no sirvamos más al pecado.
Así también vosotros, pensad que de cierto estáis muertos al pecado, mas vivos á Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.
Porque la paga del pecado es muerte: mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Gracias doy á Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo á la ley de Dios, mas con la carne á la ley del pecado.
Porque el mismo Espíritu da testimonio á nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Y no sólo ellas, mas también nosotros mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro de nosotros mismos, esperando la adopción, es á saber, la redención de nuestro cuerpo.
Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Y no sólo esto; mas también Rebeca concibiendo de uno, de Isaac nuestro padre,
Mas no todos obedecen al evangelio; pues Isaías dice: Señor, ¿quién ha creído á nuestro anuncio?
Para que concordes, á una boca glorifiquéis al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo.
Ruégoos empero, hermanos, por el Señor nuestro Jesucristo, y por la caridad del Espíritu, que me ayudéis con oraciones por mí á Dios,
Saludad á Urbano, nuestro ayudador en Cristo Jesús, y á Stachîs, amado mío.
Porque los tales no sirven al Señor nuestro Jesucristo, sino á sus vientres; y con suaves palabras y bendiciones engañan los corazones de los simples.
Y el Dios de paz quebrantará presto á Satanás debajo de vuestros pies. la gracia del Señor nuestro Jesucristo sea con vosotros.
La gracia del Señor nuestro Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
A la iglesia de Dios que está en Corinto, santificados en Cristo Jesús, llamados santos, y á todos los que invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo en cualquier lugar, Señor de ellos y nuestro:
Gracia y paz de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
De tal manera que nada os falte en ningún don, esperando la manifestación de nuestro Señor Jesucristo:
El cual también os confirmará hasta el fin, para que seáis sin falta en el día de nuestro Señor Jesucristo.
Fiel es Dios, por el cual sois llamados á la participación de su Hijo Jesucristo nuestro Señor.
Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
En el nombre del Señor nuestro Jesucristo, juntados vosotros y mi espíritu, con la facultad de nuestro Señor Jesucristo,
Y esto erais algunos: mas ya sois lavados, mas ya sois santificados, mas ya sois justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
¿NO soy apóstol? ¿no soy libre? ¿no he visto á Jesús el Señor nuestro? ¿no sois vosotros mi obra en el Señor?
Sí, por la gloria que en orden á vosotros tengo en Cristo Jesús Señor nuestro, cada día muero.
Mas á Dios gracias, que nos da la victoria por el Señor nuestro Jesucristo.
Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.
Que si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto:
Por tanto, no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior empero se renueva de día en día.
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.
No dando á nadie ningún escándalo, porque el ministerio nuestro no sea vituperado:
Nuestra boca está abierta á vosotros, oh Corintios: nuestro corazón es ensanchado.
Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.
Enviamos también con ellos á nuestro hermano, al cual muchas veces hemos experimentado diligente, mas ahora mucho más con la mucha confianza que tiene en vosotros.
El Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por siglos, sabe que no miento.
Gracia sea á vosotros, y paz de Dios el Padre, y de nuestro Señor Jesucristo,
El cual se dió á sí mismo por nuestros pecados para librarnos de este presente siglo malo, conforme á la voluntad de Dios y Padre nuestro;
De manera que la ley nuestro ayo fué para llevarnos á Cristo, para que fuésemos justificados por la fe.
Mas lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por el cual el mundo me es crucificado á mí, y yo al mundo.
Hermanos, la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén.
Gracia sea á vosotros, y paz de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.
Bendito el Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, el cual nos bendijo con toda bendición espiritual en lugares celestiales en Cristo:
Que el Dios del Señor nuestro Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación para su conocimiento;
Conforme á la determinación eterna, que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor:
Por esta causa doblo mis rodillas al Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Dando gracias siempre de todo al Dios y Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo:
Gracia sea con todos los que aman á nuestro Señor Jesucristo en sinceridad. Amén.
Gracia sea á vosotros, y paz de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
A los santos y hermanos fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia y paz á vosotros de Dios Padre nuestro, y del Señor Jesucristo.
Damos gracias al Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, siempre orando por vosotros:
Como habéis aprendido de Epafras, nuestro consiervo amado, el cual es un fiel ministro de Cristo á favor vuestro;
PABLO, y Silvano, y Timoteo, á la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios Padre y en el Señor Jesucristo: Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
Sin cesar acordándonos delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, y del trabajo de amor, y de la tolerancia de la esperanza del Señor nuestro Jesucristo:
Por cuanto nuestro evangelio no fué á vosotros en palabra solamente, mas también en potencia, y en Espíritu Santo, y en gran plenitud; como sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros.
Pues aun habiendo padecido antes, y sido afrentados en Filipos, como sabéis, tuvimos denuedo en Dios nuestro para anunciaros el evangelio de Dios con gran combate.
Porque ya, hermanos, os acordáis de nuestro trabajo y fatiga: que trabajando de noche y de día por no ser gravosos á ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de Dios.
Porque ¿cuál es nuestra esperanza, ó gozo, ó corona de que me gloríe? ¿No sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo en su venida?
Y enviamos á Timoteo, nuestro hermano, y ministro de Dios, y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo, á confirmaros y exhortaros en vuestra fe,
Por lo cual, también yo, no esperando más, he enviado á reconocer vuestra fe, no sea que os haya tentado el tentador, y que nuestro trabajo haya sido en vano.
Por lo cual, ¿qué hacimiento de gracias podremos dar á Dios por vosotros, por todo el gozo con que nos gozamos á causa de vosotros delante de nuestro Dios,
Mas el mismo Dios y Padre nuestro, y el Señor nuestro Jesucristo, encamine nuestro viaje á vosotros.
Para que sean confirmados vuestros corazones en santidad, irreprensibles delante de Dios y nuestro Padre, para la venida de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.
Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salud por nuestro Señor Jesucristo;
Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros. Amén. \'
PABLO, y Silvano, y Timoteo, á la iglesia de los Tesalonicenses que es en Dios nuestro Padre y en el Señor Jesucristo:
Gracia y paz á vosotros de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo.
En llama de fuego, para dar el pago á los que no conocieron á Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo;
Resutados de la Búsqueda continuados...
Resultados de Búsqueda por Versiones
- J2000 (173)
- LBDA (187)
- NBLH (188)
- RV (174)
- SEV (173)
- RV1909 (164)
Resultados de Búsqueda por Libro
- Génesis (21)
- Éxodo (10)
- Números (7)
- Deuteronomio (26)
- Josué (10)
- Jueces (10)
- Rut (3)
- 1 Samuel (11)
- 2 Samuel (5)
- 1 Reyes (10)
- 2 Reyes (2)
- 1 Crónicas (10)
- 2 Crónicas (13)
- Esdras (17)
- Nehemías (19)
- Salmos (51)
- Cantares (2)
- Isaías (23)
- Jeremías (23)
- Lamentaciones (6)
- Ezequiel (2)
- Daniel (7)
- Oseas (1)
- Joel (1)
- Miqueas (2)
- Zacarías (1)
- Mateo (2)
- Marcos (2)
- Lucas (5)
- Juan (8)
- Hechos (5)
- Romanos (23)
- 1 Corintios (11)
- 2 Corintios (9)
- Gálatas (5)
- Efesios (7)
- Filipenses (3)
- Colosenses (3)
- 1 Tesalonicenses (14)
- 2 Tesalonicenses (12)
- 1 Timoteo (7)
- 2 Timoteo (3)
- Tito (6)
- Filemón (3)
- Hebreos (5)
- Santiago (2)
- 1 Pedro (1)
- 2 Pedro (9)
- 1 Juan (2)
- 2 Juan (1)
- 3 Juan (1)
- Judas (4)
- Apocalipsis (11)
Artículos Relacionados
- Amén
- Bendiciones
- Cristo es Señor.
- Cristo, nombres para
- Cristo, nuestro ejemplo
- Dios como nuestro maestro
- Dios nuestro pastor
- Dios siendo Nuestro Escudo
- Dios siendo nuestro escondite
- Dios siendo nuestro refugio
- Dios, el poder de
- Dios, unidad de
- El amor ágape
- Fortaleza, Dios es nuestro
- Jesús como nuestro maestro
- La Paternidad de Dios,
- La esperanza, como la confianza
- La participación, en Cristo
- La santificación, la naturaleza y la base
- La voz de Dios
- Pedro
- El padre
- El suceso de su venida
- Estar agradecido de las bendiciones
- La gracia
- La gracia de Dios
- La misericordia y la gracia
- La ocultación de las cosas de Dios
- La paternidad
- La paz
- La paz para vosotros
- La relación entre padre e hijo
- La revelación de las cosas de Dios
- Los esclavos de Dios
- Nuestro padre en el cielo
- Ser agradecido