'Angustia' en la Biblia
Y levantémonos, y subamos a Bet-el; y allí haré altar a Dios quien me respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que he andado.
Y decían el uno al otro: Verdaderamente somos culpables referente a nuestro hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le oímos; por eso ha venido sobre nosotros esta angustia.
Cuando estuviereis en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres al SEÑOR tu Dios, y oyeres su voz;
Y aconteció que, apretándole ella cada día con sus palabras y moliéndolo, su alma fue reducida a mortal angustia.
Angustia tengo por ti, hermano mío Jonatán, muy dulce fuiste para conmigo; maravilloso fue tu amor hacia mí, que sobrepasó el amor de las mujeres.
Y David respondió a Recab y a su hermano Baana, hijos de Rimón Beerotita, y les dijo: Vive el SEÑOR que ha rescatado mi alma de toda angustia,
cuando tuve angustia, invoqué al SEÑOR, y clamé a mi Dios; y desde su templo él oyó mi voz; cuando mi clamor llegó a sus oídos.
Entonces David dijo a Gad: En grande angustia estoy; ruego que caigamos en la mano del SEÑOR, porque sus misericordias son muchas, y que no caiga yo en manos de hombres.
Y el rey juró, diciendo: Vive el SEÑOR, que ha rescatado mi alma de toda angustia,
y dirás: Así dijo el rey: Echad a éste en la cárcel, y mantenedle con pan de angustia y con agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.
que le dijeran: Así dijo Ezequías: Este día es día de angustia, y de reprensión, y de blasfemia; porque los hijos han venido hasta la rotura, y la que da a luz no tiene fuerzas.
Entonces David dijo a Gad: Estoy en gran angustia; ruego que yo caiga en la mano del SEÑOR; porque sus misericordias son muchas en extremo, y que no caiga yo en manos de hombres.
y diréis: El rey ha dicho así: Poned a éste en la cárcel, y sustentadle con pan de aflicción y agua de angustia, hasta que yo vuelva en paz.
Y se multiplica su fruto para los reyes que has puesto sobre nosotros por nuestros pecados, quienes se enseñorean sobre nuestros cuerpos, y sobre nuestras bestias, conforme a su voluntad, y estamos en gran angustia.
Por tanto yo no reprimiré mi boca; hablaré con la angustia de mi espíritu, y me quejaré con la amargura de mi alma.
Tribulación y angustia le asombrarán, y se esforzarán contra él como un rey apercibido para la batalla.
Cuando fuere lleno su bastimento, tendrá angustia; las manos todas de los malvados vendrán sobre él.
Asimismo te apartaría de la boca de la angustia a lugar espacioso, libre de todo apuro; y te asentará mesa llena de grosura.
lo cual tengo yo reservado para el tiempo de la angustia, para el día de la guerra y de la batalla?
Respóndeme cuando llamo, oh Dios de mi justicia. Estando en angustia, tú me hiciste ensanchar; ten misericordia de mí, y oye mi oración.
Y será el SEÑOR refugio al humilde, refugio para el tiempo de angustia.
¿Por qué estás lejos, oh SEÑOR, y te escondes en los tiempos de la angustia?
En mi angustia llamé al SEÑOR, y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.
El SEÑOR te oiga en el día de la angustia; te ensalce el nombre del Dios de Jacob.
No te alejes de mí, porque la angustia está cerca; porque no hay quien ayude.
Ten misericordia de mí, oh SEÑOR, que estoy en angustia; se han carcomido de pesar mis ojos, mi alma, y mis entrañas.
Tú eres mi escondedero; de la angustia me guardarás; con clamores de libertad me rodearás. (Selah.)
Tau Pero la salvación de los justos es el SEÑOR, y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Y llámame en el día de la angustia; te libraré, y tú me honrarás.
Porque me ha librado de toda angustia, y sobre mis enemigos vieron mis ojos el deseo de El.
Y yo cantaré tu fortaleza, y loaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
Al Señor busqué en el día de mi angustia; mi llaga desangraba de noche y no cesaba; mi alma no quería consuelo.
No se acordaron de su mano, del día que los rescató de angustia;
Envió sobre ellos el furor de su saña; ira, enojo, angustia, y ángeles malos.
En el día de mi angustia te llamaré; porque tú me respondes.
Me invocará, y yo le responderé; con él estaré yo en la angustia; lo libraré, y le glorificaré.
No escondas de mí tu rostro; en el día de mi angustia inclina a mí tu oído; el día que te invocare, apresúrate a responderme.
El con todo, miraba cuando estaban en angustia, y oía su clamor;
Y clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.
Luego que clamaron al SEÑOR en su angustia, los libró de sus aflicciones.
Mas clamaron al SEÑOR en su angustia; y los salvó de sus aflicciones.
claman al SEÑOR en su angustia, y los libra de sus aflicciones.
Danos socorro en la angustia; porque mentirosa es la salvación del hombre.
Me rodearon los dolores de la muerte, me encontraron las angustias del Seol; angustia y dolor había yo hallado.
Desde la angustia invoqué a JAH; y me respondió JAH, poniéndome en anchura.
Aflicción y angustia me hallaron; mas tus mandamientos fueron mis deleites.
Al SEÑOR llamé estando en angustia, y él me respondió.
Si anduviere yo por medio de la angustia, tú me vivificarás; contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, y tu diestra me salvará.
Delante de él derramaré mi querella; delante de él denunciaré mi angustia.
Por tu Nombre, oh SEÑOR me vivificarás; por tu justicia, sacarás mi alma de angustia.
cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia.
En todo tiempo ama el amigo; mas el hermano para la angustia es nacido.
Diente quebrado y pie resbalador, es la confianza en el prevaricador en el tiempo de angustia.
y mirarán a la tierra, y he aquí tribulación y tinieblas, oscuridad y angustia; y serán sumidos en las tinieblas.
Carga de las bestias del Mediodía. Por tierra de aflicción y de angustia. Leones y leonas en ella. Basilisco y áspid volador, llevado sobre hombros de bestias sus riquezas, y sus tesoros sobre corcovas de camellos, a pueblo que no les aprovechará.
Mas el Señor os dará pan de congoja y agua de angustia; tu lluvia nunca más te será quitada, mas tus ojos verán tu lluvia.
Los cuales le dijeron: Ezequías dice así: Día de angustia, de reprensión y de blasfemia, es este día; porque los hijos han llegado hasta la rotura del agua, y no hay fuerza en la que da a luz.
Despiértate, despiértate, levántate, oh Jerusalén, que bebiste de la mano del SEÑOR el cáliz de su furor, las heces del cáliz de angustia bebiste, y chupaste.
Así dijo tu Señor, YO SOY tu Dios, el cual pleitea por su pueblo: He aquí he quitado de tu mano el cáliz de angustia, la hez del cáliz de mi furor, nunca más lo beberás.
En toda angustia de ellos él fue angustiado, y el Angel de su faz los salvó. Con su amor y con su clemencia los redimió, y los trajo a cuestas, y los levantó todos los días del siglo.
Porque voz oí como de mujer que está de parto, angustia como de primeriza; voz de la hija de Sion que lamenta y extiende sus manos, diciendo: ¡Ay ahora de mí! Que mi alma desmaya a causa de los matadores.
Su fama oímos, y nuestras manos se descoyuntaron; se apoderó de nosotros angustia, dolor como de mujer que está de parto.
Dijo el SEÑOR: De cierto tus reliquias serán en bien; de cierto haré que el enemigo te salga a recibir en el tiempo trabajoso, y en el tiempo de angustia.
¡Ah, cuán grande es aquel día! Tanto, que no hay otro semejante a él; y tiempo de angustia para Jacob; mas de ella será librado.
Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor; angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.
Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.
Y me dijo: Hijo de hombre, he aquí que yo quebranto el sostén del pan en Jerusalén, y comerán el pan por peso, y con angustia; y beberán el agua por medida, y con espanto.
Hijo de hombre, come tu pan con temblor, y bebe tu agua con estremecimiento y con angustia;
Mas en aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue después que hubo gente hasta entonces; mas en aquel tiempo tu pueblo escapará, todos los que se hallaren escritos en el libro.
Andaré, y tornaré a mi lugar, hasta que reconozcan su culpa, y busquen mi rostro. En su angustia madrugarán a mí.
Pues no debiste tú estar mirando en el día de tu hermano, el día en que fue extrañado; no te habías de alegrar de los hijos de Judá en el día que se perdieron, ni habías de ensanchar tu boca en el día de la angustia;
Ni habías de pararte en las encrucijadas, para matar a los que de ellos escaparen; ni habías de entregar los que quedaban en el día de angustia.
Bueno es el SEÑOR para fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían.
Oí, y tembló mi vientre; a la voz se batieron mis labios; pudrición se entró en mis huesos, y en mi asiento me estremecí; para reposar en el día de la angustia, cuando viniere al pueblo para destruirlo.
Día de ira aquel día, día de angustia y de aprieto, día de alboroto y de asolamiento, día de tiniebla y de oscuridad, día de nublado y de entenebrecimiento,
Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, a causa de la angustia; porque yo incité a todos los hombres, cada cual contra su compañero.
Tribulación y angustia será sobre toda persona humana que obra lo malo, el judío primeramente y también el griego.
¿Quién nos apartará de la caridad de Cristo? ¿tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
el que nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros somos consolados por Dios.
Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con muchas lágrimas; no para que fuerais contristados, sino para que conocieseis cuánta más caridad tengo para con vosotros.
Resultados de Búsqueda por Versiones
Resultados de Búsqueda por Libro
Artículos Relacionados
- Angustia
- Dolores de parto
- El estrés
- La angustia, la causa
- La opresión, la actitud de Dios
- Los gritos de angustia de Dios
- Pidiendo a Dios