16124 casos

'De' en la Biblia

He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo y lo haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿O quién me emplazará? ¿O quién será aquel pastor que me podrá resistir?

Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Edom; y sus pensamientos, que ha resuelto sobre los moradores de Temán. Ciertamente los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.

Del estruendo de la caída de ellos la tierra tembló, y el grito de su voz se oyó en el mar Bermejo.

He aquí que como águila subirá y volará, y extenderá sus alas sobre Bosra; y el corazón de los valientes de Edom será en aquel día como el corazón de mujer en angustias.

De Damasco: Se confundió Hamat, y Arfad, porque oyeron malas nuevas; se derritieron en aguas de desmayo, no pueden sosegarse.

Se desmayó Damasco, se volvió para huir, y le tomó temblor; angustia y dolores le tomaron, como de mujer que está de parto.

¡Cómo no perdonaron a la ciudad de alabanza, ciudad de mi gozo!

Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos los hombres de guerra morirán en aquel día, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

Y haré encender fuego en el muro de Damasco, y consumirá las casas de Ben-adad.

De Cedar y de los reinos de Hazor, los cuales hirió Nabucodonosor rey de Babilonia. Así dijo el SEÑOR: Levantaos, subid contra Cedar, y destruid los hijos de oriente (de Cedem ).

Huid, idos muy lejos, meteos en simas para estar, oh moradores de Hazor, dijo el SEÑOR; porque tomó consejo contra vosotros Nabucodonosor rey de Babilonia, y contra vosotros ha formado designio.

Y serán sus camellos por presa, y la multitud de sus ganados por despojo; y los esparciré por todos los vientos, echados hasta el postrer rincón; y de todos sus lados les traeré su ruina, dijo el SEÑOR.

Y Hazor será morada de dragones, soledad para siempre; ninguno morará allí, ni la habitará hijo de hombre.

Palabra del SEÑOR que vino a Jeremías profeta acerca de Elam, en el principio del reinado de Sedequías rey de Judá, diciendo:

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: He aquí que yo quiebro el arco de Elam, principio de su fortaleza.

Y traeré sobre Elam los cuatro vientos de los cuatro cantones del cielo, y los aventaré a todos estos vientos; ni habrá gente adonde no vengan extranjeros de Elam.

Y haré que Elam tenga temor delante de sus enemigos, y delante de los que buscan su alma; y traeré sobre ellos mal, y el furor de mi enojo, dijo el SEÑOR; y enviaré en pos de ellos espada hasta que los acabe.

Y pondré mi trono en Elam, y perdede allí rey y príncipes, dijo el SEÑOR.

Mas acontecerá en lo postrero de los días, que haré tornar la cautividad de Elam, dijo el SEÑOR.

Palabra que habló el SEÑOR contra Babilonia, contra la tierra de los caldeos, por mano de Jeremías profeta.

En aquellos días y en aquel tiempo, dice el SEÑOR, vendrán los hijos de Israel, ellos y los hijos de Judá juntamente; e irán andando y llorando, y buscarán al SEÑOR su Dios.

Preguntarán por el camino de Sion, hacia donde volverán sus rostros, diciendo : Venid, y juntaos al SEÑOR con Pacto eterno, que jamás se ponga en olvido.

Todos los que los hallaban, los comían; y decían sus enemigos: No pecaremos, porque ellos pecaron contra el SEÑOR morada de justicia, el SEÑOR, esperanza de sus padres.

Huid de en medio de Babilonia, y salid de la tierra de los caldeos, y sed como los mansos delante del ganado.

Porque he aquí que yo despierto y hago subir contra Babilonia reunión de grandes naciones de la tierra del aquilón; y desde allí se aparejarán contra ella, y será tomada; sus flechas como de valiente diestro, que no se tornará en vano.

Y la tierra de los caldeos será para presa: todos los que la saquearen, saldrán llenos, dice el SEÑOR.

Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como becerra de renuevos, y relinchasteis como caballos;

vuestra madre se avergonzó mucho, se afrentó la que os engendró; veis aquí las postrimerías de los gentiles: desierto, sequedad, y páramo.

Gritad contra ella en derredor; dio su mano; han caído sus fundamentos, derribados son sus muros; porque venganza es del SEÑOR. Tomad venganza de ella; haced con ella como ella hizo.

Talad de Babilonia al sembrador, y el que tiene hoz en tiempo de la siega; delante de la espada opresora cada uno volverá el rostro hacia su pueblo, cada uno huirá hacia su tierra.

Ganado descarriado ha sido Israel; leones lo amontonaron; el rey de Asiria lo devoró el primero; este Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó el postrero.

Por tanto, así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo visito al rey de Babilonia y a su tierra como visité al rey de Asiria.

Y volveré a traer a Israel a su morada, y pacerá en el Carmelo y en Basán; y en el monte de Efraín y de Galaad se saciará su alma.

En aquellos días y en aquel tiempo, dijo el SEÑOR, la maldad de Israel será buscada, y no aparecerá; y los pecados de Judá, y no se hallarán; porque perdonaré a los que yo hubiere dejado.

Sube contra la tierra de contumaces (Merataim ), contra ella, y contra los moradores de la visitación (Pecod ); destruye y mata en pos de ellos, dijo el SEÑOR, y haz conforme a todo lo que yo te he mandado.

Estruendo de guerra en la tierra, y quebrantamiento grande.

¡Cómo fue cortado y quebrado el martillo de toda la tierra! ¡Cómo se tornó Babilonia en desierto entre los gentiles!

Abrió el SEÑOR tu tesoro, y sacó los vasos de su furor; porque ésta es obra del SEÑOR, Dios de los ejércitos, en la tierra de los caldeos.

Venid contra ella desde el cabo de la tierra ; abrid sus alfolíes, hacedla montones, y destruidla; no le queden reliquias.

Matad todos sus novillos; vayan al matadero. ¡Ay de ellos! Que venido es su día, el tiempo de su visitación.

Voz de los que huyen y escapan de la tierra de Babilonia se oye , para dar las nuevas en Sion de la venganza del SEÑOR nuestro Dios, de la venganza de su Templo.

Haced juntar sobre Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; asentad campo sobre ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra el SEÑOR se ensoberbeció, contra el Santo de Israel.

Por tanto, sus jóvenes caerán en sus plazas, y todos sus hombres de guerra serán talados en aquel día, dijo el SEÑOR.

He aquí yo estoy contra ti, oh soberbio, dijo el Señor DIOS de los ejércitos; porque tu día es venido, el tiempo en que te visitaré.

Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Oprimidos fueron los hijos de Israel y los hijos de Judá juntamente; y todos los que los tomaron cautivos, se los retuvieron; no los quisieron soltar.

El redentor de ellos es el Fuerte; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre; de cierto abogará la causa de ellos, para hacer reposar la tierra, y turbar a los moradores de Babilonia.

Cuchillo sobre los caldeos, dijo el SEÑOR, y sobre los moradores de Babilonia, y sobre sus príncipes, y sobre sus sabios.

Cuchillo sobre sus caballos, y sobre sus carros, y sobre todo el vulgo que está en medio de ella, y serán como mujeres; cuchillo sobre sus tesoros, y serán saqueados.

Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque tierra es de esculturas, y en ídolos enloquecen.

Por tanto, allí morarán bestias monteses con gatos, morarán también en ella pollos de avestruz; ni más será poblada para siempre, ni se habitará de generación en generación.

Como en el trastornamiento de Dios a Sodoma y a Gomorra y a sus ciudades vecinas, dijo el SEÑOR, no morará allí hombre, ni hijo de hombre la habitará.

He aquí viene un pueblo del aquilón; y una nación grande, y muchos reyes se levantarán de los lados de la tierra.

Arco y lanza manejarán; serán crueles, y no tendrán piedad; su tropel sonará como el mar, y montarán sobre caballos; se apercibirán como hombre a la pelea, contra ti, oh hija de Babilonia.

Oyó su fama el rey de Babilonia, y sus manos se descoyuntaron; angustia le tomó, dolor como de mujer de parto.

He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán a la morada fuerte; porque haré reposo, y lo haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante a mí? ¿Y quién me emplazará? ¿O quién será aquel pastor que me podrá resistir?

Por tanto, oíd el consejo del SEÑOR, que ha acordado sobre Babilonia, y sus pensamientos que ha formado sobre la tierra de los caldeos. Ciertamente a los más pequeños del hato los arrastrarán, y destruirán sus moradas con ellos.

Del grito de la toma de Babilonia la tierra tembló, y el clamor se oyó entre los gentiles.

Así dijo el SEÑOR: He aquí que yo levanto sobre Babilonia, y sobre sus moradores que de corazón se levantan contra mí, un viento destruidor.

Y enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y vaciarán su tierra; porque serán contra ella de todas partes en el día del mal.

Y caerán muertos en la tierra de los caldeos, y alanceados en sus plazas.

Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, el SEÑOR de los ejércitos, aunque su tierra fue llena de pecado contra el Santo de Israel.

Huid de en medio de Babilonia, y librad cada uno su alma, para que no perezcáis a causa de su maldad; porque el tiempo es de venganza del SEÑOR; le dará su pago.

Vaso de oro fue Babilonia en la mano del SEÑOR, que embriaga toda la tierra; de su vino bebieron los gentiles; por tanto, enloquecerán las naciones.

Limpiad las saetas, embrazad los escudos; ha despertado el SEÑOR el espíritu de los reyes de Media; porque contra Babilonia es su pensamiento para destruirla; porque venganza es del SEÑOR, venganza es de su templo.

Levantad bandera sobre los muros de Babilonia, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas; porque deliberó el SEÑOR, y aun pondrá en efecto lo que dijo sobre los moradores de Babilonia.

La que moras entre muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, la medida de tu codicia.

El SEÑOR de los ejércitos juró por su vida, diciendo : Yo te llenaré de hombres como de langostas, y cantarán sobre ti canción de lagareros .

el que da con su voz multitud de aguas del cielo; después hace subir las nubes de lo postrero de la tierra; hace relámpagos con la lluvia, y saca el viento de sus tesoros.

Todo hombre se ha vuelto carnal, y es sin ciencia; avergüéncese todo artífice de la escultura, porque mentira es su vaciadizo, que no tiene aliento.

Vanidad son, obra de irrisiones; en el tiempo de su visitación perecerán.

No es como ellos la parte de Jacob; porque él es el Formador de todo; e Israel es la vara de su heredad, el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre.

Martillo me sois, oh armas de guerra; y por medio de ti quebrantaré gentiles, y por medio de ti desharé reinos;

y por medio de ti quebrantaré caballos y sus cabalgadores, y por medio de ti quebrantaré carros y los que en ellos suben;

asímismo por medio de ti quebrantaré varones y mujeres, y por medio de ti quebrantaré viejos y mozos, y por medio de ti quebrantaré jóvenes y vírgenes;

también quebrantaré por medio de ti al pastor y a su manada; quebrantaré por medio de ti a labradores y sus yuntas; y duques y príncipes quebrantaré por medio de ti.

Y pagaré a Babilonia y a todos los moradores de Caldea, todo el mal de ellos que hicieron en Sion delante de vuestros ojos, dijo el SEÑOR.

He aquí yo contra ti, oh Monte destruidor, dijo el SEÑOR, que destruiste toda la tierra; y extenderé mi mano sobre ti, y te haré rodar de las peñas, y te tornaré monte quemado.

Y nadie tomará de ti piedra para esquina, ni piedra para cimiento; porque perpetuos asolamientos serás, dijo el SEÑOR.

Alzad bandera en la tierra, tocad trompeta entre los gentiles, apercibid naciones contra ella; juntad contra ella los reinos de Ararat, de Mini, y de Askenaz; señalad contra ella capitán, haced subir caballos como langostas erizadas.

Apercibid contra ella naciones; a reyes de Media, a sus capitanes, y a todos sus príncipes, y a toda la tierra de su señorío.

Y temblará la tierra, y se afligirá; porque confirmado es contra Babilonia todo el pensamiento del SEÑOR, para poner la tierra de Babilonia en soledad, y que no haya morador.

Los valientes de Babilonia dejaron de pelear, se estuvieron en sus fuertes; les faltó su fortaleza, se tornaron como mujeres; encendieron los enemigos sus casas, quebraron sus cerrojos.

Correo se encontrará con correo, mensajero se encontrará con mensajero, para noticiar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada por todas partes;

y los vados fueron tomados, y los carrizos fueron quemados a fuego, y se asombraron los hombres de guerra.

Porque así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como parva; tiempo es ya de trillarla; de aquí a poco le vendrá el tiempo de la siega.

Me comió, me desmenuzó Nabucodonosor rey de Babilonia; me paró como vaso vacío; me tragó como dragón, llenó su vientre de mis delicadezas, y me echó.

Sobre Babilonia la violencia contra mí y mi carne, dirá la moradora de Sion; y mi sangre sobre los moradores de Caldea, dirá Jerusalén.

A una bramarán como leones; como cachorros de leones bramarán.

Sus ciudades fueron asoladas, la tierra seca y desierta, tierra que no morará en ella nadie, ni pasará por ella hijo de hombre.

Y visitaré al mismo Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado; y no vendrán más a él gentiles; y el muro de Babilonia caerá.

Salid de en medio de ella, pueblo mío, y salvad cada uno su vida de la ira del furor del SEÑOR.

Y para que no desmaye vuestro corazón, y temáis a causa de la noticia que se oirá por la tierra, en un año vendrá la noticia, y después en otro año el rumor, y luego vendrá la violencia en la tierra, y el enseñoreador sobre el que enseñorea.

Por tanto, he aquí vienen días que yo visitaré las esculturas de Babilonia, y toda su tierra será avergonzada, y todos sus muertos caerán en medio de ella.

Pues que Babilonia fue causa que cayesen muertos de Israel, también por causa de Babilonia cayeron muertos de toda la tierra.

Los que escapasteis del cuchillo, andad, no os detengáis; acordaos por muchos días del SEÑOR, y acordaos de Jerusalén.

Estamos avergonzados, porque oímos la afrenta; confusión cubrió nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los Santuarios de la Casa del SEÑOR.

Por tanto, he aquí vienen días, dijo el SEÑOR, que yo visitaré sus esculturas, y en toda su tierra gemirán los heridos de muerte.

Sagradas Escrituras (1569)