'Has' en la Biblia
Quebrantarlos has con vara de hierro: Como vaso de alfarero los desmenuzarás.
Para el director del coro; para instrumentos de cuerda. Salmo de David.Cuando clamo, respóndeme, oh Dios de mi justicia. En la angustia me has aliviado; ten piedad de mí, escucha mi oración.
Levántate, oh SEÑOR, en tu ira; álzate contra la furia de mis adversarios, y despiértate en favor mío; tú has establecido juicio.
Oh DIOS, Señor nuestro, ¡Cuán grande es tu nombre en toda la tierra, que has puesto tu alabanza sobre los cielos!
Por boca de los infantes y de los niños de pecho has establecido {tu} fortaleza, por causa de tus adversarios, para hacer cesar al enemigo y al vengativo.
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido,
Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de hermosura.
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto bajo sus pies:
Porque has hecho mi juicio y mi causa; te has sentado en silla juzgando justicia.
Has reprendido a las naciones, has destruido al impío, has borrado su nombre para siempre jamás.
El enemigo ha llegado a {su} fin en desolación eterna, y tú has destruido {sus} ciudades; su recuerdo ha perecido con ellas.
Tú has visto; porque tú miras el trabajo, y el enojo, para dar justicia en tus manos; a ti se acoge el pobre, tú eres el amparo del huérfano.
Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón {e} inclinarás tu oído
Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has refinado, y nada inicuo hallaste; lo que pensé, no pasó mi boca.
Tú me has dado también el escudo de tu salvación; tu diestra me sostiene, y tu benevolencia me engrandece.
Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.
También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban.
Tú me has librado de las contiendas del pueblo; me has puesto por cabeza de las naciones; pueblo que yo no conocía me sirve.
El que me libra de mis enemigos: Tú me enalteciste sobre los que se levantan contra mí; me has librado del hombre violento.
Tú le has dado el deseo de su corazón, y no le has negado la petición de sus labios. (Selah)
Por tanto le adelantarás en bendiciones de bien; corona de oro fino has puesto sobre su cabeza.
Grande es su gloria en tu salud; honra y hermosura has puesto sobre él.
Porque lo has bendecido para siempre; lo llenaste de alegría con tu rostro.
Ponerlos has como horno de fuego en el tiempo de tu ira: Jehová los deshará en su furor, Y fuego los consumirá.
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has dejado? ¿Por qué estás lejos de mi salud, y de las palabras de mi clamor?
Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar; y me has puesto en el polvo de la muerte.
Sálvame de la boca del león, porque tú me has escuchado de los cuernos de los unicornios.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Tú has dicho: Buscad mi rostro. Mi corazón dice de ti: Tu rostro buscaré, oh Jehová.
No escondas tu rostro de mí, no apartes con ira a tu siervo; mi ayuda has sido; no me dejes y no me desampares, Dios de mi salud.
Te ensalzaré, oh SEÑOR; porque me has ensalzado; y no hiciste alegrar mis enemigos de mí.
Oh SEÑOR, has sacado mi alma del Seol; me has guardado con vida, para que no descienda al sepulcro.
porque tú, SEÑOR, por tu benevolencia has asentado mi monte con fortaleza. Escondiste tu rostro, fui conturbado.
Has tornado mi endecha en baile; desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría.
En tu mano encomiendo mi espíritu: Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad.
Me gozaré y alegraré en tu misericordia; porque has visto mi aflicción; has conocido mi alma en las angustias;
y no me has entregado en manos del enemigo; tú has puesto mis pies en lugar espacioso.
¡Cuán grande es tu bien, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
Tú lo has visto, oh SEÑOR; no calles: Señor, de mí no te alejes.
He aquí, tú has hecho mis días muy breves, y mi existencia es como nada delante de ti; ciertamente todo hombre, aun en la plenitud de su vigor, es sólo un soplo. (Selah)
Aumentado has tú, oh SEÑOR Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no te los podremos contar, anunciar, ni hablar; no pueden ser narrados.
Sacrificio y presente no te agrada; me has labrado oídos; holocausto y expiación no has demandado.
En cuanto a mí, en mi integridad me has sustentado, y me has asentado delante de ti para siempre.
Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué te has olvidado de mí? ¿Por qué andaré yo enlutado por la opresión del enemigo?
Porque tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?
Porque tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían.
Pero nos has desechado, y nos has hecho avergonzar; y no sales en nuestros ejércitos.
Nos has hecho retroceder ante el enemigo, y los que nos aborrecían nos han saqueado para sí.
Nos entregas como ovejas para ser devorados, y nos has esparcido entre las naciones.
Has vendido tu pueblo de balde, y sin precio.
sin embargo, nos has quebrantado en la región de los chacales, y nos has cubierto con la sombra de la muerte.
Te has hermoseado más que los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto Dios te ha bendecido para siempre.
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Estas cosas has hecho, y yo he guardado silencio; pensaste que yo era tal como tú; {pero} te reprenderé, y delante de tus ojos expondré {tus delitos}.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo; y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría.
Hazme oír gozo y alegría; y se recrearán los huesos que has abatido.
Has amado toda suerte de palabras perniciosas, engañosa lengua.
Te alabaré para siempre por lo que has hecho: Y esperaré en tu nombre, porque es bueno, delante de tus santos.
Mis huidas has contado tú; pon mis lágrimas en tu odre, ciertamente en tu libro.
Porque has librado mi vida de la muerte, ciertamente mis pies de caída, para que ande delante de Dios en la luz de los que viven.
Y yo cantaré tu fortaleza, y loaré de mañana tu misericordia; porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
Oh Dios, tú nos has desechado, nos disipaste; te has airado: vuélvete a nosotros.
Has hecho temblar la tierra, la has hendido; sana sus hendiduras, porque se tambalea.
Has hecho ver a tu pueblo duras cosas; nos hiciste beber el vino de temblor.
Has dado a los que te temen bandera que alcen por la verdad. (Selah.)
porque tú has sido mi refugio, mi torre de fortaleza delante del enemigo.
Porque tú, oh Dios, has oído mis votos, has dado heredad a los que temen tu Nombre.
Porque has sido mi socorro; y así en la sombra de tus alas me regocijaré.
Visitas la tierra, y desde que la has hecho desear mucho, la enriqueces con el Río de Dios lleno de aguas; preparas el grano de ellos, porque así la ordenaste.
Tú has coronado el año con tus bienes, y tus huellas destilan grosura.
Porque tú nos has probado, oh Dios; nos has refinado como se refina la plata.
Tu compañía estaba en ella; por tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre.
Tú has ascendido a lo alto, has llevado en cautividad a {tus} cautivos; has recibido dones entre los hombres, y aun {entre} los rebeldes, para que el SEÑOR Dios habite {entre ellos.}
Tu Dios ha ordenado tu fuerza; confirma, oh Dios, lo que has obrado en nosotros.
Y lloré con ayuno de mi alma; y me has sido por afrenta.
Porque han perseguido al que {ya} tú has herido, y cuentan del dolor de aquellos que tú has traspasado.
Seme por peña de fortaleza, adonde recurra yo continuamente; has mandado que yo sea salvo; porque tú eres mi roca, y mi castillo.
Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud, y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso; porque has hecho grandes cosas; Oh Dios, ¿quién como tú?
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males; volverás y me darás vida, y de los abismos de la tierra volverás a levantarme.
Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas, y mi alma, que tú has redimido.
Ciertamente los has puesto en deslizaderos; en asolamientos los harás caer.
Sin embargo, yo siempre estoy contigo; tú me has tomado de la mano derecha.
Me has guiado según tu consejo, y después me recibirás con gloria.
Porque he aquí, los que están lejos de ti perecerán; tú has destruido a todos los que te son infieles.
¿Por qué, oh Dios, nos has desechado para siempre? ¿Por qué ha humeado tu furor contra las ovejas de tu prado?
Acuérdate de tu congregación, que adquiriste de antiguo, cuando redimiste la vara de tu heredad; este monte de Sion, donde has habitado.
Tuyo es el día, tuya es también la noche; tú has preparado la lumbrera y el sol.
Tú has establecido todos los términos de la tierra; tú has hecho el verano y el invierno.
Tú, {sólo} tú, has de ser temido; ¿y quién podrá estar en pie en tu presencia en el momento de tu ira?
Has mantenido {abiertos} mis párpados; estoy tan turbado que no puedo hablar.
Tú eres el Dios que hace maravillas, has hecho conocer tu poder entre los pueblos.
Con tu brazo has redimido a tu pueblo, a los hijos de Jacob y de José. (Selah)
¿Hasta cuándo, oh SEÑOR? ¿Has de estar airado para siempre? ¿Arderá como fuego tu celo?
Les has dado a comer pan de lágrimas, y les has hecho beber lágrimas en gran abundancia.
¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimian todos los que pasan de camino?
la cepa que tu diestra ha plantado y el vástago que para ti has fortalecido.
Todas las naciones que tú has hecho vendrán y adorarán delante de ti, Señor, y glorificarán tu nombre.
Porque tu misericordia es grande sobre mí; y has librado mi alma de lo profundo del Seol.
Muéstrame una señal de bondad, para que {la} vean los que me aborrecen y se avergüencen, porque tú, oh SEÑOR, me has ayudado y consolado.
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